El Papa almuerza con una quncena de necesitados

Benedicto XVI a los pobres: "Os llevo en el corazón y rezo por vosotros"

Señala que la caridad es la fuerza que cambia el mundo

Redacción, 26 de diciembre de 2010 a las 17:22
 

Benedicto XVI ha ofrecido un almuerzo a 517 personas necesitadas que son atendidos cada día en las 7 casas que las Hermanas Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa tienen en Roma y ha compartido mesa con 14 de ellos en el Aula Pablo VI, en ocasión del día de la Sagrada Familia.

Después de rezar el Angelus desde la ventana de su estudio, Benedicto XVI se trasladó al aula Pablo VI, donde se ha celebrado el almuerzo. Entre las personas que han compartido mesa con el Papa, están un hombre de Haití sobre una silla de ruedas, una mujer de Rumania, un musulmán de Etiopía, un hombre proveniente de China y otro de Gambia que se prepara para el bautismo y una mujer india embarazada, así como cuatro italianos y una persona de Costa de Marfil. Los asistentes han degustado lasaña, cordero con patatas y un postre de chocolate.

El Papa ha recordado que este año se celebra el centenario del nacimiento de la Beata Madre Teresa, fundadora de la Orden, y ha sostenido que la beata "ha vivido la caridad" hacia los demás "sin distinción" pero con una preferencia "hacia los más pobres y abandonados". Según ha explicado el Papa, la Madre Teresa "ha sabido reconocer en cada uno el rostro de Cristo" a quien "adoraba y recibía en la Eucaristía" y a quien "encontraba por las calles de la ciudad" llegando a ser "imagen viva de Cristo".

Benedicto XVI ha afirmado que la Madre Teresa "es tan famosa" porque "ha vivido de forma humilde y escondida" por amor y "en el amor de Dios". Su pequeña figura, ha rememorado el Papa, es el "signo visible de una existencia transformada por Dios" que en la noche "del dolor humano ha hecho resplandecer la luz del Amor divino".

Además, el Pontífice ha declarado que gracias a la Madre Teresa "todos han visto cómo la existencia puede cambiar cuando encuentra a Cristo" y ha recordado que la Beata ha donado "a tantos hombres y mujeres en situación de miseria y de sufrimiento" la consolación y "la certeza de que Dios no abandona a nadie ¡nunca!".

Su misión, ha manifestado el Papa, continúa "a través de aquellos que viven su carisma como Misioneros y misioneras de la Caridad".Benedicto XVI ha dado las gracias a los religiosos y religiosas presentes "por su presencia humilde, discreta y escondida a los ojos de los hombres, pero extraordinaria y preciosa para el corazón de Dios".

Asimismo, han estado presentes también el postulador de la Causa de Beatificación de la Madre Teresa de Calcuta y superior general de los Padres misioneros de la Caridad, el Padre Brian, así como la superiora general de las Hermanas Misioneras de la Caridad, sor Prema y el superior general de los Hermanos Contemplativos de los Misioneros de la Caridad, el padre Sebastian.

Desde hace tres años, Benedicto XVI ofrece una comida a personas necesitadas. El año pasado, El Papa se dirigió al barrio de Trastevere y compartió un almuerzo de Navidad con las personas atendidas por la Comunidad de San Egidio.

Este año se conmemora el centenario del nacimiento de la Beata Madre Teresa de Calcuta, por lo que el Papa ha querido invitar esta vez a las religiosas y religiosos de la Orden fundada en 1950 por la Madre Teresa y a aquellas personas que son atendidas en sus casas de acogida.

La Orden de las Hermanas Misioneras de la Caridad está repartida en más de 95 países y poseen una casa también en la Ciudad del Vaticano, la casa 'Don de María', que se encuentra cerca del Aula Pablo VI y fue donada a la Madre Teresa por el Papa Juan Pablo II.