31.01.11

Así se desvirtúa la verdad de las cosas

A las 12:19 AM, por Eleuterio
Categorías : General, Defender la fe
 

Resulta triste que, en determinadas ocasiones, se pretenda hacer de menos a la fe católica y se haga, tal cosa, de forma poco misericordiosa. Si, además, concurre una definición de la realidad de una forma tergiversada… francamente molesta ya más de la cuenta el ataque soezmente falso que se hace, en general, contra Dios, contra los creyentes en el Creador y contra la posibilidad de transmitir una serie de valores que no son nada perjudiciales para la sociedad.

Verdaderamente parece algo fuera de lugar que se pueda sostener que las religiones propugnan, así dicho en general y sin hacer distinciones, “totalitarismos antidemocráticos” porque parece algo fuera de lugar que se pretenda hacer como si todas las religiones fueran iguales o como si todos los creyentes hicieran lo mismo o pensaran lo mismo. Por ejemplo, en la creencia islámica no podemos decir que todas los creyentes en Mahoma sean fundamentalistas sino que hay, por fuerza, personas que entienden su religión como una que lo es de paz.

Y eso es totalmente injusto aunque sepamos que busca, en general, el descrédito de lo religioso al que se le imputa una forma de comportamiento que no es real ni es verdad.

¿Cuántas personas de ciencia o de cualquier otro campo del saber, a lo largo de la historia, han llevado a cabo su trabajo, desde sus creencias religiosas y, en concreto, cristianas?

Por ejemplo, Copérnico, Bacon, Kepler, Descartes, Newton o el propio Einstein que gustaba decir que “Ciencia sin religión está coja, religión sin ciencia está ciega.

Por eso resulta ofensivo, y bastante, tener que seguir leyendo que las “verdades reveladas” son incompatibles con tener un adecuado conocimiento de la realidad. Eso no es así y el hecho de pronunciarse de tal forma demuestra que lo que se quiere no es la conocer la verdad sino establecer la que a uno le conviene y, entonces, zaherir a quien así no piense.

Se llama, también, ideológica a la religión como para imputarle un lugar entre las ideologías y, así, hacerla de menos como se haría de menos a la contraria a la que uno sigue. La religión, al contrario, no es ideológica pues no conoce de las ideas sino, en todo caso, de las creencias reveladas lo que, por otra parte, no la invalida para vivir en sociedad como se ha demostrado, más que de sobra, a lo largo de los siglos.

A este respecto, ¿Qué buenas cosas han aportado, al devenir social, ideologías que son tales y que han causado, y causan, tanto daño a la humanidad? ¿Acaso por el hecho de serlo se demuestra que son mejores que la religión?

Esto lo digo porque, al respecto de una sentencia de la sala de lo social del Tribunal Supremo que acordó que los profesores de religión pueden ocupar, como el resto de docentes, cargos directivos en los centros de enseñanza, resulta del todo injusto sostener que tales personas no están capacitadas para hacer tal cosa por el hecho de ser lo que son. Da la impresión de que sostener, con sus hechos y obras, unas creencias religiosas incapacita al ser humano para ser humano y social.

Y de eso se dice que es “impregnar los centros educativos públicos con los idearios de cualquiera creencia religiosa o mágica” cuando es más que sabido que la transmisión de valores religiosos no hace ningún daño a la sociedad sino, muy al contrario, un bien demostrable y palpable.

Cuando, además, se cree tener la verdad de las cosas y se insiste en que la “búsqueda de la verdad” no puede hacerse desde presupuestos religiosos… francamente se está pretendiendo minusvalorar la capacidad de quien tiene creencias religiosas como si las mismas supusiesen una inferioridad intelectual.

Y esto, se diga lo que se diga, es desvirtuar la verdad de las cosas de una forma que va más allá de lo que cualquiera podría permitir.

Por cierto, todo esto está aquí, por si alguien quiere pasar un mal rato.

Eleuterio Fernández Guzmán