5.01.11

Pues a mí este individuo me saca de quicio

A las 12:14 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Sujetos activos contra la fe
 

Parece que no cesa la cosa. La celebración de/por la familia del pasado domingo, 2 de enero, sigue haciendo que, como dirían algunas folclóricas, algunas personas den “t’o lo que llevan dentro”.

Ya sé que de Enric Sopena (director de El Plural donde hasta el contenido de lo que dice el título es falso) nada bueno se puede esperar. Bueno, al menos algo de inteligencia en escribir lo que escribe… pues tampoco.

A cuenta de lo celebrado en Madrid ha dado en escribir unas veces lugares comunes, otras simplezas propias de su ideología y otras, las más, realidades que poco tienen que ver con la realidad sino con su visión distorsionada de la realidad.

Voy con algo que para luego ya es tarde.

El numerito eclesiástico de llenar a tope la madrileña plaza de Colón”; “Este show victimista” y, para terminar, el “tinglado de ayer” son expresiones que denotan una animadversión que lastra lo que pueda decir. Vamos, que si así se piensa nada bueno puede salir de lo que se escriba. Y, claro, nada bueno sale sino, al contrario, odio, rabia e, incluso, algo de envidia por la capacidad de convocatoria que demostraron el cardenal Rouco Varela y, hay que decirlo, el Camino Neocatecumenal.

Por eso dice lo que dice. Falsedades… pero las dice y se queda tan ancho, amparado en el laicismo y relativismo que, por cierto, le parecen, “referentes de libertad” porque, a lo que se ve, pensar que todo es igual cuando no lo es y querer hacer desaparecer lo religioso de la vida pública, es el ejemplo de lo que debe ser una democracia. Es, en todo caso, su democracia que queda muy lejos de un sistema político que así quiera llamarse.

Así, claro, resulta fácil encasillar al individuo que dice tales cosas sabiendo a quién se arrima, que es un ascua bastante escuálida para una sardina ideológica también seca y amojamada.

Esto lo digo porque, como no podía ser de otra forma, loa, alaba y engrandece a la Asociación de Teólogos (y Teólogas, no lo olvidemos) Juan XIII de la que dice que “Tienen razón los teólogos progresistas de la Asociación Juan XXIII, cuyo secretario es Juan José Tamayo, acusando a la Conferencia Episcopal de que, aprovechando la debilidad del Gobierno, haya comenzado a calentar motores ante la campaña electoral del 22 de mayo”.

Tales cosas, para empezar, “razón” y “tener” son palabras que no coinciden en el vocabulario de tal Asociación. Eso para empezar.

Y redondea tal planteamiento atribuyendo a Juan José Tamayo, presidente de la misma algo que, en sí mismo, es manifestación de politización, la suya: “Creo que el acto de este domingo no sólo es una convocatoria que representa al ala más conservadora de la Iglesia, sino que debe interpretarse también en clave política”.

Todo muy progre y, a la vez, muy carca.

Sin embargo, hay algo que va más allá de la expresión de una ideología, muy propia hacer tal cosa por parte de Sopena porque cuando entra al trapo de lo religioso mete la pata hasta el corvejón.

Pues no va y dice el individuo que la jerarquía eclesiástica española “ha olvidado, sobre todo, a Jesús de Nazaret, que fue crucificado por enfrentarse a los poderosos conservadores de su tiempo.

Debería saber don Enric que, de forma muy distinta a lo que dice Sopena el Hijo de Dios no fue crucificado por hacer tal cosa porque, precisamente, lo que no eran los poderosos de su tiempo eran conservadores sino, muy al contrario, más bien tergiversadores de la Ley de Dios. No quisieron conservar nada sino adaptar las normas del Creador a su gusto y egoísmo. Y lo crucificaron, precisamente, porque Jesucristo sí era conservador porque quería conservar hasta la última tilde de la Ley de Dios. Por eso dijo “No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasarán antes que pase una i o una tilde de la Ley sin que todo suceda.” Esto lo recoge el evangelista Mateo en los versículos 17 y 18 del capítulo 5 del mismo.

Por tanto, deje Ud. de manipular la verdad y dedíquese a otra cosa porque, para esto, no vale y lo más que da es pena y risa y, además, saca de quicio a más de uno.

Alguien dijo aquello de Lejos de mí la funesta manía de pensar”.

Pues eso, Sopena, pues eso, que ni pintada te viene la frase.

A ver si los Reyes Magos le traen algo de sesera…

Eleuterio Fernández Guzmán