1.04.11

 

No pueden evitarlo, no lo soportan, es superior a sus fuerzas. Los propagandistas de la herejía están rabiosos porque existimos una serie de católicos que nos oponemos a la presencia en la Iglesia de seglares, sacerdotes, religiosos y teólogos que atacan públicamente la fe católica. Como no nos callamos y les plantamos cara desde nuestros medios de comunicación, modestos pero cada vez más influyentes, se muestran inquietos, preocupados y tensos.

Si alguno de nosotros dice algo tan de sentido común como que jamás puede llamarse católico un señor que niega nuestra salvación y redención por el sacrificio de Cristo en la cruz, enseguida asoman los padrinos mediáticos de turno para defender al hereje y llamarnos torquemadas. Es decir, ellos querrían que nos calláramos ante quien blasfema contra la cruz de Cristo, ante quien blasfema contra el Dios cristiano, al que llama sádico por enviar a su Hijo a morir en una cruz como cordero que se inmola por nuestros pecados.

Pero ojo, esos mismos propagandistas del error y la herejía son los primeros en montar autos de fé públicos y mediáticos contra algunos obispos. A muchos no se nos va a olvidar nunca el sabotaje cruel y repugnante que le prepararon a Monseñor Munilla antes, durante y después de su llegada a la diócesis de San Sebastián. O cómo arremetieron contra el actual obispo de Córdoba por cometer la osadía de velar por la sana doctrina. El último de la lista es el P. Rico Pavés, al que ya van preparando la hoguera progre ante la posibilidad de que sea obispo de Orense o de cualquier otra diócesis.

Es decir, esos propagandistas del error y de la herejía, esos lacayos profesionales del progresismo eclesial, son además una panda de hipócritas que acusan a los que somos fieles al Magisterio de hacer aquello en lo que ellos son expertos: las campañas mediáticas.

José Manuel Vidal, director de Religión Digital, ha salido en defensa del hereje Jairo del Agua, al que ayer dediqué un post denunciando su incompatibilidad con la fe católica. Vidal presenta a Jairo “como magnífico bloguero, al que acuden miles de personas para saciar su sed de Dios con sus artículos repletos de misticismo, de recia espiritualidad y del realismo que da la vida a los laicos“. Es decir, confirma mi idea de que estamos ante un personaje que ejerce una gran influencia doctrinal y espiritual en miles de fieles. Mayor razón para que la Iglesia intervenga y le ponga en su lugar.

Y en ese sentido, un amable lector de este blog me ha proporcionado un dato que yo desconocía. Lo saca precisamente de una entrevista a Jairo publicada en Religión Digital. El titular de la misma es ya significativo: “El Vaticano II es letra muerta". Pero lo que me interesa es lo siguiente:

P- Sois un matrimonio normal, de laicos. ¿Colaboráis en alguna parroquia?
R- Sí, en distintas tareas pastorales. Estamos en la formación de novios, en el asesoramiento de parejas. Tenemos un grupo en el que animamos a inmigrantes, les enseñamos a orar y les damos cariño. Porque es lo que más necesitan, como todo ser humano.

P- ¿Es una parroquia de Madrid?
R- Sí, parroquia de San Antonio de Cuatro Caminos. De los franciscanos capuchinos.

O sea, el Arzobispo de Madrid tiene en una de sus parroquias a un formador de novios que niega que seamos salvos y redimidos por la cruz de Cristo. Dudo que lo sepa, pero lo mismo ahora se entera.

Es decir, tengan ustedes muy claro, propagandistas del error y boicoteadores de buenos obispos, que vamos a llegar hasta donde sea necesario para cumplir aquello que la Escritura nos pide que hagamos: “… combatir por la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre” (Jud 3).

María, Destructora de todas las herejías (*), ora pro nobis.

Luis Fernando Pérez Bustamante

(*) Carta Encílica Pascendi de San Pío X:

Entre tanto, venerables hermanos, para vosotros, en cuyo celo y diligencia tenemos puesta la mayor confianza, con toda nuestra alma pedimos la abundancia de luz muy soberana que, en medio de los peligros tan grandes para las almas a causa de los errores que de doquier nos invaden, os ilumine en cuanto os incumbe hacer y para que os entreguéis con enérgica fortaleza a cumplir lo que entendiereis. Asístaos con su virtud Jesucristo, autor y consumador de nuestra fe; y con su auxilio e intercesión asístaos la Virgen Inmaculada, destructora de todas las herejías, mientras Nos, en prenda de nuestra caridad y del divino consuelo en la adversidad, de todo corazón os damos, a vosotros y a vuestro clero y fieles, nuestra bendición apostólica.