La JMJ y las elecciones en la CEE, retos para la Iglesia española en 2011

Benedicto XVI, ante el año clave de su pontificado

El escándalo de la pederastia marcó 2010. Su soclución marcará 2011

Jesús Bastante, 03 de enero de 2011 a las 12:15
 

(Jesús Bastante).- Concluyó 2010, el "annus horribilis" para Benedicto XVI y la imagen de la Iglesia católica. Un año marcado por el escándalo de la pederastia, y por la respuesta papal ante el mismo. Las nuevas normas, que endurecen los castigos a esta lacra, serán puestas a prueba a lo largo de este 2011. A partir de ahora, la reacción ante cada caso que surja será examinada con lupa por la opinión pública. Benedicto XVI está ante el principal reto de su pontificado, para convertirse en el Papa que acabó con esta perversión en el seno de la Iglesia de Cristo.

Los propósitos de purificación de Ratzinger también tendrán su punto de inflexión en la "solución final" que se dé a la intervención de los Legionarios de Cristo. El año concluyó con el anuncio de los trabajos para las nuevas constituciones de la congregación fundada por el pederasta Marcial Maciel, cuya veneración -incluso a nivel interno- ha sido prohibida. Cualquier salida en falso a este proceso sería fulminante para el prestigio del Papa y de la Curia vaticana.

Una curia que, en los próximos meses, también habrá de continuar con su renovación. Especialmente importante será el nombre del nuevo prefecto para la Vida Consagrada. El cardenal Maradiaga se presenta como el candidato ideal para sustituir a Franc Rodé, que no dejará muy buen recuerdo entre los religiosos españoles.

2011 también será el año para el cambio en la liturgia anunciado por el cardenal Cañizares, cuyo prestigio en Roma crece como la espuma. La mal llamada "vuelta a Roma" de grupos anglicanos, el avance del diálogo con ortodoxos y luteranos y la solución al cisma lefebvriano serán otros de los aspectos a tener en cuenta en este año que empieza, así como la creciente persecución a los cristianos en el Próximo Oriente y la escalada de la tensión con China.

Una cuestión preocupa especialmente a Joseph Ratzinger, un proyecto que quiere llevar a cabo a toda costa y cuyo primer ensayo podremos ver esta primavera en París. En la sede de la Unesco (la misma organización que algunos acusan de querer convertir en homosexuales a la mitad de la población mundial) de la capital francesa tendrá lugar el primer "patio de los gentiles", una propuesta capitaneada por el cardenal Ravasi y que pretende volver a tender puentes entre fe y razón, en una sociedad cada vez más secularizada.

En España, son varias las instituciones que quieren hacerse cargo del evento, aunque todo parece indicar que será la Sagrada Familia de Barcelona la que podría acoger un acto de estas características a finales de año. Y es que Benedicto XVI quedó maravillado por la belleza y por las posibilidades del magnífico templo soñado por Gaudí y que él mismo inauguró en su reciente visita a Barcelona.

El Papa viajará este año. Cuatro países marcados en rojo: Croacia, España, Benín (de nuevo a África) y Alemania. En nuestro país, Benedicto XVI clausurará con su presencia la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid en agosto. Un evento que ha eclipsado cualquier otra acción pastoral en España en los últimos años. Una jornada con la que vive, sueña y trabaja el cardenal de Madrid y presidente del Episcopado, Antonio María Rouco Varela, quien cumplirá 75 años -edad en la que debiera presentar su renuncia- el mismo día en que el Papa presidirá la vigilia de oración con los jóvenes.

La JMJ es el gran reto de la Iglesia española, que ha aparcado incluso sus críticas al Gobierno socialista para que nada interfiera en la organización del magno evento, que prevé traer a nuestro país a más de dos millones de jóvenes. A falta de un plan de evangelización claro, la logística y financiación del evento está siendo un éxito. Las tres administraciones públicas (Ayuntamiento, Comunidad y Gobierno) están colaborando a todo ritmo, y las empresas también parecen responder.

Sólo dos aspectos podrían perturbar dicha organización. En el ámbito interno, las elecciones a la Presidencia de la CEE, que se celebrarán en marzo. Hoy por hoy, todos dan por hecho que el cardenal Rouco será reelegido para un nuevo trienio, con lo que se convertirá en el obispo que más años esté dirigiendo la Iglesia española. En las relaciones exteriores, la futura aprobación de la Ley de cuidados paliativos podría suponer una fricción en las relaciones Iglesia-Estado. Pese a todo, el Gobierno no quiere abrir un nuevo frente con la Iglesia, después de haber frenado, sine die, la tramitación de la Ley de Libertad Religiosa.

Entretanto, en las próximas semanas podríamos conocer el nombre del sustituto de Francisco Vázquez al frente de la Embajada de España en el Vaticano. El ex ministro Moratinos parece ser quien tiene más opciones para sustituir a una delegación clave para la Santa Sede.