"Los europeos conviven sin identidad en una Europa sin Dios"

Sanz Montes: "El dinero, el sexo y el poder son los nuevos dioses"

"Me irrita la postura ecologista que defiende a la avutarda pero es amiga del aborto o la eutanasia"

Redacción, 07 de abril de 2011 a las 09:15
 

«¿La Iglesia católica tiene sentido en un mundo que ha dejado de tener fe?». De esta forma comenzó ayer el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en la tertulia L' Alderique. Se puso de pie, recordando sus años de profesor, y más de una treintena de contertulios, entre ellos el director de EL COMERCIO, Íñigo Noriega, le escucharon hablar sobre «la encrucijada en que nos encontramos», en un momento en el que «hemos sufrido un intento de expulsión» y en el que se trata a Dios como «un intruso, un indeseado o un rival».

Repasó la historia más próxima, desde los 70 hasta la actualidad, para explicar «cómo hemos llegado al nihilismo y de manos de quién», y apuntó a Marx, Freud o Nietzsche. Se refirió al filósofo italiano Marcello Pera para parafrasearle: «Lo que está pasando en Europea es una apostasía del Cristianismo».

El arzobispo de Oviedo afirmó que «la religión es una amenaza para el Estado laico» y que «todos los sambenitos que se le cuelgan» son para «perseguirla, erradicarla y, si se puede, destruirla». Porque «los europeos conviven sin identidad en una Europa que está sin Dios». Y continuó: «los hombres han abandonado a Dios por dioses falsos. El dinero, el sexo y el poder son los nuevos dioses».

Hasta aquí mantuvo un tono solemne, similar al que el arzobispo suele utilizar en actos públicos, pero lo cambió al avanzar sobre lo que versará su carta semanal del Arzobispado el próximo domingo. Reconoció que sobre el contenido de algunas de estas epístolas, «me han puesto a caldo». Pero no le preocupa.

En la próxima reflexionará sobre la paz, la tolerancia y la Educación. «Digo sí a la paz, y no 'no a la guerra'» refiriéndose al lema con el que salieron a la calle millones de personas para evitar, durante el gobierno de Aznar, el apoyo a la invasión de Irak; pero «sí a la vida, a toda». Reconoció que le «irrita la postura ecologista que defiende a la avutarda pero es amiga del aborto o la eutanasia».

Escribirá sobre tolerancia porque «yo me precio de ser tolerante, y digo sí a la tolerancia pero no al relativismo. Nuestra verdad no sale en las urnas, es una verdad que nos hace libres», expuso. «Tolero que haya personas que no vean lo mismo que yo, pero me llevo mal con relativistas que defienden tolerancias de paripé y viven del cuento».

También de Educación para la Ciudadanía: si la asignatura establecida por el actual Gobierno Central la «entendemos como una forma de domesticar a los ciudadanos, digo no», porque «el Estado viene a censurar la responsabilidad de cada uno y de la familia».

A partir de aquí, los contertulios pudieron realizar sus preguntas. Eran muchos, más de lo que es «adecuado», expresó el responsable del encuentro, César Álvarez. Pero en los últimos tiempos el aforo es el máximo que permite la charla organizada en un hotel de la capital. Antes que el arzobispo participaron, entre otros, el candidato de Foro Asturias Francisco Álvarez-Cascos, y el secretario de Estado de Economía José Manuel Campa.