Invita a rezar por la "beatificación" del cardenal Wyszynski, ‘el Primado del Milenio’

Benedicto XVI dice que Wojtyla y la Madre Teresa fueron "portadores de esperanza"

"Hoy también la vocación de la Iglesia es la evangelización" y "redescubrir la alegría de la fe"

Redacción, 29 de mayo de 2011 a las 13:57

 

Los santos, más que los poderosos, han llevado la esperanza a ciudades enteras como Carlos Borromeo a Milán en el tiempo de la peste y la Madre Teresa a Calcuta, según dijo hoy el papa Benedicto XVI durante el Regina Coeli, el rezo que sustituye el Ángelus en el tiempo de Pascua.

Ante miles de peregrinos y fieles, el papa comentó un pasaje de los Hechos de los Apóstoles cuando Felipe y otros discípulos fueron a predicar en Samaria "con la fuerza del Espíritu Santo, hicieron en los pueblos de Palestina lo que había hecho Jesús: predicaron la Buena Noticia y realizaron signos prodigiosos. Era el Señor el que estaba entre ellos".

Hoy como en el pasado -dijo- "mientras los poderosos de este mundo buscaban conquistar nuevos territorios por intereses políticos y económicos, los mensajeros de Cristo andaban por todas partes con el objetivo de llevar a Cristo a los hombres y los hombres a Cristo, sabiendo que sólo Él puede dar la verdadera libertad y la vida eterna".

El papa Ratzinger subrayó que: "Hoy también la vocación de la Iglesia es la evangelización, sea hacia la población que no han sido todavía regada por el agua viva del Evangelio; sea hacia a los que, teniendo antiguas raíces cristianas tienen necesidad de nueva savia para llevar nuevos frutos, y redescubrir la belleza y la alegría de la fe".

Y recordó al beato Juan Pablo II al que calificó como una gran "misionero" porque promovió la misión "ad gentes" y la nueva evangelización.

Después, el papa Benedicto XVI saludó a los presentes en italiano, francés, inglés, alemán, español y polaco.

Después del rezo del Regina Caeli y del responso por los difuntos, en sus cordiales palabras de saludo en polaco, Benedicto XVI destacó que ayer fue el 30 aniversario de la muerte del cardenal Stefan Wyszynski, ‘el Primado del Milenio', como escribió el Beato Juan Pablo II en su testamento espiritual. E «invocando el don de su beatificación», el Papa exhortó a aprender de él «su total entrega a la Madre de Dios. Con el anhelo de que con su confianza expresada con las palabras ‘Todo lo he confiado a María' sea para nosotros un modelo especial».

El Santo Padre concluyó su intensa evocación alentando a contemplar la figura de este purpurado polaco, en particular en este mes de mayo - dedicado a la Virgen María - que está por culminar. (RD/Agencias)