El arzobispo de Compostela ofrece la catedral como "patio de los gentiles"

Julián Barrio invita a la sociedad a que "no se resigne" ni "narcotice su conciencia"

La catedral de Santiago de Compostela cumplió sus primeros 800 años

Redacción, 08 de mayo de 2011 a las 12:16
 

Los muros de la catedral de Santiago resisten impertérritos al paso del tiempo, aunque a su sombra hayan desfilado ya todas las generaciones que caben en 800 años, los que se cumplen desde su consagración, el 11 de abril de 1211. Aunque todos los años el Cabildo de la catedral celebra esa fecha, hasta dentro de un siglo no se repetirá una cifra tan redonda, lo que motivó una misa de dedicación solemne -como aquella otra que en su día reunió en Santiago al obispo Pedro Muñiz y a Alfonso IX,- que congregó a centenares de fieles y peregrinos todavía pertrechados con su mochila y su bastón. Lo cuenta Carmen Villar en Faro de Vigo.

El arzobispo de Santiago, Julián Barrio, aprovechó tan especial ocasión para invitar a la sociedad a no resignarse. Durante su intervención en la eucaristía explicó que "la repetida frase no queda salida es muchas veces un pretexto que sirve para narcotizar las conciencias". A su juicio, en donde "no hay salida" es en "una mirada baja, desesperanzada, resignada a sus límites, carente de creatividad".

Barrio -que presidió la misa concelebrada por más de medio centenar de sacerdotes- reconoció que echa "en falta altura humana y espiritual para el tratamiento de los asuntos religiosos, culturales, sociales, económicos y políticos de nuestra sociedad" y diagnosticó que "padecemos la cortedad de miras que nos dificulta ver el paso de Dios entre nosotros".

Para Barrio la solución es "dejarse mirar por el Señor, para liberarnos de tantos prejuicios, ideologizaciones y modas relativistas que insensibilizan ante el dolor propio y de los demás" a través de la "fraternidad y la solidaridad", sin "disfrazar nuestros límites".

La propia catedral, la gran homenajeada ayer, fue también protagonista de su homilía. Así, Barrio recordó que la basílica compostelana fue "siempre una casa habitada no solo por los diocesanos, sino por miles de peregrinos". "Como meta de peregrinación, nuestra catedral también ofrece el patio de los gentiles, espacio abierto que invita a todo el mundo a rezar al único Dios", subrayó.

Los fieles que ayer se congregaron en la catedral de Santiago, además de disfrutar del botafumeiro y demostrarlo con un fuerte aplauso, tuvieron la oportunidad de asistir a una ceremonia diferente, sobre todo en su primera parte, ya que pudieron contemplar la procesión que recorrió las doce cruces de consagración -doce, como los apóstoles- del templo. En cada una de las doce paradas los concelebrantes principales oraron y escucharon la música compuesta por Joám Trillo para la ocasión, aunque durante la ceremonia también se apeló al pasado de la basílica con la interpretación de obras de Baquedano y Nemesio García.

La procesión siguiendo las cruces estuvo encabezada por el arzobispo de Santiago, que estuvo acompañado por los obispos de Tui-Vigo, Mondoñedo-Ferro, Lugo y Lamego, el Cabildo de la catedral, vicarios, algunos sacerdotes y, en representación de las autoridades civiles, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, y el teniente general de la Fuerza Logística, Juan Enrique Aparicio. No obstante, fueron muchas más las autoridades civiles que asistieron a la ceremonia, como el conselleiro de Cultura, el Valedor do Pobo o el rector de la Universidade de Santiago.

Sin embargo, el PP echó a faltar alguna representación institucional "de primer nivel acorde con la trascendencia" del acto celebrado ayer del Gobierno central. En un comunicado, acusó al Ejecutivo presidido por Zapatero y al PSOE de "despreciar a Galicia ignorando el 800 aniversario de la catedral".