Critica la presión de los grupos provida

La Junta de Andalucía pide respeto hacia los profesionales que matan a seres humanos no nacidos

 

La consejera de Salud de la Junta de Andalucía, María Jesús Montero, ha pedido «respeto» en relación con la celebración del IX Congreso de la Federación Internacional de Profesionales del Aborto y la Contracepción (FIAPAC), que está teniendo lugar en Sevilla, para que los profesionales se puedan reunir y puedan hablar «de lo que habla cualquier sociedad científica, que es cómo mejoramos para que los ciudadanos tengan una mejor atención». La consejera ha valorado negativamente el hecho de «demonizar» la reunión con «la presión» que han realizado algunos colectivos al congreso.

23/10/10 9:07 AM


 

(Ep/InfoCatólica) María Jesús Montero ha aseverado que es “conveniente” que los profesionales sanitarios se reúnan para hablar de “cómo disminuyen infecciones, evitar complicaciones y cómo hacer un seguimiento de una persona que ha sido sometido a una técnica quirúrgica o medicamentosa” y, por tanto, ha argumentado que “es conveniente velar por las seguridad de las mujeres”.

Montero ha indicado a aquellos que “no comprenden por qué los profesionales se reúnen entorno a esta materia” que en su opinión “sería tremendamente peligroso que una práctica que es legal y que está aprobada por ley en el Congreso de los Diputados se estuviera practicando sin las condiciones de garantía de calidad y en condiciones que no fueran las adecuadas para la seguridad de las mujeres que se sujetan a esas técnicas”.

La consejera ha asegurado que impedir que los profesionales se reúnan “es poco menos que abogar porque esa práctica que es legal se desarrolle como antiguamente, con todas las complicaciones e infecciones que eso conllevaba a las mujeres que ilegalmente entonces se sometían a interrupciones voluntarias del embarazo”.

Asimismo, Montero, que ha visitado en Málaga la nueva casa hogar de la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental, ha insistido en que los profesionales sanitarios no discuten sobre “la conveniencia de una ley”, sino que discuten “cómo la aplican mejor para que las mujeres se puedan beneficiar también de una forma mejor”.