8.10.10

Eppur si muove - Sobre gastos y viajes del Papa

A las 12:07 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Eppur si muove
 

El tema que hoy traigo a discusión en Eppur si muove tiene algo de preocupante porque debería poner en guardia a los católicos por suponer, lo que se dice, un grave caso de de discriminación.

El tema de la próxima visita de Benedicto XVI a España, en concreto a Barcelona y Santiago de Compostela, ha suscitado las críticas de las personas que no quieren que el dinero público corra a cargo del gasto que ocasione la misma. Eso, por cierto, ya sucedió cuando en 2006 lo hizo para asistir, en Valencia, al V Encuentro Mundial de las Familias.

Por tanto, no ha de extrañar que haya personas que se empeñen en maltratar, de tan burda manera, al Santo Padre porque, al fin y al cabo, se zahiere cuando se dicen cosas como las que se dicen.

Por ejemplo (refiriéndose a los gastos citados) que:

Esta cantidad, -desconocida, por tanto, todavía en su integridad- ingente en cualquier circunstancia, es ahora en esta terrible época de crisis, inaceptable para un Estado aconfesional” (Mª Dolores Amorós, en artículo en” (“El Plural”),

O esto otro:

Lo que no es de recibo es que un estado aconfesional como España acabe pagando con el dinero de todos actividades de un credo religioso en particular” (Presidente de Europa Laica)

O, en general, sobre las cantidades de gasto que originan una vista como la de un Papa.

Estos dos son, solo, dos casos de los que se podrían traer aquí porque, es bien cierto, que la cuestión financiera preocupa a muchas personas según que de casos se trate.

En resumidas cuentas: da la impresión de que el Santo Padre no tiene derecho alguno a que, cuando viaja a una nación como España quien ostenta el poder, corra con los gastos (todo o en parte) de lo que, en realidad, es la visita de un Jefe de Estado.

Aquí, precisamente aquí, el meollo del asunto y el punto exacto que demuestra lo impresentable de la cosa.

A saber: el Papa, además de Papa es Jefe del Estado del Vaticano. Entonces, cuando el Jefe de un Estado soberano visita España a nadie se le ha ocurrido decir que qué cantidad de dinero se gasta el Estado Español o sea la administración pública que sea; que quién tiene que sufragar lo que cueste la misma o que qué caro es todo esto.

Entonces, si a nadie se le ocurriría decir nada de lo planteado arriba ¿Cómo es posible que haya tanta rasgadura de vestidura en el caso de Benedicto XVI?

Se argumenta que se trata, dicen, de una visita privada. Y, entonces, nada obsta para que sea la Iglesia católica la que se haga cargo de los gastos que origine la misma.

Decir esto es, además, manifestación de gran ignorancia porque cuando un Papa viaja al lugar del mundo que sea no lo hace como un turista que va a visitar, por ejemplo, la Sagrada Familia o la Catedral de Santiago de Compostela sino como lo que es: el Santo Padre.

No puede, por eso mismo, Benedicto XVI separar a un lado quien es, Vicario de Cristo, y a otro lado su persona, digamos, civil. Eso no es posible y ni siquiera entendible porque es quien es y no puede dejar de serlo cuando a según qué personas les convenga que lo deje de ser y, por ejemplo, cambie el Alba blanca por traje y chaqueta como si nada.

El caso es, por otra parte, más que claro: todo lo relacionado con la Iglesia católica molesta y como molesta es fácil sembrar cizaña con, por ejemplo, el dinero que pueda costar la visita de un Papa a España.

Y esto es, además, una muestra de gran ceguera porque cualquiera sabe que un viaje del Santo Padre a cualquier parte del mundo conlleva unas ganancias grandes para el lugar donde se lleve a cabo la visita: económicas, turísticas y publicitarias.

Y de tales externalidades nunca ha pedido nada, que se sepa, ningún Papa.

Eleuterio Fernández Guzmán