ZENIT

El mundo visto desde Roma

Servicio diario - 9 de febrero de 2011

Santa Sede

El Papa recuerda la reevangelización de Alemania por Pedro Canisio

Benedicto XVI a “Nuevos Horizontes”: dad testimonio de la caridad

El padre Lombardi aclara el uso del iPhone en confesión

Mundo

La Biblia, guía para el compromiso social, según el cardenal Turkson

El centro de la economía no es la empresa sino la persona

México: Un sacerdote, pionero en defensa de los emigrantes

Italia: Iglesia, crisis y solidaridad en Milán

Perú: Los obispos de la selva advierten contra la explotación de la Amazonia

Obispos de Estados Unidos: Ahora no es momento de deportar haitianos

Análisis

Indonesia: crece la intolerancia hacia las minorías religiosas

Flash

Un curso prematrimonial en forma de moderno documental

Foro

La iniciativa de los teólogos alemanes: ¿renovación o demolición?

Audiencia del miércoles

Benedicto XVI: la docta mansedumbre de san Pedro Canisio


Santa Sede


El Papa recuerda la reevangelización de Alemania por Pedro Canisio
Sus tres armas, paz, amor y perseverancia
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El jesuita holandés Pedro Canisio es el segundo Doctor de la Iglesia presentado hoy por el Papa Benedicto XVI, dentro del ciclo de Doctores de la Iglesia, en la Audiencia General celebrada en el Aula Pablo VI.

El Papa narró la vida de este santo, que dedicó su vida a revitalizar la fe católica en la Alemania de la Reforma, hasta el punto de que fue proclamado en 1897 como segundo Apóstol de Alemania por el papa León XIII.

Especialmente destacó cómo su “firmeza en la fe” fue siempre acompañada por “el respeto a la persona”, así como la evangelización “mediante la coherencia de la fe con la vida” en un tiempo de fuertes luchas y odio religioso.

Nacido en Nimega (Holanda), Pedro Canisio entró joven en la Compañía de Jesús, después de una experiencia en la Cartuja, cuya espiritualidad le marcó profundamente.

De hecho, explicó el Papa, este santo “se había formado en esta amistad con Jesús en el ambiente espiritual de la Cartuja de Colonia”, con una “espiritualidad cristocéntrica” que daba gran valor a la oración mental personal.

Apenas ordenado sacerdote, participó en el Concilio de Trento con otros dos grandes jesuitas, Diego Laínez y Alfonso Salmerón.

San Ignacio de Loyola le mandó a Roma a completar sus estudios, y luego le encomendó la difícil tarea del apostolado en Alemania.

“Debemos tener presente que nos encontramos en el tiempo de la Reforma luterana, en el momento en que la fe católica en los países de lengua germánica, ante la fascinación de la Reforma, parecía que se apagaba”, explicó el Papa.

“Era un deber casi imposible el de Canisio, encargado de revitalizar, de renovar la fe católica en los países germanos. Sólo era posible con la fuerza de la oración. Era posible solo desde la base, es decir desde una amistad profunda con Jesucristo; amistad con Cristo en su Cuerpo, la Iglesia, que se alimenta en la Eucaristía, Su presencia real”, añadió.

Canisio evangelizó Alemania hasta su muerte, desde la vida académica, la predicación, las obras de caridad y la reforma religiosa y moral del pueblo. Además, llevó a cabo importantes traducciones de escritos de san Cirilo, san Jerónimo y san León Magno.

Su obra más importante fueron sus Catecismos, destinados a los estudiantes, a los niños y a los jóvenes, que han sido reeditados cientos de veces, hasta el siglo XX.

“En Alemania, todavía en la generación de mi padre, la gente llamaba al Catecismo, simplemente el Canisio: es realmente el catequista de los siglos, ha formado la fe de las personas durante siglos”, comentó el Papa.

Pero sobre todo, el Papa quiso resaltar como característica de san Pedro Canisio “saber combinar armoniosamente la fidelidad a los principios dogmáticos con el debido respeto a cada persona”.

“San Canisio distinguió la apostasía consciente, culpable, de la fe, de la pérdida de la fe inocente, por las circunstancias. Y declaró, frente a Roma, que la mayor parte de los alemanes pasaron al Protestantismo sin culpa”.

“En un momento histórico de fuertes contrastes confesionales, evitaba – esta es una cosa extraordinaria – la aspereza y la retórica de la ira – cosa rara como he comentado, en esos tiempos y en las discusiones entre los cristianos – y se preocupaba sólo de la presentación de las raíces espirituales y de la revitalización de la fe en la Iglesia”.

En su diario había anotado que Jesucristo “le da un vestido con tres partes que se llaman paz, amor y perseverancia. Y con este vestido compuesto de paz, amor y perseverancia, Canisio ha realizado su obra de renovación del catolicismo”, subrayó.

La enseñanza de este santo, más que con sus obras, es “sobre todo con su vida”, concluyó Benedicto XVI. “Nos enseña que el ministerio apostólico es robusto y produce frutos de salvación en el corazón, sólo si el predicador es un testigo personal de Jesús y sabe ser instrumento a su disposición, estrechamente unido a Él por la fe en su Evangelio y en su Iglesia, por una vida moralmente coherente y por una oración incesante como el amor”.

“Y esto vale para cada cristiano que quiera vivir con esfuerzo y fidelidad su adhesión a Cristo”. 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Benedicto XVI a “Nuevos Horizontes”: dad testimonio de la caridad
La Asociación de Chiara Amirante festeja el reconocimiento pontificio
ROMA, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Hoy miércoles, el Papa Benedicto XVI dirigió un aliento especial a la Asociación “Nuevos Horizontes”, comprometida en el campo de la acogida, de la reinserción y de la prevención, con atención particular a los problemas juveniles.

“Os saludo a vosotros, miembros de la Asociación “Nuevos Horizontes” - dijo el Papa al final de la audiencia general el el Aula Pablo VI – y, mientras os animo a proseguir en la realización de un valiente apostolado en favor de los hermanos en dificultad, os exhorto a dar testimonio del Evangelio de la caridad, difundiendo la luz, la paz y la alegría de Cristo resucitado”.

Tras el acto oficial de entrega del Decreto de reconocimiento pontificio, que tuvo lugar el pasado 4 de febrero, y que aprueba su Estatuto por un periodo ad experimentum de cinco años, “Nuevos Horizontes” es ahora una asociación internacional privada de fieles. Su sede central se encuentra en un antiguo convento franciscano en Piglio (Italia).

La Asociación fue fundada a principios de los 90 por la italiana Chiara Amirante, como respuesta a la desesperación de tantos chicos alrededor de la Estación Termini de Roma, afectados por toxicodependencia, Sida y alcoholismo, cuando no esclavos de la criminalidad y de la prostitución.

En 1994 nació la primera casa de acogida de la Comunidad “Nuevos Horizontes”, dentro de la cual se sigue un programa dirigido a la curación y regeneración psicológica y espiritual. Desde entonces se han multiplicado las iniciativas, tanto que hoy la asociación cuenta con 161 centros de acogida (que implica incluso familias enteras), formación y orientación en Italia y el resto del mundo.

Tiene 92 centros de servicio que trabajan en la prevención y la sensibilización (sobre todo en los puntos de encuentro y diversión nocturnos), la evangelización, la comunicación y los medios de comunicación, el espectáculo y la animación, la formación, la editorial, los servicios sociales y la cooperación internacional, la economía y el trabajo, la espiritualidad.

Los miembros de “Nuevos Horizontes” se entregan a Dios a través de las promesas de pobreza, castidad y obediencia, y el empeño en vivir la alegría cristiana. La Asociación cuenta con más de 20.000 colaboradores, miles de simpatizantes, y 150.000 “Caballeros de la Luz”, pertenecientes a distintas realidades eclesiales, que trabajan en varias iniciaticas de evangelización. Sin contar los más de 300 grupos de oración.

En Brasil y en Bosnia se ha puesto en marcha la construcción de “Ciudadelas-cielo”, verdaderos pueblos de acogida de marginados y para la formación del voluntariado internacional. Están previstas otras dos en Italia.

En la homiía por la fiesta con motivo de la aprobación pontificia de “Nuevos Horizontes”, el cardenal Stanisław Ryłko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, les dijo: “¡Cuanta fantasía misionera! ¡Cuanto arrojo, valor, generosidad! ¡Cuántas vidas de jóvenes salvadas, cuántas conversiones, cuántas existencias reconstruidas desde sus mismos fundamentos!”

“'Nuevos Horizontes”, añadió, tiene “un gran mensaje de esperanza del que el mundo de hoy está muy necesitado”, pues “llevar la luz de Cristo quiere decir ante todo llevar el Amor... Las heridas más dolorosas de muchos jóvenes de hoy nacen del hecho de que en su vida nunca han conocido un amor verdadero”.

 


 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


El padre Lombardi aclara el uso del iPhone en confesión
No sustituye la presencia física del sacerdote
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El programa Confession para iPhone y otras nuevas tecnologías similares pueden ayudar a realizar el examen de conciencia, pero nunca podrían sustituir el diálogo personal entre el penitente y el sacerdote, o no habría sacramento.

Así lo explicó el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, ante las dudas manifestadas por algunos periodistas que cubren la información vaticana, sobre el imprimatur concedido a la aplicación Confession para iPhone, tal y como informó ZENIT (ver www.zenit.org/article-38143?l=spanish).

Ante algunas informaciones que sugerían que se trataba de confesiones “a través” de iPhone, el padre Lombardi aclaró que “es esencial comprender bien que el Sacramento de la Penitencia requiere necesariamente la relación de diálogo personal entre penitente y confesor, así como la absolución por parte del confesor presente”.

“Esto no puede ser sustituido por ninguna aplicación informática”, y por tanto “no se puede hablar de ninguna forma de 'Confesión por iPhone'”, explicó.

Pero, añadió, en un mundo en el que muchas personas utilizan soportes informáticos para leer y reflexionar (e incluso textos para rezar), no se puede excluir que alguno reflexione en preparación a la Confesión ayudándose con instrumentos digitales, como se hacía en el pasado con textos y preguntas escritas en papel, que ayudaban a examinar la propia conciencia”.

En este caso, puntualizó, se trataría de un subsidio pastoral digital que “podría ser útil, aun sabiendo que no es en absoluto un sustituto del Sacramento”.

Además, finalizó, “siempre que tenga una verdadera utilidad pastoral, y que no se trate de un negocio alimentado por una realidad religiosa y espiritual importante como un Sacramento”.

El programa, “Confesión: una Aplicación Católica Romana”, fue desarrollado por la compañía Little iApps, y recibió hace pocos días el imprimatur de manos de monseñor Rhodes, obispo de Fort Wayne-Southbend (Estados Unidos).

Según explicó en su momento a ZENIT Patrick Leinen, desarrollador y cofundador de Little iApps, este programa, en cuya creación han colaborado Thomas Weinandy, director ejecutivo del Secretariado para la Doctrina y Prácticas Pastorales de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, y Dan Scheidt, pastor de la iglesia católica Reina de la Paz en Mishawaka, Indiana, está diseñado para la preparación de la confesión.

La aplicación ofrece el examen de conciencia, una guía paso a paso del sacramento, acto de contrición y otras oraciones.

No es el primer programa de estas características, pues existen también “Mea Culpa – Examen de Conciencia para los católicos” y “iConfess- Manual y guía de la confesión”, que fueron creados para el mismo uso en dispositivos como el iPhone, pero sí el primero en recibir el imprimatur de parte de un obispo.



 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Mundo


La Biblia, guía para el compromiso social, según el cardenal Turkson
Concluye en Madrid el Congreso sobre la Palabra de Dios
MADRID, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El cardenal Peter Kowdo Appiah Turkson, presidente del Consejo Pontificio “Justicia y Paz”, afirmó hoy que la Palabra de Dios es necesaria para que los cristianos “disciernan” su tarea en el mundo.

La del cardenal Turkson fue la última gran intervención antes de la clausura del Congreso “La Sagrada Escritura en la Iglesia”, promovido por la Conferencia Episcopal Española con motivo de la publicación de la versión oficial de la Biblia en español.

El purpurado habló sobre “La Palabra de Dios y el compromiso en el mundo”, centrándose en la última encíclica social de Benedicto XVI, Caritas in veritate, una encíclica, subrayó, que “reúne muchos recursos de la Escritura y de nuestra tradición social católica y los coloca a la base de las cruciales cuestiones sociales de nuestros días”.

El Papa “no prescribe plan o receta alguna, ni tampoco políticas o soluciones. En cambio, recomienda la Palabra de Dios como nuestra herramienta de discernimiento”, subrayó.

En la encíclica, el Papa insta “a continuar la labor de la Palabra en el mundo”, una dinámica “creativa, convocante, vinculante, presente y salvadora, misionera y evangelizadora, continuadora de la historia de la salvación, hasta el final de los tiempos, mientras edifica la ciudad del hombre con cualidades más cercanas a la Ciudad de Dios”.

El cardenal Turkson subrayó que el cristiano contribuye a “la edificación de una ciudad humana que refleje con fidelidad la ciudad de Dios” a través de “la gracia y el poder de la Palabra de Dios por medio de los cuales Él lleva a cumplimiento todos sus designios; y es a través de la Palabra de Dios como se convierte en principio de nuestra vida”.

“La misma Palabra de Dios (la palabra de la evangelización) insta a la Iglesia y a sus hijos a construir una ciudad terrena a través de las diversas formas de su compromiso y de sus ministerios sociales que son una anticipación y una prefiguración de la ciudad de Dios”.

La “ciudad del hombre”, afirmó, “no se promueve sólo con relaciones de derechos y deberes, sino, antes y más aún, con relaciones de gratuidad, de misericordia y de comunión", restableciendo “las relaciones rotas por la violencia”.

“En el pasado, la Iglesia se proyectó a sí misma en las estructuras del Estado - cuius regio, eius religio-, pero nosotros comprendemos ahora la sana y real separación (!aunque compleja!) en las relaciones entre la Iglesia y el Estado”, subrayó el purpurado.

Cinco recetas

El cardenal Turkson quiso resumir el enfoque de la Caritas in veritate en cinco “dimensiones” de la pastoral social: “Comenzar con una actitud realista; basar el trabajo en valores fundamentales; con confianza, asumir las nuevas responsabilidades; estar abierto a una profunda renovación cultural; y comprometerse a trabajar con coherencia y consistencia”.

“El primer paso es comenzar con una actitud realista, haciendo frente a las dificultades del tiempo presente, no con respuestas prefabricadas o ideologías simplistas, sino con la Palabra de Dios como nuestra clave de discernimiento”, explicó.

En este sentido, criticó a quienes “prefieren permanecer pasivos a la espera de que las cosas tomen un nuevo curso para luego poder lamentarse libremente”, y agregó que “se necesita un verdadero esfuerzo para mantenerse en la lectura de los signos de los tiempos, es nuestra responsabilidad cristiana el hacerlo con equilibrio e inteligencia”.

El segundo es “basar el trabajo en valores fundamentales, una nueva visión del futuro, lo cual solo puede dar comienzo con uno mismo, y por ello esta segunda competencia puede correctamente ser llamada conversión”.

En este sentido, recordó que la Escritura "ilumina la existencia humana y mueve a la conciencia a revisar en profundidad la propia vida, pues toda la historia de la humanidad está bajo el juicio de Dios”.

En tercer lugar, exhortó a aforntar, “con confianza, más que con resignación”, las nuevas responsabilidades, asumiéndolas con una “nueva vocación y misión”.

La visión cristiana “está completamente informada por el plan salvífico de Dios para el mundo – como se establece en las Escrituras”, explicó.

Respecto a la cuarta “receta”, la de estar abiertos hacia una profunda renovación cultural, el cardenal reconoció que “está muy difundido el ser negativo, nihilista, pesimista – lo que no sólo nos deja fuera de alcance, sino que también nos ausenta de ambas historias, la humana y la divina”.

En este sentido, añadió, los cristianos “creemos firmemente que un mundo más justo y pacífico es posible, y por tanto nosotros mismos hemos de ser instrumentos de reconciliación y de paz”.

Por último, el cardenal Turkson habló de la necesidad de “nuevas formas de compromiso, con coherencia y consistencia”.

“La dignidad humana es una característica impresa por Dios Creador en su criatura, asumida y redimida por Jesucristo por su encarnación, muerte y resurrección. Por eso, la difusión de la Palabra de Dios refuerza la afirmación y el respeto de estos derechos", subrayó.

“El propio compromiso de Dios con el mundo por la Palabra, ha de ser llevado a cabo del mejor modo posible por nuestro competente y generoso compromiso, con los pobres de las tantas pobrezas que hemos de combatir, nuestro compromiso en favor de la reconciliación, la justicia y la paz”, concluyó.


 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


El centro de la economía no es la empresa sino la persona
Ética empresarial en la “Caritas in Veritate”
ROMA, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- La ética es un instrumento para la empresa no porque acaba produciendo ganancia o ventaja en la competitividad – lo que sería materialismo – sino en cuanto parte de la caridad que pone en el centro a la persona humana, como indicó Benedicto XVI en la encíclica Caritas in Veritate.

Esta fue una de las reflexiones del seminario “Management by Ethics en Italia: cómo y porqué. La gestión empresarial y la ética clásica al servicio de la persona”, que se realizó el martes en Roma, en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, al cierre de un ciclo de encuentros durante el 2010, con la participación de diversos protagonistas del sector.

Presentes el rector de la universidad, Luis Romera, que consideró las conclusiones “como un punto de partida” para profundizar la temática. “Llevar en el terreno concreto líneas que al menos para nosotros son fundamentales como delineadas en la Caritas in Veritate”.

Entre los conferenciantes estuvo el profesor Stefano Zamagni, de la Universidad de Bologna; el presidente de Union Camere, Giancarlo Cremonesi y otros mánager que indicaron sus experiencias concretas también en la práctica delante de unas 300 personas presentes en el aula magna de dicha universidad.

“La Caritas in Veritate pone en el centro no a la empresa sino al hombre, que tiene que ser un valor en sí y no por las ventajas que dará a la compañía” indicó el manager italiano ACEA, Francesco Sperandini.

“La ética es difícil de aplicar pero un recorrido que se hace con pequeños pasos en la dirección que indicó la Caritas in Veritate” indicó Cremonesi que percibió en el debate “el estupor por el hecho que un buen manager tenga que ser también un buen padre y un buen marido”. Y porque “la ganancia no es solamente económica pero global en cuanto el hombre está destinado a una realidad espiritual infinita”.

El profesor Zamagni, conocido en Italia por su elocuencia, recordó que en su país solamente se inició a hablar de ética social hace menos de 20 años, “víctimas de las influencias marxistas para la cual la empresa era un lugar de explotación que merecía ser abatido”, por una cultura católica que “privilegiaba lo social abandonando la esfera económica” y “olvidando el empresariado” y por un pensamiento liberan en el cual “el Estado era el depositario de valores y principios”.

“Delante a esto está la ética de la vitud, del bien indivisible” dijo “del empresario que logra obtener ganancias ni contra y prescindiendo de los demás”.

E ironizó sobre las palabras del presidente español Zapatero que a diferencia de san Agustín que decía  ‘La verdad os hará libres’ dijo sobre legislación en tema de bioética: ‘La libertad os hará verdaderos’.

“Hoy en auxilio llegó la Caritas in Veritate” que trajo luz sobre este tema, indicó Zamagni, que recordó como en cuanto componente del consejo de administración del hospital pediátrico vaticano Bambino Gesú propuso una serie de modificaciones en la organización del trabajo, para premiar a los motivados por razones vocacionales, obteniendo así positivos indicadores de productividad.

Por Sergio Mora

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


México: Un sacerdote, pionero en defensa de los emigrantes
El padre Solalinde denuncia amenazas de las mafias contra su persona
IXTEPEC, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT. org El Observador).- Este pequeño poblado del Estado de Oaxaca se ha convertido, gracias al albergue para indocumentados “Hermanos del camino” y la labor del padre Alejandro Solalinde Guerra, en un hito histórico de la defensa de los inmigrantes centroamericanos de viaje a través de México hacia Estados Unidos. 

Muchos de estos inmigrantes han sido secuestrados por bandas de narcotraficantes que los utilizan como carne de cañón ya para introducir droga a Estados Unidos, ya para que actúen bajo amenazas de muerte como sicarios en la lucha que mantienen los cárteles mexicanos por el control del trasiego y venta de droga.

Precisamente por esa violación constante a los derechos humanos es por lo que la voz del padre Solalinde Guerra se ha elevado, y tanto así que pesan sobre su integridad amenazas e intimidaciones.

El día de ayer, el Senado mexicano, a solicitud del gobierno federal y del gobierno del Estado de Oaxaca, el que se otorgue todas las medidas necesarias para salvaguardar la integridad física del padre Alejandro Solalinde, en una acción que se venía reclamando desde hacía bastante tiempo.

El padre Solalinde Guerra, además de haber fundado el albergue “Hermanos del camino” es coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana en la región pastoral del Pacífico Sur. 

Entre otras cuestiones, y dada la constante violación a los derechos humanos de los inmigrantes centroamericanos, como fue el asesinato de 72 de ellos en el Estado de Tamaulipas hace cuatro meses, ha promovido la creación de una fiscalía especial para migrantes, con la participación de la sociedad civil y la Iglesia católica.

Tan sólo en el año de 2010, la Procuraduría General de la República registró 214 casos de plagios masivos de inmigrantes, la mayor parte de ellos en la llamada “Ruta de la muerte” que va desde la frontera de México con Guatemala hasta la frontera de México con Estados Unidos, ruta que recorren los indocumentados de paso hacia Estados Unidos.  Las autoridades suponen que en la mayor parte de los secuestros masivos se encuentra el grupo delictivo de los “Zetas”.

En días pasados, el padre Solalinde Guerra había lamentado el que los gobiernos de México y de países de América Central estuvieran echándose, mutuamente, la culpa sobre el origen del problema, “en vez de aplicar medidas para poner un alto a los secuestros y extorsiones de la delincuencia”. 

Según el sacerdote católico, el gobierno mexicano no puede buscar solamente “limpiar la imagen del país”, sino que debe combatir los delitos, “pues no puede negar que éstos (los delitos) se cometen aquí”, en México.

Los migrantes que viajan en el tren conocido como La Bestia, son víctimas de abusos de todo tipo.  En los últimos años, se han multiplicado los secuestros con fines de extorsión. Los migrantes son atrapados y encerrados en casas de seguridad, y los delincuentes exigen a sus familiares en Estados Unidos que depositen dinero para liberarlos.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Italia: Iglesia, crisis y solidaridad en Milán
Los cardenales Sistach y Tettamanzi hablarán sobre “Iglesias constructoras de solidaridad”
MILÁN, miércoles, 9 febrero 2011 (ZENIT.org).- El cardenal arzobispo de Barcelona Luis Martínez Sistach participa el próximo sábado, 12 de febrero, en el simposio organizado por la archidiócesis de Milán, Italia, con motivo de la Jornada de la Solidaridad, promovida también por el Fondo Familia Trabajo, que tiene su sede en la capital de  Lombardía.

En el simposio intervendrán el cardenal Martínez Sistach, y el cardenal arzobispo de Milán Dionigi Tettamanzi. Ambos hablarán sobre “Iglesias constructoras de solidaridad en el futuro de Europa”.

El simposio, en vísperas de la Jornada de Solidaridad que celebra la Iglesia ambrosiana, lleva por título “Iglesia, crisis, solidaridad: dos años del Fondo Familia Trabajo”.

La introducción estará a cargo de Eros Monti, vicario episcopal para la Vida social, sobre “Solidaridad social y solidaridad eclesial”.

El sociólogo Aldo Bonomi, director del Instituto de Investigación Consorcio Aaster, expondrá: “Del estado de bienestar a las ‘comunidades de cuidado’: hacia qué sociedad caminamos?”.

Giuseppe Guzzetti, presidente de la Fundación Cariplo, propondrá una reflexión sobre “¿Cuánto queda de crisis?. Qué es posible aprender y cuánto debemos esperar”.

El cardenal Sistach hablará sobre la experiencia en España y en Barcelona, con testimonios, enseñanzas y perspectivas de futuro.

En cambio el cardenal Tettamanzi hablará sobre “Una solidaridad que se hace en la historia. De una espontaneidad ocasional a una co-ciudadanía solidaria”.

Según afirman sus organizadores, en una nota enviada a ZENIT por la archidiócesis de Milán, “El congreso ofrece la posibilidad de mirar más allá del momento actual: no para olvidar la crisis todavía presente, sino para comprender qué nuevos escenarios se esperan y qué temores y
esperanzas se pueden cultivar, para aprender de esta crisis”.

“Se podrá comprender cómo pasar de un estado de bienestar ya superado a formas reinventadas de la sociedad civil, como las ‘comunidades de cuidado’, sin que por ello disminuya la responsabilidad de las instituciones”, añaden los organizadores.

Así mismo, el encuentro pretende profundizar sobre la exigencia de revisar una economía que, de ‘financiarizada’ y cerrada al bien común, pueda convertirse en motor de un renovado desarrollo, social y laboral.

Para más información: http://www.chiesadimilano.it/



 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Perú: Los obispos de la selva advierten contra la explotación de la Amazonia
El Ejecutivo impone 33 proyectos mediante decretos de urgenciade
LIMA, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- "Cuidar la casa de todos" es la nueva toma de postura, hecha pública el 4 de febrero, del presidente de la Conferencia Episcopal de Perú y de los obispos de los Vicariatos Apostólicos de la Amazonía peruana sobre la explotación de esta tierra en disputa.

El lago conflicto que enfrenta a los pobladores de la selva, las empresas explotadoras de la Amazonía y el Ejecutivo, ve una nueva vuelta de tuerca contra los intereses de los pobladores en la imposición por decreto, por parte del Gobierno de Alan García, de 33 proyectos cuya repercusión en este "pulmón del planeta" preocupa a la Iglesia en Perú.

Como se sabe, el Gobierno de Alan García promulgó los pasados 18 y 21 de enero dos decretos de urgencia que afectan a 33 proyectos, entre ellos centrales hidroeléctricas y de transporte, y que, en la práctica, permiten a funcionarios expedir autorizaciones administrativas sin que sea necesario un previo y preceptivo hasta ahora estudio ambiental.

"Como pastores de la Iglesia católica, hacemos nuestra la gran preocupación suscitada por la reciente publicación de los Decretos de Urgencia N° 001–2011 y N° 002–2011, por parte del Poder Ejecutivo, en base a las facultades extraordinarias que le otorga la Constitución, a través de los cuales se dictan disposiciones especiales para facilitar la aplicación de 33 proyectos de inversión en nuestro país”.

“Estos decretos de urgencia están destinados a exonerar del estudio de impacto ambiental a estos proyectos de inversión como requisito previo para la obtención de autorizaciones administrativas", alertan los obispos.

Los estudios de impacto ambiental son obligatorios para cualquier proyecto de este tipo. Obligación que el Ejecutivo acaba de saltarse por decreto.

Los obispos aclaran que la Iglesia "jamás estará en contra de todo aquello que suponga sumar esfuerzos para alcanzar el bienestar de peruanos y peruanas".

Recordando el documento de Aparecida, consideran un deber "cuidar la casa común, pues los recursos naturales se pueden agotar y corremos el riesgo de administrar miseria, llanto y desolación" (Aparecida, 474).

Justifican su respuesta en la insistencia de numerosos fieles sobre la necesidad de los estudios de impacto ambiental, "requisito fundamental para toda actividad extractiva y energética, a fin de conocer las graves consecuencias que un mal manejo ambiental podría tener para la población y nuestra diversidad de ecosistemas", subrayan los obispos.

Recuerdan su labor de mediación entre las comunidades y el Estado, "a fin de evitar situaciones de violencia producto de la agudización de los conflictos sociales", subrayando que, en ellos, "quien más pierde es el más pobre, cuya marginación es clamorosa".

Dan cuenta de que, desde el mes de diciembre pasado, hay más de doscientos conflictos sociales en el país, la tercera parte de ellos vinculados al manejo del agua y recursos hídricos.

"Es preocupante que estos decretos puedan convertir la exigencia de los estudios de impacto ambiental en un requisito administrativo no obligatorio", advierten los prelados de la selva.

"El agua, el aire, la tierra, son elementos esenciales de esa naturaleza gratuita que Dios nos ha otorgado generosamente. Los conflictos sociales se pueden prevenir y evitar si actuamos a tiempo",
subrayan.

Y concluyen recordando el magisterio: "El desarrollo requiere el respeto a nuestra tierra y su gente" (Cfr. Populorum Progessio, 20). "Si queremos la paz, cuidemos la creación". (Benedicto XVI, mensaje de 1 de enero de 2010)y asegurando que están "comprometidos en esa tarea".

Firman el documento el presidente de la Conferencia Episcopal y los obispos de los vicariatos apostólicos de la Amazonía peruana, presentes en el IV Encuentro de la Pastoral Indígena: Héctor Miguel Cabrejos OFM, presidente de la Conferencia Episcopal; Gerardo Zerdin OFM, Vicariato Apostólico de San Ramón; Francisco González OP, Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado;   José Luis Astigarraga CP, Vicariato Apostólico de Yurimaguas; Santiago García de la Rasilla SJ,  Vicariato Apostólico de Jaén; Gaetano Gambusera SDB, Vicariato apostólico de Pucallpa, Alberto Campos OFM, Vicariato Apostólico de San José del Amazonas; Juan Tomas Oliver OFM, Vicariato Apostólico de Requena.

Uno de los proyectos más ambiciosos y polémicos en Perú es la construcción de una central hidroeléctrica en el distrito selvático de Inambari, al sudeste del país, que, de ejecutarse, se convertiría en la quinta hidroeléctrica más grande de Sudamérica.

La Iglesia, al igual que hace días hizo el Defensor del Pueblo, recordó que el 30% de los conflictos sociales registrados en diciembre pasado estaban vinculados al manejo del agua y recursos hídricos.

Diferentes organismos civiles y miembros de la oposición criticaron la promulgación de estos decretos de urgencia, que algunos llegaron a calificar de inconstitucionales.

La aprobación de estos decretos hizo recordar una serie de enfrentamientos entre indígenas y policía en junio de 2009, que se saldaron con 34 muertos, originados tras la promulgación de varios decretos sobre explotación petrolera, que las organizaciones indígenas amazónicas consideraban dañinos para el medio ambiente.

Sobre este largo conflicto ver también:

http://www.zenit.org/article-36137?l=spanish;

http://www.zenit.org/article-32206?l=spanish;

http://www.zenit.org/article-31695?l=spanish;

http://www.zenit.org/article-32746?l=spanish.



 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Obispos de Estados Unidos: Ahora no es momento de deportar haitianos
Piden al Gobierno que sea humanitario
WASHINGTON, D.C., miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Los obispos de Estados Unidos han hecho público una carta en la que piden al Gobierno federal que detenga las deportaciones de haitianos, citando un informe que documenta al menos una muerte por cólera entre los devueltos a la isla caribeña.

"Ahora no es momento de continuar con las deportaciones a Haití, ni sería moral ni políticamente apropiado hacerlo en un futuro próximo", afirmaron los prelados en esta carta, dirigida a la secretaria del Departamento de Estado para la Seguridad Nacional, Janet Napolitano.

La carta está firmada por el arzobispo coadjutor de Los Ángeles y presidente del Comité de Migraciones de la Conferencia Episcopal, monseñor José Gomez, y por el obispo de Tucson y presidente del Catholic Relief Services, monseñor Gerald Kicanas.

La Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB) había expresado su oposición a que se continuase con las deportaciones a Haití tan pronto como se anunció, el pasado diciembre, que había terminado el plazo de un año de prórroga.

Hubo 27 deportaciones el mes pasado; fue uno de estos deportados el que presuntamente murió de cólera.

Situaciones insostenibles

Los obispos fueron informado, por parte del Departamento de seguridad, que se trataba de “asuntos de seguridad interna”, y de que “aquellos de los que se había programado la deportación eran delincuentes que habían cumplido condena por 'antecedentes penales graves'”.

Pero monseñores Gómez y Kicanas hablaron de otra realidad: "Entre los 27 ya deportados y los otros 300 que esperan la deportación, hay un número significativo de condenas no violentas de bajo nivel, que ya habían sido liberados y que habían estado viviendo en la comunidad sin ningún incidente durante años. Otros se encuentran en situaciones humanitarias imperiosas, incluidas graves condiciones médicas, o potenciales reclamaciones contra las medidas de inmigración".

Hay planes para llevar a cabo 700 deportaciones hasta final de año, planes condenados por los prelados a causa de los más de 3.600 haitianos víctimas del cólera, con otros 400.000 infectados; el lento proceso de reconstrucción, con cientos de miles de víctimas del terremoto viviendo aún en tiendas; y los disturbios por las pasadas elecciones presidenciales de noviembre.

“Para agravar estos problemas, las cárceles de Haití, en las que el Gobierno haitiano coloca de forma rutinaria a los deportados, y que son conocidas por el trato inhumano a los detenidos, están ahora inundadas de cólera”, observaron. “Como se sabe, se ha informado de que, un deportado, Wildrick Guerrier, ha muerto de cólera contraido en una carcel de Haití, y que otro deportado está gravemente enfermo”.

"Proseguir con las deportaciones en estas graves condiciones representaría un desprecio a sabiendas de la vida y de la dignidad de los haitianos que van a ser deportados".

Mala señal

Además, los prelados advierten de que las deportaciones están mandando una señal a la isla, la de que Estados Unidos “se retracta de su compromiso de ayudar a Haití a volver a la normalidad”

Monseñores Gomez y Kicanas recomiendan tres pasos para ayudar a Haití: redesignarla con el estátus de “protección temporal”, garantizar la libertad condicional humanitaria para los familiares cercanos de los haitianos evacuados a Estados Unidos para recibir atención médica después del terremoto, e implementar un programa condicional de reunificación familiar que beneficiaría a 55.000 haitianos con peticiones familiares aprobadas en los Estados Unidos mientras esperan que sus fechas prioritarias se pongan al día.

Los obispos alabaron la decisión de Napolitano de Haití como nación con estatuto “temporalmente protegido” después del terremoto de enero de 2010.

"Le pedimos que no niegue esta acción positiva con una reanudación de las deportaciones en este momento”, añadían. “Al contrario, le pedimos que cesen las deportaciones a Haití de forma indefinida y que extiendan a Haití la ayuda norteamericana proporcionando más ayuda a la inmigración de los haitianos, particularmente ante la actual situación de crisis sanitaria y política que atraviesa el país”.

La carta (en inglés) puede leerse en: www.usccb.org/comm/archives/2011/11-026.shtml



 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Análisis


Indonesia: crece la intolerancia hacia las minorías religiosas
Atacadas tres iglesias y dos centros cristianos en Temaggung, Java Central
ROMA, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- En la capital de Indonesia, Yakarta, se inauguró el pasado domingo 6 de febrero la “Semana para la Armonía Interreligiosa” una iniciativa patrocinada por las Naciones Unidas, con una ceremonia en el estadio “Istora Senayan”, donde el 9 de octubre de 1989 el Papa Juan Pablo II celebró una misa. Pero detrás de los discursos de cortesía y las invitaciones a la tolerancia recíproca y aceptación se esconde, por desgracia una poco agradable realidad.

Lo demuestra la noticia publicada por AsiaNews que el pasado martes 8 de febrero una multitud de musulmanes enfurecidos atacaron y destruyeron tres iglesias en Temaggung, capital de gobierno en la provincia del Java Central. Entre estas iglesias estaban la parroquia católica de san Pedro y san Pablo, un orfanato cristiano y un centro sanitario de las Hermanas de la Providencia. Durante la refriega fue herido el párroco, padre Saldanha, misionero de la Sagrada Familia, mientras trataba de proteger el Tabernáculo y la Eucaristía.

El motivo que ha suscitado la ira de la multitud ha sido la condena a cinco años de cárcel, veredicto “demasiado suave” ya que se pedía la pena de muerte, a un cristiano acusado de proselitismo y blasfemia, Antonius Richmond Bawengan de 58 años. El hombre, nacido en la provincia de Sulawesi Septentrional, fue arrestado el pasado octubre por distribuir material misionero, considerado ofensivo para el islam. La turba asaltó en primer lugar el tribunal, para después manifestarse por las calles incitando a la violencia: “matar, matar” y “quemar, quemar” (Jakarta Globe).

“Estamos conmocionados por este suceso. La violencia nunca es una buena solución. Pedimos a todos, musulmanes y cristianos, que afronten todas las cuestiones de forma civilizada y con espíritu de fraternidad. Invito a todos los fieles católicos y a todos los cristianos a no reaccionar ante la violencia. Queremos dar un signo de paz para todos”, dijo a Fides monseñor Johannes Pujasumarta, arzobispo de Semarang y secretario de la Conferencia Episcopal de Indonesia (KWI o Konferensi Waligereja Indonesia), que habló de una “violencia planificada y orquestada”. El arzobispo envió también un mensaje a los fieles.

Sus palabras fueron confirmadas por el jesuita Ignacio Ismartono, experto de los obispos indonesios para el Diálogo interreligioso. “El aumento de la intolerancia – en un contexto como el indonesio, caracterizado por la convivencia pacífica – hace pensar que existan fuerzas oscuras que quieran alimentar la tensión en la sociedad. La violencia en Temagungg había sido preparada días antes, pero la policía no ha hecho nada para prevenir estas actuaciones”, contó a Fides.

Todo indica, de hecho, que en el país musulmán más poblado del globo (con más de 220 millones de habitantes, Indonesia es también la cuarta nación más poblada del planeta) los ataques y los actos de intolerancia hacia las minorías religiosas están aumentando claramente. La última encuesta al respecto se publicó en días anteriores por el Setara Institute for Democracy and Peace. De los datos recogidos por este centro, con sede en Yakarta, se constata que en el transcurso de 2010 se registraron en Indonesia al menos 216 violaciones de la libertad religiosa y de culto.

91 casos (es decir casi la mitad) han sido verificados en la parte occidental de Java – la isla principal y más poblada del archipiélago indonesio – y 28 en la parte oriental; de estos, 75 han sido contra las distintas confesiones cristianas. Según el instituto se trata de un claro aumento respecto al año anterior, que fueron apenas 12. Como refiere Compass Direct News (3 febrero), en la mayor parte de estos 75 casos, 43, han sido ataques contra edificios de culto y otras amenazas a la seguridad.

Los autores de estos actos de violencia eran, en su mayoría, miembros de movimientos radicales musulmanes. Según Ismail Hasani, investigador del Setara Institute, entre estos grupos destacan el Islamic Defenders Front (FPI) y el Islamic People's Forum (FUI), responsables de al menos 17 y 11, respectivamente, incidentes de este tipo.

Una de las dificultades que las distintas denominaciones cristianas encuentran en Indonesia es la obtención de permisos necesarios para poder construir nuevos lugares de culto o realizar trabajos de reconstrucción.

Es emblemático el caso de la iglesia protestante Taman Yasmin en Bogor, Java Occidental, cuyas obras han sido detenidas por las autoridades locales por petición del FUI. Ni siquiera una sentencia del Tribunal Supremo de Indonesia, del pasado 14 de enero, ha conseguido desbloquear la situación. Como cuenta el Jakarta Post (29 enero), la comunidad protestante de Bogor ha pedido ahora a los jueces supremos una copia oficial de la sentencia, con la esperanza de hacer callar las voces de los extremistas

Después de la comunidad cristiana, la minoría religiosa más expuesta a graves violaciones o abusos en Indonesia es la secta musulmana de los ahmadiyya (o Ahmadi), considerados “herejes” o “apóstatas”, porque dicen que Mahoma no es el último profeta. Según datos del Instituto Setara, esta minoría, que en Indonesia son sólo unos 200.000 seguidores, ha sufrido 50 ataques durante 2010.

El último y gravísimo episodio se verificó el pasado domingo, 6 de febrero, cuando un grupo de casi 1.500 personas (armadas con barras de hierro y machetes) asaltó la casa de un jefe de esta minoría en el pueblo de Cikeusik, en la provincia de Banten (Extremo oeste de Java). Como cuenta la agencia Associated Press (6 febrero), el ataque concluyó con tres muertos y seis heridos, de los cuales cuatro son de extrema gravedad.

Como en otros países musulmanes, los dirigentes de las minorías y los grupos pro derechos humanos denuncian la pasividad, incluso a veces la connivencia o complicidad, de las autoridades con los radicales, a menudo por motivos electorales. En días pasados, el obispo de Padang, monseñor Martinus Dogma Situmorang, lanzó una severa advertencia respecto a esto, y ha definido como “perezosa” la respuesta del Gobierno a los verdaderos problemas del país. Según el prelado, en Indonesia está actuando “una crisis moral”, que va junto al aumento de la intolerancia, fenómeno ante el cual la Iglesia no puede permanecer en silencio (AsiaNews, 1 febrero).

Muchos observadores critican, también, al presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono (conocido simplemente como SBY). Según Hasani, del Setara Institute, el presidente finge no ver las violaciones de la libertad religiosa en su país. Durante un encuentro con representantes de la Iglesia, el mandatario declaró con orgullo, el pasado 21 de enero, que durante su administración no se habían dado serios abusos de los derechos humanos. “Al contrario”, afirmó Hasani: “no ha habido iniciativas o progresos significativos para superar los distintos abusos que la Iglesia ha tenido que afrontar”(Compass Direct News, 3 febrero).

Los últimos sucesos han obligado al presidente a reaccionar. Como relata el Jakarta Globe, el ministro de Asuntos Políticos, Legales y de Seguridad, Djoko Suyanto, difundió ayer un comunicado de parte de Yudhoyono. “El presidente denuncia el acto anárquico perpetrado por un grupo de personas que han dañado lugares de culto y otras estructuras en Temanggung”, dice el texto. La policía de Java Central ha recibido la orden de identificar inmediatamente a los responsables y llevarlos a los tribunales. Con algún éxito. De hecho, siempre según el Jakarta Globe, las fuerzas de policía han arrestado durante las últimas horas al primer sospechoso.

Por Paul De Maeyer. Traducción del italiano por Carmen Álvarez]

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Flash


Un curso prematrimonial en forma de moderno documental
“Sí quiero, claves para un matrimonio feliz”
MADRID, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El obispo de Alcalá y presidente de la Subcomisión para la Familia de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Reig, ha presentado un pack de 12 documentales y un libro titulado "Sí, Quiero: claves para un matrimonio feliz", una coproducción de Goya Producciones y Editorial Casals.

Es la primera vez que se lleva a la pantalla un curso prematrimonial completo, no en forma de clases, sino en el formato de modernos documentales.

"Esto no existía hasta hoy ni en España ni fuera. Abundan los libros, cursos y material escrito, pero faltaba un audiovisual atractivo, impactante", explica el director de Goya Producciones, Andrés Garrigó.

Monseñor Juan Antonio Reig considera que "Sí, Quiero, responde al deseo mayoritario de las personas: el deseo de amar para siempre. Si se fracasa en el amor, se fracasa en lo más decisiva de la persona humana".

El prelado confía que "estos documentales y este libro contribuyan eficazmente a la formación de hogares cristianos más unidos, fieles y felices. Es un material que propongo para todas las parroquias, escuelas de padres, o centros de orientación, preocupados en la formación de las parejas".

En esta original serie de documentales han participado 56 personas de los cinco continentes: 26 novios y matrimonios y 30 expertos, incluyendo psiquiatras, psicólogos, filósofos, médicos, juristas, asesores familiares... También intervienen en ella relevantes figuras eclesiásticas como los cardenales de París, Sydney y Sao Paulo.

"Sí, Quiero" va acompañado por un libro del mismo nombre escrito por Alfonso Basallo y Teresa Díez para completar este método. Refuerza los audiovisuales y ayuda a aclarar dudas con un estilo dirigido a los jóvenes.

El aumento de los divorcios y la disminución de matrimonios por la Iglesia hacen necesarios nuevos esfuerzos de formación. Esa es una de las prioridades del Papa, como se desprende de su reciente discurso a la Rota Romana (Cf. ZENIT 23 de enero de 2011).

"El método Sí Quiero es un instrumento para ayudar a esa formación. Es compatible y complementario con los diversos tipos de cursos prematrimoniales que organizan las parroquias", ha precisado Ramón Casals, director general de Editorial Casals y coproductor del método.

En la rueda de prensa participaron también el doctor Enrique Rojas, director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, y Sara Pérez-Tomé, Presidenta de la Asociación de Familias Numerosas.

El psiquiatra Enrique Rojas ha expresado que "el amor es un sentimiento, pero no se agota en él, sino que es una decisión: la decisión de amar".

Por su parte Sara Pérez-Tomé ha comentado que "invertimos mucho tiempo en separarnos y poco en casarnos. Hay que intentar darle la vuelta: menos separaciones porque hemos invertido más tiempo en prepararnos para casarnos".

Con ocasión del lanzamiento se ha creado una página web específica: www.preparatumatrimonio.com.

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Foro


La iniciativa de los teólogos alemanes: ¿renovación o demolición?
 
Por Manfred Hauke*

ROMA, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- El pasado 3 de febrero, un conocido diario alemán, el Süddeutsche Zeitung, publicó un informe (Memorándum) firmado por 143 teólogos de lengua alemana bajo el título “Iglesia 2011: una pertenencia necesaria” (ein notwendiger Aufbruch). Las peticiones recuerdan en muchos aspectos la llamada “Declaración de Colonia” de 1992 y la iniciativa “Somos Iglesia” de 1995. La Facultad teológica más representada entre los firmantes es la de Münster, con 17 teólogos, entre ellos el decano Klaus Müller; una teóloga de Münster forma parte del comité de redacción del memorándum (cfr. M. Drobinski, Theologen gegen den Zölibat, Süddeutsche Zeitung, 3.2.2011). También una petición muy específica remite a la influencia de Münster, la de constituir tribunales administrativos para la Iglesia (Klaus Lüdicke). Por ello podríamos llamar al texto tranquilamente la “Declaración de Münster” (DM).

Como ocasión de la DM, sus firmatarios indican el debate público sobre los abusos sexuales que tuvo lugar el año pasado. Al buscar las “causas del abuso, del silencio y de la doble moral”, habría “crecido la la convicción de que son necesarias reformas profundas”. La invitación de los obispos al “diálogo” habría suscitado expectativas que sería necesario acoger. Los teólogos quieren hacer del 2011 un “año de partida” para que la Iglesia pueda salir de “estructuras fosilizadas”. El “diálogo abierto” debe comprender seis “campos de acción”: (1) Se necesitan “más estructuras sinodales a todos los niveles de la Iglesia” según el principio “Lo que afecta a todos debe decidirse entre todos”. (2) La vida de la comunidad necesitaría para su conducción estructuras más democráticas (para su guía). “La Iglesia necesita también sacerdotes casados y mujeres en el ministerio eclesial”. (3) Un primer paso hacia una mejor “cultura del derecho” sería “la constitución de una jurisdicción administrativa” (es decir, de tribunales administrativos). (4) Bajo el término “libertad de conciencia” se dice: “La gran estima del matrimonio por parte de la Iglesia… no requiere excluir a las personas que viven de manera responsable el amor, la fidelidad y la solicitud recíproca en una unión de personas del mismo sexo [parejas homosexuales] o como divorciados vueltos a casar. (5) En el espíritu de la “reconciliación” habría que ir contra “una moral rigurosa sin misericordia”. (6) La liturgia vive gracias a la participación activa de todos los fieles y no debería ser unificada de modo centralista.

Hay que dar la razón a los firmantes de la DM en que la Iglesia (de lengua alemana) está atravesando una “crisis profunda”. Por otra parte, muchas sugerencias formuladas por los teólogos firmantes forman parte de esta crisis y no pueden favorecer la superación de los problemas. Las peticiones contenidas en el memorándum son, en buena parte, peticiones muy conocidas procedentes de los años 60 y 70 del siglo pasado. Hay un “paso adelante” en el empeño a favor de la praxis vivida de la homosexualidad. El debate público sobre los abusos sexuales es instrumentalizado para empujar a una Iglesia debilitada hacia una situación que se aleja de su origen apostólico y se acerca a las corrientes liberales del protestantismo. Según las estadísticas correspondientes, el porcentaje (deplorable) del abuso sexual por parte de clérigos católicos es mucho más bajo respecto a lo que sucede en estructuras (comparables) del ámbito secular (p.ej. familias, escuelas, asociaciones deportivas) e incluso de cuanto se sabe de los pastores protestantes (en su mayor parte casados) (ver referencias en J.M. Schwarz, Kirche, Zölibat und Kindesmissbrauch,www.kath.net, 3.2.2010).

Los teólogos de la DM cometen un “abuso con el abuso” al promover peticiones que seguramente no pueden combatir las causas que se encuentran en la base de los propios abusos. No se dice que hace falta la castidad para una verdadera renovación. No se habla siquiera de la exigencia de la conversión. Al contrario: se quiere el reconocimiento por parte de la Iglesia de la situación de los divorciados vueltos a casar, los cuales viven (según las palabras de Jesús) en estado de adulterio (cf. Mc 10,11s par), e incluso las parejas homosexuales, cuya práctica sexual, según los catálogos de los vicios en el Nuevo Testamento, lleva a la exclusión del Reino de Dios (cf. 1Cor 6,10 ecc.). Aquí no se ve la influencia de un conocimiento teológico más profundo, sino más bien una pérdida de fe y de moral. Los elementos fundamentales de la doctrina apostólica son sacrificados a un pensamiento que quiere estar “al día” de la situación actual. La petición de quitar la obligación del celibato recuerda las peticiones de la Ilustración tardía, superadas ya desde hace mucho tiempo por Johann Adam Möhler y otros protagonistas de la renovación católica del siglo XIX. Ni siquiera a los ilustrados de las iglesias estatales de la época josefinista, sin embargo, se les habría ocurrido rebajar los valores del matrimonio cristiano o favorecer los concubinatos homosexuales. Incluso la petición de tener “mujeres en el ministerio apostólico” se dirige contra el origen apostólico de la Iglesia, al menos cuando se entiende “ministerio” en el sentido del sacramento del Orden. Debe recordarse aquí la Carta apostólica de Juan Pablo II, Ordinatio Sacerdotalis (1994), en la que el Papa subraya que “la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir a las mujeres la ordenación sacerdotal, y que esta sentencia debe ser considerada definitiva por todos los fieles de la Iglesia”. Lo que vale para “todos los fieles de la Iglesia”, vale seguramente aún de manera más fuerte para los teólogos que poseen una missio canonica.

Echemos un breve vistazo a las demás peticiones, aunque no podemos dar aquí una respuesta exhaustiva. Ciertamente es importante una “participación” de todos los fieles en la vida de la Iglesia, pero esta participación no debe confundirse con las formas políticas de la democracia. Según la sucesión apostólica, la Iglesia está guiada por el Papa y por los obispos. En la Iglesia antigua, también el pueblo creyente, a menudo, tomaba su parte en la elección de los obispos a través de su testimonio y de su consentimiento: pero estos fieles estaban preparados por el testimonio de los mártires en la época de las persecuciones; no era la situación de hoy en la que casi el 90 % de los “católicos” alemanes no va a la misa del domingo y depende casi totalmente de la influencia dominante de los medios de comunicación, los cuales, en su gran mayoría, son decididamente desfavorables a la fe católica. Las elecciones episcopales, no eran decisiones tomadas por el pueblo tampoco en la Iglesia antigua. Según el Papa León Magno, el obispo debía ser elegido por el clero, aclamado por el pueblo y ordenado por los obispos de la provincia con el consentimiento del Metropolitano. El principio jurídico citado por la DM viene originalmente del derecho privado romano y fue interpretado en 1958 por Yves Congar en el sentido de la recepción en el seno de la Iglesia, pero no como democratización del Magisterio ni tampoco del ministerio de guía (Quod omnes tangit, ab omnibus tractari et approbari debet); explicar el consentimiento del pueblo de Dios como “decisión” o incluso como base de “estructuras más sinodales”, es signo de una ideologización fuera de la historia eclesial.

Cuanto se afirma sobre la problemática de las “parroquias XXL”, se refiere a una realidad dolorosa. La solución de las dificultades no está en el cambio de las estructuras de la Iglesia procedentes de Cristo (como el sacerdocio ministerial reservado a los hombres y su responsabilidad específica para la guía de la comunidad). Para organizar bien la vida de las comunidades, se necesitan la prudencia pastoral y el compromiso de todos, pero no una laicización en la guía de las comunidades parroquiales. La “libertad de conciencia” proclamada por la DM separa evidentemente la conciencia del sujeto de la verdad objetiva a la que la conciencia debe orientarse. No tiene sentido aplicar la “libertad de conciencia” para aprobar las parejas homosexuales y el adulterio. Newman hablaría aquí de un pretendido “derecho a la voluntariedad” (Carta al Duque de Norfolk). La “misericordia” en la moral, mencionada bajo la voz de la “reconciliación”, no debe separarse de la exigencia de respetar los mandamientos divinos: Dios perdona al pecador sinceramente arrepentido, pero le da a entender también (como Jesús a la adultera): “¡En adelante no peques más!” (Jn 8,11).

La petición de la DM de integrar las “experiencias y expresiones del tiempo contemporáneo” en la liturgia tiene ya su lugar conveniente en el ordenamiento actual, por ejemplo en la oración de los fieles y en la homilía. La acogida de “situaciones concretas de la vida” no debe oscurecer la importancia de la liturgia como glorificación de Dios, junto a toda la Iglesia, la cual prevé formas muy precisas para la expresión común.

Ciertamente debe saludarse el “diálogo” dentro de la Iglesia. Para una discusión legítima entre cristianos católicos, sin embargo, debe estar clara la condición previa que está en la profesión común de la fe católica. Diversos puntos de la DM ponen en entredicho esta base. ¿Los firmantes de la DM pueden sinceramente presentar la Professio fidei requerida como condición indispensable para enseñar en nombre de la Iglesia en las Facultades de teología? ¿Los obispos responsables tendrán en valor de insistir contra la disidencia sobre el carácter eclesial de la teología? La próxima visita del Santo Padre a Alemania es una gran oportunidad para una renovación en la fe católico. El memorándum de los 143 teólogos, sin embargo, entristece: no ofrece ninguna contribución para lanzarse hacia un futuro lleno de esperanza, sino más bien una demolición que pone en peligro el tesoro de la fe eclesial.

--------

*Padre Manfred Hauke es profesor ordinario de Patrología y Dogmática en la Facultad de Teología de Lugano y Vicedirector de la Revista Teológica de Lugano.

[Traducción del italiano por Inma Álvarez]

 

Envìa esta noticia a un amigo

arriba


Audiencia del miércoles


Benedicto XVI: la docta mansedumbre de san Pedro Canisio
Hoy en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 9 de febrero de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación la catequesis que el Papa Benedicto XVI pronunció hoy sobre san Pedro Canisio, dentro de su recién comenzado ciclo sobre Doctores de la Iglesia, durante la Audiencia General celebrada en el Aula Pablo VI.

* * * * *

Hoy querría hablaros de san Pedro Kanis, Canisio en la forma latina de su apellido, una figura muy importante en el s.XVI católico. Nació el 8 de mayo de 1521 en Nimega Holanda. Su padre era el alcalde de la ciudad. Mientras estudiaba en la Universidad de Colonia, frecuentó a los monjes cartujos de santa Bárbara, un centro propulsor de la vida católica, y a otros hombres píos que cultivaban la espiritualidad llamada devotio moderna. Entró en la Compañía de Jesús el 8 de mayo de 1543 en Maguncia (Renania-Palatinado), después de haber seguido un curso de ejercicios espirituales bajo la supervisión del beato Pierre Favre, Petrus Faber, uno de los primeros compañeros de san Ignacio de Loyola. Se ordenó sacerdote en junio de 1546 en Colonia, y al año siguiente, estuvo presente en el Concilio de Trento como teólogo del obispo de Austria, cardenal Otto Truchsess von Waldburg, donde colaboró con dos hermanos, Diego Laínez e Alfonso Salmerón.

En 1548, san Ignacio le hizo completar su formación espiritual en Roma y lo envió después al Colegio de Messina a ejercitarse en humildes servicios domésticos. Consiguió en Bolonia el doctorado en teología el 4 de octubre de 1549, y después fue enviado al apostolado a Alemania por san Ignacio. El 2 de septiembre de ese año, el 1549, visitó al Papa Pablo III en Castelgandolfo y después de esto fue a la Basílica de San Pedro a orar. Allí imploró la ayuda de los grandes Apóstoles Pedro y Pablo, para que diesen una eficacia permanente a la Bendición Apostólica, con miras a su gran destino, la nueva misión. En su diario, escribió algunas palabras de la oración que realizó: “Allí he sentido que un gran consuelo y la presencia de la gracia me eran concedidas por medio de estos intercesores (Pedro y Pablo). Ellos confirmaban mi misión en Alemania y parecían transmitirme, como apóstol de Alemania, el apoyo de su benevolencia. Tú conoces Señor, de que manera y cuantas veces en ese mismo día me has confiado Alemania, a la que luego cuidaré y por la cual deseo vivir y morir”.

Debemos tener presente que nos encontramos en el tiempo de la Reforma luterana, en el momento en que la fe católica en los países de lengua germánica, ante la fascinación de la Reforma, parecía que se apagaba. Era un deber casi imposible el de Canisio, encargado de revitalizar, de renovar la fe católica en los países germanos. Sólo era posible con la fuerza de la oración. Era posible solo desde la base, es decir desde una amistad profunda con Jesucristo; amistad con Cristo en su Cuerpo, la Iglesia, que se alimenta en la Eucaristía, Su presencia real.

Siguiendo la misión recibida de Ignacio y del Papa Pablo III, Canisio partió hacia Alemania y partió antes que nada hacia el Ducado de Baviera, que durante muchos años fue sede de su ministerio. Como decano, rector y vicecanciller de la Universidad de Ingolstadt, cuidó la vida académica del Instituto y de la reforma religiosa y moral del pueblo. En Viena, donde por un breve tiempo fue administrador de la Diócesis, desarrolló el ministerio pastoral en los hospitales y las cárceles, sea en la ciudad como en el campo, y preparó la publicación de su Catecismo. En 1556 fundó el Colegio de Praga y hasta el 1569, fue el primer superior de la provincia jesuita de la Alemania Superior.

Entre estas tareas, estableció en los países germánicos una densa red de comunidades de su Orden, especialmente de Colegios, que fueron puntos de partida para la reforma católica, para la renovación de la fe católica. En este tiempo participó también en el Coloquio de Worms con los dirigentes protestantes, entre los que estaba Felipe Melantchon (1557); ejerció la función de Nuncio Pontificio en Polonia (1558; participó en las dos Dietas de Augusta (1559 y 1565); acompañó al cardenal Estanislao Hozjusz, enviado del Papa al Emperador Fernando (1560); interviene en la Sesión Final del Concilio de Trento, donde habló sobre la cuestión de la Comunión bajo las dos especies y sobre el Índice de Libros Prohibidos (1562).

En 1580 se retiró a Friburgo en Suiza, dedicado totalmente a la predicación y a la composición de sus obras, allí murió el 21 de diciembre de 1597. Beatificado por el beato Pío IX en 1864, fue proclamado en 1897 segundo Apóstol de Alemania por el Papa León XIII, y canonizado por el Papa Pío XI y también proclamado Doctor de la Iglesia en 1925.

San Pedro Canisio transcurrió buena parte de su vida en contacto con las personas socialmente más importantes de su tiempo y ejerció una influencia especial con sus escritos. Fue editor de las obras completas de san Cirilo de Alejandría y de san León Magno, de las Cartas de san Jerónimo y de las Oraciones de san Nicolás de Flüe. Publicó libros de devoción en varias lenguas, las biografías de algunos santos suizos y muchos textos de homilética. Pero sus escritos más difundidos fueron los tres Catecismos elaborados entre el 1555 y el 1558. El primero estaba destinado a los estudiantes a un nivel de comprensión de las nociones elementales de teología; el segundo a los niños del pueblo para una primera instrucción religiosa; el tercero a jóvenes con una formación escolástica de escuela media o superior. La doctrina católica estaba expuesta a base de preguntas y respuestas, brevemente, en términos bíblicos, con mucha claridad y sin menciones críticas.

¡Sólo en el tiempo de su vida se hicieron 200 ediciones de este Catecismo! Y se sucedieron cientos de ediciones hasta el s.XX. Así en Alemania, todavía en la generación de mi padre, la gente llamaba al Catecismo, simplemente el Canisio: es realmente el catequista de los siglos, ha formado la fe de las personas durante siglos.

Es, esta, una característica de san Pedro Canisio: saber componer armoniosamnete la fidelidad a los principios dogmáticos con el debido respeto a cada persona. San Canisio ha distinguido la apostasía consciente, culpable, de la fe, de la pérdida de la fe inocente, por las circunstancias. Y ha declarado, frente a Roma, que la mayor parte de los alemanes pasaron al Protestantismo sin culpa. En un momento histórico de fuertes contrastes confesionales, evitaba -esta es una cosa extraordinaria- la aspereza y la retórica de la ira -cosa rara como he comentado, en esos tiempos y en las discusiones entre los cristianos- y se preocupaba sólo de la presentación de las raíces espirituales y de la revitalización de la fe en la Iglesia. Para esto le sirvió mucho el amplio y penetrante conocimiento que tenía de las Sagradas Escrituras y de los Padres de la Iglesia: el mismo conocimiento que sobresalía de su personal relación con Dios y la austera espiritualidad que derivaba de la devotio moderna y de la mística renana.

La característica de la espiritualidad de san Canisio es una profunda amistad con Jesús. Por ejemplo escribió el 4 de septiembre de 1549 en su diario, hablando con el Señor: “Tú, al final, como si me pudieses abrir el corazón del Santísimo Cuerpo, que me parecía ver delante de mí, me has mandado beber en esa fuente, invitándome por decir así a sacar las aguas de mi salvación de tus fuentes , oh mi Salvador”. Se ve que el Salvador le da un vestido con tres partes que se llaman paz, amor y perseverancia. Y con este vestido compuesto de paz, amor y perseverancia, Canisio ha realizado su obra de renovación del catolicismo. Esta amistad con Jesús – que es el centro de su personalidad- nutrida por el amor a la Biblia, por el amor al Sacramento, por el amor de los Padres, esta amistad estaba claramente unida a la consciencia de ser en la Iglesia un continuador de la misión de los Apóstoles. Y esto nos recuerda que todo evangelizadores siempre un instrumento unido, y por eso mismo fecundo, con Jesús y con su Iglesia.

San Pedro Canisio se había formado en esta amistad con Jesús en el ambiente espiritual de la Cartuja de Colonia, en la que había mantenido estrecho contacto con dos místicos cartujos Johann Lansperger, latinizado como Lanspergius, y Nicolas van Hesche, latinizado como Eschius. Más tarde profundizó la experiencia de esta amistad, familiaritas stupenda nimis, con la contemplación de estos misterios de la vida de Jesús, que ocupan una gran parte en los Ejercicios espirituales de san Ignacio. Su intensa devoción por el Corazón del Señor, que culminó en la consagración al ministerio apostólico en la Basílica Vaticana, encuentra aquí su fundamento.

En la espiritualidad cristocéntrica de san Pedro Canisio hay un profundo convencimiento: no hay alma cuidadosa de la propia perfección que no practique cada día la oración mental, medio ordinario que permite al discípulo de Jesús vivir la intimidad con el Maestro divino. Por esto, en los escritos destinados a la educación espiritual del pueblo, nuestro santo insiste en la importancia de la Liturgia con los comentarios a los Evangelios, de las fiestas, del rito de la santa Misa y de los otros Sacramentos, pero, al mismo tiempo, tiene cuidado de mostrar a los fieles la necesidad y la belleza de que la oración personal diaria acompañe y permee la participación en el culto publico de la Iglesia

Se trata de una exhortación y de un método que conservan intacto su valor, especialmente después de que han sido propuestos nuevamente por el Concilio Vaticano II en la constitución Sacrosanctum Concilium: la vida cristiana no crece sino es alimentada por la participación en la Liturgia, en modo particular en la santa misa dominical, y por la oración personal diaria, por el contacto personal con Dios. En medio de muchas actividades y múltiples estímulos que nos rodean, es necesario encontrar cada día los momentos de recogimiento delante del Señor para escucharlo y hablar con Él.

Al mismo tiempo, es siempre actual y de valor permanente el ejemplo que san Pedro Canisio nos ha dejado, no sólo en sus obras, sino sobre todo con su vida. Él nos enseña con claridad que el ministerio apostólico es robusto y produce frutos de salvación en el corazón, sólo si el predicador es un testigo personal de Jesús y sabe ser instrumento a su disposición, estrechamente unido a Él por la fe en su Evangelio y en su Iglesia, por una vida moralmente coherente y por una oración incesante como el amor. Y esto vale para cada cristiano que quiera vivir con esfuerzo y fidelidad su adhesión a Cristo. Gracias.

[En español dijo]

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México y otros países latinoamericanos. Invito a todos a vivir con empeño y fidelidad la adhesión a Cristo, a ejemplo de San Pedro Canisio. Encomendaos a su intercesión, pidiendo a Dios que vuestro apostolado produzca frutos de salvación, siendo testigos de Jesús e instrumentos suyos, con una vida moralmente coherente y una oración incesante. Muchas gracias.

[En italiano dijo]

Mi pensamiento se dirige finalmente a los jóvenes y a los recién casados. Celebramos ayer la memoria litúrgica de san Jerónimo Emiliano, fundador de los Somaschi y de santa Josefina Bakhita, hija de África que se convirtió en hija de la Iglesia. La valentía de estos testigos fieles a Cristo os ayude a vosotros, queridos jóvenes, para abrir vuestro corazón al heroísmo de la santidad en la existencia de cada día. Os sostenga a vosotros , queridos enfermos, en el perseverar con paciencia a ofrecer vuestra oración y vuestro sufrimiento por toda la Iglesia. Y os dé a vosotros, queridos recién casados, la valentía de convertir vuestras familias en comunidades de amor, que reflejen los valores cristianos.I

 



 

[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez

©Copyright 2011 Libreria Editrice Vaticana]

Envìa esta noticia a un amigo

arriba