ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 31 de octubre de 2010

Especial

Respuestas del Papa a muchachos y una educadora de la Acción Católica

Santa Sede

El Papa presenta a un mártir del comunismo como consuelo para perseguidos

Dios siente una debilidad por las que parecen causas perdidas, asegura el Papa

Benedicto XVI evoca la herencia espiritual de su maestro, Romano Guardini

El Sínodo de Oriente Medio al servicio de todos, incluidos judíos y musulmanes

Sucumbíos, en Ecuador, espera obispo con nuevo administrador apostólico

Dios llora en la tierra

Causas y soluciones del conflicto entre musulmanes y cristianos en Nigeria

Mundo

Muertos y heridos en la liberación de una catedral de Bagdad

Canadá da gracias en Montreal por su primer santo

Análisis

Regresa el debate sobre la relación entre fe y política

Angelus

Benedicto XVI: Dios tiene un débil por quienes son considerados perdidos


Especial


Respuestas del Papa a muchachos y una educadora de la Acción Católica
En un encuentro celebrado en el Vaticano el 30 de octubre
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos las respuestas que ofreció Benedicto XVI este sábado durante un encuentro con 50 mil niños y muchachos, y con 50 mil adolescentes y jóvenes de la Acción Católica de Italia, congregados en Roma para participar en un congreso nacional que llevaba por título: "Hay algo hamás. Lleguemos a ser grandes juntos".

El Papa respondió, en la plaza de San Pedro del Vaticano, a tres preguntas planteadas respectivamente por un muchacho de la Acción Católica, una jovencita y una educadora.

--Muchacho de la Acción Católica: Santidad, ¿qué significa ser grandes? ¿Qué tengo que hacer para crecer siguiendo a Jesús? ¿Me puede ayudar?

--Benedicto XVI: ¡Queridos amigos de la Acción Católica Italiana!

¡Me siento feliz de poder encontrarme con vosotros, tan numerosos, en esta hermosa plaza, y os doy las gracias de corazón por vuestro afecto! Dirijo a todos mi bienvenida. En particular, saludo al presidente, el profesor Franco Miano, y al asistente general, monseñor Domenico Sigalini. Saludo al cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, a los demás obispos, sacerdotes, educadores, y padres que han querido acompañarnos.

He escuchado la pregunta del muchacho de la Acción Católica. La respuesta más hermosa sobre lo que significar ser grandes la lleváis todos escrita en vuestras camisetas, en las gorras, en las pancartas: "Hay algo más". Este eslogan vuestro, que no conocía, me hace reflexionar. ¿Qué hace un niño para ver si está creciendo? Compara su altura con la de sus compañeros; e imagina que llega a ser más alto para sentirse más grande.

Cuando yo era un muchacho de vuestra edad, era uno de los más pequeños de la clase. Y ello me llevaba a querer ser grande un día. Y no sólo en estatura, sino que quería hacer algo grande, algo más de mi vida, aunque no conocía este eslogan "hay algo más". Crecer en altura implica que "hay algo más". Os lo dice vuestro corazón, que quiere tener muchos amigos, que está contento cuando se porta bien, cuando sabe que está dando una alegría al papá y a la mamá, pero sobre todo cuando encuentra un amigo insuperable, buenísimo y único, que es Jesús. Vosotros sabéis todo lo que Jesús quería a los niños y muchachos. Un día muchos niños como vosotros se acercaron a Jesús, pues se había establecido entre ellos un buen entendimiento, y en su mirada percibían el reflejo del amor de Dios; pero había también adultos que, por el contrario, se sentían molestos por esos niños. A vosotros también os sucede que, mientras estáis jugando, mientras os divertís con los amigos, los grandes os piden que no molestéis... Pues bien, Jesús reprendía precisamente a esos adultos y les decía: dejad aquí a todos estos muchachos, porque en su corazón se encuentra el secreto del Reino de Dios. De este modo, Jesús enseñó a los adultos que también vosotros sois "grandes" y que los adultos deben custodiar esta grandeza, la grandeza de tener un corazón que ama a Jesús.

Queridos niños, queridos muchachos: ser "grandes" significa amar mucho a Jesús, escucharle y hablar con él en la oración, encontrarle en los sacramentos, en la santa Misa, en la Confesión; quiere decir conocerle cada vez más y darlo a conocer a los demás; quiere decir estar con los amigos, incluidos los más pobres, enfermos, para crecer juntos. Y la Acción Católica forma parte de ese "hay más", pues no amáis solos a Jesús, sois muchos, lo podemos ver también esta mañana, sino que os ayudáis los unos a los otros; pues no queréis dejar que ningún amigo se quede solo, sino que todos queréis decir con fuerza que es hermoso tener a Jesús por amigo; y es hermoso ser amigos de Jesús juntos, ayudados por vuestros padres, sacerdotes, animadores.

Así seréis grandes de verdad, no sólo porque vuestra estatura aumenta, sino porque vuestro corazón se abre a la alegría y al amor que Jesús os da. Y así uno se abre a la verdadera grandeza, que es vivir en el gran amor de Dios, que es también vivir el amor por los amigos. Esperemos y recemos para crecer en este sentido, para encontrar ese "algo más" y ser verdaderamente personas con un corazón grande, amigos de un Amigo grande, como Jesús, que nos da su grandeza también a nosotros.

--Una jovencita: Santidad, nuestros educadores de la Acción Católica nos dicen que para llegar a ser grandes hay que aprender a amar, pero con frecuencia nos perdemos y sufrimos en nuestras relaciones, en nuestras amistades, en nuestros primeros amores. Pero, ¿qué significa amar hasta el fondo? ¿Cómo podemos aprender a amar de verdad?

--Benedicto XVI: Es una gran cuestión. Es muy importante, diría fundamental, aprender a amar, a amar de verdad, aprender el arte del verdadero amor. En la adolescencia uno se detiene ante el espejo y se da cuenta de que está cambiando. Pero mientras uno se mira a sí mismo, no crece nunca. Llegáis a ser grandes cuando no dejáis que el espejo sea la única verdad sobre vosotros mismos, sino cuando dejáis que os la digan quienes son vuestros amigos. Llegáis a ser grandes si sois capaces de hacer de vuestra vida un don para los demás, cuando no os buscáis a vosotros mismos, sino que os entregáis a vosotros mismos: esta es la escuela del amor. Ahora bien, este amor debe enriquecer ese "algo más" que hoy gritáis a todos. "¡Hay algo más!". Como ya os he dicho, cuando yo era joven también quería algo más de lo que me presentaba la sociedad y la mentalidad de aquella época. Quería respirar aire puro, sobre todo deseaba un mundo hermoso y bueno, como lo había querido para todos nuestro Dios, el Padre de Jesús. Y comprendí cada vez más que el mundo se hace hermoso y bueno si se conoce esta voluntad de Dios y si el mundo corresponde a esta voluntad de Dios, que es la auténtica luz, la belleza, el amor, que da sentido al mundo.

Es verdad: no podéis y no debéis adaptaros a un amor reducido a mercadeo, que se consume sin respeto de uno mismo ni de los demás, incapaz de castidad y de pureza. Eso no es libertad. Mucho del "amor" propuesto por los medios de comunicación, en Internet, no es amor, sino egoísmo, cerrazón. Os da la ilusión de un momento, pero no os hace felices, no os hace grandes, os ata como una cadena que sofoca los pensamientos y sentimientos más bellos, los auténticos empujes del corazón, esa fuerza insuprimible que es el amor, y que encuentra en Jesús su máxima expresión y en el Espíritu Santo la fuerza y el fuego que encienda vuestras vidas, vuestros pensamientos, vuestros afectos. Ciertamente cuesta también sacrificio vivir de manera verdadera el amor, sin renuncias no se avanza por este camino, pero estoy seguro de que vosotros no tenéis miedo del cansancio de un amor comprometido y auténtico. ¡Es el único que al fin y al cabo da la verdadera alegría! Hay una prueba que os demuestra si vuestro amor crece bien: si no excluís de vuestra vida a los demás, sobre todo a vuestros amigos que sufren y están solos, las personas que atraviesan dificultades, y si abrís vuestro corazón al gran Amigo, que es Jesús. También la Acción Católica os enseña los caminos para aprender el auténtico amor: la participación en la vida de la Iglesia, de vuestra comunidad cristiana, amar a vuestros amigos del grupo de la Acción Católica, la disponibilidad ante los coetáneos que encontráis en el colegio, en la parroquia, o en otros ambientes, la compañía de la Madre de Jesús, María, que sabe custodiar vuestro corazón, guiaros por la senda del bien. En la Acción Católica tenéis muchos ejemplos de amor genuino, hermoso, verdadero: el beato Pier Giorgio Frassati, el beato Alberto Marvelli; amor que llega incluso al sacrificio de la vida, como la beata Pierina Morosini y la beata Antonia Mesina.

Jóvenes de la Acción Católica, aspiráis a metas grandes, pues Dios os da la fuerza. Ese "algo más" significa ser muchachos y jóvenes que deciden amar como Jesús, ser protagonistas de su propia vida, protagonistas en la Iglesia, testigos de la fe entre los de vuestra edad. Ese "algo más" es la formación humana y cristiana que experimentáis en la Acción Católica, que une vida espiritual, fraternidad, testimonio público de la fe, comunión eclesial, amor por la Iglesia, colaboración con los obispos y los sacerdotes, amistad espiritual. "Llegar a ser grandes juntos" habla de la importancia de formar parte de un grupo, de una comunidad, que os ayudan a crecer, a descubrir vuestra vocación y a aprender el verdadero amor. Gracias.

--Una educadora: Santidad, ¡qué significa hoy ser educadores? ¿Cómo afrontar las dificultades que encontramos en nuestro camino? Y, ¿que hay que hacer para que todos se asuman el cuidado del presente y el futuro de las nuevas generaciones? Gracias.

--Benedicto XVI: Es una gran pregunta. Lo vemos en esta situación problemática de la educación. Diría que ser educadores significa albergar una alegría en el corazón y comunicarla a todos para hacer bella y buena la vida; significa ofrecer razones y metas para el camino de la vida, ofrecer la belleza de la persona de Jesús y hacer que se enamoren de Él, de su estilo de vida, de su libertad, de su gran amor lleno de confianza en Dios Padre. Significa sobre todo buscar siempre la meta de ese "algo más" que nos viene de Dios. Esto exige un conocimiento personal de Jesús, un contacto personal, diario, amoroso con Él en la oración, en la meditación de la Palabra de Dios, en la fidelidad a los sacramentos, la Eucaristía, la Confesión; exige comunicar la alegría de estar en la Iglesia, de tener amigos con los que compartir no sólo las dificultades, sino también las bellezas y sorpresas de la vida de fe.

 

Vosotros sabéis bien que no sois los dueños de los niños y de los muchachos, sino servidores de su alegría en nombre de Jesús, guías hacia Él. Habéis recibido un mandato de parte de la Iglesia para realizar esta tarea. Cuando ofrecéis vuestra adhesión a la Acción Católica os decís a vosotros mismos y decís a todos que amáis a la Iglesia, que estáis dispuestos a ser corresponsables con los pastores de su vida y de su misión, en una asociación que se entrega por el bien de las personas, por sus caminos de santidad y por los vuestros, por la vida de las comunidades cristianas en la cotidianidad de su misión. Sois buenos educadores si sabéis involucrar a todos en el bien de los más jóvenes. No podéis ser autosuficientes, sino que debéis hacer experimentar la urgencia de la educación de las nuevas generaciones a todos los niveles. Sin la presencia de la familia, por ejemplo, corréis el riesgo de construir sobre la arena; sin una colaboración con la escuela no se forma una inteligencia profunda de la fe; sin una participación de los diferentes agentes del tiempo libre y de la comunicación vuestra paciente obra corre el riesgo de no ser eficaz, de no incidir en la vida diaria. Yo estoy seguro de que la Acción Católica está bien arraigada en el territorio y tiene la valentía de ser sal y luz. Vuestra presencia aquí, esta mañana, no sólo me dice a mí sino a todos que es posible educar, que es cansado pero hermoso infundir entusiasmo a los muchachos y jóvenes. Tened valentía, audacia para que ningún ambiente quede privado de Jesús, de su ternura, que hacéis experimentar con vuestra misión de educadores a todos, incluidos a los más necesitados y abandonados.

Queridos amigos, al final os agradezco por haber participado en este encuentro. Me gustaría quedarme más tiempo con vosotros, porque cuando estoy rodeado de mucha alegría y entusiasmo ¡yo también me lleno de alegría! ¡Me siento rejuvenecido! Pero lamentablemente el tiempo pasa rápidamente y otros me están esperando. Sin embargo mi corazón está con vosotros. Queridos amigos, os invito a proseguir por vuestro camino, a ser fieles a la identidad y a la finalidad de la Acción Católica. La fuerza del amor de Dios puede realizar grandes cosas en vosotros. Os aseguro que os recuerdo a todos en mi oración y os encomiendo a la materna intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia, para que como ella podáis testimoniar que "hay algo más", la alegría de una vida llena de la presencia del Señor ¡Gracias a todos de corazón!

[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

©Libreria Editrice Vaticana]



 

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Santa Sede


El Papa presenta a un mártir del comunismo como consuelo para perseguidos
El obispo Szilárd Bogdánffy fue beatificado este domingo en Rumanía
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI presentó este domingo a Szilárd Bogdánffy, obispo y mártir de tiempos del comunismo rumano, como consuelo para los que hoy son perseguidos a causa del Evangelio.

Al concluir la oración mariana del Ángelus, el pontífice se unió espiritualmente a todos los que participaron, en la localidad rumana de Oradea Mar, en la beatificación del prelado, nacido en Kálmánd, Hungría, el 29 de octubre de 1911, y fallecido en la cárcel rumana de Nagyenyed, el 2 de octubre 1953.

"Cuando tenía 38 años, fue consagrado obispo en la clandestinidad y luego fue arrestado por el régimen comunista de su país, Rumanía, con la acusación de conspiración. Después de cuatro años de sufrimientos y humillaciones, murió en la cárcel", recordó el Papa.

"¡Demos gracias a Dios por este heroico pastor de la Iglesia que siguió al Cordero hasta el final! Que su testimonio consuele a todos los que también hoy son perseguidos a causa del Evangelio", deseó.

La beatificación, presidida por el cardenal Peter Erdö, primado de Hungría en cuanto arzobispo de Estztergom-Budapest, y actualmente presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, se celebró en Oradea, pues esa diócesis esperaba al obispo como pastor tras su ordenación, pero su arresto tuvo lugar un mes y medio después de la consagración episcopal.

Según explicó el cardenal Erdö en la homilía de la celebración eucarística, la persecución comunista no cambió su capacidad para amar y ésta es la enseñanza de vida que sigue dejando hoy día a una época "tan cansada, y en el fondo decepcionada".

Al mismo tiempo, el cardenal Erdö subrayó que "la beatificación del obispo mártir Szilárd Bogdánffy rompe el silencio de muchas décadas e inaugura con la majestad y la fuerza misteriosa de la liturgia el culto público de esos numerosos testigos, que sufrieron como mártires y confesores por la verdad de Cristo y de la Iglesia", en Rumanía.

Recordó que el año pasado fue beatificado el obispo mártir Zoltán Meszlényi, de Hungría, "primer mártir reconocido de esa época".

"En las cárceles se encontraron ancianos y jóvenes, rumanos y húngaros. Les bastaban pocas palabras para comprenderse, porque tenían en común la fe y la esperanza", recordó.

El arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, quien será creado cardenal el 20 de noviembre, afirma que quien arrestó a monseñor Bogdánffy "no estaba movido por motivos objetivos, sino por el odio a la fe. Se le quiso obligar con todos los medios a abjurar de su fe católica".

El prelado italiano recuerda: "La gente decía que en el campo de trabajos forzados de Capul Midia sólo había una puerta, la de entrada. Era un verdadero infierno: poca comida, maltratos continuos, falta de descanso (no se podía dormir tumbado, sino sólo apoyado en los lados de la cama", interrogatorios agotadores (con frecuencia duraban hasta 82 horas sin interrupción), frío, suciedad".

"Todo estaba programado para aniquilar psicológica y físicamente a los detenidos --concluye el futuro cardenal--. Obviamente la acusación de alta traición o de espionaje presentada contra el obispo Bogdánffy no contaba con ningún apoyo concreto. Meses después fue llevado a la prisión de Nagyenyed, a la celda número 120. Para entonces ya estaba demasiado debilitado físicamente tras años de sufrimientos y torturas. Enfermo de neumonía, le negaron la atención médica".

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Dios siente una debilidad por las que parecen causas perdidas, asegura el Papa
Meditación sobre el evangelio de Zaqueo
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI aseguró que Dios siente un débil por los pecadores al comentar, durante el encuentro dominical con miles de peregrinos, el pasaje que presentaba la liturgia de ese día: la conversión de Zaqueo, un recaudador de impuestos del emperador romano.

"Dios no excluye a nadie, ni a pobres y ni a ricos. Dios no se deja condicionar por nuestros prejuicios humanos, sino que ve en cada uno un alma que hay que salvar, y le atraen especialmente aquellas almas que son consideradas perdidas y que así lo creen ellas mismas", afirmó el Papa dirigiéndose desde la ventana de su estudio a los miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro.

Este era precisamente el caso de Zaqueo, el jefe de los publicanos de Jericó, importante ciudad en el río Jordán, despreciado por sus compatriotas judíos por su falta de honestidad, quien al recibir la visita de Jesús en su ciudad le recibió en su casa.

Sabiendo que la gente criticaría su decisión de visitar la casa de un "pecador público", Jesús "quiso arriesgar y ganó la apuesta", aseguró el Papa. "Zaqueo, profundamente impresionado por la visita de Jesús, decide cambiar de vida, y promete restituir el cuádruple de lo que ha robado".

"Jesucristo, encarnación de Dios, ha demostrado esta inmensa misericordia, que no le quita nada a la gravedad del pecado, sino que busca siempre salvar al pecador, ofrecerle la posibilidad de rescate, de volver a comenzar, de convertirse", añadió el Papa, quien recordó que en otro pasaje del Evangelio, Jesús afirma que es muy difícil para un rico entrar en el Reino de los cielos.

El Papa concluyó la meditación sobre el Evangelio, que normalmente ofrece a los peregrinos todos los domingos a mediodía, reconociendo que "¡Zaqueo acogió Jesús y convirtió, pues Jesús había sido el primero en acogerle!"

"No le había condenado, sino que le había respondido a su deseo de salvación". Por eso invitó a rezar para recibir la gracia de experimentar "la alegría de recibir la visita del Hijo de Dios, de quedar renovados por su amor, y transmitir a los demás su misericordia".

Dirigiéndose luego a los peregrinos latinoamericanos y españoles, el Papa añadió en su idioma: "Delante de Dios no hay nadie demasiado pequeño. Todos podemos acoger al Señor en nuestras vidas y dejarnos transformar por él".

 



 

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Benedicto XVI evoca la herencia espiritual de su maestro, Romano Guardini
Lo importante es la verdad sobre Dios y el ser humano, sintetiza
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Al final lo que cuenta es la verdad sobre Dios y sobre el ser humano, aseguró Benedicto XVI al recoger la lección de vida que ha dejado uno de sus admirados maestros, el teólogo Romano Guardini.

El pontífice trazó el perfil de una de las figuras intelectuales más importantes de la Iglesia católica en el siglo XX (nació en 1885, en Verona, Italia, y falleció en 1968, en Munich) al recibir este viernes a los participantes del Congreso patrocinado por la Fundación "Romano Guardini", dedicado al análisis de la "herencia espiritual e intelectual" del estudioso italo-alemán. Las palabras del Papa en alemán han sido publicadas posteriormente este sábado por la Santa Sede.

"Al teólogo no le interesaba conocer algo o multitud de cosas; él quería conocer la verdad de Dios y la verdad sobre el hombre", descubrir qué significaba la visión cristiana del mundo, aclaró Joseph Ratzinger, evocando a uno de sus maestros que más huella le han dejado.

"Y esta era la orientación de sus enseñanzas que causó impacto entre nosotros, los jóvenes de entonces; de hecho, no deseábamos conocer una explosión de todas las opiniones que existían dentro o fuera de la cristiandad, porque nosotros queríamos conocer lo que es. Y en él encontramos a alguien que, sin temor y al mismo tiempo con toda la seriedad del pensamiento crítico, se planteaba esta pregunta y nos ayudaba a seguir el pensamiento".

Aunque la verdad de Dios "no es abstracta o trascendente, sino que se encuentra en una concreción viva, la figura de Jesús", a veces incluso el hombre más dispuesto "no siempre" comprende "lo que dice Dios". Entonces, es necesario "un correctivo, y en ello consiste el intercambio con el prójimo".

"Guardini era un hombre de diálogo. Sus obras, sin excepción, nacieron de un diálogo sobre todo interior. De la apertura del Hombre hacia la verdad, para Guardini surge un ethos, un fundamento para nuestro comportamiento moral en relación con nuestro prójimo, como exigencia de nuestra existencia. Precisamente porque el hombre puede encontrar a Dios, puede actuar tendiendo al bien".

Guardini, afirma el Papa, fue también un pedagogo sensible para los jóvenes. Sus ideales de autodeterminación, responsabilidad, sinceridad interior, los purificaba y los profundizaba enseñando que la "libertad es verdad" y que el hombre es verdadero si lo es según su naturaleza que conduce a Dios.


 

Por otra parte, con su acompañamiento a los jóvenes, Guardini buscó también un nuevo acercamiento a la liturgia.

"El redescubrimiento de la liturgia era para él redescubrimiento de la unidad entre espíritu y cuerpo en la totalidad del hombre completo. De hecho, la actitud litúrgica es siempre actitud física y espiritual. La oración se amplía con la acción física y comunitaria y de esta forma la unidad se abre a toda la realidad".

El obispo de Roma concluyó reflexionando sobre "la perenne actualidad de la relación entre la fe y el mundo", centro del pensamiento del teólogo.

"Guardini veía en la universidad la sede de la búsqueda de la verdad. Pero ello sólo puede materializarse si la universidad está libre de cualquier manipulación y de cualquier implicación política o de otro género. Hoy más que nunca, en un mundo globalizado y fragmentado, es necesario que se lleve adelante esta exigencia", concluyó.

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El Sínodo de Oriente Medio al servicio de todos, incluidos judíos y musulmanes
Según aclara el portavoz vaticano en respuesta a interpretaciones políticas
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- El Sínodo de los Obispos de Oriente Medio, celebrado en el Vaticano del 10 al 24 de octubre, constituye un servicio para todos, no sólo para los católicos, sino también para judíos y musulmanes, considera el portavoz vaticano.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, responde en el último editorial del semanario "Octava Dies", del Centro Televisivo Vaticano, a quienes han tratado de dar una lectura meramente política a esa inédita cumbre eclesial.

"¿Qué pide el Sínodo en su Mensaje a los gobernantes de los pueblos de Oriente Medio?", comienza preguntándose el sacerdote. Que los cristianos "puedan gozar de todos los derechos de ciudadanía, de libertad de conciencia y de culto, de libertad en el campo de la enseñanza y de la educación y en el uso de los medios de comunicación' porque 'son ciudadanos nativos y auténticos, leales a su patria y fieles a todos sus deberes nacionales".

Y sigue preguntando el portavoz vaticano: "¿Qué dice el Sínodo a la comunidad internacional?". La reivindicación sinodal fue: "condenamos la violencia y el terrorismo, de cualquier origen, y todo extremismo religioso. Condenamos toda forma de racismo, el antisemitismo, el anticristianismo y la fobia al Islam, e invocamos a las religiones a asumir sus responsabilidades en la promoción del dialogo de las culturas y de las civilizaciones en nuestra región y en todo el mundo.

El padre Lombardi recuerda, en respuesta a acusaciones procedentes de judíos o musulmanes, que "las intervenciones del representante judío, del sunní y del chií fueron aplaudidas, acogidas con atención y disponibilidad".

"Los miembros del Sínodo se han expresado con gran libertad, presentando con lealtad y serenidad el marco global de la situación de sus comunidades eclesiales", sigue diciendo.

"Ciertamente --reconoce el portavoz--, se ha tratado de una asamblea con raíces profundas en una tierra golpeada por tensiones y problemas dramáticos, pero la naturaleza eclesial de esta asamblea, su motivación religiosa, espiritual, la ha hecho capaz de elevarse a una perspectiva mas alta, a una mirada animada de aquel realismo de la esperanza que nace de la fe vivida en esta nuestra historia".

Lombardi concluye deseando que todos reconozcan esta naturaleza del Sínodo, que no es política ni puede entenderse en clave poítica, para que "pueda dar sus frutos, sobretodo para la Iglesia, pero también para todos los pueblos de Oriente Medio". Y subraya: "¡Todos!".



 

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Sucumbíos, en Ecuador, espera obispo con nuevo administrador apostólico
El Papa acepta la renuncia del carmelita español monseñor Gonzalo López Marañón
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha aceptado la renuncia, por límite de edad, presentada por monseñor Gonzalo López Marañón, carmelita descalzo español de 77 años, vicario apostólico de Sucumbíos, en Ecuador, según ha informado este sábado la Oficina de Información de la Santa Sede.

Según ha informado la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana el Papa ha nombrado como administrador apostólico del vicariato, mientras se encuentra vacante la sede Sucumbíos, al padre Rafael Ramón Ibarguren Schindler, EP, actual capellán y asistente espiritual del colegio Heraldos del Evangelio Internacional de Asunción en Paraguay.

El padre Rafael Ramón Ibarguren Schindler, EP, nació el 26 de junio de 1952 en Buenos Aires (Argentina); fue ordenado diácono el 8 de diciembre de 2004 en Avezzano (Italia) y sacerdote  el 15 de junio de 2005 en la Basílica del Carmen en Sao Paulo (Brasil).  Pertenece a la sociedad clerical de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli.

Realizó sus estudios de filosofía y teología en Sao Paulo- Brasil; obtuvo la licenciatura canónica en Teología Moral con énfasis en Doctrina Social de la Iglesia  y el doctorado en Teología en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.

A lo largo de su ministerio sacerdotal, el padre Rafael Ramón Ibarguren Schindler, ha desempeñado  los siguientes cargos pastorales:

--Desde 2005: Presidente de la Hermandad Centroamericana de los Heraldos del Evangelio, con sede en San José de Costa Rica.

--2001-2007: Responsable local de los Heraldos del Evangelio y coordinador de la pastoral con la Arquidiócesis de Managua, Nicaragua. Capellán del colegio Pureza de María de Managua.  Miembro del Consejo Consultivo del Hospital de la Mujer Bertha Calderón de Managua; Animación de retiros y charlas para jóvenes en Guatemala, el Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica;

--2002-2008: Colaborador regular de la página de opinión del periódico La Prensa, Nicaragua.

..2007-2009: Asistente espiritual de la Asociación Salvadme Reina de Fátima (España).

--Desde 2009: Consiliario de la Federación Mundial  de las Obras Eucarísticas de la Iglesia- Asociación Fieles de Derecho Pontificio y administrador parroquial de la  Parroquia de Archicollar Camarenilla en Toledo, España.

--Desde 2010: Capellán y asistente espiritual del Colegio Heraldos del Evangelio Internacional de Asunción, Paraguay.



 

 


 

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Dios llora en la tierra


Causas y soluciones del conflicto entre musulmanes y cristianos en Nigeria
Entrevista con el padre Godfrey Igwebuike Onah
ROMA, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- El conflicto entre musulmanes y cristianos en Nigeria, que en ocasiones estalla en algunos de sus estados, tiene causas que no son religiosas, sino más bien educativas y políticas, asegura el vicerrector de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma.

Por este motivo, el padre Godfrey Igwebuike Onah, sacerdote nigeriano que vive en la actualidad en Roma, considera en esta entrevista que si se quieren resolver los enfrentamientos hay que afrontar sus raíces, y promover la amistad y el diálogo entre creyentes de diferentes religiones, como lo están haciendo algunos de los máximos representantes religiosos.

--Padre, Nigeria tiene una población de cerca de 150 millones y, en su mayoría, los musulmanes están en el norte y los cristianos en el sur. En las últimas décadas ha habido varios enfrentamientos violentos entre musulmanes y cristianos. ¿Cuál es la situación sobre el terreno en el norte de Nigeria?

--Padre Onah: En primer lugar, tenemos que destacar que las estadísticas en Nigeria son algo muy complicado porque en Nigeria desde el inicio esto se politizó. Ya en tiempos coloniales, puesto que la asignación y distribución de recursos siempre estaba ligada al número, la gente intentó manipular los números para reflejar y exigir ventajas, por lo que es difícil hablar sobre la distribución de las poblaciones de los diversos grupos en Nigeria.

Se suele hablar de que la mayoría de los musulmanes están en el norte y los cristianos en el sur, pero tenemos que tener en cuenta también que muchos de los habitantes del sur son inmigrantes, comerciantes itinerantes y trabajadores del gobierno. Así que muchos de los cristianos del sur están en el norte y también un buen número de habitantes del norte son cristianos. Esto se olvida con frecuencia, sobre todo en la zona de Zaria y Kaduna; hay un buen número de nativos cristianos, no solo emigrantes. Dicho esto, tenemos que saber que hay musulmanes en el suroeste de Nigeria.

--El problema parece estar en el norte. ¿Por qué entonces, si también hay musulmanes en el sur?

--Padre Onah: Sí, la situación en el norte ha sido siempre volátil. Está ligado a la historia del país. Algunos historiadores afirman que, hacia el siglo XI, los reyes y emperadores del norte --teníamos reinos y emperadores en el norte de Nigeria-- tuvieron contactos a través del comercio y las peregrinaciones con eruditos islámicos. Algunos de ellos se volvieron musulmanes e incluso construyeron mezquitas en Egipto y en otros lugares como centros de estudio.

Este tipo de intercambio siguió y el Islam se extendió por el norte de Nigeria en fechas muy tempranas, pero en el siglo XIX sucedió algo particular: se extendió el islam a través de la yihad de Usman dan Fodio y, desde entonces, el islam se asoció con diversas formas de violencia, sobre todo cuando es políticamente ventajoso para quienes la llevan a cabo.

Los nigerianos normales, musulmanes, cristianos o creyentes en las religiones tradicionales, han aprendido a vivir juntos. Recientemente, los políticos han explotado el desencanto de la gente local para crear problemas.

--¿Puede señalar qué motiva esta violencia?

--Padre Onah: Creo que sería presuntuoso para cualquier persona ponerse a dar lecciones; sólo pueden enumerarse una serie de factores que contribuyen a la violencia. Por supuesto, el primer factor diría que es histórico; histórico, en cuanto que se concibió la idea de mezclar más de 350 nacionalidades étnicas y formar con ellas un nuevo estado moderno llamado Nigeria, y no se intentó crear, de estas nacionalidades étnicas, un pueblo. ¿Qué significa ser nigeriano para un nigeriano típico de hoy? Este es el motivo histórico.

Y junto a éste está el hecho de que la educación no ha llegado de modo uniforme a la población. Una gran mayoría de jóvenes musulmanes del norte siguen sin recibir educación, si por educación entendemos el tipo de educación escolar occidental. Tienen la educación islámica que, por supuesto, muchos de ellos consideran como la única forma verdadera de educación. Si es así, muchos de los jóvenes no educados o poco educados dependerán de lo que sus líderes religiosos les digan,. Los cambios económicos en Nigeria han dejado en la pobreza a algunos de ellos, pero no sólo en el norte, sino en todas partes de Nigeria. Hay mucha gente joven enfadada y desencantada, y los políticos y el gobierno, que se enriquecen todos los días, manipulan a diario a esta gente.

Hay también un enfrentamiento entre varias tendencias musulmanas en África. Me refiero, por ejemplo, a influencias de Libia, Arabia Saudita e Irán; cada uno de estos grupos quiere dominar porque todos piensan que Nigeria es un país estratégico no sólo por el petróleo, sino por la población para África. Querrían, en la medida de lo posible, financiar a grupos, movimientos que tuvieran aspiraciones islámicas, pero también sabemos que dentro del mundo musulmán no hay un grupo homogéneo, así que a menudo también hay luchas internas entre los musulmanes, antes incluso de desembocar contra los no musulmanes.

Así que están los políticos, los religiosos, los económicos y los sociales, son muchos factores. Pero pienso que alguien podría decir que, si no conocemos la causa, ni siquiera seremos capaces de empezar a sugerir soluciones. Creo que parte de la causa es la falta de un impulso adecuado a los programas dirigidos a los jóvenes.

--La ley de la sharia, o ley islámica, se ha introducido en 12 de los 36 estados de Nigeria. ¿Qué significa la sharia en sí? ¿Qué implica para los cristianos que viven en un contexto de mayoría musulmana donde se aplica?

--Padre Onah: Este es otro ejemplo de manipulación política de un fenómeno religioso. Ya en 1946, cuando se elaboró la constitución de Nigeria, el país se dividió entonces en tres regiones y esta división se mantuvo en las constituciones de 1954 y 1958. ¿Qué significa esto? En 1958, los gobiernos de las regiones ya tenían algo de autonomía regional y parte de esta autonomía incluía la autonomía legislativa. Los gobiernos regionales tenían el poder de hacer leyes, y así se introdujo la sharia en los estados del norte.

No tengo documentos para verificar esto, pero estaba claro que esto se hizo pensando en los musulmanes. En algún momento después, especialmente durante la era militar, se hizo normal que algunos intentaran imponer la sharia para dar la apariencia de representar los intereses de los musulmanes, y es entonces cuando la sharia se convirtió en un problema para los cristianos. No olvidemos que, para el típico musulmán nigeriano, muchos de los problemas, o de los efectos negativos de la modernización, suelen asociarse a los cristianos, porque para ellos Europa es como decir cristiano.

--Ante los episodios de violencia entre musulmanes y cristianos, el arzobispo Kaigama de Jos pidió diálogo, diálogo de vida. ¿Es a esto a lo que usted se refiere cuando dice: tenemos que encontrar una base común?

--Padre Onah: El diálogo de vida ya está teniendo lugar en muchas partes de Nigeria; en muchas familias hay cristianos y musulmanes, y por supuesto el islam y el cristianismo no son las únicas religiones de Nigeria. Hay otras. Están las religiones tradicionales y, en ocasiones, las relaciones con la religión tradicional son más difíciles sobre todo en el sur, porque el entramado cultural está entretejido con la religión tradicional, y ser capaz de separar cultura de religión no es tan fácil, y a veces es causa de tensión. Pero hay que dar tiempo a la paciencia, al diálogo y a la escucha.

Lo positivo que se está dando en Nigeria entre religiones parece deberse en buena medida a los líderes: el sultán de Sokoto y el arzobispo de Abuja, presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria, son muy buenos amigos y comprenden que no hay necesidad de este tipo de enfrentamiento, y así se avanza. En ocasiones parece que entre las personas normales sólo saben gritarse unos a otros y nadie escucha y, desgraciadamente, los cristianos se van, pero han emergido también elementos radicales en el cristianismo, especialmente entre el pentecostalismo agresivo.

--Con todas estas corrientes económicas, políticas, de corrupción, de intereses, ¿hay esperanza de que esto acabe?

--Padre Onah: Si no tuviera esperanza no sería cristiano y, además, si no tuviera esperanza no sería un nigeriano típico. Los nigerianos no se rinden fácilmente. Somos un pueblo muy resistente; si no fuera así no nos habríamos rebelado contra nuestro gobierno hace tiempo. Repito, necesitamos una clase política responsable.

La ausencia total de gobierno en ocasiones ha sido la responsable de esta violencia en la que los jóvenes se han tomado la justicia por su mano. No es fácil para una comunidad salir de una crisis surgida de un malentendido religioso, no es fácil pero tampoco es imposible. Así que creo que el camino es la educación, aunque esto signifique cosas diferentes para los diversos grupos religiosos.

Esta entrevista fue realizada por Mark Riedemann para "Dios llora en la Tierra", un programa semanal radiotelevisivo producido por la Catholic Radio and Television Network en colaboración con la organización católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.



 

Más información en www.ain-es.orgwww.aischile.cl   



 

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Mundo


Muertos y heridos en la liberación de una catedral de Bagdad
La iglesia siro-católica, víctima de un ataque terrorista
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Ha concluido con la muerte de al menos siete secuestrados (diez, según otras fuentes), la liberación de la catedral siro-católica de Bagdad, que había sido tomada este domingo por un comando terrorista.

En el asalto de rescate, en el que participaron fuerzas de seguridad estadounidenses e iraquíes, han muerto también los secuestradores (entre cuatro y siete, según diferentes fuentes), así como varios iraquíes que participaron en la liberación. Al cierre de esta edición, las cifras no eran todavía oficiales.

Entre los fallecidos, además de una niña, se encuentran dos sacerdotes, los padres Thair Sad-alla Abd-al y Waseem Sabeeh Al-Kas Butrous, según ha confirmado el servicio de información católico iraquí Baghdadhope.

Las primeras informaciones hablan de unos 30 heridos. Se ha confirmado que entre los fallecidos en la catedral de Nuestra Señora del Perpetuo socorro hay una niña.

El arzobispo siro-católico de Mosul, monseñor Georges Casmoussa, he revelado que los terroristas formaban parte de la organización Estado Islámico de Irak, quienes habían pedido la liberación de algunos de sus compañeros detenidos en prisiones de Irak y Egipto.

La catedral siro-católica de Bagdad, junto a otros cinco lugares de culto cristianos, había sufrido un atentado terrorista el 1 de agosto de 2004, en el que habían muerto al menos doce personas.

Monseñor Shlemon Warduni, obispo auxiliar del patriarcado caldeo de Bagdad, ha reconocido que "se trata de una gran catástrofe, algo injusto e inconsciente. Rezamos para que Dios ilumine las mentes y los corazones de los terroristas, que deberían pensar en el bien de la gente y de sus propias familias, en vez de seguir estos caminos que no son de Dios, sino del demonio".

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, había declarado durante el secuestro que desde el Vaticano se estaba siguiendo muy de cerca la evolución de la situación.

Fallece un obispo

Monseñor Warduni ha confirmado a Baghdadhope el fallecimiento, esta mañana, de monseñor Petrus Harbouli, obispo caldeo de Zakho, que ha mediados de septiembre había sufrido un derrame cerebral.

La ceremonia fúnebre de monseñor Harbouli se celebrará en Zakho, pero ni el cardenal Mar Emmanuel III Delly, patriarca de la Iglesia caldea, ni el mismo monseñor Warduni podrán participar, pues "en estos momentos trágicos queremos estar cerca de la Iglesia siro-católica" en la capital.



 



 

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Canadá da gracias en Montreal por su primer santo
50 mil personas en el estadio olímpico recuerdan al hermano André
MONTREAL, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org-El Observador).- En el estadio que sirviera de sede a los juegos olímpico de Montreal en 1976, más de 50 mil personas encabezadas por el cardenal Jean-Claude Turcotte, arzobispo de la ciudad, agradecieron a Dios el que el Papa Benedicto XVI canonizara al primer santo de Canadá, el hermano André, el pasado 17 de octubre en la Plaza de san Pedro del Vaticano.

Con cientos de jóvenes de todas las parroquias de la diócesis de Montreal y personas discapacitadas cerca del altar, así como la presencia del primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y el primer ministro de la provincia de Quebec, Jean Charest, la eucaristía dio inicio a las 2 de la tarde con casi 60 obispos que vinieron de toda la nación.

Con el canto de entrada que decía en su estrofa "Dios, te alabamos, Señor, te aclamamos en la gran procesión de todos los santos", la Iglesia de Canadá conmemoraba la bendición de sus mártires, beatos y santos que han dado vida a su nación, y el último de ellos y hasta ahora el primer varón nacido en Canadá, es el santo cuyo nombre de pila era Alfred Bessette (1845 -1937).

En la homilía el cardenal Turcotte dijo que el hermano André, quien murió antes de los profundas transformaciones de los  sesentas que afectaron a la sociedad y la Iglesia canadiense, era una persona de otra época, pero que la Iglesia no canoniza jamás únicamente por lo que fue, sino quecanoniza por lo que esa persona tiene que mostrar a las mujeres y hombres de hoy.

¿Qué nos tiene que mostrar el hermano André hoy?, preguntó el Cardenal, comentando que en su tiempo fue reconocido como hacedor de grandes milagros y que tuvo la audacia de construir en Mont-Royal el más grande oratorio dedicado a san José.

Hoy (el hermano André) nos dice y muestra que la vida es hermosa y fructífera cuando se configura para escuchar y servir a los demás, indicó el purpurado canadiense.

El hermano André, continuó, era un hombre de escucha y compasión, que dejó a pobres y ricos acercarse a él, e iba a encontrarse con aquellos que no podían llegar a él, y después de escuchar consolaba, oraba por ellos y les pedía confiar en Dios, en María y con fervor él oraba a san José.

Por la mañana el padre Charles Corso de la Congregación de Santa Cruz contaba en el portentoso oratorio de San José, a un grupo de periodistas invitados por el Ministerio de Turismo de Québec, que el hermano André, quien era solamente un portero analfabeto en su congregación religiosa, llegaba a recibir diariamente 300 personas, que iban a buscarlo para confiarle sus desgracias y sufrimientos le solicitaban oración, y él escuchaba a todos y les dedicaba tiempo y oraba con ellos.

El amor a san José hizo que el santo hermano André construyera la más grande basílica en Canadá y la más grande basílica en todo el mundo dedicada a san José. Y no sólo eso, sino que es considerado como uno de los "arquitectos" de la Iglesia católica de Montreal, por la forma que edificó sobre la Roca principal, que es Cristo, la fe de los habitantes de la zona.

El oratorio de san José de Mount-Royal, basílica consagrada el 17 de octubre de 2004 y que ha pasado por diferentes etapas desde su inicio, en 1904, recibe dos millones de peregrinos y visitantes cada año, y es un destino para buscar paz y consuelo a través de san José y san André.

El padre Claude Grou, c.s.c., rector del oratorio, habló en exclusiva con Zenit-El Observador al finalizar la misa de acción de gracias y nos comentó que la devoción a san José por parte del santo hermano André se debía principalmente al hecho de que su familia y su madre -a quien perdió a los doce años-- eran muy devotos de este santo, padre adoptivo de Jesús, y que también la Congregación de Santa Cruz tiene como devoción particular el amor a san José.

San José es el patrono de Canadá y una figura clave para los trabajadores del país, continuó el Padre Grou. Y ante la pregunta de por qué es significativo y atrayente el hermano André no sólo para católicos, sino para cristianos no católicos y de otras religiones, el rector del oratorio respondió que el hermano André fue un hombre sencillo, un hombre de la gente, una persona con la que la población se siente identificada y por eso la gente lo quiere tanto.

La transmisión en vivo de la misa fue seguida en todo Canadá por 2 millones de personas a través de la televisión e Internet.

Actualmente la Congregación de Santa Cruz, a la cual el hermano André pertenecía, tiene más de 1600 miembros que trabajan en la educación, en parroquias y otros tipos de servicio a la comunidad, con un carisma enfocado en la justicia social. Sus miembros están activos en 16 países y 4 continentes: África, América, Asia y Europa.

La Congregación  de Santa Cruz anima espiritualmente el Oratorio de San José de Mount-Royal en Montreal,fundado por el Hermano André, donde se encuentra su tumba y un relicario que custodia y expone su corazón.

 

Más información en www.saint-joseph.org

 

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Análisis


Regresa el debate sobre la relación entre fe y política
Ante la inminencia de las elecciones en los Estados Unidos
ROMA, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Con las elecciones norteamericanas cada vez más cerca, vuelven a estallar el debate sobre las relaciones Iglesia-Estado y las creencias religiosas de los candidatos.

Los expertos han especulado sobre el modo en que la afiliación religiosa afectará a los votantes, especialmente con asuntos tan controvertidos como la reforma sanitaria y los cambios de las leyes de inmigración todavía frescos.

A principios de este mes los siete obispos católicos del Estado de Nueva York publicaban una declaración para ayudar a la gente a valorar a qué candidatos convenía votar. Los católicos, afirmaban, deben juzgar los temas políticos a través de la lente de la fe y no guiarse sólo por el propio interés o la lealtad a un partido.

Los obispos mencionaban algunos temas, desde los relacionados con la vida a la guerra y a la paz y la educación. Es raro, admitían, encontrar un candidato que esté de acuerdo con la Iglesia en todas las materias, pero no todas tienen el mismo peso.

Tras recomendar el documento del 2008 "Formar las Conciencias de los Ciudadanos Creyentes", publicado por los obispos de Estados Unidos, los prelados de Nueva York indicaban: "El derecho inalienable a vivir de toda persona humana inocente pesa más que otros preocupaciones en las que los católicos pueden usar su juicio prudente, tales como afrontar mejor las necesidades de los pobres o aumentar el acceso para todos a la sanidad".

Animaban a los católicos a tomarse tiempo para estudiar las posiciones de los candidatos y concluían con una lista de preguntas que la gente debería hacerse antes de decidir a quién votar.

La cuestión del impacto de la fe en la política ha sido un tema al que ha hecho alusión en varias ocasiones recientes Benedicto XVI. En un mensaje el 12 de octubre al cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el Papa afirmaba que es necesario que la política y la sociedad se guíen por la consideración del bien común.

Los valores cristianos son útiles no sólo para determina aquello que abarca este bien común, hacen una aportación indispensable, añadía.

Una nueva generación de políticos

En el mensaje enviado con motivo de la Semana Católica Social Italiana, Benedicto XVI pedía una nueva generación de católicos que se presentara y se mostrara activa en política. Esta participación debería basarse en una sólida formación intelectual y moral que permitiera la formación de principios éticos basados en verdades fundamentales, de manera que las decisiones no se basaran en el egoísmo, la avaricia o la ambición personal.

En un momento en que los políticos suelen caer en el desprecio o en el ridículo, el Pontífice indicaba que: "el comportamiento socio político, con los recursos y actitudes espirituales que exige, sigue siendo una alta vocación, a la que la Iglesia invita a responder con humildad y determinación".

En cuanto al papel de la Iglesia, el Papa afirmaba que: "la Iglesia católica tiene un legado de valores que no son cosas del pasado, sino que constituyen una realidad muy viva y actual, capaz de ofrecer una pauta creativa para el futuro de una nación".

Este mensaje lo escribía el Papa tras su importante discurso sobre las relaciones Iglesia Estado durante su reciente visita a Escocia e Inglaterra. Dirigiéndose a los políticos y líderes en el Westminster Hall de Londres, el Papa mantenía que la religión no es un problema que tengan que resolver los legisladores, sino que tiene una aportación vital que hacer a la política.

El Santo Padre señalaba lo inadecuado de basar el futuro de una nación en consideración a corto plazo de mera naturaleza política y animaba a sus oyentes a considerar la importancia de la dimensión ética de hacer política.

Esta dimensión ética no tiene que depender de una fe particular, sino que puede basarse en la formulación de la razón de los principios morales objetivos. No es como si la religión impusiera sus creencias, sino que ayuda a guiar la razón hacia el descubrimiento de los principios éticos. Por tanto, observaba el Papa, la religión necesita la asistencia de la razón para guardarse de formas distorsionadas de religión, como el sectarismo y el fundamentalismo.

La religión tiene un papel legítimo en la vida pública, indicaba el Pontífice, y no debería ser marginada.

"Este es el porqué sugeriría que el mundo de la razón y el mundo de la fe - el mundo de la racionalidad secular y el mundo de la creencia religiosa - necesita uno del otro y no deben temer entrar en un profundo y constante diálogo, para el bien de nuestra civilización", concluía.

Sólo unos días después, Benedicto XVI había expresado puntos de vista similares al nuevo embajador alemán. En su discurso del 13 de septiembre, el Papa observaba que, si se abandona la fe en un Dios personal, la diferencia entre el bien y el mal se oscurece. Esto conduce a que las acciones se dirijan por consideraciones de interés personal y poder político.

Fundamentos de la relación fe cristiana y política

Los cristianos convencidos dan testimonio a la sociedad de que es legítimo un orden de valores. En este sentido, el cristianismo tiene un papel fundamental, "al poner los fundamentos y formar las estructuras de nuestra cultura", explicaba el Papa.

Lamentaba la creciente tendencia a eliminar los conceptos cristianos de matrimonio y de familia de la conciencia de la sociedad. El Papa señalaba que la Iglesia no puede dar su aprobación a iniciativas legislativas que aprueben modelos alternativos a la vida matrimonial y familiar.

Haciendo referencia al campo de la biotecnología y la medicina, afirmaba que lo que se necesita es una cultura de la persona fundada en la ley natural que proteja y defienda contra las violaciones de la dignidad humana.

Este sólido fundamento proporciona una defensa contra la tendencia al relativismo, un peligro contra el que el Papa ha advertido en numerosas ocasiones. Volvía a hablar sobre esto en un discurso el 8 de septiembre a los miembros de la Mesa de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.

Es imprescindible, declaraba, defender la validez universal del derecho a la libertad religiosa. Si los valores, derechos y deberes no tienen un fundamento objetivo racional, no pueden ofrecer una guía a las instituciones internacionales.

La fe cristiana es una fuerza positiva en la búsqueda de una fundamentación para estos derechos en la dignidad natural de la persona, ayudando a la razón a buscar una base para esta dignidad, comentaba el Papa.

La contribución de la religión

En estas últimas declaraciones sobre el papel de la religión en la política el Papa ha hecho referencia a su encíclica de 2009 "Caritas in veritate". En aquel documento rechazaba que la afirmación de que la Iglesia interfiere en la política: "Tiene una misión de verdad que cumplir en todo tiempo y circunstancia a favor de una sociedad a medida del hombre, de su dignidad y de su vocación" (número 9).

Refiriéndose al desarrollo de las naciones, Benedicto XVI denigraba la promoción de la indiferencia religiosa o el ateísmo como algo que obstaculiza nuestro verdadero desarrollo, porque hace imposible que los países se beneficien de vitales recursos espirituales y humanos. Los países desarrollados económicamente exportan en ocasiones su visión reductiva de la persona humana a los países pobres, señalaba.

Si la sociedad prescinde de la aportación de la religión, puede caer en el error de prestar demasiada atención a las preguntas sobre "cómo", y no el suficiente a las muchas cuestiones del "por qué" que subyacen a la actividad humana, advertía el Papa. "Cuando predomina la absolutización de la técnica se produce una confusión entre los fines y los medios, el empresario considera como único criterio de acción el máximo beneficio en la producción; el político, la consolidación del poder; el científico, el resultado de sus descubrimientos" (número 71).

Para evitar esto es necesario que el cristianismo tenga un lugar en la vida pública y que se unan razón y fe, purificándose una a la otra, explicaba el Papa (número 56). Si no tiene lugar este diálogo la humanidad pagará un enorme precio. Algo digno de recordar la próxima vez que alguien diga que la religión debe quedarse fuera de la política.

Por el padre John Flynn, L. C., traducción de Justo Amado

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Angelus


Benedicto XVI: Dios tiene un débil por quienes son considerados perdidos
Intervención con motivo del Ángelus
CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 31 de octubre de 2010 (ZENIT.org).- Publicamos la intervención de Benedicto XVI al rezar este domingo la oración mariana del Ángelus junto a miles de peregrinos congregados en la plaza de San Pedro del Vaticano.



 

* * *



 



 

Queridos hermanos y hermanas:

El evangelista san Lucas presta una atención particular al tema de la misericordia de Jesús. En su narración, encontramos algunos episodios que destacan el amor misericordioso de Dios y de Cristo, quien afirma que no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores (Cf. Lucas 5,32). Entre las narraciones de Lucas, se encuentra la de la conversión de Zaqueo, que presenta la liturgia de este domingo. Zaqueo es un "publicano", es más, el jefe de los publicanos de Jericó, importante ciudad en el río Jordán. Los publicanos eran los recaudadores de los impuestos que los judíos debían pagar al emperador romano, y por este motivo eran considerados pecadores públicos. Además, aprovechaban con frecuencia su posición para hacer chantaje y sacar dinero a la gente. Por este motivo, Zaqueo era muy rico, pero despreciado por sus conciudadanos. Por tato, cuando Jesús, al atravesar Jericó, se detuvo precisamente en casa de Zaqueo, suscitó un escándalo general. El Señor, sin embargo, sabía muy bien lo que hacía. Por así decir quiso arriesgar y ganó la apuesta: Zaqueo, profundamente impresionado por la visita de Jesús, decide cambiar de vida, y promete restituir el cuádruple de lo que ha robado. "Hoy ha llegado la salvación a esta casa", dice Jesús y concluye: "el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido".

Dios no excluye a nadie, ni a pobres y ni a ricos. Dios no se deja condicionar por nuestros prejuicios humanos, sino que ve en cada uno un alma que hay que salvar, y le atraen especialmente aquellas almas que son consideradas perdidas y que así lo creen ellas mismas. Jesucristo, encarnación de Dios, ha demostrado esta inmensa misericordia, que no le quita nada a la gravedad del pecado, sino que busca siempre salvar al pecador, ofrecerle la posibilidad de rescate, de volver a comenzar, de convertirse. En otro pasaje del Evangelio, Jesús afirma que es muy difícil para un rico entrar en el Reino de los cielos (Cf. Mateo 19, 23). En el caso de Zaqueo, vemos precisamente que lo que parece imposible se realiza: "Él entregó su riqueza e inmediatamente quedó sustituida por la riqueza del Reino de los cielos", comenta san Jerónimo (Homilía sobre el Salmo 83, 3). Y san Máximo de Turín añade: "Las riquezas son un alimento para los necios para la deshonestidad; sin embargo, para los sabios son una ayuda para la virtud; a éstos se les ofrece una oportunidad para la salvación, en el caso de los otros provoca un traspiés que les arruina" (Sermones, 95).

Queridos amigos, ¡Zaqueo acogió Jesús y convirtió, pues Jesús había sido el primero en acogerle! No le había condenado, sino que le había respondido a su deseo de salvación. Pidamos a la Virgen María, modelo perfecto de comunión con Jesús, que experimentemos la alegría de recibir la visita del Hijo de Dios, de quedar renovados por su amor, y transmitir a los demás su misericordia.

[Tras rezar el Ángelus, el Papa añadió en italiano:]

Ayer, en la catedral de Oradea Mare, en Rumania, el cardenal Peter Erdö proclamó beato a Szilárd Bogdánffy, obispo y mártir. En 1949, cuando tenía 38 años, fue consagrado obispo en la clandestinidad y luego fue arrestado por el régimen comunista de su país, Rumanía, con la acusación de conspiración. Después de cuatro años de sufrimientos y humillaciones, murió en la cárcel. ¡Demos gracias a Dios por este heroico pastor de la Iglesia que siguió al Cordero hasta el final! Que su testimonio consuele a todos los que también hoy son perseguidos a causa del Evangelio.

[El Papa dirigió su saludó en varios idiomas. En español, dijo:]

Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española. Os animo a salir al encuentro de Jesús que, como nos ha enseñado el evangelio de este domingo con el ejemplo de Zaqueo, quiere llenarnos de alegría y darnos la salvación. Delante de Dios no hay nadie demasiado pequeño. Todos podemos acoger al Señor en nuestras vidas y dejarnos transformar por él. Que la Virgen María nos ayude a intensificar nuestro amor a Dios. Feliz domingo.



 

[Traducción del original italiano realizada por Jesús Colina

©Libreria Editrice Vaticana]

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