Clausura del Año Santo Jacobeo: el Papa exhorta a los pueblos de España y de Europa a vigorizar sus raíces cristianas
Católicos
Sábado, 01 de Enero de 2011 01:00
Benedicto XVI recuerda con emoción y gratitud a Dios su peregrinación a Santiago de Compostela, en una carta dirigida al arzobispo Julián Barrio Barrio, con ocasión de la clausura del Año Santo Jacobeo de 2010. El Papa exhorta a los pueblos de España y de Europa a vigorizar sus raíces cristianas, la solidaridad y la firme defensa de la dignidad humana e invita a los jóvenes a la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011.


En la carta hecha pública este viernes, el Papa desea unirse a la acción de gracias a Dios por los dones que su bondad ha derramado en estos meses, en la multitud de personas que han peregrinado a ese lugar santo con fe viva, renovando la firme adhesión al mensaje transmitido por los Apóstoles y viviendo con espíritu de conversión el encuentro con la misericordia y el amor de Jesucristo.


Al saludar con afecto a los pastores, religiosos, seminaristas y fieles congregados en la clausura del Año Santo Compostelano, evocando los inolvidables momentos que vivió junto a la Tumba del Apóstol protomártir, Benedicto XVI les dirige una palabra de aliento, para que los frutos de vida cristiana y de renovación eclesial cosechados copiosamente en este jubileo impulsen a los que han llegado hasta Santiago de Compostela a ser testigos de Cristo Resucitado.


En particular, a los jóvenes con quienes tendrá la dicha de reunirse el año próximo en Madrid, para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, Benedicto XV los invita a dejarse interpelar por Cristo, entablando con Él un diálogo franco y pausado y preguntándose también: ¿Contará el Señor conmigo para ser su apóstol en el mundo, para ser mensajero de su amor? Que no falte la generosidad en la respuesta, ni tampoco aquel arrojo que llevó a Santiago a seguir al Maestro sin ahorrar sacrificios.


El Santo Padre -haciendo hincapié en que conserva en su alma el recuerdo de su grata estancia en Compostela- pide «al Señor que el perdón y la aspiración a la santidad que han germinado en este Año Santo Compostelano ayuden a hacer más presente, bajo la guía de Santiago, la Palabra redentora de Jesucristo en esa Iglesia particular y en todos los pueblos de España, y que su luz se perciba igualmente en Europa, como una invitación incesante a vigorizar sus raíces cristianas y así potenciar su compromiso por la solidaridad y la firme defensa de la dignidad del hombre.