ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 14 de diciembre de 2010

Santa Sede

El Papa viajará a Alemania del 22 al 25 de septiembre de 2011

"Los comunicadores, invitados a descubrir el silencio en Adviento"

El Papa en Navidad, cerca de los pobres y de los niños enfermos

Mundo

EE.UU.: Miami cuenta con un nuevo santuario a la Madre de Dios

La carta anual de Taizé recuerda los dramas de Chile y Haití

España: primera Biblia para todas las actividades oficiales de la Iglesia

Ecuador: asesinado un sacerdote franciscano polaco

"Cómo evangelizar en una sociedad religiosamente plural”

Entrevistas

Cardenal Bartolucci, por cuatro décadas al mando del “coro del papa”

Foro

La nación y el desarrollo de los pueblos

Documentación

Mensaje de monseñor Celli a a los comunicadores de América Latina

Mensaje del Papa tras su peregrinación a Compostela


Santa Sede


El Papa viajará a Alemania del 22 al 25 de septiembre de 2011
Confirmado hoy por la Conferencia Episcopal alemana
BONN, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI viajará a Alemania del 22 al 25 de septiembre de 2011. Lo ha confirmado hoy oficialmente monseñor Robert Zollitsch, arzobispo de Friburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, a través de un comunicado oficial.

Este viaje tendrá carácter de visita de Estado, aceptando la invitación tanto del Presidente de la República Federal,Christian Wulff, como de la Conferencia Episcopal.

Está previsto que Benedicto XVI visite tres ciudades, Berlín, Friburgo y Erhfurt. No obstante, el comunicado realizado por monseñor Zollischt no confirma ninguna planificación oficial del viaje, sino sólo que ésta “empezará próximamente”.

El prelado también explicó que con motivo del viaje, la plenaria de la Conferencia Episcopal alemana programada para principios de octubre en Fulda se trasladará a otra fecha, aun sin confirmar.

Además de este viaje a su país natal, Benedicto XVI tiene previstos en 2011 otros tres viajes a países extranjeros: Croacia (4 y 5 de junio), España (del 18 al 21 de agosto y Benín (del 18 al 20 de noviembre).

Tiene otros cuatro viajes previstos dentro de Italia: a Venecia (7 y 8 de mayo), San Marino (19 de junio), Ancona (11 de septiembre) y Lamezia Terme (9 de octubre).

 


 

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"Los comunicadores, invitados a descubrir el silencio en Adviento"
Mensaje de monseñor Celli en la fiesta de Guadalupe
CIUDAD DEL VATICANO, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- “Les invito a vivir tiempos y espacios de silencio durante estos días del Adviento, para escuchar la voz de Jesús que nos habla al corazón”.

Así se dirige el presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, monseñor Claudio Maria Celli, a los comunicadores de América Latina en un mensaje con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de la RIIAL.

El representante vaticano reconoce la dificultad de hacer silencio “en este momento de bombardeo informativo, de exigencias pastorales, de ajetreo en las familias, en nuestros medios de comunicación y parroquias, para no hablar de las compras, los regalos, las fiestas y celebraciones”.

“Pero… -añade- si dedicamos tiempo a seleccionar los ingredientes y a preparar las cenas y comidas que compartiremos en un clima de festivo, ¿no debemos preparar también, y más si cabe, aquello que comunicaremos a través de radios, periódicos, programas de televisión, sitios web?”.

Monseñor Celli se pregunta “qué podemos dar de sustancioso, si nuestra vida se va quedando llena sólo de palabras repetidas, con escaso fondo y apenas contenido” y anima a dedicar “tiempo al Señor a quien estamos esperando en este Adviento”.

“¡De la mano de María, encontrémonos con Él sin prisas, pues nos espera siempre! -insta- Pongamos un dique a la inundación de quehaceres y ruidos que tantas veces nos arrastran sin freno”.

El prelado prosigue comparando el silencio a “una pantalla blanca sobre la cual podemos proyectar la película de nuestra vida cotidiana para verla nítidamente”.

“Si la proyectáramos sobre una pared llena de cuadros, de libros y objetos, con ruido de fondo, poco podríamos comprender”, explica.

Y añade: “Sólo en el silencio se asumen de manera más consciente las propias opciones; en el silencio se escucha la voz de Dios. Así podremos ser auténticos portadores de su Palabra”.

Misión continental

Por otra parte, monseñor Celli hace referencia a la Misión continental que se está desarrollando en América Latina y que “anima a muchas personas a tomar nueva conciencia de lo que significa ser discípulos de Jesús”.

“Las Iglesias locales impulsan esta tarea con entusiasmo, recordando que ser sus discípulos significa haber vivido un auténtico encuentro con Él”, indica.

“Esta experiencia marca y transforma la vida de manera permanente, y por ello deseamos comunicarla a otros, transformándonos así en misioneros y misioneras”, continúa.

Explica que el encuentro con el Señor tiene muchas facetas. “Siendo personal, es siempre también comunitario; se da en la soledad y el silencio, pero también de manera privilegiada en las celebraciones litúrgicas y en la vida de familia”.

Y concluye pidiendo que María de Guadalupe “nos alcance de Dios el don del silencio interior, justamente para poder renovar nuestra vida de discípulos y discípulas del Señor, y para que Él haga fructificar nuestras palabras, textos, imágenes y notas musicales portadoras de la Buena Nueva”.

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El Papa en Navidad, cerca de los pobres y de los niños enfermos
Repartirá regalos a pequeños pacientes del Gemelli
ROMA, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI ha tomado la iniciativa este año de compartir algunos momentos de las fiestas de Navidad con personas necesitadas de la diócesis de Roma, según afirma un escueto comunicado hecho público hoy por la Santa Sede.

El próximo domingo 26 de diciembre, el Papa Benedicto XVI ofrecerá, en el Atrio del Aula Pablo VI, una comida a las personas asistidas en las diversas comunidades romanas de las Misioneras de la Caridad.

Esta iniciativa tiene por objeto conmemorar el centenario del nacimiento de la beata madre Teresa de Calcuta.

El 5 de enero, a las cinco de la tarde, vigilia de la Epifanía, el Papa tiene previsto visitar a niños ingresados en los servicios de pediatría del Policlínico Agostino Gemelli, y ayudar a repartirles los regalos de Reyes Magos.

En esa visita tiene previsto también bendecir un Centro especializado en la atención de niños con espina bífida.



 

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Mundo


EE.UU.: Miami cuenta con un nuevo santuario a la Madre de Dios
En el centenario de la ordenación sacerdotal del fundador de Schoenstatt
MIAMI, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Este domingo 12 de diciembre fue consagrado un nuevo santuario mariano de gracia y peregrinación, promovido por el Movimiento Apostólico de Schoenstatt, en Miami, Estados Unidos. La consagración estuvo a cargo del obispo auxiliar de la archidiócesis de Miami Felipe J. Estévez.

El santuario indica en su nombre --Via ad Patrem Misericordem (El camino hacia el Padre misericordioso)- “la misión que la Santísima Virgen quiere llevar a cabo aquí en Florida”, señala a ZENIT Belsay Henning, en nombre de los impulsores de la nueva basílica.

El santuario estará abierto al público. “María, nuestra Madre Santísima invita a todos los que la aman y siguen al padre José Kentenich, fundador del Movimiento Internacional de Schoenstatt, a recibir las abundantes gracias de su Santuario (Acogimiento, Transformación y Envío Apostólico)”, informa Henning.

Veintitrés años después de la llegada a Miami de la Mater (como denominan a María los miembros de este movimiento) se empezó a construir este santuario.

El 31 de mayo de 2010 se celebró el inicio de las obras junto al obispo de Pueblo, Colorado, Fernando Isern, del movimiento de Schoenstatt, el padre Andrés Coucelo, “schoenstattiano de corazón” –dice la página web del movimiento--, y una Hermana de María muy conocida en la familia, la hermana Petra Schnuerer.

Este Santuario –señalan los impulsores- es un regalo al Padre Kentenich por el centenario de su ordenación sacerdotal.

“Schoenstatt en Miami confía en las oraciones de todos sus hermanos en la Alianza, para que este Santuario sea un lugar de gracias no sólo para La Florida sino para todo el mundo”, afirman.

Para saber más: www.radioalianzadeamor.com, http://cmsms.schoenstatt.de/es/

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La carta anual de Taizé recuerda los dramas de Chile y Haití
Publicada la “Carta de Chile” del Hermano Alois
TAIZÉ, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Las dificultades y las alegrías como parte de la vida y en concreto de los acontecimientos producidos durante el año que concluye en América Latina están presentes en la Carta de Chile, que acaba de publicar el prior de la comunidad ecuménica de Taizé, el Hermano Alois.

“En nuestras existencias, atravesamos dificultades y sufrimientos, a veces durante largos períodos -se lee en la Carta-. Pero quisiéramos buscar siempre reencontrar la alegría de vivir”.

La carta se ha publicado tras el segundo encuentro internacional promovido por la comunidad en América Latina, celebrado en Santiago de Chile del 8 al 12 de diciembre.

 

La alegría, constata el Hermano Alois en el documento para la reflexión, “se despierta por el asombro de un encuentro, por la duración de una amistad, por la creación artística, o también, por la belleza de la naturaleza...”.



 

“El amor que se nos muestra hace nacer una felicidad que colma poco a poco el fondo del alma”, añade.

Respecto a la fuente de esa alegría, explica que “no depende solamente de circunstancias momentáneas, viene de la confianza en Dios”.

Según el Hermano Alois, “la opción por la alegría es inseparable de la opción por el hombre. Ella nos colma de una compasión sin límites”.

También reconoce que “la acumulación exagerada de bienes materiales mata la alegría” y que la felicidad se encuentra en un estilo de vida sobrio, en trabajar para dar un sentido a la existencia y en compartir con los demás.

Sufrimiento y solidaridad

En la introducción de la carta, el prior de Taizé explica que, al convocar el encuentro de este mes en Santiago, “no imaginábamos que este año 2010 sería para los chilenos un período en el que las dificultades estarían a la altura de las alegrías”.

Se refiere la alegría causada por la salvación de los 33 mineros que subieron a la superficie de la tierra tras un accidente en la mina y al terremoto del pasado mes de febrero.

“Al mismo tiempo que los chilenos celebraban, con otros países latinoamericanos, el bicentenario del advenimiento de la República, la violencia de la tierra y el mar les infringía profundos sufrimientos”.

También ora ante el “enorme sufrimiento” provocado por el terremoto producido en enero de este año en Haití, país que los hermanos de Taizé tienen previsto visitar a finales de este mes de diciembre para expresar su solidaridad y admiración por este pueblo.

La carta reconoce la “bella generosidad con la que innumerables personas han ayudado a las víctimas de las dramáticas catástrofes naturales”.

Y destaca que los cristianos de América Latina nos recuerdan que “el combate contra la pobreza es un combate por la justicia, la justicia en las relaciones internacionales, no el asistencialismo”.

El Hermano Alois indica como signos de nuestro tiempo la inmigración y la creciente pobreza en el interior de los países ricos.

La carta recuerda que “el Evangelio nos anima a ir aún incluso más lejos: la justicia debe prolongarse en el perdón”.

Y ante las situaciones “en las que no conseguimos perdonar”, continúa, “debemos recordar que el perdón de Dios no falla nunca”.

“Acoger y transmitir el perdón de Dios: ése es el camino que Cristo ha abierto”, concluye, “el perdón recibido o dado es creador de alegría” y fuente de paz.



 

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España: primera Biblia para todas las actividades oficiales de la Iglesia
Presentada la versión oficial de la Biblia de la CEE
MADRID, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- La primera Biblia en español propuesta por la Conferencia Episcopal Española (CEE) como la traducción de referencia para todas las actividades oficiales de la Iglesia católica fue presentada este martes en Madrid.

“Por primera vez, tenemos una Biblia en español para todas las actividades oficiales de la Iglesia -declaró el obispo portavoz de la CEE, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, en la rueda de prensa de presentación del volumen-. Es un acontecimiento histórico” eclesial, exegético y cultural.

Con la Sagrada Biblia. Versión oficial de la Conferencia Episcopal Española, “resultará más fácil conservar la Palabra de Dios en la memoria y meditarla en el corazón”, afirmó monseñor Martínez Camino en la sede de la CEE.

Y ello porque se utilizarán las mismas palabras en las celebraciones litúrgicas, los catecismos, las publicaciones eclesiales, los libros de la asignatura de Religión, etcétera.

El volumen, de 2.160 páginas, ha sido publicado por la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC) en un formato poco habitual en este tipo de obras -17 por 24 centímetros-, con una primera tirada de veinte mil ejemplares

 

Hay una edición encuadernada en tela que se vende a 37 euros y otra en geltex, que cuesta 26 euros.

Se trata de “un regalo barato y excelente muy adecuado para Navidad”, según el portavoz de los obispos españoles.

Cuenta con amplias introducciones a los libros de la Sagrada Escritura, citas de textos paralelos, mapas, más de 6.000 notas y un índice litúrgico con las lecturas para la Eucaristía.

La Versión oficial de la Conferencia Episcopal presentada este miércoles no excluye otras traducciones, explicó el portavoz de los obispos, quien expresó su deseo de que sigan multiplicándose las traducciones de la Biblia.

Largo proceso

El libro es el fruto de un largo y riguroso trabajo en el que han intervenido numerosos especialistas en Sagrada Escritura, en liturgia, en literatura, todos los obispos y sus colaboradores, los peritos de la Congregación para el Culto Divino y sus responsables.

Veinticuatro especialistas se han encargado de la traducción a partir de los originales en hebreo, arameo y griego.

Lo han hecho respetando el original, adaptándolo al genio de la lengua española y considerando el carácter específicamente sagrado del propio texto de la Biblia y el uso litúrgico a que está destinada una buena parte de la traducción.

La idea de hacer una traducción completa de la Biblia como texto oficial de la Conferencia Episcopal se remonta a los años sesenta del siglo pasado.

Para llevarla a la práctica se creó, en 1996, una comisión coordinadora, y después un comité técnico que pilotó toda la obra, presidido por Domingo Muñoz León.

En junio de 2007 ya estaban listas la traducción completa, introducciones y notas, que cuarenta obispos estudiaron. Tras evaluar sus propuestas, el comité técnico envió el texto revisado a todos los obispos.

En 2008, la Biblia en su conjunto fue aprobada por la Comisión Permanente de la CEE, y en 2009, por la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los sacramentos.

Ahora, los libros litúrgicos, escolares, etcétera irán incorporando paulatinamente los textos de esta nueva traducción oficial de la Biblia.

La CEE ha enviado un ejemplar del volumen a todas las conferencias episcopales de habla hispana, aunque se trata de una obra oficial de referencia únicamente para España.

Con motivo de la publicación de esta versión de la Biblia, los días 7, 8 y 9 del próximo mes de febrero se celebrará en Madrid Congreso La Sagrada Escritura en la vida de la Iglesia.

Según anunció hoy monseñor Martínez Camino, el prefecto para la Congregación de los Obispos, el cardenal Marc Ouellet, pronunciará la ponencia inaugural del congreso.

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Ecuador: asesinado un sacerdote franciscano polaco
En su parroquia de Santo Domingo de Los Colorados
SANTO DOMINGO DE LOS COLORADOS, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El padre Miroslaw Karczewski, OFM Conv., de 45 años de edad, fue asesinado el pasado 6 de diciembre en la casa parroquial del convento de San Antonio de Padua de Santo Domingo de Los Colorados, al norte de Ecuador.

El fraile pertenecía a la provincia polaca de los Hermanos Menores y trabajaba desde hacía cinco años en la parroquia de Santo Domingo de los Colorados, en la provincia de Tsáchila, informó la agencia Fides.

El lunes de la semana pasada, el sacerdote debía celebrar la misa a las siete de la tarde. Al ver que no aparecía, los feligreses fueron a buscarlo a su casa y lo encontraron muerto.

La víctima presentaba cortes en el cuello y en otras partes del cuerpo, por lo que, según el responsable de los franciscanos de Ecuador, Juan Luna, parece que luchó con el asesino.

Parece ser que cuando el padre Mirek abrió la casa parroquial a sus agresores, estaba solo. Después de asesinarlo, golpeándolo con un gran crucifijo, los delincuentes robaron un teléfono móvil y el ordenador del sacerdote.

Según la policía, el sacerdote había sido asaltado hace un año en su casa y había visto la cara de los criminales, que habían amenazado con matarlo si los denunciaba.

Los funerales de fray Miroslaw se celebraron el jueves 9 de diciembre por la mañana en Santo Domingo (Ecuador).

Nacido en 1965 en Połczyn Zdrój, el fraile pertenecía a la provincia de San Maximiliano Kolbe (Polonia – Gdansk). Fue ordenado sacerdote en 1993 en Koszalin y trabajó durante dos años en el convento de San Maximiliano en Gdynia.

En 1995 partió hacia Ecuador. Últimamente era el guardián del convento de San Antonio de Padua en Santo Domingo de los Colorados.  

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"Cómo evangelizar en una sociedad religiosamente plural”
Celebrada en España la XVIII Asamblea General del Foro de Laicos
LAS MATAS, martes, 14 diciembre 2010 (ZENIT.org).- Cómo evangelizar en una sociedad religiosamente plural fue el leitmotiv que guió los trabajos de la XVIII Asamblea General Anual del Foro de Laicos de España. El Foro, integrado por más de cincuenta organizaciones laicales, se reunió en el centro Mariápolis Luminosa, en Las Matas, a veintiséis kilómetros de Madrid.

“Cómo evangelizar en una sociedad religiosamente plural” fue el interrogante que se plantearon, los días 27 y 28 de noviembre pasado, los delegados y representantes de los movimientos y asociaciones que integran el Foro.

La Asamblea tuvo dos sesiones: Una de estudio el sábado 27, y otra estatutaria el domingo 28.

La presidenta del Foro de Laicos, Camino Cañón, agradeció la asistencia de todos, en particular, la del obispo de Canarias Francisco Cases, responsable del Seguimiento del Foro, en la Comisión de Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal.

En la presentación del encuentro y saludo inicial, monseñor Cases destacó la importancia de la pregunta planteada, pues el incremento en la variedad de religiones presentes, y el número de personas que en ellas participan, en España, obliga a una reflexión profunda que permita abrir caminos nuevos para aprender a vivir en esta nueva realidad.

Algunas aspociaciones y movimientos presentaron sus reflexiones sobre “cómo evangelizar en una sociedad religiosamente plural”, destacando que la evangelización pasa por el diálogo ecuménico e interreligioso, siendo fieles a la propia identidad y dando testimonio de lo que se anuncia.

María Elena Olmos, catedrática de Derecho Eclesiástico de la Universidad de Valencia, presentó una ponencia sobre el marco conceptual y jurídico de la libertad religiosa en España. Los derechos no se conceden, concluyó, sino que se reconocen, y que eso conlleva, que el Estado debe garantizar el ejercicio de la libertad religiosa, defenderla contra aquellos que la obstaculizan y cooperar para facilitar su ejercicio.

Luis González-Carvajal, catedrático de Teología Moral de la Universidad Pontificia de Comillas, desarrolló dos claves para evangelizar en una sociedad religiosamente plural. Para los no creyentes: el testimonio de vida, el anuncio explícito de la propia fe en Jesucristo, haciéndolo amable y atractivo. Para los creyentes de otras religiones: diálogo de la vida; diálogo para colaborar juntos en tareas de justicia, solidaridad, etc; diálogo intelectual para los especialistas y compartir experiencias religiosas.

En una mesa redonda, participaron Mariano Blázquez, secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España; Teofil Moldován, arcipreste-párroco de la Iglesia Ortodoxa Rumana y Riay Tatary, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España. Moderó el diálogo Jesús Romero, de la Comunidad de San Egidio.

La exposición se centró en responder cada uno al interrogante de cómo se plantean la relación con las comunidades de otras religiones, en particular, con la mayoría católica.

Se llegóa a la conclusión de que el camino de avance pasa por el diálogo, por trabajar juntos en torno a los valores compartidos, y evitar que el fenómeno religioso se reduzca al ámbito de lo privado.

En la sesión estatutaria, tras la presentación de los informes anuales pertinentes, se dió paso a la presentación de los nuevos candidatos y posterior elección de la mitad de los miembros de la Comisión Permanente del Foro.

Para saber más: http://www.forodelaicos.es/, http://www.zenit.org/article-29765?l=spanish.

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Entrevistas


Cardenal Bartolucci, por cuatro décadas al mando del “coro del papa”
Entrevista con el, ex director del coro de la Capilla Sixtina
ROMA, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org) Entre los nuevos cardenales que fueron creados durante el consistorio el pasado 20 de noviembre está Domenico Bartolucci, quien por más de 40 años sirvió como director del Coro Capilla Musical Pontificia “Sixtina”.

A pesar de haber superado la edad de cardenales electores, con 93 años, Benedicto XVI lo agregó al Colegio Cardenalicio por la “generosidad y dedicación en el servicio de la Iglesia”, como afirmó el pasado 20 de octubre cuando anunció el consistorio. Sus obras han sido publicadas en varios volúmenes. ZENIT lo entrevistó.

-¿Cómo recibe este nombramiento?

Cardenal Domenico Bartolucci: No me lo esperaba. Es cierto que es un signo de amor del Papa por la música sacra, un reclamo evidente, especialmente en este momento de crisis, Antes la música era el alma de la liturgia. Incluso en países – yo soy toscano, de un pueblecito llamado Borgo San Lorenzo – todos cantaban en las plazas, las iglesias, las procesiones, y escuchando las bandas musicales. Hoy hay chicos muy talentosos pero la formación musical es a menudo poco adecuada. No sé quién es el culpable pero actualmente prevalece el estadio y las discotecas y todo está reducido al mercado.

-¿Cómo descubrió su vocación a la música?

Cardenal Domenico Bartolucci: Desde pequeño crecí junto a mi padre que era un cantante apasionado de la Iglesia. En el seminario la música era muy importante aunque en un sentido a mí me la impedían porque los superiores temían que esto me distrajera del estudio del griego y el latín. Luego vine a Roma y allí quedé encantado de la vitalidad de las capillas musicales de las basílicas. Fui nombrado vice maestro de San Juan de Letrán y luego maestro de la Capilla Musical Liberiana de Santa María la Mayor como sucesor de Licinio Refice en 1955 vice maestro de la Sixtina con Perosi. Estuve con él cuatro años y luego de su muerte en 1956 Pío XII me nombró Director Perpetuo de la Capilla Musical Sextina. A pesar de ello, cuando cumplí 80 años me relevaron del cargo. No me informaron de esto, lo supe cuando nombraron a mi sucesor.

-¿Cómo fue este período como director de la Capilla Sextina?

Cardenal Domenico Bartolucci: La Sixtina tuvo una gran vitalidad hasta el Concilio. Recuerdo las bellísimas funciones con el Papa Pacelli y con el papa Juan XIII. Después de la Reforma litúrgica nuestra contribución en las liturgias papales fue redimensionada. Nos salvamos con los conciertos en todo el mundo donde se pudo mantener el patrimonio de la Capilla: viajamos a Austria, Alemania, Irlanda, Francia.Bélgica. España. Filipinas, Australia, Canadá, Estados Unidos, Turquía, Polonia y Japón.

-¿Cómo era el interés de Pío XII hacia la música sacra?

Cardenal Domenico Bartolucci: El Papa Pacelli amaba la música sacra y en ocasiones para descansar tocaba el violín. Con él las funciones muchas veces se llevaban a cabo justamente en la Capilla Sextina. Era una figura extraordinaria, de grande cultura y humanidad.

-¿Y en la época de Juan XIII? 

Cardenal Domenico Bartolucci: La Capilla Sixtina le debe mucho a Juan XIII. Bajo su pontificado fue aprobado por su propio interés mi proyecto de reforma. Con Perosi (su predecesor en la dirección del coro de la Capilla Sixtina n.d.r) las cosas, lamentablemente, también por causa de su enfermedad, eran degradantes. La Capilla no tenía, por ejemplo una estructura fija de cantores, una sede o un archivo. Gracias al papa Juan XIII reconstruimos todo casi de la nada y pudimos crear la Schola puerorum exclusiva para chicos. Con los niños en navidad cantábamos en el apartamento del papa delante del pesebre. Era conmovedor.

-¿Cree que la música sacra podrá volver a lo que era antes?

Cardenal Domenico Bartolucci: Se necesitará tiempo. Ya no existen los maestros de otras épocas porque ya no se ve la necesidad de que existan. Esperemos. Benedicto XVI ama mucho el canto gregoriano y la polifonía y quiere recuperar el uso del latín. Entiende que sin el latín el repertorio del pasado está destinado a ser archivado. Es necesario tornar a una liturgia que de espacio a la música, al gusto de lo bello, y también al verdadero arte sagrado.

-¿Qué piensa del canto, de la asamblea durante las celebraciones litúrgicas?

Cardenal Domenico Bartolucci: Es necesario estar atentos y no generalizar. No estoy en contra del canto del pueblo como algunos me han acusado. Es más, ya desde antes del concilio escribí cantos del pueblo para la liturgia en italiano. Estaban muy difundidos en las parroquias. Hay pues contextos donde se pide necesariamente una Schola cantorum o de todas maneras un coro que pueda hacer verdadero arte. Pensemos por ejemplo al repertorio del canto gregoriano que requiere verdaderos artistas para que sea hecho como se debe, o al grande repertorio polifónico. En estos casos el pueblo participa en todos los derechos, nutriéndose y escuchando, pero son los cantores quienes ponen al servicio de los demás su profesionalismo y su competencia. Lamentablemente muchos en estos años de novedad han pensado que participar quiere decir “hacer cualquier cosa”.

-¿Cuáles son sus autores preferidos, sus fuentes de inspiración?

Cardenal Domenico Bartolucci: Para la música sacra los grandes patriarcas son Palestrina y Bach. Palestrina es quien primero ha intuido qué quiere decir el ajuste perfecto de la polifonía al texto sacro. No por casualidad el Concilio de Trento se refirió a él para establecer los cánones de la música sacra. Bach también es un grande pero refleja más el espíritu de los nórdicos. En todo caso ambos muestran que la música se hace con las grandes cantos de la Iglesia. Occidente tiene una historia musical riquísima que la toman muchas culturas orientales. Hoy existe la necesidad de recuperarla y de darle el gusto y el espacio en el lugar en el que se estableció la liturgia.

Por Carmen Elena Villa

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Foro


La nación y el desarrollo de los pueblos
 
Por monseñor Giampaolo Crepaldi*

ROMA, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- El compromiso del católico en política se realiza en su tierra y en su nación, y con todo no puede ser indiferente al más amplio horizonte universal de la comunidad humana. De hecho, sabe que todos los hombres pertenecen a una única familia. Se lo dice su religión y también su razón. El Cristianismo fue fundamental para el nacimiento de la idea de una única hermandad entre todos los hombres; antes no existía una verdadera y propia idea de universalidad de la comunidad humana. Un a comunidad universal puede ser tal sólo como unión de los espíritus.

Antes del cristianismo había existido sólo la propuesta del Estoicismo de hablar de cosmopolitismo, pero se trataba de una perspectiva aún cósmica. Existía un mundo universal pero no una comunidad universal. El mundo es un orden de cosas mientras que una sociedad es un orden de personas, de carácter espiritual. La idea de una sociedad humana universal tiene orígenes religiosos, comienza con la fe cristiana. Pero también la razón confirma esta idea, en cuanto que ve entre los hombres una igual dignidad y un único destino, a causa de su interdependencia, que se extiende hacia los extremos confines de la tierra. Por tanto, el católico en política verá su propio compromiso en un contexto más amplio, referido también al desarrollo de todos los pueblos, no solo a causa de la globalización en curso, sino por un motivo más profundo, el de la “globalidad”, la unidad del género humano.

Nace así la preocupación por el desarrollo, un concepto central en la doctrina social de la Iglesia después que la Populorum progressio (1987) de Pablo VI lo planteara como problema global. Pero el concepto de desarrollo debe ser precisado. Éste tiene una dimensión intensiva y una extensiva. Por la dimensión intensiva, éste se refiere no solo a un aspecto de la vida humana, sino a todos, dispuestos en orden jerárquico según su importancia. Por la dimensión extensiva, se refiere a todos los hombres, sin exclusión de ningún tipo. Veamos mejor ambos aspectos.

El desarrollo es un concepto metafísico en cuanto que se refiere al logro, por parte del hombre, de la plenitud de su vocación. Un hombre desarrollado es una persona que ha podido crecer en su propia humanidad, que ha llegado a ser, en un cierto sentido, “más hombre”. Como puede verse, el concepto de desarrollo presupone una vocación para el hombre. Éste indica una situación de bienestar, de vida buena en el sentido de vida plenamente humana. Si el hombre es visto como un conjunto de impulsos físicos o como un fenómeno natural junto a otros fenómenos naturales, inmerso en la cadena del evolucionismo naturalista de las formas de vida, o como fruto de la casualidad y de la selección natural, entonces no se puede hablar de desarrollo respecto a él. Si no existe un ser de la persona y si este ser no indica objetivos que alcanzar, no se produce el desarrollo. No es necesario poner límites al concepto de desarrollo, en cuanto que éste se refiere a la “plenitud” de la vocación humana, incluyendo su vocación espiritual y eterna. Se ve aquí la importancia de una concepción incondicional de la persona.

Si se tienen antropologías reductivas, es decir, que consideran a la persona sólo desde algunos puntos de vista y sólo por algunas de sus dimensiones, entonces también el concepto de desarrollo se atrofia. Uno de los principales obstáculos al desarrollo es de tipo cultural: las culturas que reducen a la persona a este o aquel aspecto son enemigas del desarrollo. En particular lo son las culturas materialistas, según las cuales el hombre es un conjunto de fenómenos materiales aunque evolucionados de forma particular.

Una vez aclarado que el desarrollo tiene por objeto “todo el hombre” es necesario sin embargo añadir que en el hombre no todas sus dimensiones tienen el mismo valor, sino que unas están en función de otras. Por ejemplo, la disponibilidad de los bienes materiales tiene como fin los bienes espirituales, el desarrollo económico tiene como fin la justicia. El hombre por ejemplo tiene una necesidad de libertad, por lo que un bienestar que fuese limitador de su libertad no sería verdadero desarrollo. Como vemos, por tanto, es necesario tener presentes todas las dimensiones de lo humano y al mismo tiempo verlas en su justa jerarquía, dentro de un orden de mayor o menor importancia. Todo ello comporta una consideración metafísica del hombre, o sea, una consideración en profundidad de su ser y, a continuación, una valoración moral del desarrollo. El desarrollo será tanto más moralmente conforme a la dignidad humana cuanto más tenga en cuenta todos los aspectos del hombre sin dar la vuelta a la justa jerarquía de valores implicados en él.

El cristianismo es de fundamental importancia para el desarrollo en cuanto que proporciona, en Cristo, un modelo de hombre plenamente realizado en su misma humanidad y una concepción verdaderamente incondicionada de persona. El Cristianismo permite a cada una de las culturas reconsiderarse a sí misma y salir de sus propios límites y reduccionismos en cuanto que propone un mensaje de vocación integral de la persona humana.

No hay duda de que el desarrollo es por tanto un concepto cualitativo y no solo cuantitativo. No tiene que ver solo con el incremento de la riqueza, sino la calidad humana de la vida personal y social. Podríamos decir también que el desarrollo tiene que ver ante todo con las condiciones inmateriales y no las materiales. Éste es un criterio de juicio y de acción muy importante para el católico comprometido en política. Le permite dirigir la mirada no tanto y no solo a los datos económicos y las intervenciones técnicas, aun necesarias como diré dentro de poco, sino a los presupuestos inmateriales, es decir, culturales y morales, del desarrollo. En los países pobres muchos frenos al desarrollo derivan de culturas locales ancestrales que desprecian el trabajo, establecen normas discriminatorias, no valoran adecuadamente a la mujer, ven la relación con la naturaleza de modo mágico. Todas estas actitudes mentales derrochan recursos, no permiten una utilización plena de los recursos naturales, constituyen castas inamovibles en la sociedad que frenan la movilidad social y el progreso, bloquean las iniciativas emprendedoras. Favorecer el desarrollo de esos pueblos quiere decir también liberarlos de esas culturas limitadoras.

Por otro lado, leyes sobre la propiedad intelectual vigentes en los países ricos impiden distribuir fármacos de primera necesidad en los países pobres para luchar contra enfermedades endémicas y pandemias. También en este caso una cultura, de tipo productivista e individualista, es elemento de freno al desarrollo. La transferencia a los países pobres de estilos de vida hedonistas e individualistas propios de los países desarrollados puede ser negativo para su desarrollo. La falta de instrucción o de la capacidad de colaborar, las carencias en la concepción del respeto de la legalidad con causas de subdesarrollo no menos importantes que otras de orden material. Es bueno, por tanto, centrarse antes de nada en estos problemas de tipo inmaterial y asociar a las ayudas al desarrollo siempre un acompañamiento formativo.

Las transferencias no deben ser solo económicas o de bienes materiales, sino también de competencias, de profesionalidad, de instrucción y cultura y, como se dice, de know how. Una visión materialista del desarrollo lo entiende solo como transferencia de recursos, pero que a menudo caen en manos de torturadores que mantienen a esos pueblos sometidos, siendo desviados hacia la compra de armas, o destruyendo los mercados locales y empobreciendo a los productores. Si se pone atención en cambio a los problemas cualitativos, se pondrán en primer plano formas de ayuda cultural, educativa, formativa, de educación a la legalidad y al buen funcionamiento de las instituciones democráticas. También el mismo problema de la alimentación, que parece en su esencia como una falta de alimento, es decir, de bienes materiales, en el fondo depende de causas estructurales de tipo inmaterial y cultural.

Un aspecto muy importante de esta visión cualitativa del desarrollo tiene que ver con el estrecho vínculo entre los grandes principios del respeto del derecho a la vida, de la defensa de la familia y de la libertad de religión, y el desarrollo de los pueblos, puesto en evidencia sobre todo en la Caritas in veritate.

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*Monseñor Giampaolo Crepaldi es arzobispo de Trieste y Presidente del Observatorio Internacional “Cardenal Van Thuân” sobre la doctrina social de la Iglesia.


 

[Traducción del italiano por Inma Álvarez]

 

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Documentación


Mensaje de monseñor Celli a a los comunicadores de América Latina
En la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, patrona de la RIIAL
CIUDAD DEL VATICANO, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el mensaje que monseñor Claudio Maria Celli, presidente del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales, ha hecho llegar a los comunicadores de América Latina, con motivo de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.

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MENSAJE DE S.E. CLAUDIO MARIA CELLI

EN LA FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE 2010



 

Queridos amigos y amigas comunicadores de América Latina:

En esta entrañable fiesta de nuestra Madre, que hace sintonizar en el mismo Espíritu a millones de personas del continente, quiero hacerles llegar de nuevo mi cordial saludo.

La Misión continental que se está desarrollando en América Latina anima a muchas personas a tomar nueva conciencia de lo que significa ser discípulos de Jesús. Las Iglesias locales impulsan esta tarea con entusiasmo, recordando que ser sus discípulos significa haber vivido un auténtico encuentro con Él, haber experimentado su bondad, su amor y su misericordia en nuestra historia personal. Esta experiencia marca y transforma la vida de manera permanente, y por ello deseamos comunicarla a otros, transformándonos así en misioneros y misioneras.

El encuentro con el Señor tiene muchas facetas. Siendo personal, es siempre también comunitario; se da en la soledad y el silencio, pero también de manera privilegiada en las celebraciones litúrgicas y en la vida de familia. Se alimenta en el diálogo y la oración comunitaria, se expresa en el canto, en la catequesis, culmina en la acción y el servicio.

Por eso yo querría en esta Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe invitarles, precisamente como comunicadores y comunicadoras, a saborear de nuevo la experiencia del encuentro con Cristo. Les invito a vivir tiempos y espacios de silencio durante estos días del Adviento, para escuchar la voz de Jesús que nos habla al corazón. ¡De la mano de María, encontrémonos con Él sin prisas, pues nos espera siempre! Pongamos un dique a la inundación de quehaceres y ruidos que tantas veces nos arrastran sin freno. El silencio se parece a una pantalla blanca sobre la cual podemos proyectar la película de nuestra vida cotidiana para verla nítidamente. Si la proyectáramos sobre una pared llena de cuadros, de libros y objetos, con ruido de fondo, poco podríamos comprender. Sólo en el silencio se asumen de manera más consciente las propias opciones; en el silencio se escucha la voz de Dios. Así podremos ser auténticos portadores de su Palabra, como María que “guardaba todas esas cosas en su corazón” (Lc 2,19) y “hacer lo que Él nos diga” (cf. Jn. 2,5).

Quizá es un consejo difícil de seguir en este momento de bombardeo informativo, de exigencias pastorales, de ajetreo en las familias, en nuestros medios de comunicación y parroquias, para no hablar de las compras, los regalos, las fiestas y celebraciones. Pero… si dedicamos tiempo a seleccionar los ingredientes y a preparar las cenas y comidas que compartiremos en un clima de festivo, ¿no debemos preparar también, y más si cabe, aquello que comunicaremos a través de radios, periódicos, programas de televisión, sitios web? ¿Qué podemos dar de sustancioso, si nuestra vida se va quedando llena sólo de palabras repetidas, con escaso fondo y apenas contenido? Dediquemos tiempo al Señor a quien estamos esperando en este Adviento.

Que María de Guadalupe, Emperatriz de América y también Patrona de la RIIAL, nos alcance de Dios el don del silencio interior, justamente para poder renovar nuestra vida de discípulos y discípulas del Señor, y para que Él haga fructificar nuestras palabras, textos, imágenes y notas musicales portadoras de la Buena Nueva.

Muy feliz fiesta de Guadalupe y muy feliz Navidad a todos ustedes.



 

+Claudio Maria Celli

Presidente

Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales

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Mensaje del Papa tras su peregrinación a Compostela
Carta al arzobispo, monseñor Juián Barrio
SANTIAGO DE COMPOSTELA, martes 14 de diciembre de 2010 (ZENIT.org).- Por su interés, ofrecemos el contenido de la carta que el Papa Benedicto XVI dirigió al arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, a su vuelta del viaje apostólico a España (6-7 de noviembre), y que ha sido hecha pública hoy por la curia compostelana.

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Al Venerado Hermano

Monseñor Julián Barrio Barrio

Arzobispo Metropolitano de Santiago de Compostela

Al regresar a Roma después de la gozosa experiencia eclesial y espiritual de mi Visita Pastoral a Santiago de Compostela, donde, en este Año Santo, he querido sumarme a los peregrinos que llegan hasta los pies del Apóstol para dejarse transformar por el testimonio de su fe y el fuego de su amor a Cristo, deseo expresar a Vuestra Excelencia mi más sentido reconocimiento por la exquisita acogida, agradable hospitalidad y las continuas atenciones que me han dispensado en todos los momentos de mi grata permanencia en esa hermosa ciudad. Le ruego también que haga llegar mi viva gratitud a todos sus colaboradores, así como a las Autoridades Autonómicas y Municipales, a las Fuerzas de Seguridad y a los numerosos voluntarios, por su pródiga cooperación en la preparación, desarrollo y feliz cumplimiento de esta entrañable iniciativa.

Correspondo a estos nobles y elocuentes gestos, pidiendo a Dios que enriquezca a todos los hijos de esas nobles tierras con la abundancia de los dones de su amor y misericordia, que les sirvan de ayuda en la realización de sus deberes personales, familiares y sociales.

Con estos sentimientos, y a la vez que confío a la protección del apóstol Santiago, el amigo del Señor, a los sacerdotes, comunidades religiosas, seminaristas y fieles de esa amada Archidiócesis, les imparto de corazón la Bendición Apostólica, prenda de copiosos favores divinos.

Vaticano, 9 de noviembre de 2010

Benedicto XVI

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