7.10.10

Pues yo no me alegro del Nobel a Vargas Llosa

A las 10:23 PM, por Juanjo Romero
Categorías : General

Nobel a Vargas Llosa

 

No es un post para ganar amigos, tampoco para perderlos, si perdiese alguno es que no era tal.

Siento náuseas por la caterva de católicos adoratrices de un personaje tan nauseabundo. Me da igual que le hayan concedido el Premio Nobel, absolutamente igual. Simplemente: yo, no me alegro.

Un estómago agradecido la Intelligentsia progre española. Una izquierda que le amamantó publicándole novelas pornográficas que no habrían tenido cabida en la colección «Sonrisa Vertical» de Berlanga. De una técnica literaria muy mediocre y una cultura bastante limitada.

Gracias a Dios no es el nivel de la literatura hispanoamericana, otros más merecedores no lo ganaron. De eso podemos estar tranquilos, no le han premiado por su escritura, se lo han dado por «por su cartografía de las estructuras del poder y sus mordaces imágenes sobre la resistencia, la revuelta y la derrota individual». Hay que ser hortera.

Y como no es por su discutible «creación» por lo que irá a Estocolmo, espero que se me permita no participar en el aquelarre del chivo.

Da vergüenza leer La Razón, ABC, La Gaceta. Y mayor pesar por L'Osservatore Romano:

el escritor ha colocado siempre en el centro de sus obras al ser humano y destacando su activismo en «batallas civiles y políticas»

Lo siento, por ahí no paso, aunque lo diga el LOR. Vargas Llosa se ha destacado por su odio al catolicismo, a la Iglesia y por su decidido apoyo al aborto, al gaymonio, o al consumo legal de drogas (todas las citas en los artículos de El País)

¿Son esas las «batallas civiles y políticas» tan destacables para el periódico de la Santa Sede?

Cuando murió Saramago se publicó en el L'Osservatore una crítica demoledora. Me pareció acertada. Me hubiese gustado algo más de valentía y que se hubiese publicado en vida, pero por fin se hablaba claro. En este caso, ajo y agua, tendré que esperar a que se muera Vargas Llosa para leerlo. Al menos no han alabado «calidad literaria», siempre habrá quien le disculpe por eso; porque tampoco, aunque esa discusión podemos dejarla para otro momento.