11.10.10

Igualar por lo bajo, también se encuentra en la Iglesia

A las 8:17 AM, por Tomás de la Torre Lendínez
Categorías : General
 

La actual enseñanza secundaria obligatoria, entre sus variados agujeros, tiene uno que ha entrado en la vida social, en la economía, y otros aspectos más. Tanto ha calado que ha llegado a la Iglesia. Así como lo leen. Es la conocida enfermedad: la no competencia, igualar por lo bajo.

En una clase cualquiera no debe haber competiciones de ningún tipo, pues nunca debe premiarse la inteligencia, el trabajo y el esfuerzo, ya que no debe haber “ningún pelotón de los tontos”, resaltado con la presencia de algunos que destaquen por su estudio, superación y capacidad para la asignatura. Éstos, si los hay, llegan desde primaria romos, “castrati” para la lucha en una sana competición intelectual. Así se encuentra uno un masivo “pelotón de tontos” que esto es lo legal y pedagógico.

En la Iglesia ha entrado esta maniática forma de trabajar y actuar. Algo que está en contra de la parábola de los talentos, donde el Señor premia el esfuerzo, el trabajo, la astucia y saber ganar, en contra del vago que esconde el talento recibido.

Las mejores parroquias actuales son las que hacen ramplonamente “lo de siempre”. En las visitas pastorales la mediocridad es el mejor análisis que detecta el pastor. Y se queda tan tranquilo. Si algún cura desea innovar o ampliar el ámbito de su trabajo pastoral en la comunidad cristiana, ya se encargan los curas vecinos de segarle la hierba debajo de los pies para que no les deje a ellos “in puribus”.

Esto está ocurriendo de forma solapada. A veces abierta pero recubierta de argumentos vacíos: la competitividad no se puede cortar, ni anular, ni enmascarar, es algo que está contra el mismo sentido evangélico. Se utiliza la mentira para “imponer” el falso igualitarismo por abajo. Y se dictan “normas”, salidas de una mente dictatorial, para cortar en raíz, a una sola persona, pretendiendo domarla a la no competitividad.

Quien pueda que lo haga. Quien lo haga mejor es porque podrá. La muerte de muchas iniciativas pastorales dentro de la Iglesia es por el igualitarismo por abajo, esto fomenta la falta de competición y reduce a la vaciedad y a la falta de compromiso, lo que aleja a los creyentes en busca de agua a otras fuentes mejores.

¿Terminará esta enfermedad en la Iglesia?. Espero que algún día ocurra. Pero la atmósfera que respiro a diario me hace ser bastante escéptico.

Sobran los envidiosos, los acomodados, los cobardes. Faltan inversores fuertes y valientes como los de la parábola de los talentos.

Un ejemplo de lo que decimos está en la siguiente página:

http://catinfor.com/

A la hora que colgamos este post, esta web lleva cuatro días sin actualizarse. Desconozco los motivos. Conozco que la dirige una sola persona que puede estar enfermo, de puente, o que le haya atacado cualquier pirata.

En otras páginas cuentan con gente numerosa que buscan la ley del minimo esfuerzo. Es la la enfermedad de la no competicion e igualar por lo bajo . Lo mismo que tengo en clase todos los días.

Tomás de la Torre Lendínez