El Rincón del Arte

NINETTE Y UN SEÑOR DE MURCIA, EN TALÍA, ESCONDE UNA GRAN VIGENCIA

 

Leandro Mateo | 27.07.2016


 

Por enésima vez se representa en Santander, “Ninette y un señor de Murcia”, pero con la misma aclamación de siempre.

La segunda cita de Talía 2016, nos acerca de nuevo un clásico de Miguel Mihura; y como siempre con un gran renovado reparto. Julieta Serrano y Miguel Rellán dan vida a dos  exiliados de la Guerra Civil, que tienen una hija monísima a la que llaman Ninette, en homenaje a l país de  asilo; interpretada por una de nuestras jóvenes estrellas, Natalia Sánchez. Junto a dos personajes más, el joven librero de Murcia, que quiere protagonizar una correría en Paris en colaboración con su amigo emigrante; Javier Mora y Jorge Basanta, respectivamente. La dirección de este montaje, corre a cargo de Cesar Oliva.

Hechas las presentaciones, digamos  que se trata de una de las comedias de mayor éxito; de unos de los autores españoles, que como Berlanga en el cine, mejor han sabido retratar  la personalidad del pueblo español. Siempre, desde el humor y ciertos guiños al fenómeno del teatro del absurdo.

Del humor dice Mihura en sus memorias, “Es una capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone en el sombrero: Un modo de pasar el tiempo. El humor verdadero no se propone enseñar o corregir, porque no es esa su misión. Lo único que pretende el humor es que, por un instante, nos salgamos de nosotros mimos, nos contemplemos de puntillas a unos veinte metros y demos una vuelta a nuestro alrededor contemplándonos por un lado y por otro, por detrás y por delante; como ante los tres espejos de una sastrería”. Con “Ninette y un señor de Murcia”, que tuvo una secuela en “Ninette Modas de Paris”, quizás los que  asistimos a sus primeras representaciones, reímos, pero con esa risa floja,  de quienes se sienten retratados. Ahora cuando la revisamos, sentimos que ya somos otros. Pero divisamos en  lontananza, que nuestros nietos puedan sentirse abocados a una situación parecida

Por tanto humor del bueno, con intérpretes ideales y una comedia para la que el paso del tiempo, no la hace perder frescura.

Sesiones de 21 horas, el viernes y el sábado.

 

Leandro Mateo