11.12.10

Regalo del cielo

A las 1:38 AM, por Luis Fernando
Categorías : María, Actualidad
 

Mons. David L. Ricken, obispo de Wisconsin, acaba de decretar con “certeza moral” que la Virgen María realmente se apareció a la joven inmigrante belga Adele Brise, en tres ocasiones en octubre de 1859. Para ser sincero, es la primera vez que oigo hablar de esa aparición, así que no conozco más detalles que los que aparecen en la noticia del decreto episcopal.

Es de agradecer que la Iglesia reconozca que la Virgen ha cumplido la voluntad de Dios apareciéndose para dar un mensaje concreto. En este caso, la Virgen confió a Adele la misión de “reunir a los niños de este lugar campestre y enseñarles lo que tienen que hacer para la salvación. Ve y no temas nada. Te ayudaré". Y así lo hizo la buena mujer. Y como siempre que desde el cielo se concede una gracia, los resultados no se hacen esperar. Los milagros se han sucedido en Champion. Y no debemos pensar sólo en episodios de sanación sobrenatural sino en ese gran milagro que supone la conversión.

Es fabuloso que Dios sane a una persona de una enfermedad gravísima o mortal. Pero eso no es nada comparado con la alegría, el gozo y el júbilo que produce ver que alguien pasa de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida eterna. Y eso es lo que la Virgen encomendó a Adele como en su día el propio Cristo encomendó a sus apóstoles. Al fin y al cabo, el gran mensaje de la Madre de Dios siempre será el mismo: “Haced lo que Él os diga".

Hoy sigue siendo absolutamente urgente cumplir la voluntad divina expresada en las palabras de la Madre a la vidente de Champion. Debemos enseñar a los niños lo que tienen que hacer para la salvación. Es decir, creer en Cristo y, regados por la gracia de Dios, convertirse en árbol que da fruto y no en páramo estéril.

Demos gracias a Dios por el regalo de María. Cristo nos la entregó como madre en la Cruz. Y en los últimos tiempos, nos la envía para recordarnos aquello que, por otra parte, nunca deberíamos olvidar.

Luis Fernando Pérez Bustamante

PD: Estaré fuera hasta el domingo por la noche y no sé si podré moderar los comentarios. Lo digo para que nadie se extrañe si no aparece el suyo.