REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

EL INQUIETANTE PANORAMA INDUSTRIAL DE CANTABRIA

 

 

Gervasio Portilla | 18.05.2019


 

El panorama industrial de Cantabria es inquietante, y peligroso para un inmediato futuro, si no se logran despejar incógnitas muy serias.

Demos un repaso de la situación de importantes factorías.

Sniace, sigue perdiendo dinero a “toda máquina”, en el primer trimestre de este año aumento sus perdidas un 37 por ciento respecto al año anterior, llegando a los 3,7 millones en sólo tres meses.

Seguimos en la comarca del Besaya y nos centramos en Solvay.

La factoría de Barreda, según acaba de denunciar el sindicato USO, es la única del grupo, que no ha acometido los planes de transición energética, el resto de las factorías ya tienen todos los proyectos en marcha, por lo tanto de no tomarse medidas de forma rápida, la planta de Cantabria pudiera ver afectado su futuro.

Suenan rumores muy serios sobre la planta del grupo Saint Gobain (PAM), antigua Funditubo, ubicada en Nueva Montaña y con casi trescientos trabajadores.

Según rumores no confirmados, la multinacional francesa quiere vender la factoría a un grupo Indio, en caso contrario, pudiera verse abocada a un cierre y peligrar los puestos de trabajo antes los malos resultados de los últimos ejercicios y la falta de obra pública en España.

Seguimos con Sidenor en Reinosa, en proceso de venta y con la continuidad asegurada, pero sin compromiso en el mantenimiento de puestos de trabajo en los próximos años.

Cerramos eL capitulo, con la lamentable pérdida, insuficientemente explicada y llena de rumores alarmantes, de la fallida ampliación de la planta de Santander Coated Solutions, que hubiera supuesto unos sesenta puestos de trabajo más directos y muchos más indirectos en el sector del transporte.

La ampliación de esta planta se lleva a León, no podemos contarles los rumores que hay sobre el particular pero si fueran verdad, les garantizo que sería para coger “el portante” y marcharse de esta tierra.

Seguro que nos dejamos alguna situación más comprometida, pero como Cantabria es infinita y vivimos del paisaje aquí no pasa nada.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista