23.02.11

Tras los dineros de la Legión

A las 7:22 PM, por Andrés Beltramo
Categorías : Legionarios de Cristo
 

Los Legionarios de Cristo no son la congregación religiosa más adinerada, ni más extendida y, mucho menos, la más poderosa de la Iglesia católica. Pero, durante años, su fundador y sus superiores hicieron creer eso dentro y fuera de la orden. Porque les convenía, le daba poder al P. Marcial Maciel Degollado para lograr sus perversos objetivos. Aún así la riqueza que atesora la Legión es significativa y ahora será puesta bajo la lupa.

A instancias del delegado pontificio y encargado de la reforma de ese instituto, el cardenal Velasio De Paolis, se conformó una comisión que estudiará a profundidad su gestión administrativa y patrimonial.

Cinco especialistas deberán analizar, sobre todo, el entramado económico construido en torno al Grupo Integer, estructura establecida hace algunos por la Legión para manejar sus recursos.

De todas maneras los Legionarios de Cristo no son pobres. Tienen dinero y lo saben mover, eso resulta indudable. Aunque la red de acopio de donaciones creada hace años por Maciel y consolidada por sus sucesores, entre ellos el vicario general Luis Garza Medina, hoy por hoy se encuentra dañada sensiblemente. Esto ha obligado a establecer planes de austeridad en países como Estados Unidos y España, donde la congregación ha comenzado a deshacerse de algunas obras o propiedades importantes.

El redimensionamiento es inevitable. La profunda crisis interna que vive la Legión también se ha visto reflejada en las arcas. Por eso la comisión de asuntos económicos llega justo a tiempo. Para aclarar puntos oscuros e imponer la transparencia allí donde sea necesario.

Como presidente de ese organismo verificador (y de carácter consultivo) De Paolis eligió a Domenico Calcagno, secretario de la oficina vaticana de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA). Un hombre de la Curia Romana que conoce bien los resortes de la finanza católica y la línea de apertura en este campo impulsada por el mismo Benedicto XVI con su reforma legal contra el lavado de dinero.

Calcagno colaboró de cerca con el cardenal Atilio Nicora, actual presidente del APSA, artífice de la nueva ley anti-reciclaje de capitales y dirigente de la Autoridad de Información Financiera, grupo autónomo que vigilará (a partir del 1 de abril próximo) sobre todas las operaciones vaticanas para evitar delitos de cuello blanco.

En la comisión para los dineros legionarios trabajarán con él Mario Marchesi, consejero personal de De Paolis, y un no religioso, Rosino Antonio Morelli, colaborador de la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Santa Sede. Este último personaje de confianza del delegado pontificio, también presidente de esa prefectura. Completan el “pool” los sacerdotes Eduardo Vigneaux, administrador general de la Legión y Alberto Simán, quien trabaja en la secretaría general de la congregación.

El 4 de enero pasado Velasio De Paolis, sus cuatro consejeros personales y Calcagno, recibieron un reporte pormenorizado sobre la situación financiera del instituto que incluyó su situación patrimonial, los fondos disponibles, la organización corporativa y societaria y las deudas contraídas, sobre todo por parte de diversos colegios con el objetivo de asegurar su supervivencia.

Lo cierto es que no sólo en Estados Unidos los legionarios han tenido que apretarse el cinturón (como ya lo explicamos aquí). Los planes de austeridad se han extendido también a otros países del mundo como España donde, en los últimos tres meses, la congregación vendió al menos seis propiedades inmobiliarias, como lo confirmó Jesús María Delgado -director territorial para ese país- en una carta fechada el 27 de enero pasado.

En dicho texto el sacerdote anunció la puesta en marcha de un “sistema profesional para la gestión económica y administrativa” de obras (SAP) así como la concentración de los equipos administrativos a nivel europeo con el objetivo de optimizar recursos y procesos.

A esas decisiones se sumó la voluntad de continuar la venta de activos inmobiliarios (además de los seis ya enajenados), la integración de colegios (ya se juntaron en un solo plantel los colegios Moraleja y El Encinar, que funcionaban en la zona norte de Madrid) y seminarios: en los próximos meses se unirán los dos seminarios menores españoles, dejando libres las instalaciones del que actualmente funciona en Valencia. Esa maniobra permitirá, en septiembre de 2012, el traslado del Colegio Cumbres de Valencia a esas instalaciones que quedarán libres y así dar paso a la venta de los actuales edificios de dicho centro escolar.

Asimismo Delgado informó que el Colegio Everest El Bosque, también de Madrid, arrastra un déficit económico desde hace ocho años pese al cual la escuela seguirá existiendo pero que, para asegurar su permanencia, se ha solicitado (y actualmente está en trámite), un “concierto educativo”, es decir un convenio con el Estado. En la carta el sacerdote no descartó la posibilidad de que la administración del Everest sea cedida a otro grupo, aunque reconoció que tal solución sería “muy dolorosa”. Señales de que, para la Legión de Cristo, los tiempos de “vacas gordas” son cosa del pasado.

Nota Bene.- Tras un intenso viaje a México regresamos a estas columnas de Sacro&Profano. Me excuso con todos aquellos que han sufrido la ausencia y, sobre todo, que han extrañado la información del blog. Durante nuestro itinerario en tierras aztecas hemos recopilado muchos y valiosos datos sobre diversos temas, que iremos compartiendo con nuestros lectores a quienes invitamos a seguirnos en las cuentas de S&P: Twitter y Facebook.