REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

¿HACIA UNA SOCIEDAD PSICÓTICA?

 

 

Gervasio Portilla | 03.04.2019


 

Vivimos en una sociedad con grandes rasgos de desequilibrio emocional, ciertamente las enfermedades mentales van en aumento y buena prueba de ello es el alto índice de suicidios en España, nada menos que una media de diez diarios.

Ante todo ello, los sociólogos tienen mucho que analizar para poder encontrar las claves de algo muy complejo pero real.

Un dato muy importante es el comportamiento ciertamente infantil de grandes capas de la sociedad, por lo general nuestros jóvenes, quizá por estar demasiado protegidos, tardan en madurar y en muchos casos son incapaces de analizar las cuestiones importantes de la vida en profundidad, es algo así como querer vivir unas permanentes vacaciones, en las que sólo hay derechos, divertimento rápido que no llena, pero no obligaciones.

Se copia todo, se imita todo y luego el comportamiento es gregario y muy colectivo, como si alguien dirigiera las modas, las formas y las ideas.

Un ejemplo claro, pueden ser los tatuajes, que según las investigaciones médicas, tienen riesgos importantes, debido a la composición de las tintas y otras causas.

Sin embargo, vemos personas que se tatúan todo el cuerpo de cuestiones banales, en una imitación absurda de diferentes modelos, de futbolistas, artistas, etc.

Poco importa que los médicos avisen de los riesgos para la salud, puede mucho más la imitación al semejante, la falta de personalidad, de criterio propio,

En definitiva estamos en una sociedad, poco adulta, incapaz de tomar decisiones por si misma y por lo tanto menos libre.

Toda esta situación puede desembocar en graves riesgos de futuro, ante cualquier problema que afecte a las libertades y exija sacrificios.

El individuo actual, esta abrumado por la publicidad de los derechos, del gozo superfluo, pero no los buenos ejemplos, las buenas virtudes, la generosidad, se esta creando un ser profundamente egoísta y que puede acabar teniendo grandes riesgos psicóticos.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista