6.05.11

Una pena

A las 1:14 AM, por Guillermo Juan Morado
Categorías : General

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Realmente, es penoso. Siempre hay quien cumpla el papel de “aguafiestas”, de la “persona que turba cualquier diversión o regocijo”. A Algunos cristianos, pretendidamente católicos incluso, la fiesta les repugna. Lo suyo son las caras largas, la queja por sistema, la amargura. El viernes santo, sin la más mínima expectativa del domingo de pascua, les encanta. Son así. No se les puede pedir más. A cada cual, lo suyo.

Ahora, a los amargados, les ha dado por arremeter contra el papa Juan Pablo II. Les da lo mismo. De lo que se trata es de estar “en contra”. En contra del papa, en contra del último concilio, en contra de la reforma litúrgica. De lo que se esté “en contra” es secundario. Lo básico es estar “en contra”.

Lo más curioso es que, con esa actitud, reivindiquen un “plus” de catolicidad. No lo merecen en absoluto. No cuela ya la disculpa. Por más razones que aporten, al final va a ser verdad que, contra el papa, no hay Iglesia. La disposición “anti-papa”, digan lo que digan, jamás han sido un sello en favor del catolicismo. Más bien, todo lo contrario.

No hay futuro para los “anti-papa”. Da igual que el papa sea San Pío X o el beato Juan Pablo II. Sin el papa, y contra el papa, no hay Iglesia.

¡Qué fácil lo ponen algunos a los que están cerca de la Iglesia! ¿Se oponen al papa? Ni lo duden, se oponen también a la Iglesia.

Guillermo Juan Morado.