ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 27 de octubre de 2010

Santa Sede

Llamamiento del Papa por Indonesia y Benín

El Papa ve importante la colaboración entre consagrados y consagradas hoy

La condena a muerte de Tarek Aziz no favorecerá a Irak, afirma el Vaticano

Mundo

Indonesia: Caritas comprometida al máximo ante las emergencias

En Asís la 14ª Conferencia Internacional de la “Catholic Fraternity”

Pésame del episcopado argentino por la muerte de Néstor Kirchner

Nuevo cardenal de Aparecida, signo del aprecio del Papa por América Latina

Reportaje

Un nuevo ministerio pastoral entre los náhuatl, la mayordomía

Testimonio

Un carisma nuevo desde la diferencia: contemplativas no videntes

Audiencia del miércoles

Benedicto XVI: santa Brígida de Suecia, copatrona de Europa

Documentación

Discurso del Papa a los participantes en el Simposio sobre Erik Peterson

Proposiciones al Papa aprobadas por el Sínodo (21 a 30)


Santa Sede


Llamamiento del Papa por Indonesia y Benín
Durante la audiencia general
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI lanzó, este miércoles tras su saludo a los peregrinos en la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, un llamamiento por Indonesia, que ha sufrido un nuevo tsunami, y por Benín, afectada por continuas inundaciones.

“En las últimas horas, un nuevo y terrible tsunami se ha abatido sobre las costas de Indonesia, afectada también por una erupción volcánica, provocando numerosos muertos y desaparecidos”, recordó.

Ante esta situación, el Papa expresó a los familiares de las víctimas “la más viva condolencia por la pérdida de sus seres queridos” y aseguró su cercanía y su oración a toda la población indonesia.

“Estoy, además, cercano a la querida población de Benin, afectada por continuas inundaciones, que han dejado a muchas personas sin techo y en precarias situaciones higiénico-sanitarias -añadió-. Sobre las víctimas y sobre toda la nación, invoco la bendición y el consuelo del Señor”.

Finalmente, pidió a la comunidad internacional “que se prodigue en proporcionar la necesaria ayuda y para aliviar las penas de cuantos sufren por estas devastaciones”.

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El Papa ve importante la colaboración entre consagrados y consagradas hoy
Dedica su catequesis de hoy a santa Brígida de Suecia, copatrona de Europa
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI destacó la importancia actual de la colaboración entre hombres y mujeres consagrados a Dios, este miércoles durante la audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, cuya catequesis dedicó a santa Brígida de Suecia (1303-1373).

“La colaboración de consagrados y consagradas, siempre en el respeto de su vocación específica, reviste una gran importancia en el mundo de hoy”, afirmó.

El Papa se refirió a la orden religiosa fundada por santa Brígida, dedicada al Santo Salvador y compuesta por monjes y monjas bajo la autoridad de la abadesa.

El Pontífice afirmó que el carácter mixto, bajo la dirección de una mujer, de esa orden “no debe sorprendernos”.

Y explicó que “en la Edad Media existían fundaciones monásticas con una rama masculina y una rama femenina, pero con la práctica de la misma regla monástica, que preveía la dirección de la abadesa”.

“De hecho -añadió, en referencia a este liderazgo femenino-, en la gran tradición cristiana, a la mujer se le reconoce una dignidad propia y –a ejemplo de María, Reina de los Apóstoles– un lugar propio en la Iglesia, que, sin coincidir con el sacerdocio ordenado, es también importante para el crecimiento espiritual de la comunidad”.

Espiritualidad conyugal

Por otra parte, el Papa se refirió a santa Brígida de Suecia como modelo de esposa y de viuda, distinguiendo dos periodos en su vida, separados por el fallecimiento de su marido.

Del primer periodo, caracterizado “por su condición de mujer felizmente casada”, el Papa destacó “el compromiso educativo de Brígida respecto a sus hijos”, signo del cual es que la segunda de sus ocho hijos, Karin (Catalina) sea venerada como santa.

Subrayó “su sabiduría pedagógica”, que “era apreciada hasta tal punto que el rey de Suecia, Magnus, la llamó a la corte por un cierto tiempo, con el fin de introducir a su joven esposa, Blanca de Namur, en la cultura sueca”.

Y también la influencia muy positiva en su esposo y en el conjunto de su familia que, “gracias a su presencia, se convirtió en una verdadera 'Iglesia doméstica'”.

“Junto con su marido, adoptó la Regla de los Terciarios franciscanos -recordó el Papa-. Practicaba con generosidad obras de caridad hacia los indigentes; fundó también un hospital”.

Respecto a su marido, con quien estuvo casada 28 años, indicó que “junto a su esposa, Ulf aprendió a mejorar su carácter y a progresar en la vida cristiana”.

De hecho, “a la vuelta de una larga peregrinación a Santiago de Compostela, efectuado en 1341 junto a otros miembros de la familia, los esposos maduraron el proyecto de vivir en continencia; pero poco después, en la paz de un monasterio en el que se había retirado, Ulf concluyó su vida terrena”.

Para el Papa, “este primer periodo de la vida de Brígida nos ayuda a apreciar la que hoy podríamos definir una auténtica 'espiritualidad conyugal': juntos, los esposos cristianos pueden recorrer un camino de santidad, sostenidos por la gracia del Sacramento del Matrimonio”.

Además, añadió, “no pocas veces, precisamente como sucedió en la vida de santa Brígida y de Ulf, es la mujer la que con su sensibilidad religiosa, con la delicadeza y la dulzura consigue hacer recorrer al marido un camino de fe”.

En este punto, el Pontífice tuvo palabras de reconocimiento hacia “tantas mujeres que, día a día, aún hoy, iluminan a sus propias familias con su testimonio de vida cristiana”.

Y auspició “que el Espíritu del Señor pueda suscitar también hoy la santidad de los esposos cristianos, para mostrar al mundo la belleza del matrimonio vivido según los valores del Evangelio: el amor, la ternura, la ayuda recíproca, la fecundidad en engendrar y educar hijos, la apertura y la solidaridad hacia el mundo, la participación en la vida de la Iglesia”.

Modelo de viudas cristianas

Respecto al segundo periodo de la vida de santa Brígida, el Papa explicó que “renunció a otro matrimonio para profundizar en la unión con el Señor a través de la oración, la penitencia y las obras de caridad”.

La propuso como modelo para las viudas cristianas, recordando que la santa, “a la muerte de su marido, tras haber distribuido sus propios bienes a los pobres, aun sin acceder nunca a la consagración religiosa, se estableció en el monasterio cisterciense de Alvastra”, donde tuvo revelaciones divinas hasta su muerte.

La Iglesia no se ha pronunciado sobre cada una de esas revelaciones, pero ha acogido la autenticidad conjunta de su experiencia interior, recordó el Pontífice.

“De hecho, leyendo estas Revelaciones, se nos interpela sobre muchos temas importantes”, dijo, temas como la Pasión de Cristo y la dolorosa maternidad de María.

Benedicto XVI señaló también que santa Brígida estaba convencida de que todo carisma está destinado a edificar a la Iglesia, por lo que muchas de sus revelaciones estaban dirigidas, “en forma de advertencias incluso severas, a los creyentes de su tiempo, incluyendo las autoridades religiosas y políticas, para que viviesen de manera coherente su vida cristiana”.

Copatrona de Europa

Finalmente, el Papa se refirió a la santa, copatrona de Europa desde el año 2000, como a una “figura eminente en la historia de Europa” y consideró que ella puede ayudar a que el continente se alimente siempre de sus raíces cristianas y en el ecumenismo.

“Procedente de Escandinavia, santa Brígida atestigua cómo el cristianismo había permeado profundamente la vida de todos los pueblos de este Continente”, afirmó.

Y añadió: “Declarándola copatrona de Europa, el Papa Juan Pablo II auguró que santa Brígida –que vivió en el siglo XIV, cuando la cristiandad occidental aún no había sido herida por la división– pueda interceder eficazmente ante Dios, para obtener la gracia tan esperada de la plena unidad de todos los cristianos”.  

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La condena a muerte de Tarek Aziz no favorecerá a Irak, afirma el Vaticano
Pide que no se ejecute la sentencia
CIUDAD DEL VATICANO, martes 26 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- La Santa Sede considera que la condena a la horca de Tarek Aziz, viceprimer ministro adjunto de Irak (1979-2003), y asesor cercano del antiguo presidente Saddam Hussein durante décadas, no ayudará a la reconciliación de ese país.

Así lo ha explicado el padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en una nota de prensa con la que el Vaticano reacciona a la sentencia de la alta corte de Irak por su participación en las persecuciones contra los partidos chíes iraquíes en los años ochenta.

"La posición de la Iglesia católica sobre la pena de muerte es conocida. Se espera, por tanto, que la sentencia contra Tarek Aziz no se aplique, precisamente para favorecer la reconciliación y la reconstrucción de la paz y de la justicia en Irak, después de los grandes sufrimientos pasados", afirma el comunicado.

El padre Lombardi añade que "por lo que se refiere a una posible intervención humanitaria, la Santa Sede acostumbra a no intervenir de manera pública, sino por los medios diplomáticos a su disposición".

Mikhail Yuhanna, más conocido como Tarek Aziz, de 74 años, bautizado en el seno la Iglesia caldea, la confesión cristiana más numerosa del país, de rito oriental y en comunión con Roma, era el encargado de representar al Estado iraquí en cumbres diplomáticas.

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Mundo


Indonesia: Caritas comprometida al máximo ante las emergencias
Inundaciones en Papúa, erupción de un volcán en Java, tsunami en Sumatra
ROMA, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- “Las emrgencias se suceden y se acumulan. Estamos cercanos a la gente que sufre: es nuestra misión”.

Lo explicó a la agencia Fides el padre Sigit Pramuji, secretario ejecutivo de “Karina”, la Cáritas Indonesia, que en estos días se encuentra trabajando “incansablemente en tres frentes: las inundaciones en Papúa, la erupción del volcán Merapi en Java, un nuevo tsunami en Sumatra”.

En Sumatra, según datos de “Karina”, las víctimas son más de 150 y los desplazados, 500; en Java los desplazados son 20.000.

“Estabamos aún en medio de las operaciones de reconstrucción y de rehabilitación tras las inundaciones que han tenido lugar en Papúa, cuando nos han soprendido estos otros dos eventos: la erupción del volcán Merapi y el tsunami en Sumatra occidental. Nos hemos movilizado inmediatamente”, refirió el sacerdote.

“En Java, en la diócesis de Semarang, la situación está bajo control. La Caritas diocesana es muy fuerte y bien organizada”.

“Un equipo de sacerdotes trabaja en estrecho contacto con las poblaciones indígenas que viven en las faldas del volcán. Gracias a ellos y a los voluntarios de Caritas – vistas las infromaciones sobre la inminente erupción – se ha llevado a cabo una vasta obra de prevención y hemos salvado muchas vidas”, explicó el padre Sigit.

Frente a tantos desplazados internos que han tenido que abandonar sus propias casas, se busca ahora proveer “con tiendas, alimento y asistencia humanitaria”.

Mientras tanto, Sumatra ha sido afectada por un fuerte terremoto y por el correspondiente tsunami.

“Según nuestras informaciones, las víctimas son al menos 150 y los desplazados 500. En las islas Mentawai, cerca de la costa oeste de Sumatra, sacerdotes y religiosas son activos en la primera emergencia, consolando a las víctimas y ayudando a enterrar los cadáveres”, subrayó el sacerdote. “La población está muy probada”.

En este contexto, en la próxima asamblea nacional de la Iglesia indonesia – que se celebrará del 1 al 5 de noviembre en Bogor –, el padre Sigit quiere hacer un llamamiento a todas las comunidades católicas del país.

El encuentro, que reunirá a los representantes de todas las diócesis, será según el sacerdote una ocasión para reflexionar sobre la identidad y sobre la misión de la comunidad católica en el país y “para lanzar un gran llamamiento de solidaridad y movilizar a toda la comunidad del archipiélago”.

“En los próximos días, según el desarrollo de las emergencias, decidiremos si pedir ayudas también al extranjero. La Caritas inglesa (CAFOD) y la Caritas Alemania nos han prometido ya espontáneamente un apoyo, añadió.


 

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En Asís la 14ª Conferencia Internacional de la “Catholic Fraternity”
La Fraternidad Católica de las Comunidades y Asociaciones Carismáticas de Alianza
ROMA, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Del 28 al 31 de octubre en Asís – Santa María de los Ángeles se celebrará la 14º Conferencia Internacional de la Catholic Fraternity of Charismatic Covenant Communities and Fellowships (Fraternidad Católica de las Comunidades y Asociaciones Carismáticas de Alianza).

El encuentro, que se celebrará bajo el patrocinio del Consejo Pontificio para los Laicos y con ocasión del 20° aniversario de la institución y del reconocimiento pontificio del organismo, tendrá por tema: “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre” (Hb 13,8).

La Conferencia tendrá lugar en el teatro del Centro Las Esteras y se inaugurará con los saludos de monseñor Domenico Sorrentino, arzobispo-obispo de Asís, Matteo Calisi, presidente de la Catholic Fraternity y miembro del Consejo Pontificio para los Laicos, monseñor Alberto Taveira Corrêa, arzobispo metropolitano de Belém do Pará (Brasil) y consejero espiritual de la Catholic Fraternity, y Michelle Moran, presidenta del International Catholic Charismatic Renewal Services (ICCRS) y miembro del dicasterio para los Laicos.

La celebración eucarística de la primera jornada de trabajos será presidida por el cardenal Stanisław Ryłko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos. Después de la cena tendrá lugar la adoración eucarística en la Basílica de Santa María de los Ángeles, presidida por monseñor Dino Marchiò, obispo de Caruaru (Brasile).

El viernes 29 de octubre se sucederán conferencias y testimonios de las nuevas comunidades de India, China, Filipinas, Indonesia, Italia, Brasil, Estados Unidos, Angola y México. Intervendrán algunos fundadores de comunidades como Pierre Goursat, fundador de la Comunidad del Enmanuel (Francia), y Simona Tronci, fundadora de la Comunidad Primavera de Cagliari.

Ofrecerán también su propio testimonio algunos obispos que han participado en el 3° Meeting Internacional de los obispos interesados en las Nuevas Comunidades de la Renovación Carismática, que se ha celebrado en Santa María de los Ángeles esta semana, con el tema “El Bautismo en el Espíritu Santo y la Renovación Carismática”.

La celebración eucarística será presidida por monseñor Luís Azcona Hermoso, O.A.R., obispo de Marajó (Brasil), y a las 21.30 iniciará una velada de alabanza, música y evangelización con Ricardo y la banda de la Comunidad Canção Nova (Brasil).

El sábado 30 de octubre, entre otras iniciativas, habrá una celebración ecuménica con testimonios sobre el tema “Un solo cuerpo, un solo espíritu” (Ef 4,4). Hablará Graham Cray, arzobispo de la Comunidad Anglicana de Canterbury (Londres), y ofrecerá su testimonio el rabino Jeoffrey Cohen, de Fort Worth (EE.UU.).

Por la tarde tendrá lugar un encuentro con los representantes de los movimientos eclesiales internacionales, en el que intervendrán Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, Maria Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares, y Michelle Moran.

La celebración eucarística será presidida por monseñor Michael Santier, obispo de Créteil (Francia) y fundador de la Communauté Réjouis-Toi de Nantes.

El sábado 31 de octubre, último día del encuentro, habrá, entre otras iniciativas, una reflexión sobre el Sínodo de los Obispos de Oriente Medio, y una intervención del cardenal Paul Josef Cordes, presidente emérito del Consejo Pontificio “Cor Unum”.

Matteo Calisi resumirá las conclusiones del evento. Finalmente, el cardenal Cordes presidirá la celebración eucarística.

La Conferencia Internacional, recuerdan los organizadores, “será una excelente oportunidad para honrar la memoria de los dos cofundadores, Brian Smith (Australia) y Bobbie Cavnar (EE.UU.) y del Reconocimiento Pontificio de la Catholic Fraternity por parte del Consejo Pontificio para los Laicos del 30 de noviembre de 1990”.

De la misma forma, “será también una gran ocasión para profundizar en los vínculos espirituales con el Santo Padre Benedicto XVI, siendo la Catholic Fraternity una Asociación Privada de Fieles de Derecho Pontificio, y para reflexionar a la luz del Magisterio Pontificio sobre nuestra misión eclesial en la perspectiva de la Nueva Evangelización”.

Más información, www.catholicfraternity.net.


 

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Pésame del episcopado argentino por la muerte de Néstor Kirchner
 
BUENOS AIRES, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- La Conferencia Episcopal Argentina manifestó este miércoles su "dolor" y "lamentó profundamente" la muerte del ex presidente Néstor Kirchner, quien falleció esta mañana en forma sorpresiva tras sufrir un doble infarto.
 

"Expresamos nuestro dolor y lamentamos profundamente su deceso", ha declarado el portavoz de la Conferencia Episcopal Argentina, Jorge Oesterheld.

      El sacerdote indicó, además, que "los obispos argentinos y toda la Iglesia rezan por su eterno descanso, por la presidenta (Cristina Fernández) y su familia".

     El presbítero Oesterheld adelantó que la Conferencia Episcopal Argentina que preside el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, enviará, en las próximas horas, una nota de condolencias a las autoridades nacionales.

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Nuevo cardenal de Aparecida, signo del aprecio del Papa por América Latina
Monseñor Raymundo Damasceno Assis, festejado por sus fieles
APARECIDA, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org) – El arzobispo de Aparecida (Brasil), monseñor Raymundo Damasceno Assis, considera que su nombramiento como cardenal de parte del papa Benedicto XVI es, en primer lugar, una señal de aprecio para América Latina.

El prelado, de 73 años, natural de Capela Nova, Estado de Minas Gerais, es uno de los 24 nuevos obispos que entrarán a formar parte del Colegio Cardenalicio en el Consistorio que presidirá el Papa, el próximo 20 de noviembre en San Pedro.

El arzobispo de Aparecida fue acogido en una fiesta por centenares de fieles ayer martes, durante su regreso de Roma, donde estuvo participando para la Asamblea del Sínodo de Obispos para Oriente Medio.

“Dios siempre nos da sorpresas en nuestra vida”, dijo monseñor Damasceno durante una ceremonia de acogida basílica Velha de Aparecida, que estaba colmada de sacerdotes, obispos, jóvenes y familias.

“Jamás pasó por mi cabeza que en ocasión del sínodo el Papa me fuera a convocar para formar parte del colegio cardenalicio”, confesó el arzobispo, con su rostro radiante.

“Fue una gran sorpresa para mi”, dijo el futuro cardenal. “Recibí la noticia en la víspera de que fuera anunciada públicamente. Al mismo tiempo que me sorprendió, me llenó de emoción de gratitud al Santo Padre.

Y dijo que recibir este nombramiento “Despierta la conciencia de que es más un llamado de Dios para servir su Iglesia”.

El arzobispo destacó también que experimentó un gran “sentimiento de humildad”. “Cuando Dios nos llama para una misión, siempre nos da el auxilio, la gracia que nosotros necesitamos para cumplirla”.

Por su parte el obispo de San José de los Campos (São Paulo), monseñor Moacir Silva, en nombre del episcopado brasilero destacó que su nómina cardenalicia de monseñor Damasceno es un reconocimiento al “profundo celo, dedicación, amor con el que sirve a la Iglesia de Jesucristo”.

América Latina y Brasil

Después de las bienvenidas, en declaraciones a la prensa, el futuro cardenal afirmó que este nombramiento revela una “atención y consideración especial” del Papa para la Iglesia en América Latina.

Dijo que como presidente del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) “represento el episcopado latinoamericano., Es una manera de demostrar consideración y aprecio por la Iglesia en América Latina”, dijo.

El arzobispo ve también una “atención muy especial a Brasil”. “El Santo Padre estuvo aquí en 2007. Presidió y abrió la Quinta conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Fue acogido de la mejor manera, con mucho cariño, calor humano y respeto”, dijo.

“Creo que el Santo padre, también quería ciertamente con este nombramiento hacer un homenaje a Brasil a través de Aparecida que es la sede del Santuario Nacional de la patrona del Brasil”.

Y concluyó diciendo que el Papa “también está homenajeando a todos los brasileros porque en su grande mayoría, por no decir en su totalidad, el pueblo es devoto de Nuestra Señora de Aparecida”.

Por Alexandre Ribeiro traducido del original portugués por Carmen Elena Villa

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Reportaje


Un nuevo ministerio pastoral entre los náhuatl, la mayordomía
Coloquio en México sobre Pastoral Urbana
CIUDAD DE MÉXICO, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- ¿Cómo inculturar el evangelio en una población de predominante etnia amerindia? En México, una experiencia exitosa es la que realiza el Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos en coordinación con la Pastoral Urbana. En el pueblo náhuatl existe el ministerio de las mayordomías, consolidado por una larga tradición en esta comunidad creyente.

Este 13 de octubre, se realizó en la sede del Instituto Superior de Estudios Eclesiásticos de la archidiócesis de México el simposio “Mayordomías en la Ciudad”, del que han informado a ZENIT los organizadores.

La mayordomía es una institución traída al Nuevo Mundo por los españoles como un medio de implicar e integrar a las comunidades en torno a los santos patronos –propios de cada pueblo o barrio- y también como instrumento de evangelización y consolidación del cristianismo. El mayordomo de la cofradía de un santo tiene una autoridad moral entre la población que no proviene de los poderes establecidos.

Se asemeja a la actual experiencia española en la integración de la población gitana, en colaboración con personas de autoridad de la comunidad, los patriarcas. Cuando hay un problema de violencia interna dentro de un barrio de población gitana --o de tráfico de drogas, riñas entre familias, etc--, se recurre al patriarca del barrio, que ha valer su autoridad y porta un bastón de mando.

Similarmente, la mayordomía en el Nuevo Mundo entraña una complejidad de significados culturales, sociales, religiosos, económicos y políticos. El paso del tiempo ha derivado en que los antiguos pueblos queden integrados a grandes ciudades, sin embargo la vigencia de la mayordomía se mantiene como un mecanismo fuerte de identidad e integración, si bien, conserva un fuerte sincretismo que lo hace una realidad sui generis.

En su mensaje de inauguración, el maestro Jesús Antonio Serrano, coordinador del máster en Pastoral Urbana –entidad organizadora del evento--, destacó que la mayordomía despierta interés. Pero un interés más por su control que por comprender su significado; y más por domesticarla que por aprovecharla para la integración comunitaria y la evangelización.

Ramiro Gómez-Arzápalo, profesor en el mismo máster, expuso de qué manera el mayordomo se convierte en los pies y manos del santo para poder andar por la comunidad, pues las imágenes de los santos salen del templo y se mueven para “oír misa” y para recorrer el pueblo.

La celebración religiosa en un contexto cultural fuerte desafía la racionalidad institucional. No se trata de ignorancia. Es una opción social, una toma de postura del pueblo ante el grupo hegemónico religioso. Ayuda a la cohesión social y a la reproducción social. Se trata de claves estructurales de la religiosidad popular mediante “un sistema de cargos”.

María Elena Padrón, académica de la Escuela Nacional de Antropología e Historia,  expuso las características de la mayordomía del pueblo de San Bernabé Ocotepec. El sistema de cargos es un sistema de defensa de la comunidad frente a la intervención externa. En San Bernabé Ocotepec hay formas institucionalizadas de representación y servicios en beneficio del pueblo. Los cargos no son una autoridad civil formal pero poseen un poder simbólico que les permite intervenir en la toma de decisiones.

Alejandro Gabriel Emiliano Flores, alumno del máster en Pastoral Urbana y pastoralista en la VII Vicaría de la Arquidiócesis de México, realizó un análisis riguroso. Definió al mayordomo como un gestor cultural [similar al mediador cultural, en Europa] que requiere un prestigio social. Los mayordomos deben ser gestores tanto frente a la comunidad civil como con la eclesiástica, con otras mayordomías que la delimitan y le reafirman identidad, con otros grupos para definir el espacio.

El conflicto más frecuente lo tienen con la autoridad eclesiástica porque comparten características. Aunque también hay diferencias. La mayordomía es elegida por la comunidad y la autoridad eclesiástica les viene de fuera. Conserva valores tradicionales y expresa su religiosidad popular. La autoridad eclesiástica busca canalizarlos por la liturgia, que sea en los límites de la razón y no de forma afectiva como proponen los mayordomos. La mayordomía siempre será cerrada porque para eso fue creada, para conservar valores. “Quien debe tener apertura es la autoridad eclesiástica”, dijo Flores.

José Luis Téllez, sacerdote de la VII Vicaría, trabajó de 1979 a 1999 en el pueblo de Santiago Acahualtepec, en Iztapalapa. Reconoció las transformaciones de la comunidad y lo arraigado de su identidad náhuatl, aislada relativamente de la gran ciudad. El núcleo de su apostolado fue conocer las relaciones, las motivaciones, entrar en contacto con las costumbres y la escucha de las personas que comprendían su comunidad.

Téllez definió que su reto ante esta comunidad, duramente tradicionalista que lo rechazaba, era un proceso evangelizador. Sólo si amas el pueblo, vale la pena seguir, si no, es mejor no alterar su vida. Fue una de las consignas que se fijó.

Los diáconos Eduardo  Vizueth e Ignacio Abarca hablaron del concepto de mayordomía y sus fuentes bíblicas. Si Dios es dueño de todo, nosotros somos mayordomos de las cosas, administradores.

La mayordomía es una organización social que se extiende por Mesoamérica. Representa los ciclos vitales. Por lo tanto, la propuesta de atención pastoral tiene que venir desde el mismo magisterio de la Iglesia, como señala el Documento de Aparecida.

Ignacio Abarca explicó que las partes duras son las que prevalecen en la manifestación y significado es lo que se socializa con la comunidad para asegurar su conservación.

El padre Benjamín Bravo comenzó hablando de los rituales que articulan la vida, nacimiento, reposo, matrimonio, etc. El lenguaje de la religiosidad popular es mítico y cultural, usa símbolos, colores, iconos, etc.

El cristianismo emplea un lenguaje razonado en el que cuentan las palabras. En cambio, la religión popular se expresa con objetos, especialmente en las fechas más llenas de significado. Sugirió un encuentro con simpatía hacia su cultura. Por ejemplo, mientras que el saludo litúrgico es frío y lineal, el saludo ritual tradicional implica encuentro, afecto, reconocimiento. “Los presbíteros siempre queremos purificar esta cultura”, dijo.  

Otro ejemplo, está en las imágenes de Cristo sangrante. En la cultura prehispánica, los dioses habían sacrificado su sangre a favor de los hombres, de ahí que dicha imagen tenga un gran significado cultural.

Por su parte, el padre Jorge García Llanos dijo: “Nos falla el diálogo para acercarse a estos signos”. Puso el ejemplo de un sacerdote en San Bernardino, próximo al Niño Dios “Niñopa”, que es el elemento más fuerte de identidad de Xochimilco. El nuevo párroco quiso obligar a que el niño se quedara en el templo y no en la casa de los mayordomos como se usa. Luego no aceptó que el niño asistiera al templo. La gente llevó al Niño Dios al templo a escondidas hasta que obligaron a que el sacerdote escapara escondido. “Eso ocurrió por no saber leer el significado del ‘Niño’ para la comunidad”, concluyó.

Asistieron al simposio mayordomos de diversos pueblos, con sus bastones de mando. Hablaron positivamente de la preocupación de la Iglesia por entenderles mejor. Se reconoció que no sólo la Iglesia requiere de los mayordomos y las fiestas populares del pueblo, sino que éstos requieren de la Iglesia.

Los más de 120 asistentes, que llegaron de las diócesis de México, Cuernavaca, Texcoco, Tlalnepantla, Toluca, Ecatepec, San Luis Potosí, así como de varios institutos religiosos y misioneros, reconocieron la importancia de continuar reflexionando sobre estos temas y manifestaron su disposición a avanzar en una mayor inculturación del Evangelio.

Para más información: www.pastoralurbana.info.


 

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Testimonio


Un carisma nuevo desde la diferencia: contemplativas no videntes
Esta rama de la familia religiosa de Don Orione se extiende por América
BUENOS AIRES, miércoles, 27 octubre 2010 (ZENIT.org).- Una rama nueva de la familia religiosa de Don Orione empieza a extenderse por América Latina. Son las religiosas sacramentinas contemplativas no videntes.

Todo empezó en Argentina, comunica a ZENIT la hermana María Virginia Borda.  “Nuestra misión –explica a ZENIT la religiosa sacramentina- es la de ser adoratrices”.

Del 1 al 6 de noviembre, esta comunidad extendida por varios países lationoamericanos, se reunirá en la Casa Provincial sita en Buenos Aires.

Junto a la madre general, María Irene Bizzotto; la vicaria general María Mabel Spagñolo; las superioras provinciales de Brasil, Chile y Argentina, las comunidades de contemplativas sacramentinas de estos países se dedicarán a “ver y comparar el camino recorrido” y realizar sus propuestas para ir creciendo más en su misión y elegir una religiosa de entre ellas que participará en el Capítulo General de las PHMC.

Las sacramentinas de Argentina han elegido como representante a la primera hermana sacramentina no vidente de este país, sor María Fe. Tanto sor María Virginia como sor María Fe se han comunicado directamente con ZENIT mediante un ordenador adaptado a su diferencia.

La historia de esta religiosa argentina es, como su propio nombre indica, una historia de fe, de mucha fe. Fe para convertir los obstáculos que normalmente se ponen a un invidente en otras tantas metas que superar.

“Me llamo Micaela, en religión hermana María Fe del Santísimo Sacramento. Nací en Comallo, provincia de Río Negro. Actualmente mi familia vive en San Carlos de Bariloche, donde suelo ir en las vacaciones”, relata a ZENIT.

“Cuando tenía once años, esperando el ómnibus para viajar, vi pasar una combi con muchas niñas vestidas con guardapolvo blanco, todas muy alegres, acompañadas por una religiosa también alegre. Ella, mirando hacia donde yo estaba, me sonrió”.

La sonrisa de aquella religiosa que animaba a las niñas le hizo concebir la idea de ser como ella. No pudo realizar su sueño porque una infección le hizo perder la vista primero parcial y luego totalmente a los 15 años.

“Vine a Buenos Aires a estudiar en el colegio de chicas no videntes ‘Hogar Santa Cecilia’. Entre estudios, juegos, no recordé más mi vocación. Viendo a las religiosas tan piadosas, educadas y con una gran intuición para el no vidente, pedí a la madre superiora me recibiera en su congregación”, añade sor María Fe.

La superiora le respondió que si fuera por ella la admitía inmediatamente pero que su  congregación no aceptaba invidentes. Pero la orientó hacia la obra de san Luis Orione, fundador de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad (PHMC), que tiene una rama de hermanas no videntes, fundadas en Tortona, Alessandria, Italia.

“Me puso en contacto con un sacerdote de la Pequeña Obra de la Divina Providencia (PODP), padre Roque Tonoli. Me iluminó, me guió durante los siete años que me hicieron esperar, es decir hasta los 21. El padre Tonoli pidió a los superiores mayores el permiso para que tres hermanas no videntes viajaran a la Argentina para fundar aquí esa rama”, relata la primera sacramentina argentina.

“Desde entonces, el 15 de agosto de 1952, ingresamos cuatro jóvenes, viviendo en la casa provincial. Aquí me preparé como postulante, novicia, profesa, compartiendo las vivencias con todas las PHMC, hasta el año 1975, que nos trasladamos a Claypole”.

Ahora, las sacramentinas no videntes están ya extendidas por otros países del continente americano.

A la reunión en Buenos Aires asistirán la provincial de Brasil Maria Albertina de Pinho; tres sacramentinas: Maria Alice, Maria Helena. De Chile, la provincial, María Mónica Izquierdo y cuatro sacramentinas: María Elizabeth, María Pia, María Eugenia, María Luz. De Argentina, la provincial María Adriana Zbicajnik; de la comunidad de Claypole, cinco sacramentinas: María Fe, María Josefina, María Tarcisia, María Antonia, María Virginia; de la comunidad de Córdoba, dos sacramentinas: María Verónica y María Margarita.

“Este tiempo es un momento fraterno, nos comunicaremos nuestras experiencias y deseos. Así mismo, nos dedicaremos a revisar y comparar el camino recorrido, realizar nuevas propuestas para ir creciendo más en nuestra misión, y elegir a una religiosa de entre nosotras que participará del Capítulo General de las PHMC”. El Capítulo se realizará entre los meses de mayo y junio próximo, en fecha por determinar.

Cuando la llamada de Dios está arraigada en alguien, no hay obstáculos, sólo el deseo de seguir el designio grabado en el corazón. Un deseo que en esta historia ha encontrado el campo abonado del carisma inspirado a Don Orione en Italia y arraigado ya en el continente americano.

Para saber más de la Familia Orionita en Argentina:

Http://www.donorione.org.ar/sitio/index.php?Option=com_content&view=category&layout=blog&id=42&Itemid=674

Por Nieves San Martín

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Audiencia del miércoles


Benedicto XVI: santa Brígida de Suecia, copatrona de Europa
Hoy en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la catequesis que el Papa pronunció hoy durante la Audiencia General celebrada en la Plaza de San Pedro, con los peregrinos procedentes de todo el mundo.

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Queridos hermanos y hermanas,

en la ferviente vigilia del Gran Jubileo del Año 2000, el Venerable Siervo de Dios Juan Pablo II proclamó a santa Brígida de Suecia copatrona de toda Europa. Esta mañana quisiera presentar su figura, su mensaje, y las razones por las que esta santa mujer tiene mucho que enseñar – aún hoy – a la Iglesia y al mundo.

Conocemos bien los acontecimientos de la vida de santa Brígida, porque sus padres espirituales redactaron su biografía para promover su proceso de canonización inmediatamente después de su muerte, que tuvo lugar en 1373. Brígida había nacido setenta años antes, en 1303, en Finster, en Suecia, una nación del Norte de Europa que desde hacía tres siglos había acogido la fe cristiana con el mismo entusiasmo con el que la Santa la había recibido de sus padres, personas muy piadosas, pertenecientes a familias nobles cercanas a la Casa reinante.

Podemos distinguir dos periodos en la vida de esta Santa.

El primero se caracterizó por su condición de mujer felizmente casada. Su marido se llamaba Ulf y era gobernador de un importante distrito del reino de Suecia. El matrimonio duró veintiocho años, hasta la muerte de Ulf. Nacieron ocho hijos, de los que la segunda, Karin (Catalina), es venerada como santa. Esto es un signo elocuente del compromiso educativo de Brígida respecto de sus propios hijos. Por lo demás, su sabiduría pedagógica era apreciada hasta tal punto que el rey de Suecia, Magnus, la llamó a la corte por un cierto tiempo, con el fin de introducir a su joven esposa, Blanca de Namur, en la cultura sueca.

Brígida, espiritualmente guiada por un docto religioso que la inició en el estudio de las Escrituras, ejerció una influencia muy positiva en su propia familia que, gracias a su presencia, se convirtió en una verdadera “iglesia doméstica”. Junto con su marido, adoptó la Regla de los Terciarios franciscanos. Practicaba con generosidad obras de caridad hacia los indigentes; fundó también un hospital. Junto a su esposa, Ulf aprendió a mejorar su carácter y a progresar en la vida cristiana. A la vuelta de una larga peregrinación a Santiago de Compostela, efectuado en 1341 junto a otros miembros de la familia, los esposos maduraron el proyecto de vivir en continencia; pero poco después, en la paz de un monasterio en el que se había retirado, Ulf concluyó su vida terrena.

Este primer periodo de la vida de Brígida nos ayuda a apreciar la que hoy podríamos definir una auténtica “espiritualidad conyugal”: juntos, los esposos cristianos pueden recorrer un camino de santidad, sostenidos por la gracia del Sacramento del Matrimonio. No pocas veces, precisamente como sucedió en la vida de santa Brígida y de Ulf, es la mujer la que con su sensibilidad religiosa, con la delicadeza y la dulzura consigue hacer recorrer al marido un camino de fe. Pienso con reconocimiento en tantas mujeres que, día a día, aún hoy iluminan a sus propias familias con su testimonio de vida cristiana. Que el Espíritu del Señor pueda suscitar también hoy la santidad de los esposos cristianos, para mostrar al mundo la belleza del matrimonio vivido según los valores del Evangelio: el amor, la ternura, la ayuda recíproca, la fecundidad en engendrar y educar hijos, la apertura y la solidaridad hacia el mundo, la participación en la vida de la Iglesia.

Cuando Brígida se quedó viuda, comenzó el segundo periodo de su vida. Renunció a otro matrimonio para profundizar en la unión con el Señor a través de la oración, la penitencia y las obras de caridad. También las viudas cristianas, por tanto, pueden encontrar en esta Santa un modelo a seguir. En efecto, Brígida, a la muerte de su marido, tras haber distribuido sus propios bienes a los pobres, aún sin acceder nunca a la consagración religiosa, se estableció en el monasterio cisterciense de Alvastra. Aquí tuvieron inicio las revelaciones divinas, que la acompañaron todo el resto de su vida. Éstas fueron dictadas por Brígida a sus secretarios-confesores, que las tradujeron del sueco al latín y las recogieron en una edición de ocho libros, titulados Revelationes (Revelaciones). A estos libros se añadió un suplemento, que lleva por título Revelationes extra vagantes (Revelaciones suplementarias).

Las Revelaciones de santa Brígida presentan un contenido y un estilo muy variados. A veces la revelación se presenta bajo forma de diálogos entre las Personas divinas, la Virgen, los santos y también los demonios; diálogos en los que también Brígida interviene. Otras veces, en cambio, se trata de la narración de una visión particular; y en otras se narra lo que la Virgen María le revela sobre la vida y los misterios del Hijo. El valor de las Revelaciones de santa Brígida, a veces objeto de alguna duda, fue precisado por el Venerable Juan Pablo II en la Carta Spes Aedificandi: “Reconociendo la santidad de Brígida – escribe mi amado Predecesor – la Iglesia, aún sin pronunciarse sobre cada una de las revelaciones, acogió la autenticidad conjunta de su experiencia interior” (n. 5).

De hecho, leyendo estas Revelaciones, se nos interpela sobre muchos temas importantes. Por ejemplo, vuelve frecuentemente la descripción, con detalles muy realistas, de la Pasión de Cristo, hacia la cual Brígida tuvo siempre una devoción privilegiada, contemplando en ella el amor infinito de Dios por los hombres. En la boca del Señor que le habla, ella pone con audacia estas conmovedoras palabras: “Oh, amigos míos, yo amo tan tiernamente a mis ovejas que, si fuese posible, quisiera morir muchas otras veces, por cada una de ellas, de la misma muerte que sufrí por la redención de todas” (Revelationes, Libro I, c. 59). También la dolorosa maternidad de María, que la hizo Mediadora y Madre de misericordia, es un argumento que se repite a menudo en las Revelaciones.

Recibiendo estos carismas, Brígida era consciente de ser destinataria de un don de gran predilección por parte del Señor: “Hija mía – leemos en el primer libro de las Revelaciones – Yo te he elegido para mí, ámame con todo tu corazón... más que todo lo que existe en el mundo” (c. 1). Por lo demás, Brígida sabía bien, y estaba firmemente convencida de ello, que todo carisma está destinado a edificar la Iglesia. Precisamente por ese motivo, no pocas de sus revelaciones estaban dirigidas, en forma de advertencias incluso severas, a los creyentes de su tiempo, incluyendo las Autoridades religiosas y políticas, para que viviesen coherentemente su vida cristiana; pero hacía esto con una actitud de respeto y de fidelidad plena al Magisterio de la Iglesia, en particular al Sucesor del Apóstol Pedro.

En 1349 Brígida dejó para siempre Suecia y se dirigió en peregrinación a Roma. No sólo quería tomar parte en el Jubileo de 1350, sino que deseaba también obtener del Papa la aprobación de la Regla de una orden religiosa que quería fundar, dedicada al Santo Salvador, y compuesta por monjes y monjas bajo la autoridad de la abadesa. Este es un elemento que no debe sorprendernos: en la Edad Media existían fundaciones monásticas con na rama masculina y una rama femenina, pero con la práctica de la misma regla monástica, que preveía la dirección de la Abadesa. De hecho, en la gran tradición cristiana, a la mujer se le reconoce una dignidad propia y – a ejemplo de María, Reina de los Apóstoles – un lugar propio en la Iglesia, que, sin coincidir con el sacerdocio ordenado, es también importante para el crecimiento espiritual de la Comunidad. Además, la colaboración de consagrados y consagradas, siempre en el respeto de su vocación específica, reviste una gran importancia en el mundo de hoy.

En Roma, en compañía de su hija Karin, Brígida se dedicó a una vida de intenso apostolado y de oración. Y desde Roma se fue en peregrinación a varios santuarios italianos, en particular a Asís, patria de san Francisco, hacia el cual Brígida sintió siempre gran devoción. Finalmente, en 1371, coronó su más grande deseo: el viaje a Tierra Santa, a donde se dirigió en compañía de sus hijos espirituales, un grupo al que Brígida llamaba “los amigos de Dios”.

Durante esos años, los pontífices se encontraban en Aviñón, lejos de Roma: Brígida se dirigió encarecidamente a ellos, para que volviesen a la sede de Pedro, en la Ciudad Eterna.

Murió en 1373, antes de que el Papa Gregorio XI volviese definitivamente a Roma. Fue sepultada provisionalmente en la iglesia romana de San Lorenzo en Panisperna, pero en 1374 sus hijos Birger y Karin la volvieron a llevar a su patria, al monasterio de Vadstena, sede de la Orden religiosa fundada por santa Brígida, que conoció en seguida una notable expansión. En 1391 el Papa Bonifacio IX la canonizó solemnemente.

La santidad de Brígida, caracterizada por la multiplicidad de los dones y de las experiencias que he querido recordar en este breve perfil biográfico-espiritual, la hace una figura eminente en la historia de Europa. Procedente de Escandinavia, santa Brígida atestigua cómo el cristianismo había permeado profundamente la vida de todos los pueblos de este Continente. Declarándola copatrona de Europa, el Papa Juan Pablo II auguró que santa Brígida – vivida en el siglo XIV, cuando la cristiandad occidental aún no había sido herida por la división – pueda interceder eficazmente ante Dios, para obtener la gracia tan esperada de la plena unidad de todos los cristianos. Por esta misma intención, que consideramos tan importante, y para que Europa sepa siempre alimentarse de sus propias raíces cristianas, queremos rezar, queridos hermanos y hermanas, invocando la poderosa intercesión de santa Brígida de Suecia, fiel discípula de Dios, copatrona de Europa.

[En español]

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a las Religiosas Carmelitas Misioneras Teresianas; a los miembros de la Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza, de Andújar; al grupo de la parroquia de Nuestra Señora del Rescate, de Ujarrás, en Costa Rica, así como a los demás grupos provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a llevar una intensa vida de oración, a ejemplo de Santa Brígida de Suecia, copatrona de Europa. Muchas gracias.

[Llamamiento]

En las últimas horas, un nuevo y terrible tsunami se ha abatido sobre las costas de Indonesia, afectada también por una erupción volcánica, provocando numerosos muertos y desaparecidos. A los familiares de las víctimas expreso la más viva condolencia por la pérdida de sus seres queridos y a toda la población indonesia aseguro mi cercanía y mi oración.

Estoy, además, cercano a la querida población de Benin, afectada por continuas inundaciones, que han dejado a muchas personas sin techo y en precarias situaciones higiénico-sanitarias. Sobre las víctimas y sobre toda la nación invoco la bendición y el consuelo del Señor.

A la comunidad internacional pido que se prodigue en proporcionar la necesaria ayuda y para aliviar las penas de cuantos sufren por estas devastaciones.

[Traducción del italiano por Inma Álvarez]

 



 

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Documentación


Discurso del Papa a los participantes en el Simposio sobre Erik Peterson
Audiencia el pasado lunes 25 de octubre
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa Benedicto XVI pronunció el pasado lunes, al recibir a los participantes en el Simposio Internacional sobre Erik Peterson.

* * * * *

Eminencias,

queridos hermanos en el sacerdocio,

gentiles Señoras y Señores,

queridos amigos,

con gran alegría os saludo a todos vosotros que habéis venid aquí a Roma con ocasión del Simposio internacional sobre Erik Peterson. En particular le doy las gracias a usted, querido cardenal Lehmann, por las cordiales palabras con que ha introducido nuestro encuentro.

Como Usted ha afirmado, esta año se celebran los 120 años del nacimiento en Hamburgo de este ilustre teólogo; y, casi en este mismo día, el 26 de octubre de 1960, Erik Peterson moría, siempre en su ciudad natal de Hamburgo. Él vivió aquí en Roma, con su familia, durante algunos periodos a partir de 1930 y después se estableció en ella desde 1933: primero en el Aventino, cerca de San Anselmo, y, sucesivamente, en las cercanías del Vaticano, en una casa frente a la Puerta de Santa Ana. Por esto, es para mí una alegría particular poder saludar a la familia Peterson presente entre nosotros, los estimados hijos e hijas con sus respectivas familias. En 1990, junto con el cardenal Lehmann, pude entregar a vuestra madre, en vuestro apartamento, con ocasión de su 80° cumpleaños, un autógrafo con la imagen del papa Juan Pablo II, y recuerdo de buen grado este encuentro con vosotros.

"No tenemos aquí una ciudad estable, sino que vamos en busca de la futura" (Hb 13,14). Esta cita de la Carta a los Hebreos se podría poner como lema de la vida de Erik Peterson. En realidad, él no encontró un verdadero lugar en toda su vida, donde poder obtener reconocimiento y morada estable. El inicio de su actividad científica cayó en un periodo de revueltas en la Alemania posterior a la Primera Guerra Mundial. La monarquía había caído. El orden civil parecía estar en riesgo ante los disturbios políticos y sociales. Esto se reflejaba también en el ámbito religioso, y, de forma particular, en el protestantismo alemán. La teología liberal hasta ahora predominante, con el propio optimismo del progreso, había entrado en crisis y dejaba espacio a nuevas líneas teológicas enfrentadas entre sí. La situación contemporánea planteaba un problema existencial al joven Peterson. Con interés tanto histórico como teológico, él había ya elegido la materia de sus estudios, como afirma, según la perspectiva de que “cuando nos quedamos solos con la historia humana, nos encontramos ante un enigma sin sentido" (Eintrag in das Bonner „Album Professorum" 1926/27, Ausgewählte Schriften, Sonderband S. 111). Peterson, lo cito de nuevo, decidió “trabajar en el campo histórico y afrontar especialmente problemas de historia de las religiones", porque en la teología evangélica de entonces, no conseguía “hacerse camino, entre el cúmulo de opiniones, hasta las cosas en sí mismas" (ibid.). En este camino llegó cada vez más a la certeza de que no hay ninguna historia separada de Dios y de que en esta historia la Iglesia tiene un lugar especial y encuentra su significado. Cito de nuevo: “Que la Iglesia existe y que está constituida de un modo del todo particular, depende estrechamente del hecho que (…) hay una determinada historia específicamente teológica" (Vorlesung „Geschichte der Alten Kirche" Bonn 1928, Ausgewählte Schriften, Sonderband S.88). La Iglesia recibe de Dios el mandato de conducir a los hombres desde su existencia limitada y aislada a una comunión universal, de lo natural a lo sobrenatural, de la fugacidad al final de los tiempos. En su obra sobre los ángeles afirma al respecto: “El camino de la Iglesia conduce de la Jerusalén terrestre a la celeste, (…) a la ciudad de los ángeles y de los santos" (Buch von den Engeln, Einleitung).

El punto de partida de este camino es el carácter vinculante de la Sagrada Escritura. Según Peterson, la Sagrada Escritura se convierte y es vinculante no en cuanto tal, ella no está solo en sí misma, sino en la hermenéutica de la Tradición apostólica, que, a su vez, se concreta en la sucesión apostólica y así la Iglesia mantiene la Escritura en una actualidad viva y al mismo tiempo la interpreta. A través de los obispos, que se encuentran en la sucesión apostólica, el testimonio de la Escritura permanece vivo en la Iglesia y constituye el fundamento para las convicciones de fe permanentemente válidas de la Iglesia, que encontramos ante todo en el credo y en el dogma. Estas convicciones se despliegan continuamente en la liturgia como espacio vivido de la Iglesia para la alabanza de Dios. El Oficio divino celebrado en la tierra se encuentra, por tanto, en una relación indisoluble con la Jerusalén celeste: allí se ofrece a Dios y al Cordero el verdadero y eterno sacrificio de alabanza, del que la celebración terrena es solo la imagen. Quien participa en la Santa Misa se detiene casi en el umbral de la esfera celeste, desde la cual contempla el culto que se realiza entre los Ángeles y los Santos. En cualquier lugar en el que la Iglesia terrestre entona su alabanza eucarística, esta se une a la festiva asamblea celeste, en la cual, en los santos, ya ha llegado una parte de sí misma, y da esperanza a cuantos están aún en camino en esta tierra hacia el cumplimiento eterno.

Quizás este es el punto, en el que debo insertar una reflexión personal. Descubrí por primera vez la figura de Erik Peterson en 1951. Entonces yo era capellán en Bogenhausen y el director de la casa editorial local Kösel, el señor Wild, me dio el volumen, apenas publicado, Theologische Traktate (Tratados teológicos). Lo leí con curiosidad creciente y me dejé verdaderamente apasionar por este libro, porque allí estaba la teología que buscaba: una teología, que emplea toda la seriedad histórica para comprender y estudiar los textos, analizándolos con toda la seriedad de la investigación histórica, y que no les deja quedarse en el pasado, sino que, en su investigación, participa en la autosuperación de la letra, entra en esta autosuperación y se deja conducir por ella y así entra en contacto con Aquel del que proviene la propia teología: con el Dios vivo. Y así el hiato entre el pasado, que la filología analiza, y el hoy, es superado es superado por sí mismo, porque la palabra conduce al encuentro con la realidad, y la actualidad entera de lo que está escrito, que se trasciende a sí misma hacia la realidad, se convierte en viva y operante. Así, de él aprendí, de la forma más esencial y profunda, qué es realmente la teología y llegué a sentir incluso admiración, porque aquí no dice sólo lo que piensa, sino que este libro es expresión de un camino que era la pasión de su vida.

Paradójicamente, precisamente el intercambio de cartas con Harnack expresa al máximo la imprevista atención que Peterson estaba recibiendo. Harnack confirmó, es más, había escrito ya con precedencia e independencia, que el principio formal católico según el cual “la Escritura vive en la Tradición y la Tradición viven en la forma viviente de la Sucesión”, es el principio originario y objetivo, y que el sola Scriptura no funciona. Peterson asumió esta afirmación del teólogo liberal en toda su seriedad y se dejó sacudir, turbar, doblar, transformar por ella, y así encontró el camino a la conversión. Y con ello realizó verdaderamente un paso como Abraham, según cuanto hemos escuchado al inicio de la Carta a los Hebreos: “No tenemos aquí una ciudad permanente". Él pasó de la seguridad de una cátedra a la incertidumbre, sin morada, y se quedó durante toda su vida privado de una base segura y sin una patria cierta, verdaderamente en camino con la fe y por la fe, en la confianza de que en este estar en camino sin morada, estaba en casa de otra manera y se acercaba cada vez más a la liturgia celeste, que le había impresionado.

Por todo esto se comprende que muchos pensamientos y escritos de Peterson quedaron fragmentarios a causa de la situación precaria de su vida, tras la pérdida de la enseñanza, a raíz de su conversión. Pero aún debiendo vivir sin la seguridad de un sueldo fijo, se casó aquí en Roma y constituyó una familia. Con ello expresó de modo concreto su convicción interior de que nosotros, aunque extranjeros – y él lo era de modo particular – encontramos un apoyo en la comunión del amor, y que en el amor mismo hay algo que dura por la eternidad. Él vivió este ser extranjero del cristiano. Se había convertido en extranjero en la teología evangélica y permaneció extranjero también en la teología católica, como era entonces. Hoy sabemos que pertenece a ambas, que ambas deben aprender de él todo el drama, el realismo y la exigencia existencial y humana de la teología. Erik Peterson, como ha afirmado el cardenal Lehmann, fue ciertamente apreciado y amado por muchos, un autor recomendado en un círculo restringido, pero no recibió el reconocimiento científico que habría merecido; habría sido, de alguna forma, demasiado pronto. Como he dicho, él era aquí y allí [en la teología católica y en la evangélica] un extranjero. Por tanto, no se podrá alabar bastante al cardenal Lehmann por haber tomado la iniciativa de publicar las obras de Peterson en una magnífica edición completa, y a la señora Nichtweiß, a la que ha confiado esta tarea, que ella lleva a cabo con competencia admirable. Así la atención que se le dirige a través de esta edición es más que justa, considerando que ahora varias obras han sido traducidas en italiano, francés, español, inglés, húngaro e incluso en chino. Auguro que con esto se difunda ulteriormente el pensamiento de Peterson, que no se queda en los detalles, sino que tiene siempre una visión del conjunto de la teología.

Doy las gracias de corazón a todos los presentes por haber venido. Mi agradecimiento particular a los organizadores de este Simposio, sobre todo al cardenal Farina, el patrono de este acontecimiento, y al doctor Giancarlo Caronello. De corazón dirijo mis mejores augurios para una discusión interesante y estimulante en el espíritu de Erik Peterson. Espero abundantes frutos de este Congreso, e imparto a todos vosotros y a cuantos lleváis en el corazón la Bendición Apostólica.

[Traducción de la versión italiana por Inma Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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Proposiciones al Papa aprobadas por el Sínodo (21 a 30)
Seminarios, laicos, formación y ecumenismo

 CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 27 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos la traducción al español de las Proposiciones 11 a 20 (versión no oficial), de la reciente Asamblea Extraordinaria para Oriente Medio del Sínodo de los Obispos – cuyo texto oficial está en árabe –, objeto de voto personal por parte de los padres sinodales, presentadas al Papa Benedicto XVI. Este texto, como su nombre indica, tiene carácter propositivo.

* * *



 

Propositio 21

La lengua árabe

La experiencia del Sínodo para Oriente Medio ha puesto de relieve la importancia de la lengua árabe; sobre todo que ella ha contribuido al desarrollo del pensamiento teológico y espiritual de la Iglesia universal, y más precisamente, del patrimonio de la literatura árabe cristiana.

Se propone intensificar el uso de la lengua árabe en el cuadro de las instituciones de la Santa Sede y de las reuniones oficiales, para que los cristianos de cultura árabe tengan acceso a las informaciones procedentes de la Santa Sede en su lengua materna.



 

B. Comunión entre obispos, clero y fieles

Propositio 22

Subsistencia del clero

Para asegurar al clero una vida decorosa y una subsistencia honorable, en particular para la tercra y cuarta edad, sería necesario:

1. Poner a punto, en conformidad con las normas canónicas, un sistema de solidaridad que asegure la misma remuneración a todos los sacerdotes, tanto a los que ejercen el ministerio como aquellos que ya no están en activo.

2. Apoyándose en cuanto existe en cada país, instituir un sistema de protección social que debería ser extendido a los religiosos y a las religiosas, como también a las mujeres de los sacerdotes casados y a sus hijos menores de edad.



 

Propositio 23

Sacerdotes casados

El celibato eclesiástico es estimado y apreciado siempre y en todas partes en la Iglesia católica, en Oriente como en Occidente. Con todo, para asegurar un servicio pastoral en favor de nuestros fieles, allá donde vayan, y para respetar las tradiciones orientales, sería augurable estudiar la posibilidad de tener sacerdotes casados fuera de los territorios patriarcales.



 

Propositio 24

Los laicos

Por el bautismo, los laicos participan en la triple función sacerdotal de Cristo, convirtiéndose en profetas, reyes y sacerdotes. El Concilio ecuménico Vaticano II reconoció el papel y la misión de los laicos en su decreto sobre el apostolado de los laicos (Apostolicam Actuositatem). El Papa Juan Pablo II convocó un sínodo sobre los laicos y publicó la Exhortación Apostólica Christifideles laici, en la cual expresa su estima por “la aportación de los fieles laicos, hombres y mujeres, en favor de la evangelización, de la santificación y de la animación cristiana de las realidades temporales” (n. 23).

Los Padres sinodales se comprometen en la misma línea, tanto más cuando en Oriente los laicos siempre han desempeñado un papel en la vida de la Iglesia. Ellos quieren darles mayor espacio en la participación en las responsabilidades de la Iglesia y animarles a ser apóstoles en su propio ambiente y a dar testimonio de Cristo en el mundo en el que viven.



 

Propositio 25

Formación de los seminaristas

Con el fin de profundizar la unidad en la diversidad, los seminaristas deberán ser formados cada uno en un seminario de su propia Iglesia, aún recibiendo la formación teológica en una facultad católica común. En ciertos lugares y por razones pastorales y administrativas es también preferible tener un solo seminario para las distintas Iglesias.



 

Propositio 26

La vida consagrada

La vida consagrada, apostólica, monástica y contemplativa, está en el corazón de la Iglesia. Los Padres sinodales manifiestan una profunda gratitus hacia las personas consagradas por su testimonio evangélico. Hacen memoria en particular de los mártires de ayer y de hoy. Recuerdan que la vida consagrada, adecuadamente renovada, sea acogida, animada e integrada cada vez más en la vida y en la misión de la Iglesia en Oriente Medio.

Nuestras Iglesias reconocen la importancia del lugar de las consagradas en la sociedad, en razón de su testimonio de fe, de su servicio desinteresado y de su aportación preciosa al “diálogo de vida”.



 

Propositio 27

Las mujeres y los niños

Nuestras Iglesias adoptarán los medios idóneos para animar y reforzar el respeto, la dignidad, el papel y los derechos de la mujer. La dedicación competente y generosa de las mujeres al servicio de la vida, de la familia, de la educación y del cuidado de la salud debe ser muy apreciada. Nuestras Iglesias favorecerán su integración y su participación en la pastoral.

Los hijos son la corona del matrimonio y un don especial para el mundo. La Iglesia católica y los padres católicos han mostrado siempre un interés particular por la salud y la educación de todos sus hijos. Se deberá hacer todo esfuerzo para salvaguardar y promover el respeto de sus derechos humanos naturales, a partir del momento de la concepción, para asegurarles los cuidados sanitarios y una educación cristiana.



 

C. Comunión con las Iglesias y las comunidades eclesiales (ad extra)



 

Propositio 28

Ecumenismo

La unidad entre todos los discípulos de Cristo en Oriente Medio es ante todo obra del Espíritu Santo. Ésta debe buscarse en un espíritu de oración, conversión del corazón, respeto, perseverancia y amor, lejos de toda desconfianza, temor o prejuicio que son obstáculo a la unidad. Auguramos ver nuestras Iglesias renovar su compromiso ecuménico a través de iniciativas prácticas:

- Sostener el Consejo de las Iglesias de Oriente Medio;

- Asegurar una formación en el Espíritu ecuménico en las parroquias, en las escuelas y en los seminarios, para que valoren las adquisiciones del movimiento ecuménico;

- Aplicar los acuerdos pastorales concluidos, allí donde existan;

- Organizar encuentros entre fieles y pastores para la oración, la meditación de la Palabra de Dios y la colaboración en todos los ámbitos;

- Adoptar una traducción árabe común del Padre Nuestro y del Símbolo niceno-costantinopolitano.

- Trabajar por la unificación de la fecha de Navidad y de Pascua.

Las Iglesias orientales católicas, viviendo la comunión con la Iglesia de Roma en la fidelidad a sus tradiciones orientales, tienen un importante papel ecuménico que desempeñar.

Los Padres sinodales animan a estas Iglesias a instaurar un diálogo ecuménico a nivel local. Recomiendan también a las Iglesias orientales católicas que se impliquen más en las comisiones internacionales de diálogo, en la medida de lo posible.



 

Propositio 29

Fiesta de los mártires

Instituir una fiesta común anual de los mártires para las Iglesias de Oriente y pedir a cada Iglesia oriental que establezca una lista de sus propios mártires, testigos de la Fe.



 



 

III. EL TESTIMONIO CRISTIANO

TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN Y DEL AMOR



 

A. La formación cristiana



 

Propositio 30

Formación

Para repsonder a las necesidades de una formación de fe viva de los adultos, nuestras Iglesias de Oriente Medio proponen la creación de Centros de catequesis donde no existen. Es necesario insistir en la formación permanente y sobre la colaboración entre las diversas Iglesias a nivel de laicos, seminarios y universidades. Todos estos Centros deberían estar abiertos a todas las Iglesias. Los catequistas en particular deben estar bien preparados con una formación idónea que tenga en cuenta los problemas y los retos actuales.

Todo bautizado debe estar preparado a dar razones de su fe en Jesucristo y tener la preocupación de proponer el Evangelio sin timidez, pero también sin provocación, La formación dentrá que ver con la celebración de los misterios, el saber, el vivir y el actuar. La homilía debe estar bien preparada, basada en la Palabra de Dios y vinvulada a la vida. Es importante que la formación implique el adiestramiento en las técnicas modrnas y en la ciencia de las comunicaciones. Los laicos deben dar firmemente testimonio de Cristo en la sociedad. Los fundamentos para ser testigos de este tipo se encuentran en las escuelas católicas que están reconocidas desde siempre como los medios más importantes de la educación religiosa para los católicos y de la formación social, de cara a la comprensión recíproca entre todos los miembros de la sociedad. A nivel universitario, animamos a la creación de una Asociación de Instituciones de Formación Superior con una atención particular a la doctrina social de la Iglesia.

[Traducción de la versión italiana por Inma Álvarez]


 

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