25.01.11

Samuel Ruiz, El Vaticano no olvida

A las 6:30 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Iglesia en América, Iglesia en México
 

El Vaticano no olvida, en las buenas y en las malas. Samuel Ruiz García murió ayer portando la gracia del estado episcopal. Era obispo emérito de San Cristóbal de las Casas, esa pobre diócesis del sur de México. Por eso hoy la Radio Vaticana le dedicó un epitafio: sin pudor lo calificó como “una de las figuras religiosas de mayor influencia en México”. ¿Una rehabilitación? Más bien un deseo por reconocer su imagen más allá de las disputas pasadas.

Nadie podrá negar los antagonismos de ayer entre la Curia Romana y “tatic” (padre), cómo le llamaban en tzotzil los indígenas chiapanecos. Por mucho tiempo fue considerado un obispo incómodo, no tanto por sus opciones sociales cuanto por sus ideas doctrinales. Todos saben bien que Roma nunca vio con buenos ojos su proyecto de “iglesia autóctona”, demasiado autónoma y demasiado ideologizada.

Pero la Santa Sede sabe olvidar, aunque considera que muchas de sus herencias hoy son un problema para la Iglesia. Porque de tanto que buscó inculturar el Evangelio terminó distorsionado el sentido del catolicismo, apostólico y romano. A sus 35 años, cuando tomó las riendas de la diócesis, no imaginaba cuál sería el destino de esa tierra bendecida por Dios.

Hoy El Vaticano prefirió dejar de lado que en sus 40 años de servicio pastoral los bautizados en San Cristóbal pasaron del 98 a poco menos del 60 por ciento, mientras las sectas protestantes, iglesias cristianas y hasta los musulmanes aumentaron exponencialmente.

No consideró que con Ruiz crecieron como la espuma los diáconos permanentes casados indígenas. Ex catequistas que aseguran estar listos para convertirse en sacerdotes con mujer e hijos, tal como el mismo Ruiz les dijo que ocurriría. Porque “tatic” la lucha la hizo.

Tampoco le tomó en consideración que numerosas veces pidió al Vaticano considerar la posibilidad de instituir el sacerdocio de los casados. Que tanto insistió que la Curia Romana debió llevar a cabo tres reuniones interdicasteriales para atender el asunto en el arco de unos 10 años. Reuniones de alto nivel con representantes de varias secciones vaticanas. Un hecho sin precedentes.

La Sede Apostólica tampoco incluyó en su epitafio que no le dio razón y que, finalmente, decidió suspender la ordenación de diáconos permanentes casados en su diócesis. Lo hizo hace pocos años, cuando él ya no la guiaba porque le fue aceptada su renuncia ni bien cumplió los 75 años, en 1999, para evitar mayores conflictos. Dicha prohibición aún sigue vigente, bajo el gobierno pastoral de Felipe Arizmendi.

Nada de eso salió a relucir en un informe que publicó este día la Radio Vaticana, que no lo olvidó ni ignoró. Eligió correr la atención a su memoria y afirmó que “en la historia de México será recordado como una de las figuras religiosas de mayor influencia por la defensa y la denuncia de violaciones hacia los indígenas, por la lucha contra las discriminaciones raciales, y por su empeño por la paz entre el gobierno y los guerrilleros”.

Serafines susurran.- Que el movimiento laico “Comunidad de San Egidio” decidió reforzar su labor en América Latina y para ello invertirá más de 280 mil euros en los próximos tres años. Esto como parte de un programa de formación para adolescentes y jóvenes contra la violencia.

En el proyecto serán involucradas más de mil personas con diversas actividades en El Salvador, Nicaragua, Honduras, Colombia, Ecuador, Haití y Cuba. ¿Por qué no México? Simple y sencillamente porque allí la Comunidad, uno de los movimientos más importantes de la Iglesia católica en el mundo, apenas está dando su primeros pasos. Se fundó hace apenas cinco años y actualmente tiene presencia en la Ciudad de México, Guadalajara y Puebla. De todas maneras su estructura es todavía limitada para aplicar el programa.

Querubines replican.- Que la ordenación episcopal del nuncio Edgar Peña, ex consejero de la embajada del Vaticano en México, será una oportunidad ideal para que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la arquidiócesis de México confirmen su voluntad de diálogo, luego de los roces del pasado.

La ceremonia tendrá lugar el próximo 5 de febrero en la Basílica de San Pedro del Vaticano y la presidirá, nada más y nada menos, que el Papa Benedicto XVI. En esa ocasión consagrará cinco nuevos obispos, incluyendo al venezolano Peña.

Para la ocasión acompañarán a Roma al futuro representante diplomático pontificio en Pakistán los principales operadores tanto del arzobispo capitalino, Norberto Rivera Carrera, como del presidente del episcopado, Carlos Aguiar Retes. Se trata del vocero de la arquidiócesis de México, Hugo Valdemar y del encargado para las Relaciones Públicas de la CEM, Manuel Corral Martín.