ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 1 de diciembre de 2010

Santa Sede

Heridos en la catedral sirocatólica de Bagdad, recibidos por el Papa

El Papa afirma la importancia de la clausura en la Iglesia

Santa Sede a la OSCE: luchar contra la discriminación de los cristianos

El Papa revela lo que diferencia a las obras de caridad cristianas

La Santa Sede no tiene una postura oficial sobre los transgénicos

El Papa pide oraciones por la Iglesia en China

“Reevangelizar el mundo secularizado”: prédica de Adviento en el Vaticano

Mundo

Grupos radicales impiden al cardenal Rouco hablar en la universidad

Bartolomé I: la unidad en el amor debe serlo también en la fe y la verdad

Cáritas pide a los gobiernos que actúen contra el cambio climático

Oratorio musical en antesala de la Jornada Mundial de la Juventud

Bolivia: El Gobierno de Morales pretende que la Iglesia pague impuestos

El desinterés mundial amenaza a la lucha contra el sida según jesuitas de África

Próximo encuentro de Taizé: se esperan 30.000 jóvenes en Rotterdam

Audiencia del miércoles

Benedicto XVI: Juliana de Norwich y el amor divino

Documentación

Intervención del cardenal Bertone en la cumbre de la OSCE


Santa Sede


Heridos en la catedral sirocatólica de Bagdad, recibidos por el Papa
Benedicto XVI ofrece “cercanía, consuelo y oración” a todos los expatriados iraquíes
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI recibió privadamente este miércoles a un grupo de heridos del atentado terrorista contra los fieles reunidos en la celebracíón eucarística el 31 de octubre pasado, en la catedral sirocatólica de Bagdad, Iraq.

La noticia fue confirmada a ZENIT por el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede Federico Lombardi SI, en una declaración en la que explica que los heridos fueron recibidos por el Papa “aparte, en la salita, tras la audiencia” general celebrada en el Aula Pablo VI.

El portavoz vaticano precisó que “había una cincuentena de personas”.

Veintiséis personas heridas en la masacre de la catedral sirocatólica de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fueron hospitalizadas en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma.

En total, los heridos acogidos en el hospital romano son dieciséis mujeres, tres niños y siete varones, que se trasladaron desde Bagdad por vía aérea, junto a veintiún familiares

Como ya informó ZENIT en su momento, mientras se celebraba la misa, un grupo de hombres armados irrumpieron en la catedral de rito sirocatólico. El balance del atentado fue de cincuenta y ocho muertos y más de cien heridos, a consecuencia también del  intento de las fuerzas iraquíes de liberar a los fieles, mantenidos como rehenes durante cinco horas.

Al encuentro con el Papa de este miércoles, asistió también el arzobispo Filoni, que “ya había ido a visitar a los heridos al Gemelli hace unos días, tras su llegada, y que se siente especialmente cercano al pueblo y a los cristianos iraquíes, ya que fue nuncio en Iraq durante la época más dramática del conflicto”, informó el padre Lombardi (ver: http://www.zenit.org/article-37334?l=spanish).

“El Papa saludó a todos uno a uno y dijo algunas palabras improvisadas de cercanía, consuelo y oración –subrayó el portavoz vaticano--. Ellos le enseñaron las fotografías de algunas víctimas del atentado”.

El padre Lombardi explicó que “hubo un ulterior modo de manifestar la gran cercanía y preocupación del Papa y de la Iglesia universal por la suerte de los cristianos, no sólo en Iraq sino en las otras zonas de Medio Oriente y del mundo, en las que son víctimas de violencia e injusticia”.

La hospitalización de las víctimas iraquíes, organizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano en colaboración con el Policlínico Universitario Gemelli, por invitación del secretario de Estado vaticano cardenal Tarcisio Bertone, siguió a la de setenta y dos heridos trasladados desde Bagdad a París, Francia, tras la citada masacre.

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El Papa afirma la importancia de la clausura en la Iglesia
Dedica su catequesis a la eremita y mística inglesa Juliana de Norwich
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI expresó hoy su reconocimiento y estima a los hombres y mujeres que se retiran a la vida contemplativa, durante la catequesis que pronunció durante la Audiencia General.

El Papa quiso subrayar la importancia de esta vocación dentro de la Iglesia, al hablar de una nueva santa medieval, Juliana de Norwich, escritora y mística inglesa del siglo XIV.

“Las mujeres y los hombres que se retiran para vivir en compañía de Dios, precisamente gracias a esta decisión suya, adquieren un gran sentido de compasión por las penas y debilidades de los demás”, afirmó el Papa.

Estas personas son “amigas y amigos de Dios”, “disponen de una sabiduría que el mundo, del que se alejan, no posee, y con amabilidad la comparten con aquellos que llaman a sus puertas”.

Ante los fieles congregados en el Aula Pablo VI, el Papa aseguró su “admiración y reconocimiento” a los monasterios de clausura, “que, hoy más que nunca, son oasis de paz y de esperanza, precioso tesoro para toda la Iglesia, especialmente al recordar la primacía de Dios y la importancia de una oración constante e intensa para el camino de fe”.

De esto es ejemplo Juliana, que tras unas revelaciones místicas, se retiró como anacoreta a una celda cerca de la iglesia de san Julián de Norwich, explicó el Papa.

“Podría sorprendernos e incluso dejarnos perplejos esta decisión de vivir 'recluida', como se decía en sus tiempos”, aunque Juliana no fuese una excepción: “en aquellos siglos un número considerable de mujeres optó por este tipo de vida, adoptando reglas elaboradas a propósito para ellas”, explicó el Papa.

Las anacoretas o “reclusas”, dentro de su celda, se dedicaban a la oración, a la meditación y al estudio. “De esta forma, maduraban una sensibilidad humana y religiosa finísima, que las hacía veneradas por la gente”, añadió.

Esta, subrayó el Pontífice, “no era una decisión individualista; precisamente con esta cercanía al Señor maduraba en ella también la capacidad de ser consejera para muchos, de ayudar a cuantos vivían en dificultad en esta vida”.

Amor divino

Juliana de Norwich es conocida por una única obra, las Revelaciones del Amor divino, que tuvo durante una enfermedad que la llevó al borde de la muerte.

“Fue el propio Señor quien, quince años después de estos acontecimientos extraordinarios, le reveló el sentido de esas visiones”, la revelación del “amor divino”, explicó el Papa.

Este libro “contiene un mensaje de optimismo fundado en la certeza de ser amados por Dios y de ser protegidos por su Providencia”.

El tema del amor divino “vuelve a menudo en las visiones de Juliana de Norwich quien, con una cierta audacia, no duda en compararlo también al amor materno”.

“Este es uno de los mensajes más característicos de su teología mística. La ternura, la solicitud y la dulzura de la bondad de Dios hacia nosotros son tan grandes, que a nosotros peregrinos en la tierra nos evocan el amor de una madre por sus propios hijos”, afirmó.

El propio Catecismo de la Iglesia Católica, subrayó Benedicto XVI, “recoge las palabras de Juliana de Norwich cuando expone el punto de vista de la fe católica sobre un argumento que no deja de constituir una provocación para todos los creyentes: Si Dios es sumamente bueno y sabio, ¿por qué existen el mal y el sufrimiento de los inocentes?”

Precisamente, apuntó, “los santos, se plantean esta pregunta. Iluminados por la fe, nos dan una respuesta que abre nuestro corazón a la confianza a la esperanza: en los misteriosos designios de la Providencia, también del mal sabe sacar Dios un bien más grande, como escribió Juliana de Norwich”.

“Si entregamos a Dios, a su inmenso amor, los deseos más puros y más profundos de nuestro corazón, nunca seremos decepcionados. 'Y todo estará bien', 'todo será para bien'”, concluyó el Papa.

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Santa Sede a la OSCE: luchar contra la discriminación de los cristianos
Intervención del cardenal Bertone en la cumbre que se celebra en Kazajstán
ASTANÁ, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, animó a la OSCE a combatir la discriminación que sufren actualmente los cristianos.

Lo hizo al intervenir este miércoles en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) que se está celebrando en Astaná (Kazajstán).

“Nuestros contemporáneos han aprendido mucho de los excesos del pasado, y han comprendido que creer en Dios, practicando la religión y uniéndose a los demás en expresar la propia fe, no es una concesión otorgada por el Estado, sino un verdadero derecho fundado en la dignidad misma de la persona humana”, afirmó el purpurado.

Por desgracia -lamentó, citando el discurso del Papa del pasado 17 de septiembre en Westminster Hall-, se observa una 'creciente marginación de la religión, en particular del cristianismo, que está dándose en algunos ámbitos, incluso en naciones que atribuyen a la tolerancia un gran valor'”.

“La idea de la religión como forma de alienación está desmentida por la constatación de que los creyentes representan un eje fundamental a favor del bien común”, afirmó, indicando que se “puede con derecho esperar de las religiones una contribución eficaz a la cohesión social, a la seguridad y a la paz”.

“La vida religiosa, como factor importante para la vida social y cultural de los países, no está amenazada sólo por restricciones vejatorias, sino también por el relativismo y por un falso secularismo, que excluye la religión de la vida pública”, añadió.

En este sentido, destacó la importancia que tiene para los creyentes “participar libremente en el debate público para presentar así una visión del mundo inspirada por su fe” y dijo que “de esta forma contribuyen al crecimiento moral de la sociedad en la que viven”.

El cardenal Bertone prosiguió denunciando que “estrechamente unida a la libertad religiosa, allí donde ésta es negada, se encuentran la intolerancia y la discriminación por motivos religiosos, especialmente contra los cristianos”.

Está ampliamente documentado que los cristianos son el grupo religioso mayormente perseguido y discriminado -declaró-. Más de 200 millones de ellos, pertenecientes a confesiones distintas, se encuentran en situación de dificultad a causa de estructuras legales y culturales”.

Ante esta situación, indicó, “la comunidad internacional debe combatir la intolerancia y la discriminación contra los cristianos con la misma determinación con la que lucha contra el odio hacia los miembros de otras comunidades religiosas”.

En este sentido, reconoció que “los Estados participantes en la OSCE se han comprometido a hacerlo”, y pidió que el organismo desarrolle “propuestas efectivas” para combatir injusticias como leyes intolerantes y discriminatorias, decisiones y comportamientos, acciones y omisiones que niegan la libertad religiosa, episodios recurrentes de violencia e incluso asesinatos de cristianos, ...

Migración

Por otra parte, el cardenal Bertone se refirió al tráfico de seres humanos, “una forma moderna de esclavitud” de cuya gravedad “la Santa Sede ha sido siempre consciente”.

Para combatir este “problema pluridimensional, a menudo ligado a la migración”, indicó, hay que “poner los derechos humanos en el centro de todas las estrategias”.

En concreto, añadió, “las iniciativas anti-tráfico deben buscar también desarrollo” en los países de origen de los inmigrantes y “ofrecer posibilidades concretas para huir del ciclo pobreza-abuso-explotación”.

Sobre la migración, advirtió ante la tendencia a olvidar los derechos de los migrantes en este tiempo de crisis económica y recordó que “el estatus de migrante no borra su dignidad humana”.

También indicó que “los Estados deben actuar de tal modo que aseguren a los trabajadores migrantes legalmente residentes un empleo justo y la seguridad social”, así como la necesaria atención a la familia y el derecho a la reunificación familiar.

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El Papa revela lo que diferencia a las obras de caridad cristianas
Tratar a los demás con los sentimientos y el corazón de Cristo
CZESTOCHOWA, miércoles, 1 diciembre 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI considera que lo que verdaderamente diferencia a las obras de caridad cristianas es el espíritu con el que ofrecen su servicio a los más necesitados: con el corazón y sentimientos de Jesús.

Así lo manifiesta en el mensaje que ha enviado a los participantes en los ejercicios espirituales que organiza el Consejo Pontificio "Cor Unum" del 29 de noviembre al 3 de diciembre, para responsables de obras caritativas católicas de Europa, con la presencia de cinco cardenales y cincuenta obispos, de 140 diócesis de 26 naciones.

El retiro, sin precedentes en el viejo continente, tiene lugar en el santuario mariano polaco de Jasna Gora, en Czestochowa, con el tema "Aquí estoy, ¡Señor!".

En el mensaje, enviado por el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado, "el Santo Padre reza para que cada uno de vosotros os sintáis movidos por el amor de Cristo a renovar vuestro compromiso al servicio de vuestras hermanas y hermanos necesitados".

"La formación del corazón, que estos ejercicios quieren promover, debería encender en vosotros los mismos sentimientos de amor oblativo que movieron al Señor Jesús a inclinarse para lavar los pies de sus discípulos", añade el texto.

Cristo, piedra angular

En la homilía de la misa que celebró este martes el cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, invitó a los responsables de las organizaciones caritativas católicas a poner en el centro de sus vidas a Cristo para que amen a los hombres y mujeres como él los ama.

"En él, que se despojó de su rango y se sometió incluso a la muerte y a la muerte de cruz por nosotros, en virtud del puro amor y misericordia por todos, está nuestra esperanza", afirmó el purpurado español.

"Nuestra vida, al igual que la de los apóstoles, sólo puede ser un testimonio del amor inmenso que se nos ha revelado en Jesucristo, sobre todo hacia los pobres y abandonados", insistió. 

Evangelizar es posible

El cardenal Cañizares recordó que "evangelizar es posible, es urgente y Dios nos lo está pidiendo".

"Se trata de una nueva evangelización, en un mundo pagano, que se ha alejado de Dios y no se plantea ni siquiera el problema. Es urgente evangelizar. Este es nuestro futuro. Es la gran llamada de Dios para la Iglesia de nuestros tiempos".

La evangelización, aseguró el purpurado, "es el gran signo de la caridad, que es la dimensión de la vida del cristiano y el pilar imprescindible sobre el que se rige la Iglesia". 


 

La caridad, fundamento de la evangelización

Y "el verdadero signo que hace creíble el Evangelio", añadió, es precisamente la caridad, "el amor que estamos llamados a llevar los unos a los otros como Cristo nos ha amado, un amor vivo y eficaz, práctico y concreto hacia nuestros hermanos, sobre todo a los que se encuentran en condiciones de mayor pobreza y necesidad".


"La caridad es el verdadero corazón de la Iglesia". Por este motivo, "es necesario e irrenunciable que nos abramos a todos los hombres, en especial a los que son víctimas de la injusticia y marginación, a todos los alejados y abandonados".

La caridad, de hecho, concluyó, "nos lleva a establecer relaciones humanas nuevas, que se basan en el amor de Dios y que es Dios; relaciones que se basan en el respeto de la dignidad de todo ser humano, de la persona humana, y en la defensa de los débiles, inocentes e indefensos".



 

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La Santa Sede no tiene una postura oficial sobre los transgénicos
Aclaración de Lombardi sobre un documento de la Academia Pontificia de las Ciencias
ROMA, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El documento conclusivo de la Semana de estudio con el título Transgenic Plants for Food Security in the Context of Development, esponsorizada por la Academia Pontificia de las Ciencias en mayo de 2009, no constituye una declaración oficial de la Santa Sede sobre el tema.

Así lo afirma hoy en una nota el director de la Sala de Prensa, Federico Lombardi, subrayando que la declaración final, publicada ahora en el volumen de las Actas de la editorial Elsevier, fue firmado por los participantes, y tiene por tanto el valor de su autoridad científica”.

En la Semana de estudio habían tomado parte 40 expertos, siete de los cuales académicos pontificios, entre ellos el entonces presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias, el profesor Nicola Cabibbo, mientras que los demás expertos eran externos.

“Sin embargo la declaración – precisó el padre Lombardi – no debe considerarse como una declaración de la Academia Pontificia de las Ciencias, pues la Academia como tal, que cuenta con 80 miembros, no ha sido consultada sobre ello, ni tiene previsto una consulta semejante”.

“Mucho menos, por tanto, puede considerarse la declaración como una postura oficial de la Santa Sede o del magisterio de la Iglesia sobre el tema”, concluyó.

La declaración en cuestión se produjo tras una semana de estudio (15-19 de mayo de 2009) organizada por la Academia y en la que participaron expertos de todo el mundo sobre el tema.

En ella se afirma que, “en conformidad con los recientes descubrimientos científicos, hay un imperativo moral de extender a los pobres y a las poblaciones vulnerables que lo desean los beneficios de esta tecnología (OGM, n.d.r.) a mayor escala y en condiciones que les permitan aumentar su nivel de vida, mejorar su salud y proteger el medio ambiente”.

El tema se debatió ese mismo año sin conclusiones oficiales, durante la celebración de la Asamblea Especial del Sínodo para África, tal como informó ZENIT en su momento (ver servicio del 21 de octubre de 2009, sección DEBATE).



 

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El Papa pide oraciones por la Iglesia en China
Llamamiento durante la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI lanzó hoy un llamamiento a los católicos de todo el mundo para que recen por la Iglesia en China, al concluir la Audiencia General en el Aula Pablo VI.

“Encomiendo a vuestras oraciones y a las de los católicos de todo el mundo a la Iglesia en China, que, como sabéis, está viviendo momentos particularmente difíciles”, dijo, en referencia a la ordenación episcopal ilícita celebrada el pasado 20 de noviembre en China.

Benedicto XVI destacó: “Pedimos a la Bienaventurada Virgen María, Auxilio de los Cristianos, que sostenga a todos los obispos chinos, tan queridos por mí, para que den testimonio de su fe con valor, poniendo toda esperanza en el Salvador que esperamos”.

“Confiemos también a la Virgen a todos los católicos de ese amado país, para que, con su intercesión, puedan realizar una auténtica existencia cristiana en comunión con la Iglesia universal, contribuyendo así también a la armonía y al bien común de su noble Pueblo”, añadió.

Entre los miles de fieles congregados para la audiencia, se encontraba un grupo de católicos chinos que fue saludado con afecto por la asamblea.

La Iglesia en China está viviendo momentos especialmente difíciles con la ordenación ilícita del padre Joseph Guo Jincai como obispo de Chendge, celebrada el pasado 20 de noviembre sin mandato apostólico y a pesar de la oposición explícita de la Santa Sede.

Tras este desafío, la Santa Sede comunicó el pasado 24 de noviembre que se está estudiando la posible excomunión del padre Guo Jincai y de los obispos implicados en el acto de consagración, y que se reserva valorar la posible invalidez de la ordenación episcopal.

El Papa no ocultó entonces su “profunda amargura” ante la decisión de las autoridades chinas de seguir adelante con esta ordenación, que considera que contradice “la atmósfera de respeto, fatigosamente creada con la Santa Sede y con la Iglesia católica a través de las recientes ordenaciones episcopales”.

La Santa Sede ha declarado que la ordenación del pasado 20 de noviembre en China “representa una dolorosa herida a la comunión eclesial y una grave violación de la disciplina católica”.

Además, el hecho de que diversos obispos hayan sido sometidos a “presiones y a restricciones de su propia libertad de movimiento, con el fin de forzarles a participar y a conferir la ordenación episcopal” constituye, según la Santa Sede, “una grave violación de la libertad de religión y de conciencia”.

Con esta ordenación ilegítima, el padre Guo Jincai y los obispos que han participado en ella podrían incurrir en pena de excomunión en base al canon 1382 del Código de Derecho Canónico.

La Santa Sede ha reafirmado “su disponibilidad al diálogo, pero constatando “con amargura” que “las autoridades dejan a la dirección de la Asociación Patriótica Católica China, bajo la influencia del señor Liu Bainian, asumir actitudes que dañan gravemente a la Iglesia católica y obstaculizan dicho diálogo”.

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“Reevangelizar el mundo secularizado”: prédica de Adviento en el Vaticano
Newman y la nueva evangelización, por el padre Cantalamessa
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Reenvangelizar el mundo secularizado será el tema de las prédicas del padre Raniero Cantalamessa, capuchino, predicador de la Casa pontificia, los viernes de Adviento en el Vaticano.

La primera prédica tendrá lugar este viernes, 4 de diciembre, en presencia de Benedicto XVI y de la familia pontificia en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico del Vaticano a las nueve de la mañana.

Las demás meditaciones las ofrecerá los días 10 y 17 de diciembre.

El tema es ¡Ánimo!: yo he vencido al mundo (Jn 16,33): Para una reevangelización del mundo secularizado.

El padre Cantalamessa se ha inspirado en la fundación del dicasterio para la nueva evangelización.

Intentará identificar los obstáculos de fondo presentes en la cultura moderna para acoger la Buena Noticia: cientifismo, racionalismo y secularización.

Para responder a estos desafíos, se basará en particular en la contribución ofrecida por el pensamiento del beato John Henry Newman.

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Mundo


Grupos radicales impiden al cardenal Rouco hablar en la universidad
La Delegación del Gobierno no garantiza la seguridad
MADRID, miércoles, 1 diciembre 2010 (ZENIT.org).- Grupos radicales han impedido al cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, pronunciar una conferencia en la Universidad Autónoma. El purpurado resolvió cancelar este acto al advertir el Gobierno español que no podía garantizar su seguridad.

Si bien el arzobispado de Madrid no ha publicado ningún comunicado, Análisis Digital, publicación editada por la Fundación García Morente, impulsada por ese arzobispado, recuerda en un editorial que la ponencia del presidente de la Conferencia Episcopal Española estaba enmarca en los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud, "que concentrará en Madrid a más de dos millones de jóvenes de todo el mundo".

"El acto no ha podido celebrarse por las amenazas de grupos antisistema que habían anunciado su propósito de impedirlo por la violencia", sigue diciendo.

"En consecuencia, los universitarios no podrán escuchar la voz del cardenal-arzobispo de Madrid que les iba a hablar del 'Dios desconocido' para los españoles de nuestro tiempo, como ya hizo San Pablo en el areópago de Atenas".

"La diferencia está en que mientras San Pablo pudo hablar hace dos mil años del 'Dios desconocido' con toda libertad, ahora todo un sistema democrático se ha rendido ante la amenaza de una acción violenta, negándose a garantizar la libertad y el orden en el campus universitario", sigue explicando Análisis Digital.

Según la publicación digital, "nos encontramos ante una flagrante dejación de funciones por parte de la Delegación del Gobierno en Madrid que se ha negado a defender las libertades garantizadas por la Constitución, en connivencia con las autoridades académicas que organizaban el acto y que tampoco han hecho nada por defender a sus propios alumnos".

Según la publicación, "lo ocurrido es una nueva muestra del paradigma cultural que trata de imponer el laicismo agresivo: tolerante con la intolerancia de los violentos e implacable con la mordaza a toda voz que recuerde a Dios y el sentido de la existencia del hombre. Con la paradoja añadida de que la libertad y la verdad molesten allí donde el conocimiento debiera tener su asiento, en la Universidad".

Por su parte, el Observatorio Antidifamación Religiosa ha hecho público un comunicado en el que lamenta que en España no se garantice suficientemente la libertad religiosa.

"Es un episodio deplorable el hecho de que en un país que se llama democrático un ciudadano no pueda acudir por motivos de seguridad a donde le hayan invitado a pronunciar una conferencia sobre un tema como hablar de Dios", afirma.



 

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Bartolomé I: la unidad en el amor debe serlo también en la fe y la verdad
Discurso del patriarca ecuménico en la fiesta de san Andrés
ESTAMBUL, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org)-. “La unidad en el amor no es de ningún beneficio si no es a la vez una unidad en la fe y la verdad”, afirmó el patriarca ecuménico de Constantinopla Bartolomé I este martes durante las celebraciones de la fiesta de san Andrés.

El líder ortodoxo dirigió un discurso al presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, que participó, en representación del Papa a la cabeza de una delegación de la Santa Sede, en la divina liturgia de la fiesta del patrón del patriarcado ecuménico, en la iglesia del Fanar, en Estambul.

Citando a san Pablo, el patriarca destacó que precisamente “'siendo sinceros en el amor', según la exhortación del apóstol, mantenemos este diálogo teológico por decisión unánime de todas las Iglesias ortodoxas autocéfalas para examinar, en amor y sinceridad, tanto las cuestiones teológicas que unen como las que todavía dividen, 'hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe'”.

Bartolomé I explicó que el patriarcado ecuménico sigue “con interés creciente el desarrollo de este diálogo teológico”.

“Oramos por su éxito, especialmente durante esta fase actual en la que se están debatiendo temas controvertidos que en el pasado se mostraron como causa de conflicto agudo entre nuestras Iglesias”, aseguró.

En este sentido, se refirió a la reciente sesión plenaria de la Comisión mixta de diálogo celebrada en Viena bajo la presidencia conjunta del cardenal Koch y del metropolitano Juan de Pérgamo, que abordó el papel del obispo de Roma en la comunión de la Iglesia en el primer milenio.

Destacó que esa reunión “reveló la existencia de dificultades pero también la disposición y la decisión de todos los miembros de la Comisión para superar esas dificultades con amor así como con fidelidad a la doctrina y a la vida de la Iglesia transmitida a nosotros desde el primer milenio para avanzar en su resolución”.

Bartolomé I le dijo al cardenal Koch que “anhelamos su cooperación con nuestro patriarcado ecuménico para la futura mejora de las relaciones fraternas entre nuestras Iglesias para beneficio de la promoción de la unidad, por la que nuestro Señor oró a su Padre inmediatamente antes de su pasión”.

También se refirió al cincuenta aniversario que este año celebra el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos.

En este sentido, afirmó: “Nuestro pensamiento se dirige al difunto papa Juan XXIII, que fundó este Consejo en 1960 originariamente con la forma de un Secretariado”.

Apreció también la convocatoria del Concilio Vaticano II y afirmó que las “audaces decisiones históricas” de este pontífice “prepararon el camino para la participación de la Católica Romana en el esfuerzo por la reconciliación de la unidad cristiana”.

“Entre los frutos de esta iniciativa histórica del papa fallecido, el desarrollo de las relaciones fraternas entre las Iglesias ortodoxa y católica romana ocupa un lugar preeminente”, constató.

Y expresó su agradecimiento a los líderes eclesiásticos que han trabajado en esa tarea, en concreto a los papas Pablo VI y Juan Pablo II, los patriarcas ecuménicos Athenagoras y Dimitrios, los presidentes del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos los cardenales Augustino Bea, Johannes Willebrands, Edward Cassidy y Walter Kasper, y sus colaboradores, entre ellos el obispo Pierre Duprey y monseñor Eleuterio Fortino.

Con ellos, destacó el patriarca ecuménico, “las relaciones entre nuestras Iglesias se cultivaron aún más a través del respeto mutuo y el amor fraterno”.

En su discurso, Bartolomé I indicó que los santos patronos de la Iglesia católica y ortodoxa, los hermanos Pedro y Andrés “no sólo estaban relacionados por la sangre sino especialmente por el infinitamente más significativo vínculo con Cristo y la comunión en Cristo”.

“Ellos conservaron este vínculo de comunión en Cristo irreprochable durante todo un milenio, de manera que las Iglesias que se derivaron de la predicación y el martirio de esos apóstoles, llamadas las Iglesias de Roma y Constantinopla, están obligadas una vez más a a recuperar este vínculo de comunión para mostrarse como dignos sucesores de su depósito”, destacó.

Citando el Evangelio de san Juan, dijo que “la Iglesia de Cristo se demuestra 'apostólica' transmitiendo a Cristo de generación en generación y de lugar a lugar 'para que el mundo crea' en Él como redentor y salvador”.

En este sentido, afirmó que “incluso hoy, haciendo frente a múltiples callejones sin salida, el mundo busca la redención y la salvación”.

Advirtió que “los que predican a Cristo separados unos de otros no pueden convencer al mundo de que 'hemos encontrado al Mesías' -que quiere decir Cristo-”.

Y subrayó que “fieles al mensaje auténtico y autorizado de los apóstoles, estamos llamados 'con una sola voz y un solo corazón' a transmitir este mensaje al mundo contemporáneo, percibiendo las preocupaciones y abrazando los problemas del mundo”.

En la celebración de ayer de la fiesta de san Andrés en el patriarcado ecuménico, el cardenal Koch también leyó un mensaje del Papa dirigido a Bartolomé I, en el que destacaba la necesidad de seguir progresando hacia la plena comunión entre católicos y ortodoxos (Cf. ZENIT 30 de noviembre de 2010).

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Cáritas pide a los gobiernos que actúen contra el cambio climático
Conferencia sobre medio ambiente en Cancún (México)
CANCÚN, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org - El Observador).- La Comisión Episcopal de Pastoral Social (CEPS)-Cáritas Mexicana, al frente de treinta delegaciones de Cáritas de los cinco continentes ha pedido en Cancun, que los gobiernos de todos el mundo "hagan progresos en la financiación, para la adaptación y alcancen un acuerdo legalmente vinculante en la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático".

La Conferencia comenzó este fin de semana en el puerto turístico de Cancun, en la Riviera Maya de México y se extenderá hasta el 10 de diciembre próximo.  En ella, Cáritas pide que se elabore un mapa concreto de la ruta para alcanzar la meta de un acuerdo post Kioto que sea justo, para finales de 2011.

A este respecto, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, obispo de Nuevo Laredo y presidente de Caritas Mexicana subrayó que “la Tierra nos fue otorgada para su custodia. Cuidar de la Tierra no es un beneficio sólo para nosotros, como generación actual, sino también para las generaciones futuras. Es un gesto de amor y solidaridad para los seres humanos del futuro”.

Caritas exige a los países ricos que respondan a sus obligaciones financieras, para con los países en vías de desarrollo: facilitar los 30 mil millones de dólares en ayuda que prometieron para programas que impulsen la adaptación al cambio climático.

Los beneficiarios de los mismos deben ser las comunidades más pobres que no dispongan de la capacidad necesaria para responder a las rígidas condiciones climáticas que ya están soportando, según se desprenden del informe que presentará en estos días la delegación de la agencia caritativa de la Iglesia católica en todo el mundo.

Los países desarrollados deben cumplir también su promesa de financiación con 100 mil millones de dólares, como financiación anual a largo plazo para el 2020. Esta financiación debe ser transparente, responder a prioridades nacionales y locales y ser adicionales a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), según ha dicho la misma fuente

Es de crucial importancia alcanzar un acuerdo mundial que sea justo y legalmente vinculante, y que construya sobre el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático que se concluye a finales de 2012.

Los países desarrollados deben reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 40% para 2020 sobre los niveles de 1990. Los países en vías de desarrollo deben recibir ayuda en sus esfuerzos por limitar el crecimiento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Durante la reunión de Cancun se están dirimiendo estos temas y la voz de la Iglesia católica se ha hecho presente durante los primeros días de trabajo en la cumbre climática más importante de los últimos años.

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Oratorio musical en antesala de la Jornada Mundial de la Juventud
Con un nuevo género recorrerá los principales episodios de la vida de Jesús
BARCELONA, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Desde la Profecía del Mesías y la Anunciación, a la Muerte y Resurrección de Cristo, son los episodios de la vida de Jesús comprendidos en seis horas de música y arte en el oratorio musical Evangelium, cuyo pre estreno se realizará el próximo martes 7 de diciembre.

Se trata de un oratorio-musical de seis horas de duración que recorrerá los principales misterios de la Salvación humana.

La obra se enmarca en los actos culturales de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, y la visita de Benedicto XVI a la capital española.

Lo que ahora podrán ver los espectadores es el Primer Acto, con una duración de 6o minutos. El pre-estreno tendrá lugar en Benalmádena (Málaga) con dos únicas representaciones en diciembre de 2010: el día 7 a las 20.30 horas en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, y el día 11 a las 21.00 en la Parroquia de la Virgen del Carmen.

Según explica su autor en un comunicado enviado a ZENIT, "desde un punto de vista de la composición, Evangelium es un diálogo entre música y teología, que busca la Verdad sobre Dios -revelado por Jesucristo y presente en su Iglesia- y la del hombre de toda condición, raza, nación y tiempo".

En suma, pretende "facilitar el encuentro en la mística de la polifonía de las formas de la belleza, que remite a una belleza mayor, contemplativa del Misterio de Dios".

En cuanto al género artístico, la obra presenta una novedad: se trata de un nuevo género, combinación del Oratorio y del Musical, que incorpora también las artes en movimiento: Teatro, Música y Danza.

El pre-estreno, concebido como preparación para el tiempo de Adviento, recoge seis piezas musicales: Obertura. "Legio". Coreografía y escenografía musical, "La Profecía", "Rorate Caeli". Coreografía lírica, Zacarías. “Shema Israel, La Anunciación. "Verbum Caro factum est", La Visitación. "El Magnificat".

La dirección escénica está a cargo de Olga López de Lerma y las coreografías, de Rocío Villalba. Estas representaciones han sido organizadas por el Ateneo de Benalmádea, quien acoge y promociona el evento. La dirección general corre a cargo de José Mª Barnils, Presidente del Ateneo de Benalmádena.

El proyecto de Evangelium se estructura como una trilogía, con tres representaciones independientes (cada una, de dos horas de duración) que irán estrenándose sucesivamente siguiendo un esquema.

La primera obra comienza con El Mesías (Khristós). El relato se inicia con la humanidad caída (Obertura “Legio”) y recorre después las escenas que narra S. Lucas: Anunciación del Precursor y del Mesías, Nacimiento de Juan y de Jesús. Finaliza con la escena de la huida a Egipto.

Luego está El Reino de Dios (Basileia). Esta parte comprende el ministerio público de Jesús, desde el Bautismo en el Jordán hasta la entrada de Cristo en Jerusalén.

En tercer lugar se presentará Passio et Gloria Dei. Incluye las escenas de Cristo en Jerusalén, la institución de la Eucaristía, su pasión, muerte y resurrección, las apariciones del Resucitado y Pentecostés.

El libretista y compositor de Evangelium es Lorenzo Ramos, lleva trabajando en esta obra desde hace dos años. Actualmente está finalizando el Acto II, y espera estrenar la parte El Mesías para el verano de 2011.

Como parte de la estrategia promocional, se ha grabado también un CD con las composiciones de este primer acto, que saldrá a la venta próximamente.

La primera escena, la Obertura Legio, está disponible en la web del musical. Las voces principales son interpretadas por él mismo (en el papel del narrador) y por Yolanda Blanco (en el papel de la Virgen María).

Evangelium recorre fielmente los textos bíblicos: tanto las profecías del Antiguo Testamento (Isaías y Zacarías) como las escenas de la infancia de Jesús.

Más información: http://jesucristoenelcine.blogspot.com/

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Bolivia: El Gobierno de Morales pretende que la Iglesia pague impuestos
Nuevo ataque tras amenazas al obispo Solari por alertar sobre tráfico de droga
LA PAZ, miércoles 1 diciembre 2010 (ZENIT.org).- Una nueva crisis ha estallado en Bolivia a raíz del anuncio de altos representantes del poder Ejecutivo y Legislativo del Estado boliviano, presidido por Evo Morales, de que harán pagar impuestos a la Iglesia católica bajo la amenaza de expropiación de sus bienes inmuebles.

Es el segundo punto álgido, en el mes de noviembre pasado, de unas relaciones que nunca han sido fluidas entre la Iglesia católica y el Gobierno del indigenista y cocalero Morales.

El anuncio de “reversión” de los bienes de la Iglesia fue hecho por autoridades del más alto nivel, mientras colean los efectos de las amenazas de los cocaleros al obispo Solaris de Cochabamba por advertir pastoralmente a sus fieles del microtráfico de cocaína, especialmente usando a menores. Los productores de coca exigen la expulsión del obispo fuera del país.

Este lunes, el ex canciller y ex embajador de Bolivia en el Vaticano, Armando Loaiza,   recordó que obligar a pagar impuestos a la Iglesia católica va contra los convenios  internacionales, firmados en el siglo XIX entre Bolivia y la Santa Sede.

La Iglesia católica paga impuestos fijados por ley, mientras que hay otros, de los que está exenta, por convenios con el Estado, señaló por su parte el obispo Jesús Juárez de El Alto, una de las diócesis más desfavorecidas del país.

Estas afirmaciones ya fueron corroboradas en diciembre de 2008 por la entonces presidenta del Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) Marlene Ardaya, quien dijo que la Iglesia católica “está pagando sus impuestos de otro tipo de actividades que tienen características comerciales, por ejemplo las universidades: está la Universidad Católica, la Salesiana, o en su caso los colegios católicos”. <!--[endif]-->

Ardaya aclaró que las instituciones religiosas no pagan tributos por actividades explícitamente referidas a la fe. “Nadie paga impuestos de eso, ninguna Iglesia, ni la cristiana, católica ni nadie, porque es un tema de orden de fe, es muy subjetivo el tema, es decir, qué pasaría con aquellos que creemos en los ritos aymaras, las ‘mesas’, las ‘milluchadas’, tendríamos que pagar impuestos”.

Por otra parte, el diario La Estrella de Iquique, de Chile, informaba que el 31 de julio del presente año el cuerpo de Carabineros de Chile detuvo en la frontera a un niño boliviano de catorce años transportando 160 kilos de droga. <!--[endif]-->

El obispo Tito Solari, en cuya diócesis se incluye el Chapare --región cocalera desde la que Evo Morales se lanzó a la vida política--, advirtió: “Hay jóvenes de colegios de secundaria que, en la noche, salen para trabajar en el tráfico de cocaína”.

Los seis sindicatos de cultivadores de coca del Chapare, cuyo líder es el presidente de Bolivia, dieron el sábado pasado un nuevo plazo de 48 horas para que Solari se retracte  de sus afirmaciones.

Un seguimiento de Naciones Unidas revela que Bolivia, con más de 30.000 hectáreas plantadas, es el tercer productor de coca del mundo, con un 18% del total, detrás de Perú y Colombia. Las autoridades bolivianas estiman que, de ese volumen de coca, entre un 35 y un 40% se desvía al narcotráfico.

El subjefe de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), en la Cámara de Senadores de la República de Bolivia, Eugenio Rojas anunció que el Gobierno de Evo Morales “revertirá” las propiedades de la Iglesia católica si no paga impuestos, por considerar que es una institución privada. [En realidad es una expropiación por que “revertir” al Estado, inmuebles que nunca fueron del Estado, parece un término impropio].

Rojas dijo también que “los diezmos son aportes voluntarios de cada miembro [de la Iglesia], eso no se puede aplicar como impuesto, pero sí se puede y se deben aplicar impuestos a las propiedades inmuebles porque no prestan servicio efectivo a la población”.

Las declaraciones de Rojas siguieron al conflicto suscitado por algunos integrantes del Gobierno boliviano contra la Iglesia, a raíz de la advertencia pastoral a sus fieles del arzobispo de Cochabamba, Tito Solari sobre el uso de menores para la venta de coca.

Tras sus amenazas, el senador del MAS anunció sin embargo que mejorarán los convenios educativos entre Iglesia y Estado. Su amenaza responde a “denuncias” --dijo sin identificar a tales denunciantes--, y anunció “una investigación” porque, añadió, la Iglesia católica “no sólo tiene propiedades como capillas, unidades educativas o centros de salud, sino que hay otras que son de otra índole”.

El también senador del MAS David Sánchez afirmó que, con la nueva disposición, ya no hay privilegios para nadie. “Nosotros hemos entendido que ya no hay fuero especial para nadie con la Constitución y con el nuevo Estado, ya no hay privilegios ni para unos ni para otros, como la [Iglesia] Evangélica y las demás”, dijo Sánchez.

El cardenal Julio Terrazas, recientemente reelegido presidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia, en su 88 Asamblea celebrada en noviembre último precisamente en Cochabamba, en la homilía dominical en su Archidiócesis de Santa Cruz de la Sierra, llamó a todos a no perder el ánimo ante los constantes ataques del Gobierno.

“No debe desalentarnos este problema que se ha suscitado allá con nuestro hermano el arzobispo de Cochabamba [Tito Solari], no es un motivo para desalentarnos, sino un motivo para darle gracias a Dios, que quiere que nos mantengamos despiertos, vigilantes y listos a tomar las acciones debidas para impedir que la muerte se vaya apoderando de personas, de grupos o de espacios físicos”, dijo el cardenal Terrazas durante la eucaristía celebrada en la catedral.

El cardenal boliviano también condenó el robo sufrido en el Museo de la catedral, asegurando que les pueden robar todo lo material pero la fe jamás: “Es doloroso lo que ha sucedido, es repudiable”, señaló. El 11 de noviembre pasado robaron reliquias valiosas del Museo que hasta ahora no han sido encontradas.

El cardenal llamó a todos los fieles hijos de Dios a decir la verdad, donde haya víctimas de la injusticia del narcotráfico. Los ataques a la Iglesia proceden del Gobierno y también de los cocaleros del Chapare que este sábado dieron un ultimátum de 48 horas para la expulsión de monseñor Tito Solari de Cochabamba.

En Bolivia, hay 1.469 establecimientos educativos católicos y 1.600 parroquias, santuarios o conventos, y 250 hogares y otros centros, aunque como se sabe, la mayoría de las propiedades de la Iglesia católica proceden de donaciones de sus fieles, o de otras instituciones a lo largo de la historia.

Todas las instituciones que administra la Conferencia Episcopal Boliviana gozan de una exención del pago de impuestos a la propiedad. El considerar entidad benéfica libre de impuestos a la Iglesia católica es consecuencia de los concordatos entre el Vaticano y Bolivia de 3 de agosto de 1993, ratificados en 1995 por el Gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.

La actual Constitución boliviana establece la independencia del Estado en materia religiosa. La anterior, de 1967, en su artículo 3, decía que “el Estado reconoce y sostiene la religión católica, apostólica y romana”. Ahí es donde los obispos propusieron un cambio para que otras confesiones pudieran gozar de la misma situación,

Carlos Velásquez --secretario ejecutivo de la Comisión de la Conferencia Episcopal Caritas Bolivia- afirmó este sábado que la Iglesia católica solicitó meses antes de la apertura de la Asamblea Constituyente, el 6 de agosto, separarse del Estado para promover la apertura a otras confesiones religiosas.

El 3 de mayo de 2006, antes de instalarse la Asamblea Constituyente, la Conferencia Episcopal de Bolivia solicitó públicamente la revisión del artículo 3 de la Constitución Política del Estado (CPE) “que tantas malas interpretaciones generó para ponernos a tono con las actuales circunstancias”, explicó Velásquez, en una entrevista concedida a la Red Erbol.

Velásquez mencionó que con esta acción, los obispos sugerían que la Constitución podría decir: “El Estado reconoce y sostiene a la religión católica, apostólica y romana. Garantiza el ejercicio público de todo otro culto. Las relaciones con la Iglesia Católica se regirán mediante concordatos y acuerdos entre el Estado boliviano y la Santa Sede”.

La decisión de renunciar a su privilegio era una respuesta coherente a las orientaciones del Concilio Vaticano II.

Velásquez concluyó que era  “una muestra del respeto a las autonomías” y de la esperanza en una sana cooperación porque “el Estado y la Iglesia tienen enfrente al ser humano, cuya dignidad y el bien común debe ser respetados”.

Por Nieves San Martín

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El desinterés mundial amenaza a la lucha contra el sida según jesuitas de África
Bajan los donantes, incumplen sus empeños y falta voluntad política
MADRID, miércoles, 1 diciembre 2010 (ZENIT.org).- Con motivo del Día Mundial del Sida, que se celebra este miércoles, la Red Jesuita Africana contra el Sida (AJAN)  lanzó un mensaje en el que expresa su inquietud por la “menguante participación internacional en la lucha contra la pandemia, que se refleja en la grave escasez de financiación para el tratamiento antirretroviral con el fin de salvar vidas”.

El mensaje, firmado por el presidente de los Superiores Mayores de África y Madagascar, el jesuita Fratern Masawe, expresa su grave inquietud por el problema actual de financiación de los medicamentos antirretrovirales.

“Una financiación inestable o estancada podría poner la oferta y la escala de la terapia antirretroviral en peligro, con impensables consecuencias fatales, incluso un retorno a los días en que el sida era una sentencia de muerte”.

Según el padre Masawe, “el año pasado, los informes emitidos por los organismos involucrados pintaron un panorama sombrío, en el que los donantes incumplen los compromisos adquiridos, y los principales organismos de financiación ven sus fondos estancados o a la baja”.

Este déficit de financiación “pone en peligro el considerable –aunque insuficiente– progreso realizado hasta ahora, en la extensión del tratamiento en los países en desarrollo”.

AJAN (African Jesuit AIDS Networld-Red Jesuita Africana contra el Sida (http://www.jesuitaids.net/go.aspx?ID=6&TL=6) denuncia que “ha sentido desde siempre que el sida no puede percibirse simplemente como una emergencia más”.

La página de AJAN, disponible en español, entre otros muchos documentos e informaciones sobre el argumento, explica en un artículo, las declaraciones de Benedicto XVI sobre la prevención del sida, hechas en su viaje a África el año 2009.

El padre Masawe reafirma la apuesta por su enfoque de trabajo, que integra lo espiritual, psicosocial y material, junto con las necesidades médicas de las personas infectadas y afectadas.

En un abanico de frentes contra la pandemia –escuelas, parroquias, universidades, centros comunitarios, hospitales y muchos otros–, jesuitas y laicos ofrecen apoyo y atención a personas con vih y sus familias, y se esfuerzan en encontrar medios para dar un adecuado mensaje provida y de prevención.

AJAN fue creada en 2002 por los Superiores Mayores de la Compañía de Jesús en África y Madagascar (JESAM) para animar y asistir a los jesuitas a “responder al vih/sida de manera efectiva, evangélica y coordinada, con la compasión, agradecimiento y confianza de Jesucristo”. Hoy, estos jesuitas y numerosos laicos trabajan en 150 proyectos relacionados con el sida en 22 países subsaharianos. 

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Próximo encuentro de Taizé: se esperan 30.000 jóvenes en Rotterdam
El hermano Alois publicará la “Carta de Chile”, que ayudará a sus reflexiones
TAIZÉ, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Después de Poznan, Bruselas, Ginebra, Zagreb, Milán, Lisboa, Hamburgo, Budapest y París, el 33º encuentro europeo de jóvenes organizado por la comunidad de Taizé se celebrará del 28 de diciembre de 2010 al 1 de enero de 2011 en Rotterdam.

Invitados por la Conferencia de Obispos de los Países Bajos, el Consejo General de la Iglesia protestante holandesa (PKN) y el Consejo de las Iglesias de los Países Bajos, unos 30.000 jóvenes de todo el continente se espera que pasen en Rotterdam cinco días de compartir y de oración, informa un comunicado de Taizé.

Con esta nueva etapa de la “peregrinación de confianza a través de la tierra”, la comunidad de Taizé continúa el camino que su fundador, el hermano Roger, abrió para apoyar a los jóvenes en una búsqueda de reconciliación y de paz, no sólo entre cristianos sino también entre pueblos.

En el espíritu de este encuentro europeo, Rotterdam reencuentra el pensamiento de uno de sus ciudadanos ilustres, precursor de la Europa actual, Erasmo, nacido en esta ciudad en 1467. Él fue un defensor ardiente de la “paz de la cristiandad”, de la “concordia de la Iglesia” y de la reconciliación entre los pueblos.

Como es habitual en este tipo de encuentros, los jóvenes serán acogidos por las comunidades y las familias de toda la región, de Breda en La Haya, del Gouda en Hoek van Holland. Por la mañana mantendrán encuentros en las 150 iglesias de acogida y por la tarde se reunirán en el parque de exposiciones de la ciudad (Ahoy), para las comidas y las oraciones comunes.

Los talleres vespertinos ayudarán a los jóvenes a reflexionar sobre las fuentes de la fe y sobre su compromiso al servicio de Cristo en la Iglesia y en la sociedad.

Algunos temas se inspirarán en la Carta de Chile que el hermano Alois, prior de Taizé, publicará después de un encuentro latinoamericano de jóvenes animado por la comunidad de Taizé que se celebrará en Santiago de Chile del 8 al 12 de diciembre.

La Carta de Chile y el programa detallado del encuentro de Rotterdam estarán disponibles antes de mediados de diciembre en la web de Taizé.

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Audiencia del miércoles


Benedicto XVI: Juliana de Norwich y el amor divino
Hoy durante la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la catequesis que el Papa Benedicto XVI dirigió hoy a los peregrinos reunidos en el Aula Pablo VI para la Audiencia General de los miércoles.

* * * * *

Queridos hermanos y hermanas,

recuerdo aún con gran alegría el Viaje apostólico realizado al Reino Unido el pasado septiembre. Inglaterra es una tierra que ha visto nacer a muchas figuras ilustres que con su testimonio y su enseñanza embellecen la historia de la Iglesia. Una de ellas, venerada tanto por la Iglesia católica como por la Comunión anglicana, es la mística Juliana de Norwich, de la que querría hablaros esta mañana.

Las noticias de que disponemos sobre su vida – no muchas – se deducen principalmente del libro en el que esta mujer gentil y piadosa recogió el contenido de sus visiones, titulado Revelaciones del Amor divino. Se sabe que vivió aproximadamente entre 1342 y 1430, años tormentosos tanto para la Iglesia, lacerada por el cisma que siguió a la vuelta del Papa de Aviñón a Roma, como para la vida de la gente que sufría las consecuencias de una larga guerra entre el reino de Inglaterra y el de Francia. Dios, sin embargo, tampoco en los tiempos de tribulación cesa de suscitar figuras como Juliana de Norwich, para llamar a los hombres a la paz, al amor y a la alegría.

Como ella misma nos narra, en mayo de 1373, probablemente el 13 de aquel mes, fue afectada de repente por una enfermedad gravísima que en tres días pareció llevarla a la muerte. Después de que el sacerdote, que acudió a su cabecera, le mostró el Crucifijo, Juliana no sólo recuperó en seguida la salud, sino que recibió dieciséis revelaciones que después consignó por escrito y comentó en su libro, las Revelaciones del Amor divino. Y fue el propio Señor quien, quince años después de estos acontecimientos extraordinarios, le reveló el sentido de esas visiones. “¿Quieres saber lo que pretendía tu Señor y conocer el sentido de esta revelación? Sábelo bien: amor es lo que Él pretendió. ¿Quién te lo revela? El amor. ¿Por qué te lo revela? Por amor... Así aprenderás que nuestro Señor significa amor" (Juliana de Norwich, Il libro delle rivelazioni, cap. 86, Milán 1997, p. 320).

Inspirada por el amor divino, Juliana tomó una decisión radical. Como una antigua anacoreta, eligió vivir dentro de una celda, colocada en las proximidades de la iglesia dedicada a san Julián, dentro de la ciudad de Norwich, en sus tiempos un importante centro urbano, cerca de Londres. Quizás asumió el nombre de Juliana precisamente por el del santo al que estaba dedicada la iglesia junto a la que vivió durante muchos años, hasta su muerte. Podría sorprendernos e incluso dejarnos perplejos esta decisión de vivir “recluida”, como se decía en sus tiempos. Pero no era la única en realizar esta elección: en aquellos siglos un número considerable de mujeres optó por este tipo de vida, adoptando reglas elaboradas a propósito para ellas, como la compuesta por san Elredo de Rievaulx. Las anacoretas o “reclusas”, dentro de su celda, se dedicaban a la oración, a la meditación y al estudio. De esta forma, maduraban una sensibilidad humana y religiosa finísima, que las hacía veneradas por la gente. Hombres y mujeres de toda edad y condición, necesitados de consejos y de consuelo, las buscaban con devoción. Por tanto no era una decisión individualista; precisamente con esta cercanía al Señor maduraba en ella también la capacidad de ser consejera para muchos, de ayudar a cuantos vivían en dificultad en esta vida.

Sabemos que también Juliana recibía frecuentes visitas, como nos lo atestigua la autobiografía de otra ferviente cristiana de su tiempo, Margery Kempe, que se dirigió a Norwich en 1413 para recibir sugerencias sobre su vida espiritual. De ahí que, cuando Juliana estaba viva, era llamada, como está escrita en el monumento fúnebre que recoge sus restos: "Madre Juliana". Se había convertido en madre para muchos.

Las mujeres y los hombres que se retiran para vivir en compañía de Dios, precisamente gracias a esta decisión suya, adquieren un gran sentido de compasión por las penas y debilidades de los demás. Amigas y amigos de Dios, disponen de una sabiduría que el mundo, del que se alejan, no posee, y con amabilidad la comparten con aquellos que llaman a sus puertas. Pienso por tanto con admiración y reconocimiento en los monasterios de clausura femeninos y masculinos que, hoy más que nunca, son oasis de paz y de esperanza, precioso tesoro para toda la Iglesia, especialmente al recordar la primacía de Dios y la importancia de una oración constante e intensa para el camino de fe.

Fue precisamente en la soledad habitada por Dios como Juliana de Norwich compuso las Revelaciones del Amor divino, de la que nos han llegado dos redacciones, una más breve, probablemente la más antigua, y una más larga. Este libro contiene un mensaje de optimismo fundado en la certeza de ser amados por Dios y de ser protegidos por su Providencia. Leemos en este libro las siguientes palabras estupendas: “Ve con absoluta seguridad ... que Dios antes aún de crearnos nos amó, con un amor que nunca ha disminuido, y nunca se desvanecerá. Y en este amor Él hizo todas sus obras, y en este amor Él hizo de modo que todas las cosas resulten útiles para nosotros, y en este amor nuestra vida dura por siempre... En este amor tenemos nuestro principio, y todo esto lo veremos en Dios sin fin" (El libro de las revelaciones, cap. 86, p. 320).

El tema del amor divino vuelve a menudo en las visiones de Juliana de Norwich quien, con una cierta audacia, no duda en compararlo también al amor materno. Este es uno de los mensajes más característicos de su teología mística. La ternura, la solicitud y la dulzura de la bondad de Dios hacia nosotros son tan grandes, que a nosotros peregrinos en la tierra nos evocan el amor de una madre por sus propios hijos. En realidad, también los profetas bíblicos a veces utilizaron este lenguaje que recuerda la ternura, la intensidad y la totalidad del amor de Dios, que se manifiesta en la creación y en toda la historia de la salvación y que tiene el culmen en la Encarnación del Hijo. Dios, que sin embargo supera siempre todo amor humano, como dice el profeta Isaías: "¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré!" (Is 49, 15). Juliana de Norwich comprendió el mensaje central para la vida espiritual: Dios es amor y sólo cuando se abre a él, totalmente y con confianza total, a este amor y se deja que éste se convierta en la única guía de la existencia, todo se transfigura, se encuentran la verdadera paz y la verdadera alegría y se es capaz de difundirla alrededor.

Quisiera subrayar otro punto. El Catecismo de la Iglesia Católica recoge las palabras de Juliana de Norwich cuando expone el punto de vista de la fe católica sobre un argumento que no deja de constituir una provocación para todos los creyentes (cfr nn. 304-314). Si Dios es sumamente bueno y sabio, ¿por qué existen el mal y el sufrimiento de los inocentes? También los santos, precisamente los santos, se plantean esta pregunta. Iluminados por la fe, nos dan una respuesta que abre nuestro corazón a la confianza a la esperanza: en los misteriosos designios de la Providencia, también del mal sabe sacar Dios un bien más grande, como escribió Juliana de Norwich: "Aprendí de la gracia de Dios que debía permanecer firmemente en la fe, y que debía por tanto creer firme y perfectamente que todo habría acabado en bien…" (Il libro delle rivelazioni, cap. 32, p. 173).

Si, queridos hermanos y hermanas, las promesas de Dios son siempre más grandes que nuestras esperanzas. Si entregamos a Dios, a su inmenso amor, los deseos más puros y más profundos de nuestro corazón, nunca serenos decepcionados. “Y todo estará bien”, “todo será para bien": este es el mensaje final que Juliana de Norwich nos transmite y que también yo os propongo hoy. Gracias.

[En español dijo]

Saludo con afecto a los grupos de lengua española, provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Las promesas divinas son más grandes que nuestras expectativas. Si entregamos a Dios, a su inmenso amor, los deseos más puros y profundos de nuestro corazón, nunca nos sentiremos defraudados. "Todo estará bien", "cada cosa será para bien". Esto lo vivió con gran intensidad Juliana de Norwich. Que su ejemplo os ayude en vuestra vida cristiana, para que siempre seáis signos vivos de la caridad de Cristo y transmitáis a los demás con serena alegría la belleza de su mensaje de salvación. Muchas gracias.

[Llamamiento]

Recomiendo a vuestras oraciones y a las de los católicos de todo el mundo a la Iglesia en China, que, como sabéis, está viviendo momentos particularmente difíciles. Pedimos a la Bendita Virgen María, Auxilio de los Cristianos, que sostenga a todos los obispos chinos, a mi tan queridos, para que den testimonio de su fe con valor, poniendo toda esperanza en el Salvador que esperamos. Confiemos también a la Virgen a todos los católicos de ese amado país, para que, con su intercesión, puedan realizar una auténtica existencia cristiana en comunión con la Iglesia universal, contribuyendo así también a la armonía y al bien común de su noble Pueblo.

[Traducción del italiano por Inma Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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Documentación


Intervención del cardenal Bertone en la cumbre de la OSCE
Discriminación contra los cristianos, inmigración y desarme, temas clave
ASTANÁ, miércoles 1 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el texto de la intervención del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado vaticano, en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), que se está celebrando en Astaná (Kazajstán).

* * * * *

Señor Presidente,

Excelencias,

1. Desideraría ante todo expresar mi gratitud al Presidente de Kazajstán por la amable y cordial acogida reservada a todas las Autoridades, con ocasión de este Encuentro Cumbre de de Jefes de Estado y de Gobierno de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa – el primero del siglo XXI. ¡Gracias también por la exquisita hospitalidad, mostrada de muchas maneras! Mi gratitud va también a las Autoridades administrativas de Kazajstán, como también a cuantos han preparado la reunión y han cuidado sus detalles de organización: a todos y a cada uno va la expresión del más vivo reconocimiento por parte de la Santa Sede.

Un particular agradecimiento quiero tributar a la Presidencia kazaja en ejercicio, que con perseverancia y gran empeño ha conseguido convencer a los Estados participantes de la utilidad de este paso y que con su trabajo incansable ha creado los presupuestos para que éste pueda favorecer decisiones políticas importantes para la Organización.

2. ¡Kazajstán es un país lleno de siglos de historia, que sabe cuán importante y urgente es la paz! Por conformación geográfica, es tierra de frontera y de encuentro. Aquí, en estas estepas infinitas, se han encontrado y siguen encontrándose pacíficamente hombres y mujeres pertenecientes a etnias, culturas y religiones distintas. No puedo dejar de recordar las palabras del gran pensador y poeta kazajo Abai Kunanbai: “La humanidad tiene como principio el amor y la justicia, estas son el coronamiento de la obra del Altísimo” (Los dichos, cap. 45).

En un cierto sentido, estos principios del amor y de la justicia están en la base del Acta Final de Helsinki, de la que se celebra este año el trigésimo quinto aniversario. Su Documento Final es uno de los instrumentos más significativos del diálogo internacional. Los treinta y cinco países firmantes llegaron a un acuerdo fundamental: la paz no está asegurada solo cuando las armas callan; es más bien el resultado de la cooperación de los individuos por una parte y de las propias sociedades por la otra, y es también el resultado del respecto de algunos imperativos éticos.

Los famosos “diez principios” que abren el Documento Final constituyen la base sobre la cual los pueblos de Europa, que fueron durante años víctimas de guerras y divisiones, quisieron consolidar y preservar la paz, de modo tal que permitiese a las generaciones futuras vivir en armonía y en la seguridad. Los autores del documento final comprendieron claramente que la paz sería muy precaria sin una cooperación entre las naciones y entre los individuos, sin una mejor calidad de vida y sin la promoción de los valores que tienen en común.

¡Señor Presidente!

3. ¡Qué actuales son esos “diez principios”! No hay duda de que, junto a los innegables progresos conseguidos, existen sectores en los que el debilitamiento de la confianza recíproca entre los Estados participantes ha impedido alcanzar objetivos más ambiciosos. Es en estos sectores donde deben concentrarse los esfuerzos de la Cumbre para ofrecer indicaciones precisas sobre las que desarrollar las actividades de la OSCE en 2011 y en los años siguientes.

Por lo que respecta a la primera dimensión, la político-militar, no podemos sino felicitarnos del hecho de que, en los más de diez años transcurridos desde la Cumbre de Estambul, las amenazas tradicionales a la seguridad que habían caracterizado los años anteriores se hayan debilitado, en cuanto se ha respondido eficazmente a ellas con la realización de importantes instrumentos sobre el Control de los Armamentos y sobre las Medidas de Confianza y Seguridad.

Con todo, la situación de los armamentos (fuerzas en liza, doctrinas de empleo, organización y nuevas tecnologías armamentísticas) ha evolucionado y es por ello apropiado que esta Cumbre tome nota de ello, comprometiendo a los Estados participantes a negociar mejoras y actualizaciones de los instrumentos existentes y a idearlos de nuevo, si es el caso. Nos referimos naturalmente a la revitalización del Tratado sobre las Fuerzas Convencionales en Europa (CFE), a una completa revisión del Documento de Viena 1999 y, por qué no, a eventuales desarrollos del Código de Conducta sobre los aspectos político-militares de la Seguridad.

El Foro para la Cooperación en materia de Seguridad (FSC) ha llevado a cabo un importante trabajo propedéutico en esta dirección, bajo la competente guía de las diversas Presidencias que se han sucedido, la última la de Irlanda, a las que va todo nuestro aplauso. Esto nos hace optimistas sobre ulteriores progresos.

Otro tanto, si no aún mayor impulso, deben recibir los esfuerzos dirigidos a resolver los conflictos prolongados, que, aún en su dimensión localizada, representan una grave amenaza a la seguridad y a la estabilidad de toda el área OSCE.

Deben también afinarse las potencialidades de la Organización, de forma limitada a los sectores en los que puede proporcionar una contribución original, en la lucha contra las amenazas representadas por el terrorismo. Hay constar al Secretariado de los esfuerzos que está realizando al respecto a través de sus Unidades especializadas, y concuerdo con la oportunidad de una coordinación más estrecha.

Auguro finalmente que reciban más apoyo esas actividades que, de manera más inmediata, inciden en la seguridad de los ciudadanos, como la eliminación de la amenaza representada por las Armas Ligeras y de Pequeño Calibre (SALW) y por los Depósitos de Municiones Convencionales (SCA), la lucha contra las Armas de Destrucción Masiva (WMD) y la tutela del ambiente cibernético.

¡Señor Presidente!

4. El Acta Final de Helsinki reconoció también la importancia de los factores económicos y medioambientales para la paz, la seguridad y la cooperación.

Al respecto, la Santa Sede no cesa de reafirmar que un objetivo común de los Estados debería ser la tutela y el respeto de la dignidad humana que une a toda la familia humana, una unidad enraizada en los cuatro principios fundamentales de la centralidad de la persona humana, de la solidaridad, de la subsidiariedad y del bien común. Estos principios son más que consonantes con el concepto comprensivo de la seguridad que está en la base de nuestra Organización y que constituyen una llamada continua de la que debe hacerse cargo la comunidad política.

El Papa Benedicto XVI, en su última Encíclica Caritas in veritate afirma: “El gran desafío que tenemos, planteado por las dificultades del desarrollo en este tiempo de globalización y agravado por la crisis económico-financiera actual, es mostrar, tanto en el orden de las ideas como de los comportamientos, que no sólo no se pueden olvidar o debilitar los principios tradicionales de la ética social, como la transparencia, la honestidad y la responsabilidad, sino que en las relaciones mercantiles el principio de gratuidad y la lógica del don, como expresiones de fraternidad, pueden y deben tener espacio en la actividad económica ordinaria. Esto es una exigencia del hombre en el momento actual, pero también de la razón económica misma. Una exigencia de la caridad y de la verdad al mismo tiempo” (N. 36).

De hecho, precisamente la crisis económico-financiera ha mostrado la importancia de la dimensión ética para el sector económico-ambiental y la necesidad de no descuidar los principios de solidaridad, de gratuidad y de la lógica del don también en las relaciones interestatales, para poder lograr paz y seguridad equitativas, justas y duraderas. La Santa Sede considera que es urgente introducir una lógica que ponga a la persona humana y, en particular, a la familia y a las personas necesitadas, como centro y fin de la economía.

La Cumbre nos ofrece una oportunidad única para afrontar los desafíos actuales a la paz y a la seguridad, causados también por los problemas económicos y medioambientales, y para reafirmar una aproximación integrada a la realización de todos los derechos del hombre, incluidos los económicos y sociales, Quisiera aquí recordar el principio de solidaridad entre los pueblos, esencial para el progreso económico y social. La solidaridad implica también el compromiso de los Estados de desarrollar la cooperación, con el fin de mejorar el bienestar de los pueblos y de contribuir a la satisfacción de sus aspiraciones. Las ventajas de los logros en el campo económico, científico, técnico, social, cultural y humanitario contribuirán a la creación de condiciones favorables para hacer estas ventajas accesibles a todos a través de la reducción de las diferencias de los niveles de desarrollo económico.

Un campo particular en el que la OSCE podría intensificar sus actividades es el de la cooperación técnica y científica con la facilitación de la transferencia de las tecnologías y del know-how en el campo de los transportes, de la gestión de las fronteras, de la seguridad energética y de la cibernética.

En en campo medioambiental no puede faltar una atención al agua – una necesidad fundamental para la vida. A todo ser humano debería asegurársele la disponibilidad de una cantidad suficiente de agua de calidad adecuada. Una mayor disponibilidad de agua significa más alimento, menos hambre, salud mejor y un estímulo general a un desarrollo sostenible.

La Santa Sede apoya también otros temas de los que tradicionalmente se ocupa la OSCE, inter alia, la promoción del buen gobierno, la lucha contra la corrupción, la seguridad y la eficacia de los transportes, la prevención de las catástrofes naturales, causadas por el hombre y por la propia naturaleza, como también la gestión de los flujos migratorios, con una atención particular a los derechos de los migrantes y de sus familias.

Especialmente en este tiempo de crisis económica existe la tendencia a olvidar los derechos de los migrantes. Debemos recordar, en todo caso, que todos los seres humanos, sin excepción alguna, incluidos los migrantes, están dotados de derechos inalienables que no pueden, ni ser violados, ni mucho menos ignorados. El estatus de migrante no borra su dignidad humana. Además, los Estados deben actuar de modo tal que aseguren a los trabajadores migrantes legalmente residentes un empleo justo y la seguridad social. En referencia a los derechos del migrante no podemos olvidar a la familia. Esta tiene un valor fundamental en la construcción de cualquier sociedad. La Santa Sede subraya, de modo particular, el derecho a reunificar las familias, que los Estados participantes se comprometieron a facilitar en el Acta Final de Helsinki, en el Documento de Madrid de 1983 y en el Documento Final de Viena de 1989.

¡Señor Presidente!

5. Las discusiones en la base del Proceso de Corfú pusieron el acento en el hecho de que, en el acquis que la OSCE se ha construido en años, se incluyen compromiso de gran alcance en favor de la defensa de las libertades fundamentales y de los derechos humanos, del derecho al desarrollo humano integral y del apoyo a la ley internacional y de las instituciones globales. La CSCE y la OSCE han tenido siempre en sus respectivas agendas la promoción y la protección de los derechos humanos. La dignidad de la persona humana es la que motiva el deseo de nuestra Organización de trabajar por la realización efectiva de todos los derechos humanos.

Entre estas libertades fundamentales está el derecho a la libertad religiosa. Esta se ha convertido en un tema recurrente en el contexto de los asuntos internacionales. El problema se ha convertido en parte de la cultura de nuestro tiempo, porque nuestros contemporáneos han aprendido mucho de los excesos del pasado, y han comprendido que creer en Dios, practicando la religión y uniéndose a los demás en expresar la propia fe, no es una concesión otorgada por el Estado, sino un verdadero derecho fundado en la dignidad misma de la persona humana. La libertad religiosa protege la dimensión trascendental del ser humano y expresa su derecho de buscar a Dios y de relacionarse con Él, sea como individuo, sea como comunidad de creyentes.

Los avances de estos últimos años y los progresos realizados en la redacción de los diversos textos emanados de la OSCE demuestran cada vez más claramente que la libertad religiosa puede existir en diferentes sistemas sociales. Por desgracia, se observa una "creciente marginalización de la religión, en particular del Cristianismo, que está tomando pie en algunos ámbitos, incluso en naciones que atribuyen a la tolerancia un gran valor" (Discurso del Santo Padre a la sociedad británica, Westminster Hall, 17 de septiembre de 2010). La idea de la religión como forma de alienación está desmentida por la constatación de que los creyentes representan un eje fundamental a favor del bien común.

La vida religiosa, como factor importante para la vida social y cultural de los países, no está amenazada sólo por restricciones vejatorias, sino también por el relativismo y por un falso secularismo, que excluye la religión de la vida pública. Por eso es de vital importancia para los creyentes participar libremente en el debate público para presentar así una visión del mundo inspirada por su fe. De esta forma contribuyen al crecimiento moral de la sociedad en la que viven. Los Estados participantes en la OSCE han adquirido cada vez más la conciencia de que una confrontación franca de ideas y de convicciones es condición indispensable para su desarrollo global. Por esta razón la zona de “Vancouver a Vladivostok” puede con derecho esperar de las religiones una contribución eficaz a la cohesión social, a la seguridad y a la paz.

Estrechamente unida a la libertad religiosa, allí donde esta es negada, se encuentran la intolerancia y la discriminación por motivos religiosos, especialmente contra los cristianos. Está ampliamente documentado que los cristianos son el grupo religioso mayormente perseguido y discriminado. Más de 200 millones de ellos, pertenecientes a confesiones distintas, se encuentran en situación de dificultad a causa de estructuras legales y culturales.

La comunidad internacional debe combatir la intolerancia y la discriminación contra los cristianos con la misma determinación con la que lucha contra el odio hacia los miembros de otras comunidades religiosas. Y los Estados participantes en la OSCE se han comprometido a hacerlo. En las discusiones durante la Mesa Redonda de marzo de 2009 surgió claramente que la intolerancia y la discriminación contra los cristianos se manifiestan bajo formas diversas dentro de toda el área de la OSCE. En algunos países existen aún leyes intolerantes y discriminatorias, decisiones y comportamientos, acciones y omisiones que niegan esta libertad. Se registran episodios recurrentes de violencia e incluso asesinatos de cristianos. Sigue habiendo restricciones excesivas hacia el registro de Iglesias y comunidades religiosas, como también contra la importación y la distribución de su material religioso. Hay también interferencias ilegítimas en el campo de su autonomía a nivel organizativo, que impiden actuar de forma coherente con las convicciones morales. A veces se ejerce una presión excesiva sobre personas empleadas en la administración pública que lesionan su derecho de seguir los dictados de su propia conciencia, con claros signos de resistencia contra el reconocimiento del papel público de la religión. La educación cívica es carente en respetar la identidad y los principios de los cristianos y de los miembros de otras religiones. Tampoco los medios de comunicación y los discursos públicos están libres siempre de actitudes de intolerancia y, a veces, de verdaderas denigraciones hacia los cristianos y los miembros de otras religiones. La OSCE debería, por tanto, desarrollar propuestas efectivas para combatir dichas injusticias.

Señor Presidente,

La Santa Sede ha sido siempre consciente de la gravedad del crimen del tráfico de seres humanos, una forma moderna de esclavitud. Precisamente hoy se celebra la Jornada Mundial para la Abolición de la Esclavitud.

Todos los esfuerzos dirigidos a hacer frente a las actividades criminales y a proteger a las víctimas del tráfico deberían incluir a hombres y mujeres y poner los derechos humanos en el centro de todas las estrategias. Esta misma visión debería ser aplicada a otras formas de tráfico, como las formas ilícitas de subcontratación que sacan provecho de condiciones de trabajo basadas en la explotación.

El tráfico de seres humanos es un problema pluridimensional, a menudo ligado a la migración, pero va mucho más allá de la industria del sexo, pues comprende también el trabajo forzado de hombres, mujeres y niños en varios sectores industriales y comerciales. Si por una parte el trabajo coaccionado está relacionado con la discriminación, con la pobreza, con las costumbres locales, al analfabetismo de la víctima, por otra tiene un nexo con el trabajo flexible y barato. Las diversas formas de tráfico requieren medidas y visiones distintas, dirigidas a devolver dignidad a las víctimas.

Para prevenir el tráfico de seres humano hoy se recurre a menudo a políticas de inmigración más severas, a mayores controles en las fronteras y a la lucha contra el crimen organizado, Con todo, mientras las víctimas que son repatriadas se encuentren en las mismas condiciones de las que intentaron huir, el tráfico no se interrumpirá fácilmente. Por tanto las iniciativas anti-tráfico deben buscar también desarrollar y ofrecer posibilidades concretas para huir del ciclo pobreza-abuso-explotación. Como afirma el Papa Benedicto XVI, en su Encíclica Spe salvi: “La grandeza de la humanidad está determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y con el que sufre. Esto es válido tanto para el individuo como para la sociedad” (N. 38).

Señor Presidente,

6. La Declaración Final de la Cumbre, como también el Plan de Acción, atestiguan la actualidad de los “diez principios” de Helsinki. Estos documentos revelan al mundo que los compromisos concordados por la OSCE son fuertes y nobles, son apoyados por un mandato sólido y por el principio del consenso. La Santa Sede reafirma estos compromisos y anima a la Organización a permanecer firme en ellos.

Permitaseme, Señor Presidente, concluir mi intervención citando las palabras del Papa Juan Pablo II con ocasión de su Visita Pastoral a Finlandia en 1989. Dirigiéndose a los componentes de la Asociación Paasikivi, dijo: “En la noble tarea de llevar a término el proceso de Helsinki la Iglesia católica no dejará de estar junto a vosotros, a vuestro lado, de ese modo discreto que caracteriza su dimensión religiosa. Ella está convencida de la validez del ideal encarnado aquí hace catorce años en un documento que para millones de europeos es más que un documento final: ¡es un 'acto de esperanza'!".

¡Que el Encuentro Cumbre de Astaná sea también un “acto de esperanza” para nuestra generación!

¡Gracias, Señor Presidente!

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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