En un descampado del centro de Sevilla

Recuperan los cálices robados en la iglesia de San Bernardo y detienen al ladrón

El ladrón violentó el sagrario, robó los copones y arrojó las hostias al suelo

Redacción, 06 de abril de 2011 a las 20:01

 

La Policía Nacional ha entregado al hermano mayor de la hermandad de San Bernardo de Sevilla, José María Lobo Almazán, los dos cálices que habían sido sustraídos del interior del sagrario de la iglesia y ha detenido al presunto autor del robo, que ha pasado ya a disposición judicial.

Lobo Almazán ha recibido de manos del comisario jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Sevilla, Manuel Piedrabuena, y del inspector jefe del grupo de Robos, los dos copones sustraídos, de importante valor "sentimental y cristiano" para los miembros de la hermandad de esta parroquia.

Los hechos ocurrieron la noche del pasado viernes, cuando, una vez finalizada la misa de las ocho de la tarde, varios miembros de la hermandad se quedaron en la iglesia realizando los preparativos para el Vía Crucis y el besapies del Cristo, y observaron que "merodeaba por allí una persona conocida del barrio", aunque tampoco le dieron "mayor importancia", según Lobo Almazán.

El sagrario, violentado

Fue a la mañana siguiente, al acudir el vicario párroco a la iglesia, cuando se descubrió "que estaba violentado el sagrario, que faltaban los dos copones y que las sagradas formas estaban esparcidas por la mesa del altar y por el suelo", ha explicado el hermano mayor de San Bernardo.

Según la Policía, el hecho de que no se encontrara forzada la entrada al templo, unido a que la iglesia dispone de objetos de "bastante valor" y "única y exclusivamente se atacó el sagrario", hace concluir que se trata de un "hecho espontáneo y no demasiado preparado", del que ha sido autor "un delincuente ocasional que aprovechó un momento de descuido" para llevarse estos efectos.

El detenido, que cuenta con antecedentes policiales por otro tipo de delitos que no han sido especificados, reconoció la autoría de los hechos tras ser arrestado y dijo donde estaban los cálices, que fueron recuperados en un descampado del centro de la ciudad, ocultos debajo de unos matorrales.

Actitud violenta hacia el párroco

Al parecer se trata de un individuo sin domicilio habitual que suele colocarse en la puerta de la parroquia para pedir limosna y que el día que cometió el robo había mostrado "una actitud violenta" hacia el párroco.

Según su declaración, utilizó un objeto contundente -que no se ha determinado- que se encontraba en el interior de la iglesia, con el que forzó el sagrario, una pieza de 1716 catalogada por Patrimonio Histórico Andaluz y de "valor incalculable", según ha explicado Lobo Almazán, que no ha cuantificado los daños materiales causados.

Tanto los responsables policiales como el hermano mayor de San Bernardo han insistido en que el móvil del robo "no era llevarse nada de valor", ya que consideran que al ladrón le habría resultado difícil vender los cálices, aunque la Policía no ha querido revelar "otros aspectos" que pudiera haber detrás de la sustracción.

Los copones, de mediados del siglo XX

Los copones sustraídos son de metal y de mediados del siglo XX, por lo que el comisario jefe ha insistido en que lo importante "no es la valoración económica, sino el valor sentimental y religioso", mientras que Lobo Almazán ha hablado de "daño moral" ya que, "aunque la profanación no fue intencionada, no deja de ser una profanación, por lo que los católicos nos sentimos muy mal", ha señalado.

El hermano mayor de San Bernardo ha atribuido los hechos a "una rabieta" de su autor y ha insistido en "templar los ánimos" por tratarse de "un hecho aislado" y en "no mezclar bajo ningún concepto el robo con bandas organizadas ni antisistemas".

Lobo Almazán ha explicado que el próximo sábado se realizará un "acto de desagravio al Santísimo" en la parroquia.(RD/Efe)