REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

CUANDO LOS PARTIDOS POLÍTICOS NO SOLUCIONAN LOS PROBLEMAS

 

Gervasio Portilla | 01.09.2016


Cuando los partidos políticos no solucionan nada, la democracia se resiente y puede tomar derroteros imprevisibles.

En España tenemos tres graves problemas: los partidos políticos se han convertido en un fin en sí mismo, que catalizan todo el poder y que con poca o nula generosidad dirigen este país.

En vez de mandar a la sociedad un ejemplo de abnegación y de poner por delante los intereses generales, piensan en clave egoísta, cuando no personalista.

El otro grave problema, es pérdida del sentido de la verdad, por consiguiente se ha establecido una forma de operar: el fin justifica los medios, lo que no deja de ser un desastre social.

La mentira nos destroza y nos deja sin capacidad de debatir sobre algo real.

El otro grave problema es el de la vieja política, curiosamente representada por los que dicen que hay que cambiar todo; me refiero a Podemos, sus propuestas son arcaicas y solo conducirían a la destrucción de la sociedad y a la falta de concordia, en fin un desastre.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista