"Lo más importante para un dominico es predicar"

El Padre Cosmen, con 80 años, al frente de la parroquia de Caleruega

"Sin oración no hay eficacia en la predicación"

Manuel Robles, 06 de marzo de 2011 a las 08:40

 

(Manuel Robles).- Caleruega es una antigua población situada en el sureste de Burgos, cercana a otros lugares de encanto histórico y monumental como Aranda de Duero, Peñaranda de Duero, Silos. Caleruega pasa a la historia porque en 1170, aquí nació, Santo Domingo de Guzmán, que fundó la Orden de Predicadores (Frailes Dominicos) en 1216, siendo canonizado en 1234. El párroco de Caleruega es el P. Basilio Cosmen, de 80 años, natural de Cangas de Narcea, que fue misionero en Puerto Rico durante 20 años, y que a partir de los años 90 fue destinado a este pueblo castellano. Se siente uno más con la gente del pueblo, y piensa que aquí terminaran sus días.

La parroquia de Caleruega la componen unas 200 personas, la mayoría gente mayor, también hay que contar a 13 monjas dominicas, y a los diez frailes dominicos que cuidan de la casa donde nació Santo Domingo. La novedad del pueblo la componen las 17 familias de Bulgaria que se han establecido en el pueblo para mejorar un poco sus vidas. También cuenta con una escuela de 19 niños, de los que 8 son hijos de las familias búlgaras.

-¿Qué hacen los dominicos en Caleruega?

-La comunidad de frailes dominicos la forman diez religiosos, todos mayores, que cuidan el patrimonio monumental de la casa donde nació nuestro fundador, Santo Domingo de Guzmán. También atendemos las visitas que nos vienen de los cinco continentes. Por aquí pasan los novicios de Europa, pero también todos los laicos del mundo que tienen relación con la orden dominicana.

-¿Qué es lo más importante para un dominico?

-Lo más importante para nosotros que somos una orden de predicadores, es predicar. Pero antes y después de la predicación, rezar. Sin oración no hay eficacia en la predicación. En Caleruega se conserva una vidriera que recoge esta idea: "Contemplata aliis tradere". Se trata de llevar a la oración todo lo que le vamos a decir a los demás. Son unas palabras de Santo Tomás, definitivas, sobre lo que debe ser la verdadera predicación cristiana.

-¿Qué le llama la atención de Santo Tomás, el gran teólogo dominico?

-Todo el mundo sabe que era un gran teólogo, que ya destacaba siendo joven por su gran inteligencia. Pero la gente desconoce que era un santo de mucha oración y muy humilde. Nunca quiso que lo premiaran por sus escritos, siempre se conformó con ser un fraile mendicante. Buscó ser un buen fraile y amar a Jesucristo, todo lo demás, le sobraba.