20.11.10

El Pensador

 

La respuesta a la pregunta del título es NO, en todos los casos.

La finalidad de este post es ayudar a los que tienen interés por aclararse sobre el significado de cada uno de estos términos. Para ello voy a utilizar principalmente textos de la Declaración sobre la eutanasia, de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (2002).

Dignidad humana. Se trata de un concepto que se utiliza de dos modos distintos y contrapuestos. La dignidad es un punto de partida tras el reconocimiento de que estamos ante un ser humano. En el segundo modo la dignidad es un punto de llegada tras comprobar que ese ser humano tiene algunas características como calidad de vida, conciencia, etc.

Morir dignamente. De acuerdo con el concepto primero de dignidad consiste en ser tratado de acuerdo con la dignidad de la persona humana, hasta el fallecimiento. O, en el segundo caso, considerar que se pierde la dignidad, cuando la vida no tiene la calidad estándar prefijada, o no se va a tener conciencia por tiempo indefinido.

Cuidados paliativos. Enfoque que busca mejorar la calidad de vida de pacientes y familias que se enfrentan a los problemas asociados con enfermedades amenazantes para la vida. Procura la prevención y alivio del sufrimiento por medio de la identificación, evaluación y tratamiento del dolor y otros problemas, físicos, psicológicos y espirituales (OMS).

Cuidados paliativos y morir dignamente. En el ámbito del pensamiento las convicciones siempre deben ser respetadas. Sin embargo, la filosofía de los cuidados paliativos no puede ser neutral a la hora de definir la dignidad del ser humano en su relación con la calidad de vida. Defendemos la consideración de la dignidad del paciente en situación terminal como un valor independiente del deterioro de su calidad de vida. Cuando en términos coloquiales se habla de unas condiciones de vida indignas, las que son indignas son las condiciones o los comportamientos de quienes las consienten, pero no la vida del enfermo.

Sedación en la agonía. Empleo de analgésicos o sedantes en la dosis necesaria para el alivio de los síntomas (entre los que el dolor suele tener un gran protagonismo) que provocan sufrimiento y deterioran la calidad de vida del enfermo en situación terminal, aunque se pudiera ocasionar indirectamente un adelanto del fallecimiento.

Eutanasia. El término eutanasia en su sentido etimológico (buena muerte) prácticamente ha dejado de tener uso social. Entendemos que el significado actual del término eutanasia se refiere a la conducta (acción u omisión) intencionalmente dirigida a terminar con la vida de una persona que tiene una enfermedad grave e irreversible, por razones compasivas y en un contexto médico. Cuando se habla de una ley de eutanasia se está hablando de una legislación según la cual no existiría impedimento legal, bajo determinadas condiciones, para esta práctica dentro del ejercicio de la medicina, en contra de lo que ha sido su ética tradicional.

Obstinación médica (ensañamiento o encarnizamiento). Entendemos por obstinación, ensañamiento o encarnizamiento médico aquellas prácticas médicas con pretensiones diagnósticas o terapéuticas que no benefician realmente al enfermo y le provocan un sufrimiento innecesario, generalmente en ausencia de una adecuada información. Nos encontramos ante una conducta que siempre se ha considerado y se sigue considerando como contraria a la ética profesional.

Renuncia a tratamientos. La persona con una enfermedad grave, probablemente irreversible o de muy difícil curación, puede optar por los tratamientos que en su medio se consideren proporcionados, pudiendo rechazar responsablemente medios excepcionales, desproporcionados o alternativas terapéuticas con probabilidades de éxito dudosas. Esta actitud del paciente debe ser respetada y no puede confundirse con una conducta suicida.

¿Cuidados paliativos y eutanasia? En el ámbito del pensamiento las convicciones siempre deben ser respetadas. Sin embargo, la filosofía de los cuidados paliativos no puede ser neutral a la hora de definir la dignidad del ser humano en su relación con la calidad de vida. Es por ello que defendemos la consideración de la dignidad del paciente en situación terminal como un valor independiente del deterioro de su calidad de vida. De lo contrario, estaríamos privando de dignidad y de valor a personas que padecen graves limitaciones o severos sufrimientos psicofísicos, y que justamente por ello precisan de especial atención y cuidado. Cuando en términos coloquiales se habla de unas condiciones de vida indignas, las que son indignas son las condiciones o los comportamientos de quienes las consienten, pero no la vida del enfermo. Es en esta corriente de pensamiento solidario, poniendo la ciencia médica al servicio de enfermos que ya no tienen curación, donde echa sus raíces y se desarrolla la tradición filosófica de los cuidados paliativos. En otras palabras, se trata de dar la atención técnica y humana que necesitan los enfermos en situación terminal, con la mejor calidad posible y buscando la excelencia profesional, precisamente porque tienen dignidad.

La pregunta clave: ¿Se trata de ayudar a morir, o ayudar cuando un persona se está muriendo?

Otros textos:

Sedación en la agonía (OMC)
Cuidados paliativos: Recomendaciones de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos
.
Declaración sobre la eutanasia de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos