ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 29 de septiembre de 2010

Santa Sede

El Papa afirma que la liturgia es fundamental en la vida cristiana

Llamamiento del Papa a favor de Nigeria

Confirmados los consejeros del delegado pontificio de los Legionarios de Cristo

Obispos irlandeses se dirigen a Roma para preparar la visita apostólica

Mundo

Continúa el diálogo entre católicos y ortodoxos sobre el primado del Papa

Santuarios: de la práctica devocional a la pastoral de la peregrinación

Gran acogida del sitio del Observatorio Van Thuan en español

El Consejo de Europa podría aprobar el “derecho” al aborto

Los cristianos iraquíes refugiados en Siria necesitan ayuda

Testimonio

Anna María Adorni será beatificada en Parma este domingo

Audiencia del miércoles

Benedicto XVI: santa Matilde de Hackeborn, “ruiseñor de Dios”

Documentación

Tema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2011

Comunicado de la reunión para el diálogo teológico entre católicos y ortodoxos


Santa Sede


El Papa afirma que la liturgia es fundamental en la vida cristiana
Propone como modelo a la santa alemana Matilde de Hackeborn
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI subrayó hoy la importancia de la liturgia en la vida espiritual cristiana, como lo fue para santa Matilde de Hackeborn, a quien presentó hoy durante la audiencia general.

Siguiendo con su ciclo de escritores cristianos, que con Hildegarda de Bingen a finales de agosto inauguró una serie de catequesis sobre mujeres insignes, el Papa quiso hoy detenerse en una de las grandes figuras del monaquismo alemán.

Santa Matilde de Hackeborn, de familia noble, nació y murió en el siglo XIII en Turingia (Alemania), y vivió casi toda su vida recluída en el convento de Helfta, en la misma congregación que su hermana mayor Gertrudis.

En aquella época, y gracias a Gertrudis, el monasterio de Rodersdorf y después el de Helfta se convirtieron, afirmó el Papa, en un importante “centro de mística y de cultura, escuela de formación científica y teológica”.

Matilde “se distinguió por la humildad, fervor, amabilidad, limpieza e inocencia de vida, familiaridad e intensidad con que vivió su relación con Dios, la Virgen y los Santos. Estaba dotada de elevadas cualidades naturales y espirituales”.

Entre otras, tenía una voz de una extraordinaria suavidad. Fue maestra del coro del convento, además de maestra de novicias.

La llamaban con el sobrenombre de “ruiseñor de Dios”.

“La oración y la contemplación fueron el humus vital de su existencia: las revelaciones, sus enseñanzas, su servicio al prójimo, su camino en la fe y en el amor tienen aquí su raíz y su contexto”, explicó el Papa.

El Pontífice añadió que “es impresionante la capacidad que esta santa tenía de vivir la Liturgia en sus varios componentes, incluso los más sencillos, llevándola a la vida monástica cotidiana”.

“Sus visiones, sus enseñanzas, las circunstancias de su existencia se describen con expresiones que evocan el lenguaje litúrgico y bíblico”, explicó.

La santa tenía, destacó el Papa, un “profundo conocimiento de la Sagrada Escritura, su pan cotidiano. Recurre continuamente a ella, sea valorando los textos bíblicos leídos en la liturgia, sea tomando símbolos, términos, paisajes, imágenes, personajes”.

De Matilde, Benedicto XVI invitó a los fieles a imitar la importancia que ésta daba a la Liturgia de las Horas y a la Santa Misa.

“La oración personal y litúrgica, especialmente la Liturgia de las Horas y la Santa Misa son la raíz de la experiencia espiritual de santa Matilde de Hackeborn”.

“Esto es también para nosotros una fuerte invitación a intensificar nuestra amistad con el Señor, sobre todo a través de la oración cotidiana y la participación atenta, fiel y activa en la Santa Misa. La Liturgia es una gran escuela de espiritualidad”, añadió.

Matilde sentía gran predilección por el Evangelio, que el mismo Jesús, en una visión, le recomendó leer, para comprender “su inmenso amor”, que “en ningún lugar se encuentra expresado más claramente que en el Evangelio”.

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Llamamiento del Papa a favor de Nigeria
El país vive una “grave crisis humanitaria” tras las inundaciones
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Al término de la audiencia general de hoy, en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI lanzó un llamamiento a la comunidad internacional a favor de Nigeria.

El Papa, en inglés, mostró su preocupación “por la grave crisis humanitaria que ha afectado recientemente el norte de Nigeria”.

En este país africano “alrededor de dos millones de personas se han visto obligadas a dejar sus casas a causa de las graves inundaciones”, afirmó.

El Pontífice aseguró su “cercanía espiritual” y su “recuerdo en la oración” a los afectados.

Las inundaciones se produjeron en el norte de Nigeria el pasado fin de semana, cuando varias presas se desbordaron después de intensas lluvias. Unas cuarenta personas han perdido la vida, y las pérdidas agrícolas, según la ONU, son incalculables.

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Confirmados los consejeros del delegado pontificio de los Legionarios de Cristo
Monseñor Blázquez, visitador apostólico del Regnum Christi

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 septiembre 2010 (ZENIT.org).- El arzobispo Velasio De Paolis, delegado pontificio para la Legión de Cristo, ha confirmado a ZENIT los nombres de los consejeros que le asistirán en el cumplimiento de la misión que le ha encomendado Benedicto XVI.

Se trata del padre Agostino Montan (religioso josefino de Murialdo), vicario episcopal para la vida religiosa de la diócesis de Roma; monseñor Mario Marchesi, vicario general de la diócesis de Cremona; el padre padre Gianfranco Ghirlanda S.I., antiguo rector de la Universidad Gregoriana de Roma; el obispo Brian Farrell L.C., secretario del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.

Siguiendo las disposiciones del comunicado emitido por la Santa Sede el 1 de mayo pasado, monseñor de Paolis también ha confirmado a ZENIT el nombramiento de monseñor Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid (España), como visitador para el "Regnum Christi".

Monseñor Blázquez prestará especial atención a los consagrados de este movimiento de apostolado, nacido de los Legionarios de Cristo.

Según especificaba el decreto emanado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, firmado el 9 julio, los "consejeros personales" de monseñor de Paolis "le asisten en el cumplimiento de su encargo" y "pueden ser encargados de tareas específicas, en particular para las visitas ad referéndum".

Según el decreto, el delegado pontificio ha recibido "el encargo de gobernar", en nombre del Papa, la congregación religiosa "durante el tiempo que sea necesario para realizar el camino de renovación y llevarla a la celebración de un capítulo general extraordinario que tendrá como objetivo principal terminar la revisión de las Constituciones".

Por este motivo, el delegado pontificio debe "emprender, acompañar y realizar la revisión de las Constituciones", de la congregación, motivo por el cual tendrá que instituirse "una Comisión para la revisión de las Constituciones, en los diferentes niveles del Instituto, con la participación sobre todo de los miembros del mismo instituto, que deben sentirse responsables de la revisión y reelaboración del propio proyecto de vida evangélica, siempre en armonía con la enseñanza de la Iglesia".

Por Jesús Colina


 

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Obispos irlandeses se dirigen a Roma para preparar la visita apostólica
Se encontrarán con los visitadores apostólicos la semana que viene
MAYNOOTH, Irlanda, miércoles 29 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- La Congregación vaticana para los Obispos ha invitado a cuatro obispos de Irlanda a Roma para preparar la visita apostólica que Benedicto XVI anunció en su carta a los católicos de Irlanda en referencia a los abusos sexuales por parte de sacerdotes.

El arzobispo de Armagh, el cardenal Seán Brady; el arzobispo de Dublín, monseñor Diarmuid Martin; el arzobispo de Cashel y Emly, monseñor Dermot Clifford, y el arzobispo de Tuam, monseñor Michael Neary, irán a Roma la semana que viene para los encuentros preparatorios.

Allí se encontrarán con los cuatro visitadores apostólicos que irán a sus arquidiócesis, informó ayer la Conferencia de los Obispos de Irlanda a través de un comunicado.

El cardenal Cormac Murphy-O’Connor, arzobispo emérito de Westminster, dirigirá la visita a Armagh; el cardenal Sean O’Malley de Boston visitará Dublín; el arzobispo Christopher Collins de Toronto visitará Cashel; y el arzobispo Terrence Prendergast de Ottawa visitará Tuam.

El episcopado irlandés explicó que la visita apostólica busca “ofrecer asistencia y contribuir a la renovación espiritual y moral de la Iglesia en Irlanda” y que “la visita facilitará la reflexión, evaluación y revisión de la vida de la Iglesia”.



 

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Mundo


Continúa el diálogo entre católicos y ortodoxos sobre el primado del Papa
Celebrada la asamblea plenaria de la Comisión mixta en Viena
VIENA, miércoles 29 septiembre 2010 (ZENIT.org).-  Una de las cuestiones centrales que provocaron hace casi mil años el cisma entre las Iglesias Ortodoxas y Roma, el primado del Papa, se ha convertido en el centro de la fase actual del diálogo teológico entre católicos y ortodoxos en búsqueda de la unidad plena.

"El papel del obispo de Roma en la comunión de la Iglesia en el primer milenio" fue precisamente el argumento de la duodécima sesión plenaria de la Comisión mixta internacional para el diálogo entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica, celebrada en Viena, del 20 al 27 de septiembre.

La reunión continuó trabajando en la redacción de un documento conjunto, que ya había comenzado a elaborarse en 2009, durante la asamblea plenaria del año pasado, celebrada en Pafos, Chipre.

"En esta fase --revela el comunicado conjunto emitido por los representantes católicos y ortodoxos al final del encuentro--, la Comisión está discutiendo este texto como un documento de trabajo y se decidió que el texto debería ser ulteriormente revisado. Se decidió asimismo formar una subcomisión para comenzar a considerar los aspectos teológicos y eclesiológicos del primado en su relación con la sinodalidad".

La Comisión de ortodoxos y católicos sabía perfectamente, en 2007, cuando decidió afrontar la cuestión del primado del obispo de Roma en sus reuniones, que no resolvería en pocos meses o años la cuestión más decisiva del gran cisma de Oriente que desgajó el cristianismo en 1054. Y la reunión de Viena ha mostrado que, si bien el camino todavía es largo, la voluntad de avanzar en él se da por parte de católicos y ortodoxos, lo cual ha sido visto ya como algo importante.

El 24 de septiembre concedieron una rueda de prensa los dos co-presidentes, por parte católica, el arzobispo Kurt Koch, nuevo presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, y por parte ortodoxa el metropolitano Juan Zizioulas de Pérgamo.

Éste último constató que "en estos momentos no hay nubes de desconfianza entre nuestras dos iglesias. Nuestros predecesores, y en especial los responsables de ambas iglesias, tanto por parte católica como ortodoxa, han preparado el camino para una discusión amigable y fraterna. Les tengo que asegurar que este espíritu ha prevalecido en nuestras discusiones".

"Y por ello -añadió el representante ortodoxo-- deseo asegurar que si seguimos así, Dios encontrará el camino para superar las dificultades que permanecen, y llevar a la plena comunión a nuestras dos iglesias --las iglesias más antiguas, iglesias que comparten el mismo pasado ecuménico, las mismas tradiciones, el mismo sentido de la Iglesia--".

El arzobispo Koch, tocando la cuestión del primado del obispo de Roma, recordó que Joseph Ratzinger ya había afirmado en un famosa conferencia, pronunciada en Graz, en 1976, que "no podemos esperar más de la Ortodoxia de lo que se vivía en el primer milenio".

"Por tanto, la discusión fundamental es sobre cómo estas iglesias vivían en el primer milenio y cómo podemos encontrar un nuevo camino común hoy. Esta discusión necesita espacios de libertad y paciencia".

"Sé que algunas personas pueden estar impacientes, pero la paciencia es una expresión del amor", aseguró el prelado suizo. "La gente sabe por experiencia personal lo que significa el que dos personas se separen en un matrimonio. Y nosotros llevamos mil años de separación. Debemos y queremos emprender nuevos caminos, pues Jesús nos dio la misión de vivir juntos".


En la homilía, que el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, dirigió en la catedral de esa ciudad durante la eucaristía celebrada por los miembros católicos, en presencia de los ortodoxos, explicó que "tenemos y necesitamos un primado en el sentido canónico, pero por encima está el primado de la caridad. Todas las disposiciones canónicas en la Iglesia sirven a este primado del amor (ágape)".

El comunicado final conjunto puede leerse en la página web de ZENIT:

http://www.zenit.org/article-36727?l=spanish

Por Jesús Colina

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Santuarios: de la práctica devocional a la pastoral de la peregrinación
Monseñor Vegliò constata un cambio de conciencia en las últimas décadas

SANTIAGO DE COMPOSTELA, miércoles 29 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- La Iglesia ha tomado conciencia en las últimas décadas de que el principal objetivo de la peregrinación a un santuario es la evangelización, el encuentro con Dios, y por ello ha pasado de una práctica devocional a una pastoral de la peregrinación.

Lo afirmó el presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, monseñor Antonio Maria Vegliò, este martes en el discurso inaugural del II Congreso Mundial de Pastoral de Peregrinaciones y Santuarios, que se está celebrando en Santiago de Compostela del 27 al 30 de septiembre.

“La peregrinación tiene 'como objetivo primario la evangelización, que con frecuencia resulta natural en los mismos lugares sagrados'”, dijo monseñor Vegliò citando el documento La Peregrinación en el Gran Jubileo del año 2000, publicado en 1998 por el dicasterio que preside.

Y destacó que “los momentos de peregrinación, por las circunstancias que los motivan, por los lugares a que se dirigen y por su cercanía a las necesidades y a las alegrías cotidianas, son un campo ya abonado para que la palabra de Dios arraigue en los corazones”.

“De esta posibilidad hemos ido tomando conciencia en las últimas décadas, en las que hemos pasado de una práctica devocional a una pastoral de la peregrinación, descubriendo que este momento se convierte en una ocasión para la renovación de la fe e incluso para una primera evangelización”, explicó.

El presidente del dicasterio indicó que “esto ha ido acompañado tanto del nacimiento de una ministerialidad específica para el acompañamiento como de una profundización en la correspondiente reflexión teológico-pastoral”.

En el discurso inaugural de este importante congreso que tiene como lema Y entró para quedarse con ellos, monseñor Vegliò recordó que “en Cristo todas nuestras búsquedas hallan su respuesta”.

Como con los discípulos de Emaús, dijo, “el Resucitado recorre con nosotros nuestros caminos, compartiendo nuestras dificultades, nuestras angustias, nuestros proyectos, nuestras dudas y nuestras alegrías, aunque en tantas ocasiones no hayamos sabido reconocerle”.

“¿Cómo podemos evangelizar en el ámbito de las peregrinaciones?”, preguntó a las cerca de 250 personas de 70 países que están participando en el encuentro: .

Y ofreció una completa respuesta basada en el Mensaje que el Papa ha enviado al Congreso y que ofrece cinco ideas que, según monseñor Vegliò “deben servir de orientación”, tanto para la reflexión como para la acción pastoral.

Benedicto XVI ha aconsejado en concreto aprovechar la capacidad de convocatoria de las peregrinaciones, cuidar la acogida a los peregrinos, sintonizando con sus preguntas y ayudándoles a descubrir la meta, y realizar una propuesta fiel al carácter cristiano de la peregrinación.

Sintonizar con el peregrino

Desarrollando este programa en su ponencia, monseñor Vegliò destacó la importancia de sintonizar realmente con las preguntas que brotan del corazón del peregrino.

En este sentido, señaló que el trabajo en el ámbito de las peregrinaciones y santuarios se debe insertar en el amplio esfuerzo por la evangelización, que a menudo se dirige hoy a personas que no buscan respuestas.

“El problema de la indiferencia religiosa reside, con frecuencia, en que el hombre actual no descubre a Cristo como la respuesta de su vida”, constató, y advirtió que “sólo cuando responde a un interés, la respuesta puede ser fácilmente comprendida”.

“Proponemos respuestas a preguntas no siempre planteadas por aquel a quien tenemos delante -lamentó-. Ofrecemos, pues, una palabra de esperanza a un corazón que, por desgracia, encontramos frecuentemente dormido”.

Ante esta realidad, el ponente expuso “el gran reto de presentar de modo significativo la Buena Noticia del Evangelio, de hacer ver al hombre de hoy que el mensaje cristiano satisface plenamente el corazón humano, que responde a sus interrogantes”.

“Y en esta tarea -afirmó-, el ámbito concreto de las peregrinaciones contiene en sí una circunstancia que necesariamente debe ser tenida en cuenta en la acción evangelizadora”.

En concreto, explicó, “quien peregrina o visita un santuario, tantas veces lo hace en unas circunstancias vitales singularmente particulares de esperanza, de sufrimiento profundo, de gozo, de fracaso, de agradecimiento,...” y “muchas de estas experiencias son una puerta abierta para plantearse la pregunta del por qué”.

“Además -añadió monseñor Vegliò-, si la visita al santuario está precedida por una peregrinación, el corazón está mucho más dispuesto”.

Aprovechar su presencia

Otra de las orientaciones del Papa en las que profundizó monseñor Vegliò se refiere a la capacidad de los santuarios y las peregrinaciones de “reunir a amplios sectores de la sociedad, a personas de toda edad y condición social y religiosa”.

El ponente constató que “para algunos de los que acuden en peregrinación a los santuarios, éste es el único vínculo que los une a la comunidad eclesial” y destacó la necesidad de proclamar el Evangelio e intentar conducir a esos peregrinos a Cristo.

“Además -añadió-, un modo importante de evangelizar es mediante la presencia religiosa en el espacio público que suponen tanto las peregrinaciones como las demás manifestaciones de religiosidad popular, ya que una falta de expresividad supone una ayuda inestimable al proceso de secularización”.

Calidad de la acogida

Por otra parte, monseñor Vegliò habló de cómo cuidar la acogida al peregrino, que “se manifiesta en diversidad de elementos: desde los sencillos detalles hasta la disponibilidad personal a la escucha, pasando por el acompañamiento durante el tiempo que dure la presencia”.

El ponente destacó la conveniencia de “una acogida realizada por sacerdotes, religiosos o laicos, caracterizada por la calidad humana, por el respeto a los procesos personales, ayudando a desentrañar los interrogantes (o incluso a provocarlos)”.

Deseó “una actitud acogedora y comprensiva que aproveche cada ocasión como un verdadero kairós para anunciar el Evangelio y una oportunidad para facilitar el encuentro, abriendo a la propuesta respetuosa de cauces posteriores que permitan crecer en la fe de la Iglesia”.

“Cada peregrino merece toda nuestra atención -dijo a los presentes, muchos de ellos rectores de santuarios y responsables de peregrinaciones-. En la medida de lo posible, debe ser acogido como individuo, de forma personal, pues es su propia felicidad la que puede estar en juego”.

Monseñor Vegliò pidió huir de una acogida uniforme y “estar “atentos a los ‘tiempos’ y a los ritmos de cada peregrinación: la partida, la llegada, la ‘visita’ al santuario y el retorno”.

Propuesta verdaderamente cristiana

Otra de las orientaciones del Papa que recogió el presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes fue la de evitar los reduccionismos y ofrecer una propuesta verdaderamente cristiana.

“Independiente de las motivaciones que tenga cada una de las personas que inicia el camino o visita a nuestro santuario, no podemos negar ni esconder el carácter primordial religioso de los mismos”, reconoció.

Y explicó que “a ello contribuiremos si, como nos invita el Papa Benedicto XVI, trabajamos para que la peregrinación y el santuario sean realmente ámbitos de la Palabra, de la celebración, de la caridad, de la comunión eclesial, de la comunión eucarística y de la misión”.

La meta: el encuentro con Dios

Finalmente, monseñor Vegliò recogió la indicación del Papa de ayudar al peregrino a descubrir que su camino tiene una meta.

“La auténtica meta de la peregrinación no es ella misma ni un lugar concreto -recordó-, sino 'el encuentro con Dios por medio de Cristo, en el que todas nuestras aspiraciones hallan su respuesta'”.

“Por ello -añadió-, la experiencia del amor de Dios, que en la celebración de los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía encuentran su máxima expresión, se convierte en el objetivo íntimo del camino recorrido, al tiempo que anima a retornar a la vida ordinaria siendo testigos de Cristo, quien sigue acompañando nuestros pasos”.

El ponente recordó a los asistentes que “quienes trabajamos en la pastoral de las peregrinaciones y los santuarios, desde los diversos ministerios que debamos desempeñar” estamos llamados a “acompañar a los hombres y mujeres de nuestro tiempo”.

“La meta de toda nuestra actividad pastoral y catequética, el objeto de nuestra predicación, el centro mismo de nuestro ministerio sacramental ha de ser ayudar a las personas a establecer y alimentar semejante relación vital con ‘Jesucristo nuestra esperanza'”, afirmó.

Momento de gracia

“Por eso -exhortó- os hago un llamamiento a aprovechar el momento de gracia que puede suponer una peregrinación”.

“Es importante que seamos capaces, desde el respeto, de ofrecerles la única Palabra que salva -dijo- Con vuestro trabajo podéis colaborar en que se renueve el acontecimiento de Emaús, de modo que el peregrino, acogido en la casa del Señor, encuentre la respuesta a sus profundos interrogantes en la Palabra que hace arder los corazones y en el Pan que se reparte”.

Monseñor Vegliò concluyó su discurso animando a los agentes pastorales presentes en los santuarios a “iniciar a la gente en el diálogo con Dios y en la contemplación del misterio inmenso que nos envuelve y atrae”.

“Y cuando el cansancio o la dificultad se apoderen de nuestra vida -aconsejó-, recordemos el saludo del peregrino jabobeo, que ya aparece en el Codex Calixtinus: 'Ultre ia Et Sus eia! Deus adjuva nos!' (“Vamos más allá y vamos más arriba! ¡Dios ayúdanos!”).

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Gran acogida del sitio del Observatorio Van Thuan en español
 
ROMA, miércoles, 29 septiembre 2010 (ZENIT.org).- El director del Observatorio Cardenal Van Thuan para la Doctrina Social de la Iglesia, Stefano Fontana, ha escrito una carta a los “amigos hispanohablantes” inscritos en el sitio web del Observatorio.

Como se sabe, el 15 de septiembre pasado, el Observatorio lanzó a la red la versión en español del sitio (ver: http://www.zenit.org/article-36551?l=spanish).

Fontana, además de dirigir “un caluroso saludo” y agradecer la acogida de quienes, al conocer la noticia, se inscribieron a centenares desde el área hispanohablante, les informa de las posibilidades a su alcance.

En primer lugar, además de ser beneficiarios, pueden ser colaboradores: “Envíenos información sobre temas referentes a la Doctrina Social de la Iglesia en sus Países y nosotros nos encargamos de publicarlos”, subraya.

En segundo lugar, para quienes han pedido recibir una copia del “Boletín de la Doctrina Social de la Iglesia”, aclara que no hay necesidad de pedirlo a Italia ya que el boletín se publica en Madrid, España, y en Arequipa, Perú. Invita a buscar en el sitio web las direcciones de los Centros distribuidores y pedirles una copia del Boletín.

Para más información: www.vanthuanobservatory.org.



 



 

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El Consejo de Europa podría aprobar el “derecho” al aborto
Afirma Sophia Kuby directora del Observatorio Europeo de la Dignidad
MADRID, miércoles 29 septiembre 2010 (ZENIT.org).- La directora ejecutiva del Observatorio Europeo para la Dignidad, Sophia Kuby, advirtió en Madrid (España), que el Consejo de Europa podría aprobar el próximo 7 de octubre el “derecho” al aborto.

Kuby hizo esta afirmación en un desayuno de trabajo, el pasado jueves, sobre la situación del Derecho y de los llamados “nuevos derechos” en Europa, convocado por Profesionales por la Ética.

Ante un nutrido grupo de personalidades de la sociedad civil y el mundo de la comunicación, Kuby explicó que determinadas minorías están llevando a cabo en Europa “un verdadero proceso de reingeniería social que está poniendo en juego la vida, la familia y los derechos fundamentales”, informa Profesionales por la Ética.

Kuby se refirió a dos iniciativas concretas. Una de ellas es el Informe McCafferty, que será sometido a votación en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa el próximo 7 de octubre. El citado Informe, con el pretexto de promover el acceso de las mujeres a la “salud reproductiva”, incluye el “derecho al aborto”.

El objetivo, según Kuby, es imponer este supuesto derecho por encima de las objeciones de conciencia de los médicos y profesionales sanitarios, que mayoritariamente se niegan a practicar abortos. Se trata de “excluir de la práctica médica a las personas de convicciones sólidas, sean cuales sean, que se separen de la práctica y la ideología dominante”.

Los promotores del Informe McCafferty se fundamentan en la siguiente afirmación: “la conciencia caprichosa de los médicos no puede prevalecer sobre los derechos reproductivos de las mujeres. De esta manera, se invierten los términos y se contrapone la libertad de conciencia a un nuevo derecho”.

Kuby advirtió de la creación de un registro de objetores, una verdadera ‘lista negra’, y un mecanismo efectivo para denunciar a los profesionales que se nieguen a practicar abortos.

La directora del Observatorio Europeo de la Dignidad se refirió a otro proyecto legislativo que pone en peligro las libertades fundamentales de los europeos.

Se trata de la Directiva para la Igualdad de Trato que se está tramitando en la Unión Europea.

Su objetivo, dijo, es introducir un nuevo concepto de igualdad que, con el pretexto de prohibir cualquier discriminación (incluyendo la orientación sexual), afectaría a las relaciones de convivencia, a las relaciones laborales y al comportamiento público y privado de las personas.

“No se descarta –aseguró Kuby- que se elaboren registros de médicos, empresarios o profesionales acusados de discriminar. Al final, con todo ello dicen defender la diversidad, cuando en realidad persiguen la uniformidad de opinión, pensamiento y acción, y la eliminación de la discrepancia”.

“Hay que despertar --concluyó Sophia Kuby- y está en nuestra mano hacerlo saber a nuestros conciudadanos. La clave es que la normativa europea acaba reflejándose en las legislaciones de los países miembros, ya que de lo que pasa en Bruselas y Estrasburgo nadie se entera y las minorías activas lo saben".

"Por tanto, tenemos en primer lugar que desvelarlo y denunciarlo, porque está claro que, si se explica bien, la inmensa mayoría de europeos no aceptan estas medidas”.

European Dignity Watch (http://www.europeandignitywatch.org) es una organización no gubernamental con sede en Bruselas. Su objetivo es defender los tres pilares más vitales de la sociedad (vida, familia y libertades fundamentales) mediante la presencia, asesoramiento y acción jurídica en las instituciones europeas. Para ello, cuentan con una red de expertos, ONG, líderes de opinión y miembros activos de diferentes países europeos.

Profesionales por la Ética (www.profesionalesetica.org) colabora con esta organización en la defensa del derecho a la objeción de conciencia y de la libertad de educación en las instituciones europeas.





 

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Los cristianos iraquíes refugiados en Siria necesitan ayuda
El obispo Antoine Audo da las gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada

ALEPO, miércoles 29 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- El obispo de Alepo (Siria), monseñor Antoine Audo, SI, se encarga de coordinar una operación masiva de ayuda a los cristianos iraquíes que huyen a territorio sirio ante la difícil situación de su país.

Tras el estallido de la crisis de los refugiados después de la caída del régimen de Saddam Hussein en 2003, el prelado se dirigió a la asociación caritativa internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada, que desde entonces ha proporcionado ayudas consistentes.

Exhaustos después de un viaje largo y a veces tortuoso, los refugiados llegan a la capital siria, Damasco, y a Alepo, en el norte del país, donde reciben las primeras ayudas y sobre todo, son sometidos a intervenciones quirúrgicas cuando es necesario.

Coordinadas por las parroquias católicas caldeas de ambas ciudades, las operaciones de ayuda incluyen también la distribución mensual de bienes de primera necesidad como té, mantequilla, azúcar y aceite para cocinar.

En respuesta a las urgentes demandas de las familias jóvenes, el obispo Audo ha abierto una escuela para los niños refugiados en Alepo, y tanto allí como en Damasco los más pequeños reciben apoyo educativo por parte de voluntarios de las parroquias.

“Cuando los cristianos iraquíes llegan a Siria, sólo les ayuda la Iglesia”, destaca el prelado.

En el plazo de un año desde la llegada a tierra siria, la mayor parte de los refugiados recibe visados para viajar a los países occidentales, entre ellos Estados Unidos, Canadá y Australia.

Aunque Siria es el país colindante más escogido por los emigrantes iraquíes, de hecho, las autoridades de Damasco raramente conceden visados permanentes, trabajo o permisos de residencia.

El obispo no cree que la situación de los cristianos iraquíes esté mejorando, y denuncia lo difícil que está, sobre todo en Mosul, en el norte Irak.

“En Bagdad varía mucho -explica-. La vida puede ser bastante normal y después de repente puede haber ataques a las iglesias y actos de persecución contra las personas”.

Siguiendo la llamada del Papa Benedicto XVI, que ha advertido que “las Iglesias en Oriente Medio están amenazadas en su misma existencia”, Ayuda a la Iglesia Necesitada se está movilizando para ayudar en estas realidades.

Apoya en concreto a los refugiados iraquíes en Siria, pero también en Turquía y Jordania.

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Testimonio


Anna María Adorni será beatificada en Parma este domingo
Fundadora de las Esclavas de María Inmaculada y del Instituto del Buen Pastor
ROMA, miércoles 29 de septiembre de 2010 (ZENIT.org) “Si ha existido en la vida una persona feliz, esa soy yo”, decía muy segura de sí misma la madre Anna María Adorni (1805 – 1893), pese a que había sufrido la muerte de su esposo y sus seis hijos.

Esta mujer, quien a los 52 años fundó la congregación de las Esclavas de María Inmaculada y del Instituto del Buen Pastor, será beatificada el próximo domingo la localidad de Parma, norte de Italia, en una ceremonia presidida por monseñor Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos en representación del Papa Benedicto XVI.

En diálogo con ZENIT, el padre Guglielmo Camera , S.X postulador para su causa de beatificación  aseguró que la futura beata es modelo de “joven cristiana, esposa, madre y fundadora”.

“Es muy original que una sola persona pueda ser modelo para diversos estados de vida”, dice.

Nació y creció en la localidad de Fivizziano, en la provincia de Massa y Carrara al norte de Italia. A los 15 años sufrió la muerte de su padre. Quería ser monja capuchina pero debió someterse a la voluntad de su madre y contrajo matrimonio en 1826 con Antonio Domenico Botti a quien quiso mucho. Sólo tres meses después enfrentó la muerte de su madre.

“Basta quererse mucho”, decía la futura beata sobre el matrimonio “todos los maridos serían buenos si las mujeres fueran siempre detallistas y prontas”, aseguraba. Con Antonio Domenico tuvo seis hijos.

“Ella creyó que los hijos eran un don, verdaderamente los formó para que fueran al cielo, en el sentido de la oración, de la fe, y del paso de este mundo a la casa del padre”, dice su postulador.

Una dura prueba

Su marido murió cuando ella tenía 39 años, luego de cuatro meses de una gran enfermedad en la que le supo dar todos los cuidados. Quedó sola con cuatro hijos (dos de ellos habían muerto ya siendo muy pequeños): Poldino de 16, Alberto de 7, Guido de 4 y Celestina de 3 meses.

Anna Maria sintió el llamado de hacerse viuda consagrada, a dedicarse a las obras de caridad, especialmente con los presos: “era muy comprometida con los presos, con quienes nadie se interesaba”, dice el padre Camera.

“Y no se trataba de visitar la prisión como medio de escape. Ella siempre estaba muy comprometida”, asegura su postulador. “Vivió esta maternidad hacia aquellos que no eran sus hijos”, indica.

Luego vinieron otros momentos de dolor: murieron siendo todavía niños, sus hijos Guido, Alberto y Celestina. Sólo se quedó con Poldino quien luego se fue al monasterio Benedictino y falleció a los 26 años.

Pese a todos estos sucesos, Anna María no perdía la esperanza. Muchos hombres de fe quedaban admirados por su actitud y algunos la buscaban para pedirle consejo. Entre ellos San Juan Bosco, el obispo Domenico Maria Villa, el beato Andrea Ferrari, arzobispo de Milán.

Varias mujeres quisieron seguir su ejemplo y así nació la llamada Pía Unión de Damas visitadoras de la cárcel bajo la protección de los Sagrados Corazones de Jesús y María, una asociación de mujeres voluntarias especializadas en la pastoral carcelaria.

Anna María tomó en alquiler una casa para las mujeres que salían de la cárcel para que pudieran reinsertarse en la sociedad. También recibía allí para las niñas huérfanas en riesgo.

El 1 de mayo de 1857, junto con ocho compañeras, dio inicio a la nueva congregación Esclavas de María Inmaculada de Parma. Dos años más tarde pronunció con ellas los votos privados de castidad, obediencia y pobreza.

Estas mujeres se comprometieron a consagrar su vida religiosa a la recuperación de las mujeres caídas, la tutela de quienes estuvieran en peligro, la materna asistencia de los desamparados y huérfanos. “No sólo iban a visitarlas sino que se comprometían a insertarlas en la sociedad con un trabajo. Ellas las acogían para asegurar así el futuro”, dice el padre Camera.

El obispo de Parma Andrés Miotti confirmó los estatutos de esta comunidad el 28 de enero de 1893. Anna Maria murió el 7 de febrero siguiente, sólo nueve días después de este hecho “ella vistió el hábito religioso prácticamente en el lecho de muerte”, comenta su postulador.

La fama de santidad de Anna María comenzó a expandirse rápidamente. Se registraron 57 presuntos milagros que se habían hecho gracias a su intersesión. Además muchos hablaban de milagros que la futura beata había hecho en vida: “El Señor ha obrado en su vida. Tuvo una fe muy bella porque ella confiaba en sus confesores, en las mediaciones humanas, buscaba entender qué cosa quería el Señor, momento tras momento y esta fe la llevaron muy alto. Creo que los milagros que hizo se debieron a esta fe”, concluye el padre Guigliermo.

Por Carmen Elena Villa

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Audiencia del miércoles


Benedicto XVI: santa Matilde de Hackeborn, “ruiseñor de Dios”
Hoy en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 2 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la catequesis que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a los miles de peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro para la audiencia general.

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Queridos hermanos y hermanas,

hoy quisiera hablaros de santa Matilde de Hackeborn, una de las grandes figuras del monasterio de Helfta, que vivió en el siglo XIII. Su hermana religiosa santa Gertrudis la Grande, en el VI libro de la obra Liber specialis gratiae (El libro de la gracia especial), en el que se narran las gracias especiales que Dios otorgó a santa Matilde, afirma así: “Lo que hemos escrito es bien poco en comparación con lo que hemos omitido. Únicamente para gloria de Dios y utilidad del prójimo publicamos estas cosas, porque nos parecería injusto mantener el silencio sobre tantas gracias que Matilde recibió de Dios no tanto para ella misma, en nuestro parecer, sino para nosotros y para los que vendrán después de nosotros” (Mechthild von Hackeborn, Liber specialis gratiae, VI, 1).

Esta obra fue redactada por santa Gertrudis y por otra hermana de Helfta y tiene una historia singular. Matilde, a la edad de cincuenta años, atravesaba una grave crisis espiritual, unida a sufrimientos físicos. En estas condiciones confió a dos hermanas amigas las gracias singulares con las que Dios la había guiado desde la infancia, pero no sabía que éstas lo anotaban todo. Cuando lo supo, se sintió profundamente angustiada y turbada. Pero el Señor la consoló, haciéndole comprender que cuanto se había escrito era para gloria de Dios y para bien del prójimo (cfr ibid., II,25; V,20). Así, esta obra es la fuente principal de la que obtener informaciones sobre la vida y la espiritualidad de nuestra Santa.

Con ella nos introducimos en la familia del Barón de Hackeborn, una de las más nobles, ricas y poderosas de Turingia, emparentada con el emperador Federico II, y entramos en el monasterio de Helfta en el periodo más glorioso de su historia. El Barón había ya dado al monasterio una hija, Gertrudis de Hackeborn (1231/1232 - 1291/1292), dotada de una destacada personalidad. Abadesa durante cuarenta años, capaz de dar una impronta peculiar a la espiritualidad del monasterio, llevándolo a un florecimiento extraordinario como centro de mística y de cultura, escuela de formación científica y teológica. Gertrudis ofreció a las monjas una elevada instrucción intelectual, que les permitía cultivar una espiritualidad fundada en la Sagrada Escritura, en la Liturgia, en la tradición Patrística, en la Regla y espiritualidad cisterciense, con particular predilección por san Bernardo de Claraval y Guillermo de St-Thierry. Fue una verdadera maestra, ejemplar en todo, en la radicalidad evangélica y en el celo apostólico. Matilde, desde su juventud, acogió y gustó el clima espiritual y cultural creado por su hermana, ofreciendo después su impronta personal.

Matilde nació en 1241 o 1242 en el castillo de Helfta; es la tercera hija del Barón. A los siete años con su madre, visitó a su hermana Gertrudis en el monasterio de Rodersdorf. Quedó tan fascinada por ese ambiente que deseaba ardientemente formar parte de él. Entró como educanda y en 1258 se convirtió en monja del convento, que entre tanto se había transferido a Helfta, en la propiedad de los Hackeborn. Se distinguió por la humildad, fervor, amabilidad, limpieza e inocencia de vida, familiaridad e intensidad con que vivió su relación con Dios, la Virgen y los Santos. Estaba dotada de elevadas cualidades naturales y espirituales, como “la ciencia, la inteligencia, el conocimiento de las letras humanas, la voz de una suavidad maravillosa: todo la hacía adecuada para ser un verdadero tesoro para el monasterio bajo todos los aspectos” (Ibid., Proemio). Así, “el ruiseñor de Dios” – como se la llamaba – aún muy joven, se convirtió en directora de la escuela del monasterio, directora del coro, y maestra de novicias, servicios que llevó a cabo con talento e infatigable celo, no sólo en beneficio de las monjas, sino de todo el que deseara acudir a su sabiduría y bondad.

Iluminada por el don divino de la contemplación mística, Matilde compuso numerosas oraciones, Es maestra de fiel doctrina y de gran humildad, consejera, consoladora, guía en el discernimiento: “Ella – se lee – distribuía la doctrina con tanta abundancia que nunca se había visto en el monasterio, y tenemos, ¡ay! gran temor de que nunca vuelva a verse algo semejante. Las monjas se reunían a su alrededor para escuchar la palabra de Dios, como a un predicador. Era el refugio y la consoladora de todos, y tenía, como don singular de Dios, la gracia de revelar libremente los secretos del corazón de cada uno. Muchas personas, no sólo en el monasterio, sino también extraños, religiosos y seglares, llegados de lejos, atestiguaban que esta santa virgen les había liberado de sus penas y que nunca habían probado tanto consuelo como a su lado. Compuso además y enseñó tantas oraciones que si se reuniesen, superarían el volumen de un salterio” (Ibid., VI,1).

En 1261 llegó al convento una niña de cinco años de nombre Gertrudis: fue confiada a los cuidados de Matilde, con apenas veinte años, que la educa y la guía en la vida espiritual hasta hacer de ella no sólo su discípula excelente, sino su confidente. En 1271 o 1272 entra en el monasterio también Matilde de Magdeburgo. El lugar acogió así a cuatro grandes mujeres – dos Gertrudis y dos Matildes –, gloria del monaquismo germánico. En su larga vida transcurrida en el monasterio, Matilde sufrió continuos e intensos sufrimientos, a los que añadió las durísimas penitencias elegidas para la conversión de los pecadores. De este modo participó en la pasión del Señor hasta el final de su vida (cfr ibid., VI, 2). La oración y la contemplación fueron el humus vital de su existencia: las revelaciones, sus enseñanzas, su servicio al prójimo, su camino en la fe y en el amor tienen aquí su raíz y su contexto. En el primer libro de la obra Liber specialis gratiae, las redactoras recogen las confidencias de Matilde señaladas en las fiestas del Señor, de los santos y, de modo especial, de la Beata Virgen. Es impresionante la capacidad que esta santa tenía de vivir la Liturgia en sus varios componentes, incluso los más sencillos, llevándola a la vida monástica cotidiana. Algunas imágenes, expresiones, aplicaciones quizás están alejadas de nuestra sensibilidad, pero, si se considera la vida monástica y su tarea de maestra y directora de coro, se nota su singular capacidad de educadora y formadora, que ayuda a sus hermanas a vivir intensamente, partiendo de la Liturgia, cada momento de la vida monástica.

En la plegaria litúrgica Matilde dio particularmente relieve a las horas canónicas, a la celebración de la santa Misa, sobre todo a la santa Comunión. En ese momento a menudo se elevaba en éxtasis en una intimidad profunda con el Señor en su Corazón ardentísimo y dulcísimo, en un diálogo estupendo, en el que pedía iluminación interior, mientras intercedía de modo especial por su comunidad y por sus hermanas. En el centro están los misterios de Cristo hacia los cuales la Virgen María remite constantemente para caminar por el camino de la santidad: “Si deseas la verdadera santidad, estate cerca de mi Hijo; él es la santidad misma que lo santifica todo” (Ibid., I,40). En esta intimidad suya con Dios está presente el mundo entero, la Iglesia, los benefactores, los pecadores. Para ella Cielo y tierra se unen.

Sus visiones, sus enseñanzas, las circunstancias de su existencia se describen con expresiones que evocan el lenguaje litúrgico y bíblico. Se capta así su profundo conocimiento de la Sagrada Escritura, su pan cotidiano. Recurre continuamente a ella, sea valorando los textos bíblicos leídos en la liturgia, sea tomando símbolos, términos, paisajes, imágenes, personajes. Su predilección era por el Evangelio: “Las palabras del Evangelio eran para ella un alimento maravilloso y suscitaban en su corazón sentimientos de tal dulzura que a menudo por el entusiasmo no podía terminar su lectura… El modo como leía esas palabras era tan ferviente que suscitaba la devoción en todos. Así también, cuando cantaba en el coro, estaba toda absorta en Dios, transportada por tal ardor que a veces manifestaba sus sentimientos con los gestos... Otras veces, elevada en éxtasis, no oía a las que la llamaban o la movían y a duras penas recuperaba el sentido de las cosas exteriores” (Ibid., VI, 1). En una de sus visiones, Jesús mismo le recomienda el Evangelio; abriéndole la herida de su dulcísimo Corazón, le dijo: “Considera cuán inmenso es mi amor: si quieres conocerlo bien, en ningún lugar lo encontrarás expresado más claramente que en el Evangelio. Nadie ha sentido nunca expresar sentimientos más fuertes y más tiernos que estos: Como mi Padre me ha amado, así os he amado yo (Jn. 15, 9)” (Ibid., I,22).

Queridos amigos, la oración personal y litúrgica, especialmente la Liturgia de las Horas y la Santa Misa son la raíz de la experiencia espiritual de santa Matilde de Hackeborn. Dejándose guiar por la Sagrada Escritura y nutrir por el Pan eucarístico, Ella recorrió un camino de íntima unión con el Señor, siempre en la plena fidelidad a la Iglesia. Esto es también para nosotros una fuerte invitación a intensificar nuestra amistad con el Señor, sobre todo a través de la oración cotidiana y la participación atenta, fiel y activa en la Santa Misa. La Liturgia es una gran escuela de espiritualidad.

La discípula Gertrudis describe con expresiones intensas los últimos momentos de la vida de santa Matilde de Hackeborn, durísimos, pero iluminados por la presencia de la Beatísima Trinidad, del Señor, de la Virgen, de todos los Santos, y también de su hermana de sangre Gertrudis. Cuando llegó la hora en que el Señor quiso llevarla con Él, ella le pidió poder vivir un poco más en el sufrimiento por la salvación de las almas, y Jesús se complació por este ulterior signo de amor.

Matilde tenía 58 años. Recorrió el último trecho del camino caracterizado por ocho años de graves enfermedades. Su obra y su fama de santidad se difundieron ampliamente. Llegada su hora, “el Dios de Majestad ... única suavidad del alma que le ama ... le cantó: Venite vos, benedicti Patris mei ... Venid, vosotros benditos de mi Padre, venid a recibir el reino ... y la asoció a su gloria” (Ibid., VI,8).

Santa Matilde de Hackeborn nos confía al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen María. Invita a alabar al Hijo con el Corazón de la Madre y a alabar a María con el Corazón del Hijo: “¡Os saludo, oh Virgen veneradísima, en ese dulcísimo rocío, que del Corazón de la santísima Trinidad se difundió en vos; os saludo en la gloria y en el gozo con que ahora os alegráis eternamente, vos que con preferencia a todas las criaturas de la tierra y del cielo, fuisteis elegida antes aún de la creación del mundo! Amén” (Ibid., I, 45).

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]


 



 

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Documentación


Tema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2011
Comunicado del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 29 de septiembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el comunicado que el Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales hizo público este miércoles para presentar el tema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2011: Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital.



 

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El tema escogido por el Santo Padre para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2011 -Verdad, anuncio y autenticidad de vida en la era digital- se caracteriza por poner a la persona humana en el centro de todos los procesos de la comunicación.

También en un tiempo tan ampliamente dominado -y, a menudo, condicionado- por las nuevas tecnologías, sigue siendo fundamental el valor del testimonio personal: acercarse a la verdad y asumir el compromiso del anuncio requiere, para quien trabaja en el mundo de la información y particularmente para los periodistas católicos, la “garantía” de una autenticidad de vida que no puede ir a menos ni siquiera en la era digital.

No son los instrumentos los que pueden hacer aumentar el nivel de credibilidad de cada uno de los agentes: no pueden cambiar los valores de referencia de una comunicación que continúa cruzando el umbral de áreas tecnológicas siempre nuevas. La verdad sigue siendo el faro inmutable también para los nuevos medios de comunicación y, de hecho, la era digital, ampliando los límites de la información y del conocimiento, puede hacer idealmente más cercano el que representa el más importante de los objetivos para cualquier persona que trabaja en el mundo de los medios de comunicación.

El tema que se anuncia hoy, precede al Mensaje para la 45ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que se publicará, como cada año, el próximo 24 de enero, fiesta de san Francisco de Sales, patrón de los periodistas.



 

[Traducción del original italiano por Patricia Navas

©Libreria Editrice Vaticana]



 

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Comunicado de la reunión para el diálogo teológico entre católicos y ortodoxos
Celebrada en Viena del 20 al 27 de septiembre
VIENA, miércoles 29 septiembre 2010 (ZENIT.org).-  Publicamos el comunicado conjunto emitido por la duodécima sesión plenaria de la Comisión mixta internacional para el diálogo entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica, celebrada en Viena, del 20 al 27 de septiembre.

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El duodécimo encuentro de la Comisión mixta internacional para el diálogo entre la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica se ha celebrado en Viena, ciudad con una larga historia, puente entre el Oeste y el Este, con una rica vida ecuménica. El encuentro fue acogido fraterna y generosamente por la arquidiócesis católica de Viena, del 20 al 27 de septiembre de 2010, en la Casa Cardenal König. Estuvieron presentes 23 miembros católicos, algunos no pudieron participar. A excepción del Patriarcado de Bulgaria estuvieron representadas todas la Iglesias ortodoxas, incluyendo al Patriarcado Ecuménico, al Patriarcado de Alejandría, al Patriarcado de Antioquía, al Patriarcado de Jerusalén, al Patriarcado de Moscú, al Patriarcado de Serbia, al Patriarcado de Rumanía, al Patriarcado de Georgia, la Iglesia de Chipre, la Iglesia de Grecia, la Iglesia de Polonia, la Iglesia de Albania, la Iglesia de la tierras de Chequia y Eslovaquia.

La Comisión trabajó bajo la dirección de sus dos co-presidenetes, el arzobispo Kurt Koch y el metropolitano Juan de Pérgamo, asistidos por los co-presidentes, el metropolitano Gennadios de Sassima,  Limouris (Patriarcado Ecuménico), y el reverendo Andrea Palmieri (Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos).

Al inaugurar la sesión plenaria, el miércoles 22 de septiembre, la Comisión recibió la calurosa bienvenida de su anfitrión, el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, y el metropolitano Miguel de Austria del Patriarcado Ecuménico, en nombre de todas las Iglesias Ortodoxas presentes en Austria. Ambos subrayaron la importancia de celebrar la reunión en Viena, que desempeña un lugar particular en la historia de toda la cristiandad. En la noche, el alcalde de Viena, Michael Häupl, ofreció una recepción en la sede del ayuntamiento. Los co-presidentes anunciaron que Su Santidad el Papa Benedicto XVI pidió fervientes oraciones por la reunión de la Comisión en la audiencia general del miércoles y leyeron un mensaje dirigido a los participantes por Su Santidad el Patriarca Ecuménico Bartolomé. Los co-presidentes enviaron una carta, en nombre de la Comisión mixta, al antiguo presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos y antiguo co-presidente de la Comisión, el cardenal Walter Kasper, expresando gratitud y aprecio por su servicio y por su significativa contribución.


El jueves, 23 de septiembre, el Consejo Ecuménico de las Iglesias en Austria mantuvo un encuentro con los miembros de la Comisión mixta en la Casa Cardenal König. El sábado, 25 de septiembre, los miembros católicos celebraron la Eucaristía en la catedral San Esteban de Viena, presidida por el cardenal Christoph Schönborn, en presencia de los miembros ortodoxos. En su homilía, dijo que "tenemos y necesitamos un primado en el sentido canónico, pero por encima está el primado de la caridad. Todas las disposiciones canónicas en la Iglesia sirven a este primado del amor (ágape)". A continuación se ofreció una recepción en el patio del palacio arzobispal de Viena.


El domingo, 26 de septiembre, los miembros ortodoxos celebraron la Divina Liturgia en la catedral de la Santa Trinidad de la Iglesia Metropolitana Griega de Austria, en Viena, presidida por el metropolitano Juan de Pérgamo, en presencia de los miembros católicos. Al dirigirse a los presentes, el metropolita Miguel de Austria transmitió "los saludos del Patriarca Ecuménico Bartolomé y subrayó el papel y la contribución de la metropolía griega a la historia de Viena con eminentes personalidades". Asimismo hizo referencia a la "cercana colaboración entre los católicos y los ortodoxos en Austria y, en particular en Viena, expresando el deseo de que la oración del Señor 'que todos sean uno' (Juan 17, 21) se haga realidad en la búsqueda de la unidad de su Iglesia".

Durante la tarde, los miembros visitaron la abadía cisterciense de Heiligenkreuz y participaron en las vísperas. Más tarde, en la noche, visitaron la catedral ortodoxa rusa de San Nicolás

En el primer día de la reunión, como de costumbre, los miembros católicos y ortodoxos se reunieron por separado para coordinar su trabajo. La reunión de los ortodoxos afrontó entre otras cuestiones la redacción del borrador surgido de la undécima sesión plenaria, celebrada en Pafos, Chipre, el año pasado, y se dedicó buena parte del tiempo a la metodología del diálogo. La reunión de los católicos también consideró el borrador, buscando maneras específicas para mejorarlo, y reflexionó sobre cuestiones metodológicas.

Tal y como se decidió en la décima sesión plenaria de Rávena (Italia) de 2007, la Comisión está estudiando el tema de "El papel del obispo de Roma en la comunión de la Iglesia en el primer milenio", basándose en el borrador preparado por el Comité mixto de coordinación, que se reunión en Aghios Nikolaos, Creta (Grecia), en 2008. Durante su encuentro de Viena, la Comisión continuó la detallada consideración del texto que comenzó en la última sesión plenaria de Pafos, Chipre. En el momento actual, la Comisión está discutiendo este texto como un documento de trabajo y se decidió que el texto debería ser ulteriormente revisado. Se decidió asimismo formar una subcomisión para comenzar a considerar los aspectos teológicos y eclesiológicos del primado en su relación con la sinodalidad. La subcomisión someterá su trabajo al Comité Mixto de Coordinación de la Comisión que se reunirá el próximo año.

Durante la reunión los miembros recibieron la triste noticia del fallecimiento de monseñor Eleuterio Fortino, co-secretario de la Comisión Mixta desde su creación, después de un largo período de enfermedad, y se ofrecieron oraciones por el eterno descanso de su alma.

El encuentro de la Comisión mixta se caracterizó por un espíritu de amistad y de colaboración basada en la confianza. Todos los miembros apreciaron profundamente la generosa acogida de la Iglesia anfitriona, y encomendaron encarecidamente la continuación del trabajo a favor del diálogo a las oraciones de los fieles.

 

Viena, Austria, 26 de septiembre de 2010

[Traducción del original inglés realizada por Jesús Colina]

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