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CANTABRIA SE HA GANADO ESTAR A LA VANGUARDIA EDUCATIVA

 

Miguel del Río | 04.06.2017


 

 

Desde que el 7 de julio de 2016 la Mesa Sectorial de Educación de Cantabria aprobara por unanimidad un nuevo y pionero calendario escolar, creo que he leído casi todo lo que se ha publicado a nivel nacional sobre el importante paso dado. En muchos de estos artículos iniciales, a los que añado tertulias de radio y televisión más Twitter, denote más escepticismo y por supuesto inmovilismo que otra cosa. Que Cantabria sea pequeña no debería llevar aparejado que haya ocasiones en que también se informa sobre lo que acontece aquí con pequeñez de miras. Así ocurrió al principio con un sistema educativo, el cántabro, que quiere estar a la vanguardia, y para ello empezó por adoptar el mismo horario escolar europeo, mientras el resto de comunidades autónomas españolas siguen en lo de siempre. Lo digo así, con una pizca de ironía, porque de mirarnos de reojo se ha pasado a que otras regiones, Madrid o Cataluña por ejemplo, estén más cerca de iniciar el mismo camino ya andado por la Consejería de Educación de Cantabria, que ha dado todo un ejemplo para mejorar la educación que se examina con lupa dentro del famoso informe llamado PISA o, si lo prefieren, Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes.

¡Ay, la educación..! La educación a nivel nacional es una de las cuestiones políticas que más años lleva atascada, y prueba de ello son las muchas leyes de educación que se han aprobado y también derogado al poco tiempo. Sabiendo muy bien la complicada ficha que se movía para ir hacia delante y no para atrás, Ramón Ruíz, consejero de Educación y Cultura del Gobierno de Cantabria, junto a su equipo, tomaron una decisión arriesgada que ahora se valora ya sin ambages como valiente y acertada. Toda decisión se puede afinar y mejorar, pero hay que tener claro lo de dar el paso. Cantabria merece ya por ello ser reconocida como la primera comunidad autónoma que cuenta con una educación de vanguardia, porque se ha atrevido a hacer lo que otros no han querido o no han podido, aunque ahora ya se lo están pensando.

Dentro de Europa, España cuenta para todo con los horarios más extraños, por decirlo suavemente. A nuestros escolares se les enseña matemáticas, física, lengua, ética, inglés, francés, las constelaciones y los ríos de aquí y de allá, pero lo de la productividad, que empieza por madrugar y no terminar a las tantas, lo llevamos fatal. No deja de ser curioso que tras la aprobación en Cantabria del nuevo calendario escolar haya surgido en paralelo en el resto del país un debate sobre la conciliación de la vida laboral y familiar, y se han empezado a tomar decisiones en este sentido. Igual pasó antes en Cantabria con la educación. Si hay mejoras por hacer, no vale aparcarlas aunque nos equivoquemos. No ha sido el caso del Calendario Escolar de Cantabria, del que ya se habla tan positivamente como una auténtica revolución educativa en España.

 

Miguel del Río

 

Foto: 12:00 Senado, Madrid. El consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, asiste a la comparecencia del ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, en la Comisión General de Comunidades Autónomas. 27 de marzo de 2017