14.11.10

Un cardenal sin medias tintas

A las 12:36 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Cardenales
 

Juan Sandoval Iñiguez no es un cardenal de medias tintas. El arzobispo de Guadalajara es un personaje que no se preocupa por lo “políticamente correcto” y, más bien, prefiere decir las cosas como son. Por eso dejó en claro que el jefe de gobierno de la Ciudad de México, el izquierdista Marcelo Ebrard, pretende colgarse de él para hacerse publicidad como precandidato presidencial de 2012.

Desde que en agosto pasado el político del Partido de la Revolución Democrática lo demandó por supuesto daño moral el purpurado guardó silencio hasta el viernes último cuando, en exclusiva, habló con un servidor sobre el tema. Dijo fuerte y claro que las denuncias en su contra son parte de una maniobra política fallida.

Todo se originó en pleno verano a causa de unas firmes declaraciones de Sandoval en las cuales acusó al jefe de Gobierno de haber “maiceado” a los magistrados de la Suprema Corte de Justicia de México para que el máximo tribunal avalase la adopción de menores por parte de “matrimonios” homosexuales. La prensa tradujo la palabra “maicear” directamente en “corromper” y el choque de trenes estaba servido.

Así Ebrard vio la oportunidad, se pretendió erigir en paladín del laicismo radical primero exigiendo al purpurado una disculpa pública y después presentando tres denuncias en su contra. La controversia no tuvo vuelta atrás.

En sus declaraciones Sandoval dijo estar seguro que saldrá bien librado de los procesos jurídicos a su cargo los cuales, por cierto, son tres. Dos ya se respondieron y un tercero será evacuado en los próximos días.

Él (Ebrard) lo que quiere es colgarse de mí para hacerse figura pública y aspirar a la presidencia de la República, eso es lo que quiere. Le va a salir el tiro por la culata, la opinión de la gente es totalmente contraria, he sentido el apoyo donde quiera, no sólo de los católicos de Guadalajara, sino también los de todo México”, dijo.

“Yo no quiero entrar en discusión con este hombre, por eso no he dicho nada públicamente, pero ya se contestaron dos de las demandas y una no correspondía. Estoy totalmente tranquilo, voy a salir sin ningún problemas de este asunto y sigo para adelante“, aseguró.

Doble razón tiene el cardenal: resulta evidente que el jefe de Gobierno pretende convertir su “cruzada por el laicismo” en una plataforma desde la cual ganar consensos electorales y que esa estrategia es tan volátil como peligrosa.

La historia ha dado múltiples lecciones al respecto. Stalin preguntó “¿cuántos ejércitos tiene el Papa?”, hoy el comunismo soviético no existe y El Vaticano sigue tan campante. El jefe máximo y ex presidente de México, Plutarco Elías Calles, pensó que quitando todo apoyo institucional a la Iglesia esta desaparecería; obtuvo como resultado una insurrección llamada “Guerra Cristera” en la cual murieron cientos de mártires, semillas de nuevos católicos.

Tampoco está equivocado cuando dice que ha recibido apoyo de todos los sectores eclesiásticos, que han cerrado filas ante la agresión laicista porque todavía, para el pueblo mexicano, la investidura de cardenal significa algo… más bien significa mucho.

Serafines susurran.- Que el cardenal Juan Sandoval Íñiguez se encuentra en Roma desde el martes pasado y extenderá su estancia hasta el 23 de noviembre próximo. Dos citas lo obligaron a viajar al Vaticano y perderse la asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM): la plenaria del Pontificio Consejo de la Cultura y el Consistorio público durante el cual Benedicto XVI creará 24 nuevos purpurados.

El arzobispo tapatío es miembro del consejo de la Cultura y como tal participó de su reunión ,que se extendió desde el miércoles 10 al sábado 13, cuando el Papa recibió a todos los participantes en audiencia privada.

El próximo viernes 19 de noviembre Sandoval participará de una jornada de reflexión convocada por el obispo de Roma y en la cual deberían participar además los purpurados Norberto Rivera Carrera, arzobispo de la Ciudad de México y Francisco Robles Ortega, arzobispo de Monterrey. En el encuentro Ratzinger quiere tocar con todo el Colegio Cardenalicio varios temas de gran actualidad: la libertad religiosa en el mundo, la liturgia de la Iglesia hoy, la relación con los anglicanos y la crisis por los sacerdotes pederastas.

Durante su estancia en la capital italiana el cardenal atenderá otros pendientes importantes, entre otras cosas se reunirá con el prefecto de la Congregación para los Obispos, Marc Oullet -del cual es gran amigo- para tocar el tema de su renuncia y su sucesión.