2.12.10

La hora de Dios: Para comprender Luz del mundo de Benedicto XVI

A las 12:39 AM, por Joan Antoni
Categorías : General
 

La hora de Dios. Breve reflexión sobre “Luz del Mundo” de Benedicto XVI

La larga conversación de Benedicto XVI con Peter Seewald y recogida en el volumen Luz del mundo ha suscitado muchos cometarios e interpretaciones. La mayoría se han centrado en cuestiones que sin duda no son asuntos de primordial importancia y no han captado la esencia de lo que nos ha querido decir el Papa.

Es interesante constatar que el título de esta obra se refiere directamente a Jesucristo, luz del mundo, y que la primera palabra que encontramos en el volumen es el nombre mismo de Dios: “Dios mira desde el cielo y observa a los hombres para ver si hay alguno que sea sensato y busque a Dios…”. Significativas estas palabras del Salmo 53 que sirven de preámbulo a la larga entrevista con Benedicto XVI.

A mi juicio, todo esto nos da la clave de comprensión fundamental de todo cuanto nos ha querido decir el sucesor de Pedro. Es la hora de Dios. El mundo sólo se regenerará y abrirá una vía de solución a sus numerosos y graves problemas, si entra en sintonía con Dios, si acepta rehacer su relación con su Creador y Salvación, si construye la realidad a partir del único fundamento consistente que es la sabiduría y el amor que provienen de Dios mismo y que se reflejan en las leyes santas que nos ha dado a conocer para nuestra salvación. Nisi Dominus aedificat domum…

En Santiago de Compostela el Papa se preguntaba perplejo cómo había llegado a hacerse silencio sobre la cuestión más esencial, sobre Dios, e invitaba a retornar a Él. Peter Seewald lo afirma claramente: Al final, el mensaje de Benedicto XVI es una dramática llamada a la Iglesia y al mundo, a cada individuo: no podemos continuar adelante como hemos hecho hasta ahora. Es tiempo de entrar en razón, de cambiar, de convertirse.

Y el Papa lo dice con toda claridad: “Podrían enumerarse muchos problemas que hay en la actualidad y que es necesario resolver, pero que sólo se pueden resolver si ponemos a Dios en el centro, si Dios resulta de nuevo visible al mundo”.

Y concluye el entrevistador citando al entrevistado: Con la pregunta de “si Dios, el Dios de Jesucristo, está presente y es reconocido como tal, o si desaparece” se decide hoy “el destino del mundo en esta dramática situación”.

Tal vez esta breve reflexión ayude a algunos comentaristas de la entrevista al Papa a tener una mayor amplitud de miras y evitar que los árboles no les dejen ver el bosque.

J. A. Mateo