"Zapatero es feligrés mío"

Rouco: El desarrollo de la persona y de la sociedad no pueden estar en manos del poder

"Con Juan Pablo II se fue un gran Papa, uno de los grandes Papas de la historia de la Iglesia"

Redacción, 30 de diciembre de 2010 a las 11:15

 

El Cardenal Arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha destacado este jueves en "Asi son Las Mañanas" de la Cadena Cope la labor de Cáritas y de los voluntarios, que siempre es ejemplar, pero especialmente en los momentos de crisis. Ha dicho que el matrimonio y la familia son realidades fundamentales para el desarrollo de la persona y de la sociedad, que no pueden estar en manos del poder.

Además, ha explicado que la crisis familia es anterior a la crisis económica: "Una sociedad de mayores tiene menos capacidad creativa y productiva que una sociedad donde hay jóvenes, son dos aspectos del programa. Pero, ciertamente, la crisis económica repercute en la familia de una manera tremenda".

Rouco Varela ha calificado de correcta la relación de la Iglesia con el Gobierno, aunque ha lamentado la aprobación de la ley del aborto, que supone un retroceso en los derechos fundamentales o el anuncio de la nueva ley de libertad religiosa, que considera innecesaria. "Zapatero es feligrés mío", añadió con una sonrisa el cardenal de Madrid.

Por su parte, y en declaraciones a Telemadrid, Rouco Varela Rouco Varela, recordó ayer la figura de Juan Pablo II y habló de Su Santidad Benedicto XVI.

Para el Cardenal, "con Juan Pablo II se fue un gran Papa, uno de los grandes Papas de la historia de la Iglesia". Según recordó, "es muy difícil calificarlo, pero es uno de los más grandes de la historia de la Iglesia" y fue, también, "una persona entrañable que irradiaba un encanto personal y un encanto pastoral extraordinario".

Siguió destacando que "conectaba con el hombre de nuestro tiempo de una forma muy cercana y, además, muy honda" subrayando su relación con los jóvenes, pero también con los enfermos, con los niños y con los ancianos. Y afirmó que fue un Papa pastoralmente universal y un Papa misionero. "Es desde los tiempos apostólicos, desde los tiempos de San Pedro, el Papa que más viajó, que más visitó a la Iglesia en el mundo, el que abrió, creo, el capítulo dinámico después del Concilio Vaticano II".

Asimismo, se refirió a Benedicto XVI y explicó que "es una persona humanamente muy modesta, humilde y sincera, muy auténtica, de una capacidad intelectual extraordinaria". "Es -prosiguió- una figura intelectual del siglo XX más allá de las fronteras y los límites de la Iglesia católica, del pensamiento teológico".

Declaró, igualmente, que "es un expositor luminoso, tanto cuando se le lee en su lenguaje, en su propia lengua -que es el alemán-, como cuando se le traduce. Es muy atento, muy cercano a las situaciones de las personas y de los grupos; muy atento a las necesidades de los que más lo necesitan, tanto espiritual como materialmente. Tiene una gran capacidad de compresión para las situaciones personales. Es un testigo del mensaje del Evangelio insobornable, con formas y modos de expresarlo llenas de humanidad, pero con un fondo de profesión de fe, de testimonio de la fe, luminoso e insobornable".