la Iglesia italiana secunda al Papa Ratzinger

Los obispos italianos piden que callen las armas y se de paso a la diplomacia

"Creemos que el camino de la diplomacia es la vía justa y posible"

Redacción, 28 de marzo de 2011 a las 20:09

 

La Iglesia italiana considera que la "invocada e improvisada" intervención internacional en Libia suscita "interrogantes y tensiones" y que por ello es necesaria la "inmediata superación de la fase cruenta" y se detengan las armas, ya que la vía diplomática es el camino "justo y posible".

Así lo ha manifestado el cardenal arzobispo de Génova, Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) ante el consejo permanente de la misma, reunido hoy en Roma.

Bagnasco afirmó que el "comienzo pacífico, querido por los ciudadanos", de las revueltas en los países del norte de África, hizo pensar que el cambio pudiese realizarse sin la violencia, pero que hoy, visto lo que está ocurriendo en Libia, "esa ilusión se ha desvanecido".

El purpurado agregó que el enfrentamiento "entre los hijos de un mismo pueblo y de un mismo continente causa un dolor aún más grande y un luto, si cabe, más dramático" y que la Iglesia italiana lamenta el recurso a las fuerza.

"La invocada e improvisada intervención internacional bajo la égida de la ONU y conducida con la intervención de la OTAN ha suscitado interrogativos y tensiones. Nos unimos al llamamiento del Santo Padre (Benedicto XVI), que ha expresado en numerosas ocasiones su solidaridad con la población y ha auspiciado la inmediata superación de la fase cruenta", afirmó Bagnasco.

El jefe de los obispos italianos pidió que se detengan las armas y que se preserve la seguridad e integridad de los ciudadanos, garantizándose el acceso a la "indispensable" ayuda humanitaria.

"Nosotros creemos que el camino de la diplomacia es la vía justa y posible, premisa y condición para buscar una salida africana hacia el futuro invocado por los jóvenes. Pero también para evitar posibles extremismos, imprevisibles y graves", subrayó el cardenal.

Bagnasco señaló también que Europa se "ilusiona" si cree que puede vivir en paz teniendo a poca distancia a pueblos jóvenes, extenuados ante tantas privaciones y que buscan de manera legítima acabar con el hambre que padecen.

La única salida, precisó, es implicarse y ayudarles, ya que pensar en que se puede vigilar todas las costas de un continente es una "ilusión".

"Es la hora de actuar con políticas de auténtica cooperación, que puedan convencer a nuestros hermanos a permanecer en sus tierras, haciéndolas productivas", agregó Bagnasco, que señaló que el problema de los inmigrantes que están llegando a miles a las costas del sur de Italia no es un problema de este país, sino de toda Europa. (RD/Efe)