El Papa pide a los fieles que recen por su viaje a España

Benedicto XVI viene a España «como testigo de Cristo Resucitado»

 

Durante la audiencia habitual de cada miércoles, el Papa pidió ayer a los fieles que recen por su próximo viaje pastoral a España. Anunció que visitará «Santiago de Compostela, uniéndome así a los peregrinos que llegan hasta los pies del Apóstol en este Año Santo», y «Barcelona, donde tendré la alegría de dedicar el maravilloso templo de la Sagrada Familia, obra del genial arquitecto Antoni Gaudí». Benedicto XVI añadió: «Voy como testigo de Cristo Resucitado, con el deseo de llevar a todos su Palabra, en la que pueden encontrar luz para vivir con dignidad y esperanza para construir un mundo mejor».

04/11/10 8:10 AM


 

(RV/InfoCatólica) Según ha difundido Radio Vaticano, después de dedicar su catequesis de la audiencia general de ayer a santa Margarita de Oingt, el Santo Padre ha pedido que se le acompañe con la oración durante el próximo fin de semana, en que peregrinará a Santiago de Compostela –el sábado– para luego, ese mismo día por la tarde trasladarse a Barcelona, donde -el domingo- dedicará el Templo de la Sagrada Familia.

Santa Margarita d’Oingt

Siguiendo el camino emprendido en las últimas audiencias, Benedicto XVI dedicó la catequesis de ayer a santa Margarita d’Oingt, nacida a mitad del siglo XIII en la región de Lyon. Una santa cuya espiritualidad, aseguró el Papa, “nos introduce en la espiritualidad de los cartujos, la misma que san Bruno vivió y le propuso. Mujer muy cultivada, de gran equilibrio y de fino discernimiento, Margarita fue una notable priora que supo conjugar su vida espiritual con el servicio a sus hermanas y a la comunidad”. “Gran mística, consideraba las riquezas de este mundo como mísera pobreza, desprendiéndose de todo lo que tenía para dedicarse por completo al Señor”.

Con inteligencia y cordura, Margarita d’Oingt “concibió toda su vida como un camino de purificación hasta la plena configuración con Cristo”. Este es el Libro -decía- que debe ser escrito en el corazón y en la vida de cada uno de nosotros para fijar y profundizar en la presencia divina. Ardiente en sus deseos, la santa francesa fue realista frente a sus límites: “ella nos enseña que cada persona humana esta llamada a construir con Dios una maravillosa historia de amor”. “De la contemplación del amor de Cristo por nosotros, nace la fuerza y la alegría de responder también con el mismo amor, poniendo nuestras vidas al servicio de Dios y los demás.