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Servicio diario - 19 de mayo de 2011

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Santa Sede

El Papa nombra primeros consultores del dicasterio de nueva evangelización

Benedicto XVI destaca la importancia de la dirección espiritual

El Papa dedicará a los jóvenes la próxima jornada mundial de la paz

Mundo

Un congreso analiza los primeros 20 años de Economía de Comunión

Religiosa brasilera muerta en los 90 será beatificada este domingo

Arzobispo mexicano, nuevo presidente del CELAM

Actualidad

España: Normas para la comunión de celíacos y alcohólicos

Análisis

Orissa: no se detiene la persecución a los cristianos

Foro

La “Rerum novarum” 120 años después

Documentación

Audiencia del Papa a Facultad Teológica “Teresianum” de Roma


Santa Sede


El Papa nombra primeros consultores del dicasterio de nueva evangelización
Entre ellos, Kiko Argüello, Fernando Ocáriz, Julián Carrón y Pascual Chávez
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI nombró a diez altos representantes de diversas realidades eclesiales y especialistas los primeros consultores del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, informó este jueves la Oficina de Información de la Santa Sede.

Son el vicario general del Opus Dei, el español Fernando Ocáriz; el rector mayor de los salesianos y presidente de la Unión de los Superiores Generales, el mexicano Pascual Chávez Villanueva; el iniciador del Camino Neocatecumenal, el español Kiko Argüello; y el presidente de Comunión y Liberación, el español Julián Carrón.

También el rector de la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma, el jesuita francés François-Xavier Dumortier; y el vicepresidente de la Facultad Teológica de Italia Septentrional, profesor de Teología fundamental y encargado de Estética del Sacro en la Academia de Bellas Artes de Brera, el italiano Pierangelo Sequeri.

La profesora de Teología dogmática del seminario Saint Joseph de Nueva York, la estadounidense Sara Butler, de las Misioneras Siervas de la Santísima Trinidad; y la superiora general de las Hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María y presidente de la Unión Internacional de las Superioras Generales, la estadounidense Mary Lou Wirtz.

Completan el grupo de nuevos consultores la fundadora de la asociación “Nuevos Horizontes”, la italiana Chiara Amirante; y la profesora de historia contemporánea de la Universidad La Sapienza de Roma, la italiana Lucetta Scaraffia.

El dicasterio para la promoción de la nueva evangelización fue presentado en la Santa Sede el 12 de octubre de 2010 y constituido a través del Motu Propio Ubicumque et semper.

Busca promover una renovada evangelización donde se está viviendo una progresiva secularización de la sociedad, a pesar de que ya resonó el primer anuncio de la fe y hay presencia de Iglesias de antigua fundación.

Monseñor Rino Fisichella preside este consejo pontificio, cuya oficina se encuentra en la Vía della conciliazzione, que conecta la Santa Sede con la capital italiana.

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Benedicto XVI destaca la importancia de la dirección espiritual
Para “ todo cristiano que quiera vivir con responsabilidad el propio Bautismo”
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 19 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI quiso destacar la importancia que reviste para los fieles el hecho de recibir una dirección espiritual, al recibir este jueves por la mañana, en audiencia a la comunidad de la Facultad Pontificia Teológica del “Teresianum” de Roma, en el 75º aniversario de su fundación.

Desde siempre, indicó, la Iglesia recomienda la práctica de la dirección espiritual, “no sólo a los que deseen seguir al Señor de cerca, sino para todo cristiano que quiera vivir con responsabilidad el propio Bautismo, es decir la vida nueva en Cristo”.

“Todos, de hecho, y en modo particular los que han acogido la llamada divina para seguirlo más de cerca, necesita estar acompañado de una guía segura en la doctrina y experta en las cosas de Dios”, que “puede ayudar a defenderse de subjetivismos fáciles, poniendo a disposición sus conocimientos y experiencias en el seguimiento a Jesús”.

“Se trata de instaurar la misma relación personal que el Señor tenía con sus discípulos, el especial lazo con el que Él les condujo, tras de sí, para abrazar la voluntad del Padre, para abrazar, esto es, la cruz”, comentó el Pontífice.

“También vosotros, queridos amigos, en la medida en la que seáis llamados a este deber insustituible, haced un tesoro de todo lo que habéis aprendido durante estos años de estudio, para acompañar a todos los que la providencia os confíe, ayudándoles en el discernimiento de los espíritus y en la capacidad de secundar los impulsos del Espíritu Santo, con el objetivo de conducirlos a la plenitud de la gracia hasta alcanzar la medida de la plenitud de Cristo”, dijo a sus invitados.

Teresianum

El Papa recordó la erección, el 16 de julio de 1935, memoria litúrgica de la Beata Virgen del Monte Carmelo, a Facultad Teológica del entonces Colegio Internacional de la Orden de los Carmelitas Descalzos en la Urbe.

“ Desde el principio está se orientó a la profundización de la teología espiritual en el cuadro de la cuestión antropológica”, indicó que en el transcurso de los años, se constituyó después el Instituto de Esporitualidad, que junto a la Facultad Teológica compone el grupo académico que está bajo el nombre de Teresianum.

“Formar parte de tal comunidad académica constituye una peculiar experiencia eclesial, fortalecida por la riqueza de una gran familia espiritual como es la Orden de los Carmelitas Descalzos”, afirmó.

En este sentido, aludió al “amplio movimiento de renovación originado en la Iglesia por el testimonio de Santos como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz”, que “suscitó este resurgir de los ideales y fervores de la vida contemplativa que en el siglo XVI inflamó, por decirlo así, Europa y el mundo entero”.

En la estela de este carisma, se coloca también el trabajo de profundización teológica y antropológica” y el trabajo de penetrar el misterio de Cristo, con la inteligencia del corazón que está junto a un conocer y un amar”, por parte de los estudiantes, observó.

“Esto exige que Jesús esté al centro de todo, de vuestros afectos y pensamientos, de vuestro tiempo de oración, de estudio y de acción, de todo vuestro vivir. Él es la Palabra, el 'libro viviente', como lo fue para Santa Teresa de Ávila”.

“El amor del Redentor -concluyó- merece toda la atención del corazón y de la mente, y puede activar en nosotros el admirable círculo en el que el amor y el conocimiento se alimentan recíprocamente”.

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El Papa dedicará a los jóvenes la próxima jornada mundial de la paz
Elige como tema “Educar a los jóvenes para la justicia y para la paz”
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI ha elegido, para la próxima jornada mundial de la paz, que se celebrará el 1 de enero de 2012, el tema “Educar a los jóvenes para la justicia y para la paz".

Lo hizo público hoy la Santa Sede a través de un comunicado, en el que afirma que este tema remite a “una cuestión urgente en el mundo de hoy: escuchar y valorar las nuevas generaciones en la realización del bien común y en la afirmación de un orden social justo y pacífico donde puedan ser plenamente expresados y realizados los derechos y las libertades fundamentales del ser humano”.

El tema de la “emergencia educativa” ha sido planteado en muchas ocasiones por el Papa Benedicto XVI.

El comunicado vaticano explica que la intención del Papa al elegir este tema para el 2012 “se coloca en el surco de la 'pedagogía de la paz' trazado por Juan Pablo II en 1985 (La paz y los jóvenes caminan juntos), en 1979 (Para lograr la paz, educar a la paz), y en el 2004 (Un compromiso siempre actual: educar a la paz).

El tema “preanuncia una preciosa etapa del Magisterio propuesto por Benedicto XVI en los Mensajes para la Jornada Mundial de la Paz, iniciado en el signo de la verdad (2006: En la verdad, la paz), proseguido con las reflexiones sobre la dignidad del ser humano (2007: La persona humana, corazón de la paz), sobre la familia humana (2008: Familia humana, comunidad de paz), sobre la pobreza (2009: Combatir la pobreza, construir la paz), sobre el cuidado de la creación (2010: Si quieres promover la paz, protege la creación), y sobre la libertad religiosa (2011: La libertad religiosa, camino para la paz), y que ahora se dirige a las mentes y a los corazones pulsantes de los jóvenes: Educar a los jóvenes para la justicia y para la paz.

“Resulta – afirma el comunicado vaticano – un deber de las actuales generaciones el colocar a las futuras en las condiciones de expresar en manera libre y responsable la urgencia de un mundo nuevo”.

Los responsables públicos “están llamados a operar de modo que las instituciones, las leyes y los diversos ambientes de vida sean penetrados por el humanismo trascendente que ofrezca a las nuevas generaciones las oportunidad de la plena realización y trabajo para construir la civilización del amor fraterno coherente con las más profundas exigencias de verdad, de libertad y de justicia del ser humano”.

Los jóvenes “deberán ser operadores de justicia y de paz en un mundo complejo y globalizado. Lo cual hace necesaria una nueva 'alianza pedagógica' de todos los sujetos responsables”.

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Mundo


Un congreso analiza los primeros 20 años de Economía de Comunión
En Sâo Paolo (Brasil) el 29 de mayo
ROMA, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- La Economía de Comunión cumple 20 años, y será en Sâo Paolo (Brasil), lugar de nacimiento del proyecto, donde se presente el camino dirigido a la erradicación de la pobreza y a la construcción de una sociedad más fraterna y solidaria.

“La profecía se cumple: 20 años de Economía de Comunión”, es el titulo de la conferencia que tendrá lugar el 29 de mayo desde las 9.30 a las 18.00 hora local, y en la que participarán más de 1.500 empresarios, trabajadores, y estudiosos provenientes de 37 países de 4 continentes, como Canadá, Estados Unidos, Corea, Filipinas, Francia, Alemania, Polonia, Serbia, Argentina Bolivia, Perú, Costa de Marfil y Nigeria.

Estarán presente personalidades civiles y religiosas, entre las que destacar a conocidos economistas brasileños como los profesores Riccardo Abramovay (USPI – Universidad de Sâo Paolo), especialista en economía solidaria, Walter Barelli (rector de Unicamp Campinas), antes ministro del Trabajo y diputado federal, y el cardenal Cláudio Hummes, arzobispo de Sâo Paolo y Prefecto de la Congregación para el Clero.

La Economía de Comunión (EdC) nació el 29 de mayo de 1991 por una intuición de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, durante una visita a Brasil.

Las empresas que se adhieren -casi 800 en los cinco continentes- se comprometen a generar nueva riqueza, a crear nuevos puestos de trabajo y a compartir los beneficios destinando una parte para el desarrollo de la empresa, otra a la promoción de la cultura de comunión y una tercera parte a los pobres.

La conferencia tiene como objetivo hacer balance de los primeros 20 años de la EdC y a abrir nuevas perspectivas para los próximos veinte años.

El encuentro fue promovido por la Comisión internacional de la EdC, coordinada por el profesor Luigino Bruni, docente de Economía Política y autor de numerosas publicaciones sobre el EdC.

“Se está intentando salir de la primera gran crisis globalizada”, afirmó Bruni. “De esta crisis nos llega un mensaje fuerte y claro, esta economía crea enorme riqueza, pero produce nuevos costes, por lo menos no un desequilibrio social creciente. Desequilibrio que provoca en el mundo una intolerancia que aumenta. El tema de la justicia social y de la comunión se han convertido hoy en el tema dominante de la nueva economía”.

Los trabajos, en el Auditorio Simón Bolívar de Sâo Paolo, serán presentados por un mensaje de María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares.

Seguirán las intervenciones de los expertos entre los que están el profesor Rubens Ricupero, Rector de la Universidad FAAPI (Sao Paolo), Secretario General del UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo) desde 1995 a 2004 y aubsecretario general de la ONU en el mismo periodo, además de ministro de Ambiente y de las Finanzas del Gobierno Federal (1993-1994).

Estarán también la profesora Vera Araujo, socióloga, docente del Instituto Universitario Sophia (Italia); el profesor Stefano Zamagni, docente de Economía en la Universidad de Bolonia, de Economía internacional en el Paul Nitze School of Advanced International Studies de la Universidad John Hopkins (USA), miembro de la New York Academy of Sciences y de la Accademia delle Scienze de Milán, Bolonia y Módena; el profesor Luigino Bruni, profesor en la Universidad Milano-Bicocca y el Instituto Universitario Sophia (Italia), especializado en Ética, Economía Civil y empresas sin ánimo de lucro y coordinador de la Comisión internacional de Economía.

La conferencia será precedida por la Asamblea Internacional de la EdC, “Protagonistas hoy de una nueva economía”, que tendrá lugar del 25 al 28 de mayo en la ciudadela de los Focolares cerca de Sâo Paolo.

Participarán unas 600 personas, entre empresarios, trabajadores, investigadores y estudiantes implicados en el proyecto. Son tres los laboratorios: “Empresarios y empresa”, “Pobreza y desarrollo”, “Aspectos institucionales y dimensión cultural”, ilustrados con experiencias. Después se realizarán grupos de trabajo, diálogo, mesas redondas y la visita al cercano Polo emprendedor de empresas de Economía de Comunión.

La Economía de Comunión, recuerdan los organizadores, “es un movimiento internacional que involucra a empresarios, empresas, asociaciones, instituciones económicas, trabajadores, directivos, consumidores, inversores, estudiosos, pobres, ciudadanos, familias”.

“La columna vertebral de la EdC está representada por empresas y organizaciones productivas comprometidas a erradicar la miseria y la injusticia social para contribuir a edificar un sistema económico y una sociedad de comunión”.

La EdC “nace de una espiritualidad de comunión vivida en la vida civil; conjuga eficiencia y solidaridad; apuesta por la fuerza de la cultura del dar para cambiar los comportamientos económicos; considera a los pobres en el mismo plano de dignidad, en un espíritu de reciprocidad y comunión”.

Expresión típica de la Economía de Comunión son los polos productivos, que surgen en las Ciudadelas del Movimiento de los Focolares, de los que forman parte. Actualmente hay 7, en Argentina, Bélgica, Brasil (2)Croacia, Italia, Portugal. Otros 3 (en Brasil, Alemania y Kenya) están en proyecto.

Para más información: www.edc2011.info, www.edc-online.org.

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Religiosa brasilera muerta en los 90 será beatificada este domingo
La hermana Dulce, conocida como el “ángel bueno de Brasil”
SALVADOR DE BAHÍA, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org) Fue postulada al Premio nobel de la Paz en 1988 por el gobierno de su país. Recibió dos visitas de Juan Pablo II en 1980 y 1991, un año antes de su muerte.

La hermana Dulce Lopes Pontes, será beatificada este domingo en Salvador de Bahía, nordeste de Brasil, en una ceremonia celebrada por su arzobispo emérito, el cardenal Geraldo Majella Agnelo, en representación del Papa Benedicto XVI.

“Cada santo es un ejemplo de Cristo”, dijo el purpurado al enterarse de su beatificación. “Como fue en el caso de la hermana Dulce, quien se dedicó diariamente a lo largo de su vida a los pobres y sufrientes”, aseguró.

Por su trabajo incansable con los pobres, mendigos y desamparados el periódico Estado de Sao Pablo la nombró la mujer más admirada de la historia de Brasil.

Sensibilidad hacia los más necesitados

Su nombre de pila era María Rita. Nació en 1914. Tenía seis años cuando murió su madre y sus tías se encargaron de su crianza. A la edad de 13 años una de ellas la llevó a conocer las áreas más pobres de su ciudad, hecho que le despertó una gran sensibilidad. Así, a los 18 años entró a formar parte de la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de Madre de Dios, donde comenzó a llamarse hermana Dulce.

Una de sus inspiraciones para el discernimiento de su vocación fue la vida de santa Teresita del Niño Jesús: “Creo que soy como el pequeño amor de mi pequeño corazón, que por más amor que tenga es poco para un Dios tan grande”, escribía la hermana Dulce cuando ingresó al convento.

“A ejemplo de santa Teresita, creo que deben ser agradables al Niño Jesús todos los actos pequeños de amor por menores que sean”, dijo aquella vez.

Amor hecho obras

Sus pequeños actos de amor, se tradujeron en grandes obras sociales: La hermana Dulce fundó la unión de trabajadores de San Francisco, un movimiento cristiano de obreros en Bahía. 

Luego comenzó a refugiar personas enfermas en casas abandonadas en una isla de Salvador de Bahía. Después fueron desalojados y ella trasladó este lugar de refugio a un antiguo mercado de pescado, pero el Ayuntamiento la obligó a dejar este lugar. 

El único sitio donde podía recibir a más de 70 personas que necesitaban asistencia médica fue el gallinero del convento donde vivía. Este se convirtió rápidamente en un hospital improvisado. 

Así comenzó la historia de otra de sus fundaciones: el hospital San Antonio, el cual fue inaugurado oficialmente en mayo de 1959 con 150 camas. Actualmente recibe 3.000 pacientes cada día.

Hoy sus fundaciones se conocen con el nombre de Obras Sociales de la Hermana Dulce, y las siglas OSID (Obras Sociais Irmã Dulce, en portugués). Funciona como una entidad privada de caridad bajo las leyes brasileñas, acreditadas por el Estado federal y registradas por el Consejo Nacional de Bienestar y el Ministerio de Educación. 

Dentro de estas obras también se encuentra el Centro de Educación de San Antonio, ubicado en la región de Simões Filho, también en el estado de Bahía.

En sus últimos 30 años de vida, la salud de la hermana Dulce estaba muy debilitada. Sólo tenía el 30% de la capacidad respiratoria. En 1990 ésta comenzó a empeorar, y por 16 meses permaneció hospitalizada. Allí recibió la visita del hoy beato Juan Pablo II con quien había tenido una audiencia privada diez años antes.

Luego fue trasladada al convento de San Antonio donde murió el 13 de marzo de 1992. Miles hombres y mujeres en condiciones de extrema pobreza, se congregaron para darle el último adiós ante sus restos mortales. 

El año pasado su cuerpo fue trasladado a la Iglesia de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios, donde se descubrió que había permanecido incorrupto de manera natural.

El milagro para su beatificación ocurrió en 2001 cuando Cláudia Cristiane Santos, hoy con 42 años, sobrevivió de una hemorragia incontrolable luego de haber dado a luz. El sangrado no cesaba a pesar de que le habían hecho tres cirugías. Los médicos habían perdido toda esperanza de que sobreviviera y cuando sus familiares pidieron la intercesión de la hermana Dulce, en una cadena de oración liderada por el padre José Almí de Menezes, ésta paró de manera inmediata. 

Este hecho fue la confirmación de una vida virtuosa, centrada en la oración y la caridad desde las cosas pequeñas que este domingo llega a los altares. “El amor supera todos los obstáculos, todos los sacrificios”, decía la hermana Dulce.

Por Carmen Elena Villa

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Arzobispo mexicano, nuevo presidente del CELAM
Monseñor Carlos Aguiar sustituye al cardenal Damasceno
MONTEVIDEO, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- El arzobispo de Tlalnepantla y presidente de la Conferencia Episcopal de México, monseñor Carlos Aguiar Retes, fue elegido ayer miércoles como nuevo presidente del CELAM para el período de 2011 – 2015.

Sucede así al cardenal Raymundo Damasceno, arzobispo de Aparecida (Brasil).

La elección se produjo en la XXXIII Asamblea Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) que se desarrolla en Montevideo, del 16 al 20 de mayo.

Monseñor Aguiar Retes nació el 9 de enero de 1950 en Tepic, Nay (diócesis de Tepic). Fue ordenado sacerdote en 1973. El hoy beato Juan Pablo II lo nombró obispo de Texcoco el 28 de mayo de 1997 y su ordenación episcopal se realizó el 29 de junio del mismo año.

Es doctor en Teología Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana. De 1992 a 1993 formó parte de un equipo de biblistas que prepararon la edición de la Biblia de América.

Fue secretario general del CELAM entre 1999 y 2003. Fue nombrado vicepresidente del CELAM en el año 2003.

En 2007 el Papa Benedicto XVI lo nombró miembro del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso y desde marzo de 2009 es arzobispo de Tlalnepantla.

Arzobispo de Bogotá como vicepresidente

Como vicepresidente del CELAM fue nombrado el arzobispo de Bogotá y presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, monseñor Rubén Salazar Gómez.

El prelado nació en la capital colombiana en 1942. Fue ordenado sacerdote en 1967. Ha sido miembro del Consejo Pontificio Cor Unum y representante de los Países Bolivarianos en el Consejo Ejecutivo de la organización Caritas Internationalis.

En 1992 Juan Pablo II lo nombró obispo de Cúcuta. En 1999, arzobispo de Barranquilla. En 2008 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana para el período 2008 - 2011.

Este cargo lo asumió junto con el de presidente de la Comisión de Conciliación Nacional, instancia desde la cual ha liderado la iniciativa de un Acuerdo Nacional de mínimos de paz y reconciliación para Colombia.

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Actualidad


España: Normas para la comunión de celíacos y alcohólicos
El obispo de Almería publica una útil instrucción al respecto
ALMERÍA, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- El obispo de Almería (España), monseñor Adolfo González Montes ha hecho pública una instrucción "Sobre la recepción de la sagrada Comunión bajo la sola especie del vino y uso del mosto, y bajo la especie de Pan eucarístico con formas de mínima cantidad de gluten".

El documento contiene las normas para su aplicación en un momento en que aumentan los casos de intolerancia al gluten así como el de personas dependientes del alcohol, cuya cura pasa por la abstinencia total de bebidas alcohólicas.

El obispo de Almería señala que la frecuencia con que algunos fieles vienen solicitando recibir la comunión sin riesgo alguno para su salud, dada la intolerancia que pueden padecer hacia alguna de las especies eucarísticas, es la que le ha movido a elaborar una normativa que regule todos los posibles casos.

La instrucción, un compendio manejable de la doctrina al respecto, tiene presentes las disposiciones sobre la materia de los concilios y del magisterio pontificio, así como las cada vez más numerosas normativas que vienen emanando otros obispos.

En la misma, un texto escrito por mandato del prelado en la materia por María del Mar López Andrés, canciller secretaria general del obispado de Almería, explica las normas vigentes al respecto.

López Andrés expone "la dificultad se plantea por el hecho de que el gluten es componente necesaria para que se produzca el proceso de panificación, sin la cual no hay verdadera sustancia de pan, que juntamente con el vino ha sido querida por Cristo como materia del sacramento de la Eucaristía".

Tras aludir a la doctrina conciliar, el texto afirma que la Iglesia procura que todos los fieles puedan acceder al sacramento "teniendo siempre presentes los dos criterios que han de orientar su actuación: de una parte, los derechos que asisten a los fieles laicos para recibir los sacramentos, en las condiciones establecidas por la ley de la Iglesia, y la salud y circunstancia personal de estado de cada uno de los fieles”.

De otra parte está “el cumplimiento de la normativa canónica que defiende y protege la identidad de los sacramentos y su santidad en conformidad con la naturaleza de cada sacramento querida como tal por Cristo, autor de los sacramentos, y por el Espíritu Santo que ha asistido a la Iglesia en su reconocimiento, recepción y custodia a lo largo de los siglos".

Sobre los fieles celíacos, recuerda la carta de la congregación para la Doctrina de la Fe a los presidentes de las conferencias episcopales sobre la materia eucarística, de 19 de junio de 1995 y la nota de la comisión episcopal de Liturgia de la Conferencia Episcopal Española sobre la comunión de los celíacos de 20 de febrero de 2003.

Esta instrucción pastoral anima a los sacerdotes a saber "dar acogida, como expresión manifiesta de su propia caridad pastoral, a los fieles que padecen de celiaca y desean encontrar la mejor forma de participar en la sagrada Comunión sin riesgo alguno para su salud" y "evitar cuanto pueda acrecentar las dificultades que tienen los fieles en la práctica sacramental por razones de orden personal" no contrarias a la moral católica.

Ante la solicitud de algunas personas y asociaciones de obviar la intolerancia de los celíacos con la admisión del pan de maíz o de cualquier otra gramínea, la instrucción afirma que "acceder a esta propuesta sería adulterar la naturaleza misma del sacramento de la Eucaristía sobre el cual la Iglesia no puede realizar mutación alguna".

Y aclara que "el derecho de los fieles a la recepción de los sacramentos" implica la aceptación de la condición y práctica de los mismos.

"El derecho a la recepción de los sacramentos no es un derecho subjetivo de libre discrecionalidad, en el sentido de que pudiera ser practicado arbitrariamente al margen de la naturaleza de los sacramentos y de las condiciones teológicas y morales de su recepción regulada por la Iglesia", subraya.

Afirma que "el modo más congruente" de que los celíacos participen en la eucarístía es "el que dispone la ley universal de la Iglesia, según la cual, la participación en la sagrada Comunión puede hacerse 'también bajo la sola especie de vino'".

Refiriéndose a los sacerdotes, afirma que "sólo, cuando se ha contraído después de la ordenación sacerdotal la enfermedad del alcoholismo, por razones estrictamente médicas", la forma de comulgar con sólo pan "puede ser concedida por el ordinario a los sacerdotes afectados de alcoholismo o de otra enfermedad que les impida tomar alcohol incluso en mínima cantidad, previa presentación del correspondiente certificado médico".

Y aclara que "no es el caso de los fieles no sacerdotes afectados de slcoholismo y que no padecen la enfermedad celiaca, pues estos fieles pueden comulgar conforme al uso común latino bajo la sola especie del pan".

La instrucción afirma que "el rechazo por razones meramente ideológicas, y no por razones de enfermedad o de intolerancia médicamente diagnosticada, de la sagrada Comunión bajo la sola especie del vino es de todo punto una actitud contraria a la santidad del sacramento de la Eucaristía".

Informa también que se ha conseguido elaborar formas confeccionadas con almidón de trigo que contienen una cantidad casi imperceptible de gluten. Estas formas no perjudican, por lo general, la salud de los celíacos y la Congregación para Doctrina de la Fe las acepta como materia válida para la Eucaristía.

"Esta solución, que en principio satisface las exigencias de los celíacos, pudiera, no obstante, plantear alguna dificultad para aquellas personas afectadas de celiaca que al mismo tiempo resulten ser abstemios por motivos de diversa índole, entre otros la abstención voluntaria o terapéutica del alcohol, o bien por razones de prevención, particularmente en el caso de los niños”.

Se trata de motivos “a los cuales la Iglesia presta atención, movida por su maternal preocupación ante las dificultades y necesidades de los fieles; excluyendo, sin embargo, cualesquiera actitudes no basadas en datos objetivos de salud y motivadas por razones ideológicas, en cuyo caso ciertas actitudes pudieran suponer un rechazo objetivo de la realidad sacramental de la Eucaristía".

La instrucción afirma que "las formas especiales que carecen absolutamente de gluten son materia inválida para el sacramento de la Eucaristía".

Hasta el momento de publicarse esta Instrucción, el único producto que respeta los requisitos canónicos y que por ello puede ser utilizado para la comunión eucarística de los fieles celiacos es el constituido por hostias confeccionadas con almidón de trigo del tipo CERESTAR25.

"Para evitar confusiones y cualquier tipo de abuso, como la introducción de formas no válidas, en la santa Misa se consagrará este tipo de formas exclusivamente para los celíacos", y, en la diócesis de Almería, los sacerdotes o personas de las parroquias delegadas por ellos las podrán adquirir en la sacristía de la catedral. La dirección de la fábrica que elabora estas formas del tipo Cerestar es: Franz Hoch GmbH – Hostien und Oblatenfabrik / Postfach 1465 / D-63884 Miltenberg am Main (Alemania) / e-mail: info@hoch-oblaten.de.

Las formas son servidas en España por las Religiosas Pías Discípulas de Cristo Maestro del Apostolado Litúrgico. Bordadores 11.28013 Madrid. e-mail: pddcalmad@gmail.com

La instrucción está disponible en: www.diocesisalmeria.es y se puede descargar.

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Análisis


Orissa: no se detiene la persecución a los cristianos
No hay justicia para las víctimas de la violencia anticristiana del 2007 y 2008
NUEVA DELHI, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- La violaron y asesinaron brutalmente. Se trata de la joven estudiante de diecisiete años Banita o Nirupama Pradhan, cuyo cuerpo sin vida se encontró en días pasados por unos granjeros cerca del lago de Dhangadarna Hill, en el tristemente conocido distrito de Kandhamal, en el estado hindú de Orisa, que es desde hace años, escenario de graves episodios de violencia anticristiana por parte de extremistas hindúes.

Según informan las agencias AsiaNews y Fides (16 de mayo), el cuerpo en fase de descomposición de la estudiante, que frecuentaba la última clase del curso Plus II del instituto Kalinga Mahavidyalaya en Phulbhani, mostraba en¡videntes signos de violencia y tenía el rostro desfigurado. Según el padre de la joven, Sitrian Pradhan, se busca a los responsables del asesinato en el ámbito del nacionalismo hindú. El hombre sospecha de un activista en particular, Dinesh Naik.

Profundamente afectado por el enésimo y gravísimo episodio, el Global Council of Indian Christians (GCIC) ha lanzado un llamamiento al "Chief minister" (primer ministro) de Orisa, Naveen Patnaik, del partido regional Biju Janata Dal (BJD), pidiéndoles que tome en serio la situación de la minoría cristiana, que según el informe de 2011 de la U.S. Commission on International Religious Freedom (USCIRF) representa un 5% de la población del estado (con un aumento del 25 al 27% en el distrito de Kandhamal.

“Hay gran miedo entre la población. El masacre de los cristianos continúa como un goteo. El miedo más profundo es que se puedan repetir violencias de masa”, contó a Fides el delegado regional del GCIC, Asit Mohanty. “Hoy rezamos e invocamos la protección de Dios. Pedimos una serie investigación de la policía, que ha prometido verbalmente un compromiso, pero que por ahora no ha dado ningún resultado”, continuó Mohanty, que no ha escondido su desconfianza en las autoridades. “Si la policía y las autoridades civiles no se comprometen -por razones bien conocidas de connivencia con los extremistas- también este homicidio quedará sin castigo”, teme.

La iglesia local no excluye que la joven haya sido víctima del tráfico de seres humanos, que ha aumentado de modo alarmante después de la ola de violencias anticristianas en el estado de India Nordoriental. Ya el pasado septiembre, el arzobispo de Cuttack-Bhubaneswar, monseñor Raphael Cheenath, expresó su gran preocupación por el fenómeno de las jóvenes secuestradas. “Hay alarmante noticias de trata de jóvenes mujeres a gran escala en Orisa. Las víctimas son, sobre todo, jóvenes cristianas” dijo el prelado a Fides (22 de septiembre de 2010). “Los actos violentos de 2008 contra los cristianos han dado una oportunidad a grupos criminales de encontrar presas fáciles entre los prófugos y los pobres. Si el gobierno del estado toma medidas adecuadas, Orisa podrá convertirse en un reino para los traficantes de seres humanos”.

Otro cristiano, víctima del fundamentalismo y nacionalismo hindú en el distrito de Kandhamal, fue, el pasado marzo, un católico de Mondasoro, Angad Digal. Según las informaciones de la agencia AsiaNews (23 de marzo), el hombre desapareció y fue asesinado el 19 de marzo en el pueblo de Tilakapanga, donde había ido junto algunos conocidos hindúes. Más de diez días después de los hechos, el cuerpo del hombre no había sido encontrado todavía, y sólo se había arrestado a uno de los dos sospechosos del homicidio. El sacerdote Laxmikant Pradhan criticó la inactividad de las autoridades, que habló de una “inercia”, que “solo empeora la situación de la familia y de todos los cristianos de Kandhamal”.

El clima de impunidad que rodea la violencia anticristiana de Orisa es sobrecogedor. Como denunció en días pasados, AsiaNews (12 de mayo), defrauda sobre todo la justicia hindú. Tras la ola más violenta de persecuciones en Orisa, la que se produjo la tarde del sábado 23 de agosto de 2008, cuando un grupo de la guerrilla maohísta asesinó en el distrito de Kandhamalun al jefe del movimiento hindú Vishwa Hindu Parishad (VHP), Swami Laxanananda Saraspati, hay sólo una condena por homicidio a pesar de los veinte casos registrados. Mientras que las autoridades del estado hablan de 52 muertos en Kandhamal durante la violencia ocurrida en 2007 y 2008, de los cuales 38 son cristianos, según fuentes cristianas el número es mucho más elevado, casi el doble: 91 (exceptuando los casos de suicidio, también por síndromes post-traumáticos).

Además según AsiaNews, basándose en los datos recogidos por las distintas organizaciones y organismos, entre los cuales está la All India Catholic Union (AICU), de las 3.232 denuncias presentadas sólo casi una cuarta parte (828) se han convertido en las llamadas “First Information Reports”, es decir evidencias verdaderas. De estos casos, menos de la mitad (es decir 327) han terminado delante de un juez, que en 169 causas se ha pronunciado por la absolución plena. Sólo en 86 casos los letrados han emitido una condena, pero sólo por imputaciones de menor gravedad.

Dado que casi 90 casos están a la espera de ser examinados por el tribunal, el balance es, por tanto, verdaderamente escaso para la comunidad cristiana y otras víctimas de el extremismo hindú, que esperan y piden justicia. Ya en el pasado enero, el activista pro derechos humanos Adikanda Singh -un "dalit" o "intocable"- señaló con el dedo acusador a las autoridades. “El sistema de justicia ha fallado y no ha conseguido castigar a los autores de los crímenes. Esto demuestra que el Estado no es capaz de juzgar de la misma manera a sus ciudadanos”, dijo (AsiaNews, 25 de enero).

El letargo de la justicia hindú empujó, en 2009, a la U.S. Commission on International Religious Freedom a incluir al coloso asiático en la llamada “watch list”, la lista de los países a vigilar, de la cual forma parte todavía. Según la comisión, ni siquiera la creación de las llamadas "Fast Track Courts" (tribunales especiales para el procedimiento breve) y de "Special Investigative Teams" (SIT equipos especiales de investigación) ha conseguido afrontar la emergencia y combatir los que en el informe de 2011 viene descrito como “cultura de la impunidad”. También alimentan la violencia y la intolerancia, según la USCIRF, las infames leyes anti-conversiones introducidas por varios estados de la Unión India, entre las cuales está Orisa.

Un caso emblemático -“de perfil alto”, se lee en el informe del USCIRF-, es el de sor Meena Barwa. La religiosa de la congregación de las Servidoras, que trabajaba en el Centro pastoral Divyajyoti, en Knuagaon, en el distrito de Kandhamal, fue golpeada, desnudada y violada el 25 de agosto de 2008 ante los ojos de la policía, que no quiso intervenir, no obstante las desesperadas peticiones de auxilio.

Ahora sor Meena Barwa, que en octubre de 2008 declaró no querer “ser víctima también de la policía de Orisa” (AsiaNews, 25 de octubre 2008) y había pedido una investigación sobre el comportamiento y la complicidad de las fuerzas de seguridad, puede convertirse en víctima de la justicia. El pasado 9 de mayo, el juez Chittaranjan Das, del Tribunal Supremo de Orisa, ha concedido la libertad provisional a los instigadores de los actos de violencia y de la violación de la religiosa, Pandit Bishimajhi y Jatia Sahu.

La decisión ha sido acogida con incredulidad. “Estamos sorprendidos”, dijo Bipra Charan Nayak, de la Kandhamal Survivors Association (UCA News, 12 de mayo). "Es una mancha en la dignidad de las mujeres y en la justicia”, declaró a su vez la vicepresidenta del departamento de las mujeres de la archidiócesis de Cuttack-Bhubaneswar, Shibani Singh.

Por Paul De Maeyer. Traducción del italiano por Carmen Álvarez

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La “Rerum novarum” 120 años después
Artículo del cardenal Peter K. A. Turkson
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- El pasado 14 de mayo, en preparación del Congreso internacional sobre la encíclica Mater et Magistra que ha tenido lugar esta semana en Roma, el cardenal Peter Kowdo Appiah Turkson, presidente del Consejo Pontificio “Justicia y Paz” recordaba en L'Osservatore Romano otra efeméride muy importante para la Iglesia, que se cumplía el 15 de mayo: los 120 años de la publicación de la Rerum Novarum, de León XIII.

Por su interés, ofrecemos a nuestros lectores una traducción española del artículo realizada por ZENIT.

* * * * *

El 15 de mayo de 1891, el papa León XIII firmó la encíclica relativa a la cuestión obrera, la Rerum novarum. Hoy por hoy, después de 120 años, en un periodo durante el cual el mundo y los Estados nacionales se han visto afectados por enormes y rápidos cambios en todos los ámbitos de la vida, la primera encíclica social ¿ofrece aún apuntes para la reflexión?

Al intentar responder, quisiera invitar a releerla tanto en perspectiva histórica como en la óptica contemporánea. Además de reflexionar sobre qué pudo significar la Rerum novarum en el pasado, de hecho, es importante ver si y cómo ésta responde a nuestros tiempos.

La importancia de la Rerum novarum se advierte en las continuas referencias que los Sucesores del papa León XIII le han dedicado.

Concretamente, el papa Juan Pablo II afirmó que el 15 de mayo de 1891 es “una fecha que merece ser escrita con letras de oro en la historia de la Iglesia moderna”. Y no sólo por la importancia del tema tratado, o por el hecho de que la Rerum novarum haya sido la primera encíclica social, sino más aún por la forma como el tema fue tratado. León XIII, de hecho, analizó la realidad social desde el punto de vista evangélico, intentando encontrar las soluciones adecuadas, partiendo desde la misma perspectiva. Se basó así en las Sagradas Escrituras y sobre la tradición de la Iglesia para proponer soluciones a las res novae que estaban surgiendo.

De esta forma, introdujo una metodología que en seguida se hizo característica de la enseñanza social de la Iglesia: “La Rerum novarum afrontó la cuestión obrera con un método que se convertiría en un paradigma permanente para los sucesivos desarrollos de la doctrina social”.

El Papa puso así en marcha una sabia y profunda reflexión destinada a afrontar humana y cristianamente las medidas necesarias. Esto explica el carácter profético y la perenne validez del documento: que no ofrece solo una respuesta a la exigencia de aquel tiempo, ni tampoco una respuesta meramente técnica. Sino que proporciona una respuesta incardinada en el discernimiento, en las exigencias de la naturaleza humana y en los preceptos del Evangelio y de la razón.

Uno de los mayores méritos de la encíclica consiste en haber identificado de modo preciso y sistemático el método analítico de la Iglesia relativo a su doctrina social. Las visiones teológicas, filosóficas, económicas, ecológicas, políticas etc. están coherentemente conectadas entre sí al delinear una enseñanza social que ponga a la persona humana, en su totalidad e integridad, en el centro de todos los sistemas de pensamiento y de acción existentes en el mundo.

En palabras de Juan XXIII, “la Rerum novarum ha puesto en marcha así, por primera vez, a una estructura de principios, y dió comienzo (...) a un método de acción al que deberíamos mirar como a una suma de la enseñanza católico en lo tocante a materias sociales y económicas”.

Las “cosas nuevas”, a las que el Papa se refería, no eran nada positivas. El primer párrafo de la encíclica describe las “cosas nuevas” que le han dado el nombre, con las palabras fuertes (Centesimus annus, 5) de la enseñanza social. Con la Revolución francesa de 1789, las guerras que la siguieron y, sobre todo, con la revolución industrial, “las civilizaciones occidentales se vieron implicadas en un feroz enfrentamiento entre ideologías. En el campo social, cada una de estas ideologías, del marxismo al capitalismo del laissez-faire, se propuso siempre como respuesta última”. Hubo progresos en la industria, y se desarrollaron nuevos comercios. Las relaciones entre los empresarios y los obreros empeoraron, empujando a estos últimos a buscar mayor confianza en sí mismos acercándose cada vez más unos a otros por medio de los sindicatos. La enorme riqueza de pocos contrastaba con la pobreza de muchos; y se hacía más evidente también el declinamiento moral. El espíritu del cambio revolucionario, entonces, fue más allá de las esferas políticas y afectó a la esfera de la economía real.

El papa León XIII y, con él, la Iglesia, así como la comunidad civil, tuvieron que confrontarse con una sociedad herida por un conflicto tanto más violento e inhumano en cuanto que conducido sin regla alguna. Pongamos algún ejemplo de los temas afrontados. Ante todo el conflicto entre “capital” y “trabajo” o, por decirlo con las palabras de la encíclica, la “cuestión obrera”: el conflicto entre la mera supervivencia física por un lado, y la opulencia por el otro, acentuó a tendencia a abrazar “teorías extremistas, que proponían remedios peores que los males”. Pensemos también en el tema de la dignidad de la persona humana: las deplorables condiciones de trabajo oprimían a los obreros, que además con sus míseros salarios no estaban en condiciones de mantener a la familia o de educar a los hijos.

En el trabajo, el flujo masivo de personas que desde las granjas iba a las industrias provocaba profundas fracturas sociales.

Las semillas de discordia tuvieron terreno fértil en movimientos sociales radicales, muchos de los cuales habrían visto en la Iglesia un aliado del enemigo capitalista.

Consideremos también el problema de la propiedad privada y de su papel social: El papa León XIII lanzó anatemas tanto hacia el capitalismo liberal, que habría querido liberar al individuo de la coerción social y moral, sea hacia el socialismo, que habría querido eliminar la propiedad privada y subordinar el hombre al Estado.

Finalmente el papel del Estado. El Estado no se presenta como omnipotente, sino con un papel de buscar el equilibrio económico y legal en el que el bien común, en el respeto de los derechos legítimos, tiene la precedencia sobre el beneficio individual. Todo ello se indicó con el término “subsidiariedad”.

De esta forma, León XIII actualizó los principios de la enseñanza social de la Iglesia aplicando la fe cristiana y el amor de Cristo a la nueva condición de la vida humana y reanimando “la parte mejor de la civilización Cristiana, para hacer que la voz católica pudiese ser claramente oída tanto para reunir a los fieles, como para acercar a la Iglesia a los hombres de buena voluntad”. La Rerum novarum, entonces, exhortó a las instituciones eclesiásticas y a cada uno de los fieles a poner en marcha numerosas actividades sociales, y animó a las autoridades públicas a mejorar la situación de los trabajadores, reforzándose así el compromiso tradicional de la Iglesia a favor de los pobres. “Las orientaciones ideales expresadas en la encíclica reforzaron el compromiso de animación cristiana de la vida social, que se manifestó en el nacimiento y en la consolidación de numerosas iniciativas de alto perfil civil: uniones y centros de estudios sociales, asociaciones, sociedades obreras, sindicatos, cooperativas, bancos rurales, aseguradoras, obras de asistencia. Todo ello dio un notable impulso a la legislación del trabajo para la protección de los obreros, sobre todo de los niños y de las mujeres; a la instrucción y a la mejora de los salarios y la higiene”. Además de esto, la encíclica contribuyó a comprender mejor el derecho-deber de la Iglesia a referirse, en sus intervenciones, a la realidad social, y a indicar el camino para encontrar soluciones más correctas a los problemas.

Ayer como hoy, prevalecía y prevalece “una doble tendencia: una orientada a este mundo y a esta vida, a la que la fe debía permanecer extraña; la otra dirigida hacia una salvación puramente ultraterrena, pero que no iluminaba ni orientaba la presencia sobre la tierra. La actitud del Papa al publicar la Rerum novarum confirió a la Iglesia casi un 'estatuto de ciudadanía' en las mutables condiciones de la vida pública”. Lo que León XIII proponía era una distinción entre Iglesia y Estado, distinción que sin embargo no llevaba al extrañamiento, ni mucho menos a la oposición.

Todo ello invita a hacer nuestras las palabras con las que Juan Pablo II saludó el centésimo aniversario de la encíclica: “Deseo ante todo satisfacer la deuda de gratitud que toda la Iglesia tiene hacia el gran Papa y su inmortal Documento. Deseo también mostrar que la rica linfa, que sube de esa raíz, no se ha agotado con el paso de los años, sino que se ha hecho más fecunda”.

Se nos anima a tomar en consideración una vez más la enseñanza de León XIII, tanto actualizándolo a nuestros tiempos, como abrazando el espíritu original en el que éste bortó. “El ansia ardiente de novedad a comenzado a agitar a los pueblos y sigue haciéndolo” (Rerum novarum, 1).

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Documentación


Audiencia del Papa a Facultad Teológica “Teresianum” de Roma
Con ocasión del 75 aniversario de su fundación
CIUDAD DEL VATICANO, jueves 19 de mayo de 2011 (ZENIT.org).- A continuación ofrecemos el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigió a los miembros de la Facultad Pontificia Teresianum de Roma, a quienes recibió en audiencia con ocasión del 75º aniversario de fundación.

* * * * *

¡Queridos hermanos y hermanas!

Estoy contento de encontrarme y unirme a vosotros en la acción de gracias al Señor por los 75 años de la Facultad Pontificia Teólogica Teresianum. Saludo cordialmente al gran canciller, el padre Saverio Cannistrà, superior general del Orden de los Carmelitas Descalzos, y le agradezco las bellas palabras que me ha dirigido; con él acojo muy contento a los padres de la Casa Generalicia. Saludo al presidente, el padre Aniano Álvarez-Suarez, las autoridades académicas y el cuerpo docente entero del Teresianum, y con afecto os saludo a vosotros, queridos estudiantes, Carmelitas Descalzaos, religiosos y religiosas de distintas órdenes, sacerdotes y seminaristas. Han pasado tres cuartos de siglo desde aquel 16 de julio de 1935, memoria litúrgica de la Beata Virgen del Monte Carmelo, cuando el entonces Colegio Internacional de la Orden de los Carmelitas Descalzos en la Urbe fue elevado a Facultad Teológica. Desde el principio está se orientó a la profundización de la teología espiritual en el cuadro de la cuestión antropológica. En el transcurso de los años, se constituyó después el Instituto de Espiritualidad, que junto a la Facultad Teológica compone el grupo académico que está bajo el nombre de Teresianum.

Considerando, con mirada retrospectiva, la historia de esta Institución, queremos alabar al Señor por las maravillas que ha realizado en ella y, a través de ella, en los muchos estudiantes que la han frecuentado. Antes que nada, porque formar parte de tal comunidad académica constituye una peculiar experiencia eclesial, fortalecida por la riqueza de una gran familia espiritual como es la Orden de los Carmelitas Descalzos. Pensemos en el amplio movimiento de renovación originado en la Iglesia por el testimonio de santos como santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz. Esto suscitó este resurgir de los ideales y fervores de la vida contemplativa que en el siglo XVI inflamó, por decirlo así, Europa y el mundo entero. Queridos estudiantes en la estela de este carisma se coloca también vuestro trabajo de profundización teológica y antropológica, el trabajo de penetrar el misterio de Cristo, con la inteligencia del corazón que está junto a un conocer y un amar; esto exige que Jesús esté al centro de todo, de vuestros afectos y pensamientos, de vuestro tiempo de oración, de estudio y de acción, de todo vuestro vivir. Él es la Palabra, el “libro viviente”, como lo fue para santa Teresa de Ávila, que afirmaba: “para prender la verdad no hay otro libro que Dios (Vida 26,5). Deseo a cada uno de vosotros que podáis decir como san Pablo: “todo me parece una desventaja comparado con el inapreciable conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor” (Fil 3,8).

Con este fin, querría recordar la descripción que santa Teresa hace de la experiencia interior de la conversión, así como ella misma la vio un día delante del Crucifijo. Escribe: “Apenas lo miré... fue tan grande el dolor que sentí, la pena de la ingratitud con la que respondía a su amor que me pareció que mi corazón se rompiese. Me lancé a sus pies bañada en lágrimas y le supliqué que me diese la gracia de no ofenderlo más” (Autobiografía 9,1). Con el mismo ímpetu, la Santa parece preguntarnos a nosotros también: ¿Cómo ignorar al que nos ha amado con una misericordia tan grande? El amor del Redentor merece toda la atención del corazón y de la mente, y puede activar en nosotros el admirable círculo en el que el mor y el conocimiento se alimentan recíprocamente. Durante vuestros estudios teológicos, tened siempre la mirada dirigida al motivo último por el que os habéis comprometido, es decir al Jesús que “nos ha amado y ha dado su vida por nosotros” (cfr 1Jn 3,16). Sed conscientes de que estos años de estudio son un don precioso de la Providencia divina; don que es acogido con fe y vivido diligentemente, como una oportunidad irrepetible para crecer en el conocimiento del misterio de Cristo.

Reviste gran importancia, en el contexto actual, el estudio que profundiza la espiritualidad cristiana a partir de sus presupuestos antropológicos. La preparación específica que proporciona esto, es especialmente importante porque hace idóneos y habilita la enseñanza de esta disciplina, pero constituye una gracia todavía más grande por el bagaje sapiencial que lleva consigo para el delicado deber de la dirección espiritual. Como siempre ha hecho, todavía hoy la Iglesia continúa recomendando la práctica de la dirección espiritual, no sólo a los que deseen seguir al Señor de cerca, sino para todo cristiano que quiera vivir con responsabilidad el propio Bautismo, es decir la vida nueva en Cristo. Todos, de hecho, y en modo particular los que han acogido la llamada divina para seguirlo más de cerca, necesitan ser acompañados por una guía segura en la doctrina y experta en las cosas de Dios; esta puede ayudar a defenderse de subjetivismos fáciles, poniendo a disposición sus conocimientos y experiencias en el seguimiento a Jesús. Se trata de instaurar la misma relación personal que el Señor tenía con sus discípulos, el especial lazo con el que Él les condujo, tras de sí, para abrazar la voluntad del Padre (cfr Lc 22,42), para abrazar, esto es, la cruz. También vosotros, queridos amigos, en la medida en la que seáis llamados a este deber insustituible, haced un tesoro de todo lo que habéis aprendido durante estos años de estudio, para acompañar a todos los que la providencia os confíe, ayudándoles en el discernimiento de los espíritus y en la capacidad de secundar los impulsos del Espíritu Santo, con el objetivo de conducirlos a la plenitud de la gracia “hasta alcanzar -como dice san Pablo- la medida de la plenitud de Cristo”(Ef 4,13).

Queridos amigos, venís de todas partes del mundo. Aquí en Roma vuestro corazón y vuestra inteligencia son provocados a abrirse a la dimensión universal de la Iglesia, son estimulados a sentir cum Ecclesia, en profunda armonía con el sucesor de Pedro. Os exhorto, por tanto, a vivir un cada vez mayor y más apasionada capacidad de amar y de servir a la Iglesia. En este tiempo pascual, pidamos al Señor Resucitado el don de su Espíritu, y lo pedimos sostenidos por la oración de la Virgen María; ella, que en el Cenáculo invocó el Paráclito, junto a los Apóstoles, obtenga para vosotros el don de la sabiduría del corazón y atraiga una efusión renovada de dones celestiales para el futuro que os espera. Por intercesión de la Madre de Dios y de los Santos Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, imparto de corazón, a la comunidad del Teresianum y a toda la Familia carmelita, la Bendición Apostólica

[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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