El año pasado asesinaron a 22 agentes pastorales y a un obispo

Misionero, vocación de alto riesgo, especialmente en Latinoamérica

La cifra supone una reducción importante respecto del año 2009, en el que se registraron 37 muertes violentas

Redacción, 08 de enero de 2011 a las 08:51

 

(Zenit).-23 agentes pastorales muertos durante el pasado año, entre ellos un obispo, 15 sacerdotes, un religioso, una religiosa, dos seminaristas y tres laicos, es el balance hecho público el pasado 3 de enero por la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, a través de la agencia Fides.

Esta cifra supone una reducción importante respecto del año 2009, en el que se registraron 37 muertes violentas, de las cuales 30 fueron sacerdotes (ver Zenit, 1 de enero de 2010). Entre 2001 y 2010 han perdido la vida 253 agentes pastorales en todo el mundo.

En 2010 cabe destacar, por su impacto internacional, el sangriento asesinato de monseñor Luigi Padovese, vicario apostólico de Anatolia y presidente de la Conferencia Episcopal Turca, en vísperas del viaje del Papa Benedicto XVI a Chipre (ver Zenit, 3 de junio de 2010).

Por continentes, de nuevo América fue el más peligroso en el año 2010. Este año han perdido en ella la vida 10 sacerdotes, un religioso, un seminarista y tres laicos. En la mayor parte de los casos, de nuevo el robo fue el móvil del crimen.

El mayor número de asesinatos se produjo en Brasil, donde murieron los sacerdotes Dejair Gonçalves, Rubens Almeida, Bernardo Muñiz, el seminarista Mario Dayvit Pinheiro y el laico Epaminondas Marques. En Colombia fueron asesinados Román de Jesús Zapata, Herminio Calero y Luis Enrique Pineda.

En México fallecieron los sacerdotes José Luis Puerto y Carlos Salvador Wotto. En Perú, durante el robo de un convento franciscano, murieron el hermano Linán Ruiz Morales, OFM, y su colaborador, Ananías Aguila.

En Venezuela, Ecuador y Haití, fallecieron respectivamente, Esteban Robert Wood, el misionero polaco Miroslaw Karczewski y el agente de Cáritas Julien Kénord.

Asia y África

En Asia, donde el año pasado perdieron la vida un obispo, cuatro sacerdotes y una religiosa, destaca como móvil principal la violencia religiosa o los ajustes de cuentas.

Aparte del caso de monseñor Luigi Padovese, asesinado en su casa de Iskenderun, por su chófer musulmán, alegando motivaciones religiosas, cabe destacar el fallecimiento de los sacerdotes iraquíes Wasim Sabieh y Thaier Saad Abdal, asesinados durante el ataque a la catedral siro-católica de Bagdad.

En China, un desequilibrado asesinó, tras ser despedido, a Joseph Zhang Shulai, vicario general de la diócesis de Ningxia, y la religiosa María Wei Yanhui, en la Casa de ancianos de Wuhai (Mongolia interior). En India, unos desconocidos asesinaron cruelmente al sacerdote Peter Bombacha, aunque se descartan los motivos religiosos.

En la República Democrática del Congo (África) perdieron la vida el año pasado un sacerdote, Christian Bakulene, y un seminarista, Nicolas Eklou Komla, ambos tras intentos de robo.

Por último, la agencia Fides señala también que este año se ha producido la apertura del proceso de beatificación del sacerdote Fidei donum italiano Daniel Badillo, asesinado en el Perú en 1997, y la beatificación del polaco Jerzy Popieluszko, mártir, asesinado por odio a la fe, el 20 de octubre 1984, cerca de Wroclawek (Polonia).