1.11.10

Cuando ir a Misa es un peligro

A las 7:27 PM, por Luis Fernando
Categorías : Sobre el autor, Actualidad
 

Ser católico en España es muy fácil. Aunque si el zapaterismo, o cualquier sucedándeo, se prolonga durante mucho tiempo lo mismo llega el día en que no pueda decir esto, de momento nada nos impide profesar nuestra fe. Si queremos ir a misa todos los domingos vamos. Si queremos ir a diario, también. Llegamos, participamos de la liturgia, comulgamos si no estamos en pecado mortal y nos volvemos a casa dando gracias a Dios por las bendiciones recibidas.

En Iraq no ocurre así. Allí ir a Misa puede ser lo último que hagas en esta vida. Es lo que les ha ocurrido a dos sacerdotes -algunas fuentes hablan de tres- y un grupo de fieles en Bagdad. Estaban celebrando el sacrificio eucarístico cuando unos terroristas miserables entraron pegando tiros, asesinando a los sacerdotes y secuestrando al resto.

Cuando las fuerzas de seguridad iraquíes, con alguna ayuda de las tropas norteamericanas que quedan allá, entraron a liberar a los secuestrados, la masacre fue tremenda. 58 muertos y decenas de heridos.

Supongo que entre los muertos estarán algunos de los terroristas, que ahora mismo deben de estar pudriéndose en el infierno. Los sacerdotes y fieles muertos quizás no sean considerados oficialmente como mártires, pero es obvio que murieron por asistir al templo a dar culto a Dios en una tierra donde tal hecho tiene mucho peligro.

Se dice que los cristianos iraquíes viven hoy peor que en tiempos de Sadam pero no tengo la menor intención de debatir -ni de que se debata aquí- sobre lo que ha ocurrido en ese país en la última década. El terrorismo de corte islámico ataca a los cristianos allá donde puede. Pero también ataca a los musulmanes que no se pliegan a sus deseos. Es sabido de atentados suicidas a la salida de algunas mezquitas.

Lo que sí pido es que dediquemos un buen espacio en nuestras oraciones para pedir al Señor por aquellos de nuestros hermanos a los que su fe les pone ante una situación vital crítica. Ellos saben muy bien lo que quería decir San Pablo en 2ª Tim 3,12: “Y todos los que aspiran a vivir piadosamente en Cristo Jesús, sufrirán persecuciones".

Es lo menos que podemos hacer por ellos. Además de alabar su ejemplo y su fidelidad a Dios.

Luis Fernando Pérez Bustamante