El arzobispado de Madrid condena el ataque a la capilla universitaria

"Atentado a la libertad de culto y profanación de un lugar sagrado"

Asegura que estos jóvenes "manchan con este tipo de comportamientos el buen nombre de la comunidad universitaria"

Redacción, 11 de marzo de 2011 a las 11:41

 

Condena rápida tajante y contundente. El arzobispado de Madrid, que dirige el cardenal Rouco Varela, ha hecho público un comunicado, en el que califica el ataque a la capilla universitaria de la Complutense de Madrid, realizado ayer por un grupo de unos 70 jóvenes, como "hecho absolutamente reprobable, que es objeto de delito", amén de recordar que este tipo de actos son "un atentado a la libertad de culto y una profanación de un lugar sagrado".

Este es el texto íntegro del comunicado del arzobispado de Madrid:

Ayer, jueves 10 de Marzo, un grupo de 50 jóvenes, en su mayoría chicas, entró irrespetuosamente en la capilla del Campus de Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, gritando eslóganes con un megáfono. Una vez dentro, rodearon el altar y leyeron textos y frases que, según decían, eran de autores cristianos sobre la mujer. También dieron lectura a un manifiesto con afirmaciones y juicios contra la Iglesia y sus enseñanzas. Y pusieron carteles en los tablones de anuncio de la entrada a la capilla, y en los bancos de la misma. Al terminar de leer el manifiesto, algunas chicas se desnudaron completamente de cintura para arriba y se pusieron a cantar rimas y eslóganes ofensivos contra la Iglesia, el Santo Padre y la fe cristiana, acompañados de blasfemias. Todo esto fue fotografiado y filmado por personas que los acompañaban.

Ante estos hechos absolutamente reprobables, que son objeto de delito, y que denigran en primer lugar a quienes los cometen, el Arzobispado de Madrid ha elevado su queja al Rectorado de la Universidad.

Además, el Arzobispado de Madrid recuerda que estas acciones son un atentado a la libertad de culto y una profanación de un lugar sagrado, lo cual conlleva penas canónicas en el caso de que quienes las han cometido estén bautizados.

Es indigno que, en una sociedad democrática donde se pide el respeto a las personas, a las instituciones religiosas y al derecho de la celebración pública de la fe en la Universidad Complutense -con la que la Iglesia mantiene una estrecha y amigable relación de colaboración-, algunos jóvenes puedan manchar con este tipo de comportamientos el buen nombre y trabajo de la comunidad universitaria.