Reconoce la "escasez" aunque ve el futuro "con esperanza"

Rouco vincula el futuro de las vocaciones a la JMJ

Busca sacerdotes "en medio de un mundo tan relativista"

Jesús Bastante, 14 de marzo de 2011 a las 16:54
 

(J. Bastante).- "Mientras nos preparamos espiritualmente para tal evento, orar por los frutos de la JMJ es, también, orar por las vocaciones sacerdotales". El cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha puesto todas sus energías en que la Jornada Mundial de la Juventud sea un éxito. También en el ámbito de las vocaciones al sacerdocio.

Así, con motivo del ‘Día del Seminario', que se celebrará el próximo sábado, el arzobispo de Madrid ha publicado una carta en la que señala la oportunidad de "acompañar a los futuros sacerdotes en el discernimiento de su vocación, en la ayuda para responder generosamente a ella, y en la preparación para el ejercicio del ministerio sacerdotal".

Especialmente, cuando restan seis meses para el "gran acontecimiento" que supondrá la JMJ, "que será, sin duda, una verdadera misión joven bajo la presencia pastoral del Santo Padre". "Estoy seguro de que un acontecimiento espiritual de tales características provocará en los jóvenes un encuentro más vivo y cercano con el Señor que les impulse a vivir con un sentido luminoso y verdadero ‘arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe' (Col 2,7), en medio de un mundo tan relativista como el nuestro, en donde difícilmente encuentran cimientos sólidos para anclar con fidelidad y esperanza los proyectos personales, y razones suficientes para trabajar con entusiasmo por un futuro mejor que el mundo actual de sus mayores".

Pese a la crisis vocacional, el cardenal de Madrid es optimista. "Casi doscientos seminaristas integran en el presente curso nuestros Seminarios diocesanos, el Conciliar de la Inmaculada y San Dámaso y el misionero ‘Redemptoris Mater'", constata. "En estos tiempos de escasez vocacional en no pocos países de antigua tradición cristiana, el número y la calidad humana y cristiana de nuestros seminaristas son una verdadera bendición de Dios para la Iglesia madrileña, que, en ellos, puede contemplar con esperanza su futuro y ofrecer ayuda solidaria a otras iglesias necesitadas".

Al tiempo, Rouco reconocer que "no resulta fácil el seguimiento apostólico de Jesucristo en la sociedad actual; la escasa estima por los sacerdotes en no pocos ambientes y el intento actual en algunos medios de presentarlos como socialmente insignificantes cuando no anacrónicos, pone de manifiesto que hoy, la vocación de cada seminarista, es un signo de contradicción, pero necesario de la presencia amorosa de Dios hacia los hombres que, también en este tiempo de los avances científicos y tecnológicos, siguen teniendo sed de Dios y de una vida verdadera y con sentido". Por ello, "el ‘Día del Seminario' abre la oportunidad a todos los fieles cristianos de ofrecer el afecto y el reconocimiento a quienes mañana les servirán como presbíteros, encomendándolos al Buen Pastor, colaborando económicamente con generosidad en las necesidades de su formación y alentándolos siempre con el afecto y el reconocimiento".

Junto a la formación en el Seminario, el arzobispo de Madrid exhorta a las comunidades, movimientos y asociaciones de fieles a "manifestar la vitalidad de su madurez cristiana proponiendo a sus jóvenes la vocación sacerdotal. La experiencia confirma que, allí donde se cuida con rigor evangélico y fidelidad eclesial la vida cristiana, surgen vocaciones". A los presbíteros les pide "que ofrezcáis a los jóvenes sin reparo alguno el testimonio alegre y abnegado de vuestro sacerdocio con la palabra y con el ejemplo de la entrega sacerdotal de cada día".

A "los profesores y educadores cristianos, dada la importancia de vuestra tarea educativa para la formación cristiana de adolescentes y jóvenes". Y a las familias cristianas, "que eduquéis a vuestros hijos para escuchar la llamada de Dios con generosidad de corazón sin dejar de implorar al Señor el don de un hijo sacerdote como el mejor regalo de Dios".