Padre Carlos, párroco en Ammam y responsable de Mensajeros de la Paz Jordania

“Existe la persecución, y los cristianos tenemos que seguir siendo testigos”

"Es posible la convivencia entre musulmanes y cristianos"

Jesús Bastante, 19 de febrero de 2011 a las 15:42
 

(Jesús Bastante).- Es uno de los personajes más conocidos y queridos en Jordania. Conoce a la familia real, y participó directamente en la reciente visita de Benedicto XVI al país árabe. El padre Carlos dirige una de las principales iglesias de Ammam, pero sus máximos desvelos están en los niños, en los pequeños refugiados de las persecuciones religiosas en Irak o Irán, que recoge en su país y que ayuda a recomenzar su vida, gracias a la colaboración de Mensajeros de la Paz. "Existe la persecución, y los cristianos tenemos que seguir siendo testigos", afirma el padre Carlos.

Irak es su segundo "destino". Viaja allí constantemente, solo o con el padre Ángel, para traer a España -vía Jordania- a decenas de niños enfermos. "En uno de mis viajes, llegué a estar secuestrado. Fui a recoger a algunos niños de Bagdad con Mensajeros de la Paz. Saliendo del aeropuerto, nos secuestraron. Gracias a Dios que todo pasó bien. Me preguntaron que qué hacía allí: les dije ‘Soy un sacerdote, no tengo nada que ver en la política. Tengo dos billetes de avión porque vengo a acompañar a los niños'. Y nos dejaron partir".

Desgraciadamente, no todos corren la misma suerte. El padre Carlos conoció y trató tanto a los dos sacerdotes asesinados en la basílica de Bagdad como a buena parte de la feligresía. "Jordania es un oasis de paz y de tranquilidad en mitad de Oriente Medio", admite, agradeciendo sin fisuras el apoyo de la Familia Real jordana. "Por eso, muchos refugiados de Irak vienen a Jordania".

Una camino que ya se ha convertido "en un éxodo" de miles y miles de personas. "Es una persecución", asegura, tajante. "Y nosotros tenemos que ser testigos, y fomentar la amistad y la tranquilidad. No todos los musulmanes son así. La persecución viene por algunos fanáticos, que no pueden hacer nada contra Occidente, y se descargan contra los cristianos de aquí".

El padre Carlos quiere dejar muy claro que no existe una guerra Islam-Cristianismo. "Nosotros hemos tenido muchos años viviendo muy bien. Tengo muchos amigos musulmanes, a quienes quiero y me quieren. En cada país hay buenos y malos. Hay un grupo de fanáticos, y son ellos que están haciendo esta persecución, pero la mayoría de la gente es buena", asegura. "Es posible la convivencia entre musulmanes y cristianos. Yo siempre he vivido con amigos musulmanes en un país musulmán. Yo soy de una tradición musulmana. En Jordania la mayoría es musulmana, sólo un 3% somos cristianos, y nos llevamos muy bien".

La globalización ha acrecentado la persecución. "Hoy, cualquier cosa que se dice en una parte del mundo, se conoce, y los fanáticos multiplican el problema". Frente a ello, insiste el padre Carlos, "hay que trabajar con esta gente, ayudarles a salir de la pobreza y mejorar su vida. Hay muchos niños que no van al colegio. Esos, cuando son jóvenes, son fanáticos, porque no tienen nada que ver con la cultura, no conocen más ley que la que tienen ellos..."

A lo largo de su colaboración con Mensajeros de la Paz, se ha logrado la construcción de decenas de orfanatos y escuelas en Irak, así como una mejora en la situación de los refugiados en Jordania. "Mensajeros de la Paz cuenta con un grupo de voluntarios, 75-80 jóvenes. Lo primero es recibir a estas personas, y darles la ayuda más inmediata. Un lugar para vivir, mantas, estufas... Le damos la ayuda inmediata. A las dos semanas, si no tienen el papel en orden, se les acaba el dinero. Jordania es un país muy caro. Ayudar a las familias y al tiempo a los niños, que no estén en la calle. Tenemos un programa de ayuda a los niños, de ir al colegio y pagar por ellos. Tenemos 82 niños a los que pagamos la escuela", proclama con orgullo.