6.10.10

Lo que va de Dilma a Bibiana

A las 12:15 PM, por Luis Fernando
Categorías : Cristianos en la vida pública, Actualidad
 

“Personalmente, soy de una familia católica. Estoy y siempre he estado a favor de la vida", dice una. “El Gobierno no puede compartir la afirmación de que la interrupción del embarazo sea la eliminación de la vida de un ser humano", dice la otra. Las dos son mujeres, las dos son de izquierda. La primera puede ser presidenta de Brasil. La segunda es un ejemplo de cómo cualquiera, sin capacitación o con ella, puede llegar a ser ministro o ministra en este país.

A Dilma Rousseff no le acaban de creer los cristianos brasileños. Por más que lleve días intentando presentarse como una entusiasta provida, existen vídeos en los que se la ve abogando por la despenalización del aborto. Por tanto, la peña anda con la mosca tras la oreja pensando que su defensa actual de la vida es una mera pose electoral. Así que, una de dos. O dice públicamente que entonces estaba equivocada, que ahora ve la luz y que se compromete expresamente a no favorecer legislativamente el aborto, o va a ser complicado que convenza a los millones de católicos practicantes y evangélicos brasileños que, loado sea el Señor, tienen muy en cuenta ese asunto a la hora de votar. O sea, exactamente lo contrario de lo que ocurre en España, donde la inmensa mayoría del personal pasa del aborto cuando tiene que depositar la papeleta en la urna.

Bibiana, por el contrario, sabe que la cuestión del aborto no sólo no resta votos a su partido, sino probablemente todo lo contrario. Zapatero ha tenido que cambiar de política económica porque no le quedaba más remedio y se lo imponían desde Europa. Incluso Obama llegó a llamarle para pedirle que pusiera orden en las cuentas públicas. Pero no hay nada ni nadie que le pueda forzar a cambiar su política de ingeniería social. Antes se corta las venas que mover un solo milímetro de esa política. Puede que haya retrasado la ley de libertad religiosa porque no está el patio parlamentario para muchas alegrías, pero nadie dude que el verdadero rostro del zapaterismo se muestra en su política de anti-valores cristianos y de demolición de la unidad de España vía armagedón autonómico.

Mucho me temo que pueden pasar décadas antes de que en España veamos a un candidato a la presidencia con opciones reales de ganar, apelando a su condición de católico y provida. Y mucho menos si es de izquierda. Eso pasa todavía en el continente americano. No sé por cuánto tiempo. Espero que dure.

Luis Fernando Pérez