4.01.11

Familias modernas que no lo son

A las 12:36 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Defender la fe
 

La celebración de/por la Familia (española y europea) que se llevó a cabo el pasado domingo, 2 de enero, ha traído mucha cola. Sobre todo ha traído la que corresponde a quien no quiere darse cuenta de las cosas y se imagina el mundo como “la loca de la casa” (que es como Sta. Teresa dio en llamar a la imaginación)

Hay, dicen, muchos tipos de familias y a las mismas las llaman “modernas” que debe ser algo así como la contraposición a la “tradicional” que es la forma de llamar a la que, en puridad, podemos considerar verdadera familia. O familia, secas.

Muchos dirán que tal forma de pensar es algo carca pero si de lo que se trata es de decir la verdad de las cosas, importa poco lo que el comportamiento políticamente correcto pueda entender sobre tal tema.

Han dado en llamar familia a cualquier unión entre seres humanos porque es la mejor forma, relativista, de hacer que la esencia de la unión entre un hombre y una mujer (con todas sus consecuencias educativas y sociales) no valga nada de nada. Divide la idea y vencerás, podemos decir.

No vaya a creerse que se trata, desde aquí, de poner freno a lo que se pueda considerar familia (uniones entre homosexuales, por ejemplo) sino que “No se puede elevar sin más el deseo subjetivo a la categoría de derecho social. Una sana concepción de la persona impide confundir la libertad con la simple ausencia de límites. Nos encontramos ante una verdadera manipulación”.

Esto quedó dicho en “La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad” que es un documento que emanó de la LXXVI Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, en abril de 2001 donde puede comprenderse qué es la familia para alguien que se considere católico.

Es bien cierto que tal forma de decir las cosas y de entenderlas no va con el mundo moderno y que, por eso mismo, aquellos que están alejados de la Iglesia (digamos, por ejemplo, ateos, agnósticos y similares) no ven bien ni la celebración por la familia que desde hace unos cuantos años se está llevando a cabo en Madrid ni la defensa de la familia llamada “tradicional” ni nada de nada.

Sin embargo, aún hay algo peor. Cuando se aplica el dicho según el cual “no hay peor cuña que la de la misma madera” pasa lo que pasa.

Esto lo digo porque lo que peor puede sentar a un católico es que haya otros que dicen serlo que, de forma continua, reiterada y con perseverancia maligna se dediquen a manifestar su oposición, de forma clara o disimulada, a la familia que deberían defender.

A determinadas situaciones personales, para que cuele la concepción torcida que tienen del mundo, también las llaman “diversidad familiar” porque saben que lo que no es familia no puede ser familia y utilizar el lenguaje políticamente correcto, en los tiempos que corren, puede tener cierto éxito.

A algunos espíritus, escasos de fuelle religioso, tal forma de pensar les vale. Mundanos con sus mundanidades es lo que son.

Eleuterio Fernández Guzmán