27.01.11

El éxito de la JMJ 2011 no será el que muchos dicen

A las 1:09 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Defender la fe
 

El que esto escribe ha leído, en más de una ocasión, que las Jornadas Mundiales de la Juventud que creó, desarrolló y popularizó el beato Juan Pablo II son ocasión, más que de expresión de fe, de diversión de una juventud tan alocada como la que no es creyente e, incluso, antro de promiscuidad y de todas las perversiones que uno pueda imaginar.

Al parecer, la juventud que acude a ellas lo hace más que por creencias, por ver si cae algo en el saco de la mundanidad.

Ya falta poco, muy poco, para que en agosto de este 2011 se lleve a cabo la Jornada Mundial de la Juventud anunciada por Benedicto XVI el 20 de julio de 2008 cuando asistía a la anterior Jornada celebrada en Australia.

Pues al que esto escribe le parece que la juventud que vendrá a Madrid seguramente tenga en mente otra cosa muy distinta a la que insinúan y dicen los agoreros del Mal.

Por ejemplo, es posible que sigan lo que dijo Benedicto XVI dijo en el Discurso durante la vigilia de oración de la Jornada Mundial de la Juventud en Australia (19.07.2008) cuando dijo:

Ya sabéis que nuestro testimonio cristiano es una ofrenda a un mundo que, en muchos aspectos, es frágil. La unidad de la creación de Dios se debilita por heridas profundas cuando las relaciones sociales se rompen, o el espíritu humano se encuentra casi completamente aplastado por la explotación o el abuso de las personas. De hecho, la sociedad contemporánea sufre un proceso de fragmentación por culpa de un modo de pensar que por su naturaleza tiene una visión reducida, porque descuida completamente el horizonte de la verdad, de la verdad sobre Dios y sobre nosotros. Por su naturaleza, el relativismo no es capaz de ver el cuadro en su totalidad. Ignora los principios mismos que nos hacen capaces de vivir y de crecer en la unidad, en el orden y en la armonía”.

Por tanto, lo que pasará en tal Jornada Mundial será algo parecido a esto:

1.-Testimonio cristiano

Dado por los jóvenes en sus vidas y en sus circunstancias personales.

2.-No descuidarán el horizonte de la Verdad

No entregarse al mundo de forma y manera que lo que, de verdad, importa (la verdad) se les olvide y no puedan dar testimonio de ella. Darán testimonio de la Verdad.

3.-No olvidar Quien es Dios

Tendrán, siempre, presente, que Dios, como creador suyo, espera que se le tenga presente en sus vidas y en sus circunstancias personales.

4.-No se dejarán vencer por el relativismo

Resulta fundamental para unas personas que tienen toda la vida por delante, no dejarse caer en los brazos de lo que dice que todo vale porque, en verdad, es la única manera de que nada valga.

5.-Fomentarán la unidad cristiana en contra de la destrucción de la misma.

No actuarán de manera que parezca que pretendan terminar con la unidad querida por Cristo y que el beato Juan Pablo II defendiera en su Carta Encíclica Ut unum sint(“¡Ut unum sint! La llamada a la unidad de los cristianos, que el Concilio Ecuménico Vaticano II ha renovado con tan vehemente anhelo, resuena con fuerza cada vez mayor en el corazón de los creyentes”, dice en su Introducción)

Y, para que no se olviden estos puntos que son, esencialmente, básicos para comprender el verdadero papel que la juventud ha de llevar a cabo, el Cardenal Antonio María Rouco Varela, anfitrión de la próxima JMJ-Madrid 2011, al poco tiempo de tener conocimiento oficial de tal evento dijo algo (3.08.2008) que es de todo punto importante para saber qué ha pasado hasta ahora en otras Jornadas Mundiales de la Juventud y, claro, lo que se espera de la que se celebre en España:

Los frutos: de conversión, de opciones vocacionales por el sacerdocio y la vida consagrada, de los compromisos de vida apostólica, entregada al bien integral de los demás, han sido incontables. ¡Sólo Dios los sabe! ¿Y quién puede medir y valorar el impacto producido por esos actos de testimonio y profesión de la fe cristiana, expresados en los grandes momentos de las Jornadas presididos por el Papa, rodeado de los Obispos de toda la Iglesia, en la población de las ciudades y en las sociedades de los países que los acogían? En cualquier caso, el comportamiento de los centenares de miles y, en algunas ocasiones, de los millones de jóvenes participantes, de una finura espiritual y de una calidad humana extraordinarias, sorprendió y admiró a la opinión pública ¡No sólo era posible otra juventud sino que ésta estaba y está germinando en la Iglesia y en el mundo!

Vemos, pues,

1.-Frutos de conversión.
2.-Opciones vocacionales por el sacerdocio.
3.-Opciones vocacionales por la vida consagrada.
4.-Compromisos de vida apostólica.

Suele ser, por lo general, el resultado de la celebración de una Jornada Mundial de la Juventud y será, seguramente, lo que pase en Madrid, en agosto próximo, cuando el Santo Padre se dirija a los jóvenes allí presentes y al resto del mundo para proponerles algo tan viejo como el Evangelio pero tan nuevo, a la vez.

Otros, sin embargo, seguirán malmetiendo tanto en contra de la organización de la JMJ (que si cuesta tanto dinero, que si la crisis económica, que el Estado no debería participar de ninguna de las maneras, que si esto y que si lo otro…) o, también, en contra de lo que supone, de empuje para la fe de una juventud la celebración de una Jornada Mundial dedicada, especialmente, a ella.

Pero, aparte de los de siempre, es de esperar que el Espíritu Santo no deje de soplar esos días en los corazones de muchos jóvenes que acudirán a la capital del oso y del madroño a decir que creen en Jesucristo y que son, sobre todo, la juventud de la Iglesia católica, el futuro de la misma.

Y los demás… que sigan ladrando porque ya sabemos lo que eso significa sobre cabalgar.

Eleuterio Fernández Guzmán