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Servicio diario - 1 de junio de 2011

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Santa Sede

El hombre debe renunciar a “construirse” un dios a su medida, dice el Papa

El papa quiere que su viaje a Croacia sea una fiesta de la familia

La justicia italiana reconoce el compromiso del banco vaticano

Benedicto XVI: el papa Juan Pablo II, un gran don para la Iglesia

Mundo

España: Monseñor Pérez insta a condenar la “infracultura de la muerte”

Llamamiento del obispo de Rumbek por los refugiados sudaneses

Argentina: a estudio la beatificación de tres asesinados por los militares

El Islam en Europa, entre la convivencia y la intolerancia

Que el Papa lleve un poco de alegría a Croacia, espera el cardenal Puljic

Actualidad

Sur de Sudán: sombras de una nueva guerra

Audiencia del miércoles

Benedicto XVI: “el perdón es renovación y transformación”

Documentación

Meditación del Papa en la conclusión del mes de María


Santa Sede


El hombre debe renunciar a “construirse” un dios a su medida, dice el Papa
Presentó a Moisés como figura de la intercesión de Cristo en la cruz
ROMA, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El hombre debe lograr vencer la tentación de construirse un “dios comprensible y a su medida”, y fijar la mirada en la cruz, donde Jesucristo, del que Moisés es figura, se anonada a sí mismo para que el hombre se salve.

Así lo afirmó el Papa Benedicto XVI, en esta nueva catequesis sobre la oración, que esta vez realizó a partir del pasaje del éxodo en el que el pueblo de Israel traiciona al Dios que le libró de Egipto construyéndose un becerro de oro al que adorar.

“Cansado de un camino con un Dios invisible”, ahora que “Moisés, el mediador, ha desaparecido”, el pueblo pide “una presencia tangible”, un dios “ accesible, manipulable, al alcance del hombre”.

“Esta es una tentación constante en el camino de la fe: eludir el misterio divino construyendo un dios comprensible, que corresponda a los propios esquemas, a los propios proyectos. Todo lo que sucede en el Sinaí muestra toda la necedad y vanidad ilusoria de esta pretensión”, explicó el Papa

Benedicto XVI explica, frase a frase, el diálogo de Dios con Moisés en la cima del Sinaí, cuando éste intercede por el pueblo.

Con la amenaza del castigo, explicó el Papa, Dios empuja a Moisés a interceder por los israelitas, para poder perdonarlo y llevar así a cumplimiento la obra de salvación y manifestar su verdadera realidad a los hombres.

“La oración de intercesión hace operativa de esta manera, dentro de la realidad corrupta del hombre pecador, la misericordia divina, que encuentra su voz en la súplica del que reza y se hace presente a través de él donde hay necesidad de salvación.”.

La salvación de Dios, “implica misericordia”, afirmó el Papa, pero “siempre denuncia la verdad del pecado, del mal que existe”, para que “el pecador, reconociendo y rechazando el propio mal, pueda dejarse perdonar y transformar por Dios”.

“La obra de salvación que se ha comenzado debe ser completada; si Dios hiciese perecer a su pueblo, esto podría ser interpretado como el signo de una incapacidad divina de llevar a cumplimiento el proyecto de salvación”.

Dios, afirmó el Papa, “no puede permitir esto: Él es el Señor bueno que salva, el garante de la vida, es el Dios de misericordia y de perdón, de liberación del pecado que mata”.

Desde su experiencia concreta del Dios de salvación, Moisés “apela a Dios, a la vida interior de Dios contra la sentencia exterior”.

La intercesión de Moisés “no excusa el pecado de su gente, no enumera presuntos méritos ni del pueblo ni suyos, pero sí apela a la gratuidad de Dios: un Dios libre, totalmente amor, que no cesa de buscar al que se aleja, que permanece siempre fiel a sí mismo y que ofrece al pecador la posibilidad de volver a Él”.

En resumen, Moisés pide a Dios “que se muestre más fuerte que el pecado y que la muerte, y con su oración provoca esta revelación divina”.

Darse a sí mismo

En referencia a la expresión que Moisés utiliza para interceder por el pueblo, “en la cima del monte cara a cara con Dios”, cuando le dice “si no, bórrame del Libro de la vida”, el Papa explicó que en este anonadamiento “los Padres de la Iglesia han visto una prefiguración de Cristo, que en la alta cima de la cruz realmente esta delante de Dios, no sólo como amigo sino como Hijo”.

Jesús, en la cruz, no sólo se ofrece - “bórrame” -, sino que “con su corazón traspasado se hace “borrar”, se convierte, como dice el mismo san Pablo, en pecado, lleva consigo nuestros pecados para salvarnos a nosotros: su intercesión no es sólo solidaridad, sino que se identifica con nosotros: nos lleva a todos en su cuerpo”.

Por ello, invitó a los presentes a creer que “Cristo está delante del rostro de Dios y reza por mí. Su oración en la Cruz es contemporánea a todos los hombres, contemporánea a mí: Él reza por mí, ha sufrido y sufre por mí, se ha identificado conmigo tomando nuestro cuerpo y el alma humana”.

Jesús “nos invita a entrar en esta identificación, a estar unidos a Él en nuestro deseo de ser un cuerpo, un espíritu con Él. Oremos al Señor para que esta identificación nos transforme, nos renueve, porque el perdón es renovación y transformación”.

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El papa quiere que su viaje a Croacia sea una fiesta de la familia
Celebrará en ese país la Jornada de las Familias Católicas Croatas
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI quiere que su viaje a Croacia, previsto del 4 al 5 de junio, el decimonoveno de este pontificado, se convierta en una fiesta de la familia.

Al final de la audiencia general, despidiéndose en croata de los fieles congregados en la plaza de San Pedro, explicó: “Queridos amigos, el sábado y el domingo viajaré a Zagreb, en Croacia, para celebrar la Jornada de las Familias Católicas Croatas”.

“Mientras espero con alegría este encuentro, os invito a rezar para que mi viaje a esa querida tierra dé muchos frutos espirituales y las familias cristianas sean sal de la tierra y luz del mundo”.

La fiesta de fe de las familias croatas con el papa tendrá lugar en el acto culminante de la visita, la multitudinaria santa misa ocasión en el Hipódromo de Zagreb, en la mañana del domingo.

El otro gran encuentro de esta visita apostólica tendrá lugar en el vigilia de oración con los jóvenes en la plaza del Bano Josip Jelačič, en la noche del sábado.

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La justicia italiana reconoce el compromiso del banco vaticano
Revoca el bloqueo de fondos del IOR
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles, 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El así llamado banco del Vaticano, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), ha dado ejemplo de buena conducta motivo por el cual la Fiscalía de Roma ha levantado el secuestro de 23 millones de euros congelados desde el pasado mes de septiembre.

La decisión ha sido apreciada por el Vaticano, que en una declaración de su portavoz ha confirmado el compromiso “para adherir plenamente a los estándares internacionales de prevención y lucha contra las actividades ilegales en el campo financiero”.

El procurador adjunto de la Fiscalía de Roma, Nello Rossi, y el fiscal Stefano Rocco Fava han acogido la petición presentada el 20 de mayo por la defensa, constatando que en los últimos cinco meses “se han verificado cambios relevantes a nivel normativo e institucional que han reorganizado el contexto en el que hay que juzgar las razones planteadas por el decreto de secuestro preventivo de los 23 millones de euros”.

Se refiere a las nuevas normas financieras con las que el Vaticano se ha adaptado a los nuevos estándares europeos, la “Ley sobre la prevención y lucha contra el blanqueo de dinero procedente de actividades criminales y de la financiación del terrorismo”, emanada el 30 de diciembre, en vigor desde el 1 de abril, y de la creación de la Autoridad de Información Financiera, que tiene tareas de prevención y lucha contra el blanqueo de dinero, así como de intercambio de información con análogas autoridades de otros estados.

El secuestro de esta cantidad de dinero tuvo lugar en septiembre de 2010. El 15 de ese mes, la Unidad de Información Financiera del Banco Central de Italia bloqueó la transferencia de 20 millones de euros destinados al instituto de crédito alemán J.P. Morgan Frankfurt y de otros 3 millones destinados al Banco italiano del Fucino.

Según las investigaciones, el IOR no había presentado todavía la información necesaria acerca de estas dos transferencias, por lo que podría haber incurrido en un delito de blanqueo de dinero. Según las normas europeas (el banco vaticano no forma parte de los bancos europeos), en la trasferencia faltaba indicar “los datos generales del sujeto en nombre del que se ejecuta la operación” y “el motivo y la naturaleza” de la trasferencia.

Por este motivo, el 21 de septiembre se supo que se había abierto una investigación de los directores del IOR. Ahora, que se han desbloqueado, los 23 millones serán depositados en el mismo lugar, antes de que se realizara la trasferencia.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, en un comentario a Radio Vaticano ha explicado que la Santa Sede aprecia la revocación del secuestro de los fondos del IOR, “pues confirma la rectitud con la que quiere operar el IOR y la seriedad del compromiso con el que la Santa Sede, sumándose plenamente a los estándares internacionales para la prevención y lucha de las actividades ilegales en el campo financiero, ha constituido entre otras cosas la Autoridad de Información Financiera, dotándola de una profesionalidad cualificada, y de un poder adecuado para continuar con decisión y coherencia el proceso emprendido”.

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Benedicto XVI: el papa Juan Pablo II, un gran don para la Iglesia
Meditación en la conclusión del mes de mayo
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El Papa Benedicto XVI afirmó ayer que la vida de Juan Pablo II ha supuesto “un gran don de gracia para toda la Iglesia”, durante la tradicional meditación con la que cada 31 de mayo concluye el mes dedicado a María.

En una celebración vespertina con los miembros de la Curia Romana en los Jardines Vaticanos, el Papa afirmó a los presentes que la beatificación del papa polaco a principios de este mes de mayo “ha sido y continúa siendo para todos nosotros, motivo de gran alegría y agradecimiento”.

“¡Qué gran don de gracia ha sido, para toda la Iglesia, la vida de este gran Papa!”, exclamó Benedicto XVI.

“Su testimonio continúa iluminando nuestras existencias y nos empuja a ser verdaderos discípulos del Señor, a seguirlo con la valentía de la fe, a amarlo con el mismo entusiasmo con el que le dio a Él su propia vida”, añadió.

A continuación, y recogiendo unas palabras de Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris Mater, el Papa subrayó la “valentía de la fe” de la Virgen María, que “se ha abandonado a Dios sin reservas y 'se ha consagrado totalmente a sí misma, como esclava del Señor, en la persona y en la obra de su Hijo'”.

María “ha creído de verdad que nada es imposible para Dios”, explicó el Papa, “y,firme en esta confianza, se ha dejado guiar por el Espíritu Santo en la obediencia cotidiana a sus planes. ¿Cómo no desear, para nuestra vida, el mismo abandono confiado?”

“Ella que, acogiendo en sí la Palabra de Dios, se abandonó a Él sin reservas, nos conduzca a una respuesta más generosa e incondicional a sus proyectos, también cuando en ellos se nos llama a abrazar la cruz”, concluyó.

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Mundo


España: Monseñor Pérez insta a condenar la “infracultura de la muerte”
Ante la próxima apertura del primer centro abortista en Navarra
PAMPLONA, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El arzobispo de Pamplona-Tudela, monseñor Francisco Pérez, invitó a condenar la “infracultura de la muerte”, ante la apertura del primer centro abortista en Navarra, prevista para después de este verano en la localidad de Ansoáin.

Preguntado sobre la actuación adecuada de los cristianos ante la primera solicitud de apertura de una clínica abortista privada en la comunidad foral, el prelado apeló a “concienciar a las personas de que el aborto procurado es en su misma naturaleza un crimen” y de que aquellos que lo realizan y colaboran en él “nunca van a tener paz”.

También invitó a pedir “al Señor de la Vida que fortalezca a las mujeres que tengan intención de abortar y no cometan el terrible crimen del aborto”, así como a apoyar la cultura de la vida, en declaraciones recogidas por la agencia SIC.

Recogida de firmas

Según el pequeño grupo juvenil Alerta Navarra, que en el plazo de un mes recogió 7.845 firmas contra la apertura de ese centro, el Departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha concedido ya la autorización administrativa al ginecólogo José Miguel Gurrea Bilbao para instalar la clínica de su empresa, Cannaregio, S.L.

Ahora sólo queda pendiente la autorización del Ayuntamiento de Ansoáin; el 24 de junio termina el plazo para presentar alegaciones y Alerta Navarra sigue recogiendo firmas desde su blog, http://alertanavarra.wordpress.com, tratando de parar lo que considera un “gigantesco latrocinio”.

Hasta el momento, el Gobierno de Navarra subvenciona los abortos de las mujeres de esa comunidad autónoma trasladándolas a otras provincias.

Malversación intelectual”

El arzobispo Pérez afirmó que “nunca y por ningún concepto o motivo se puede admitir el aborto voluntario”.

Destacó que “las leyes que van contra la vida son inhumanas” y que “nadie tiene derecho a cometer un crimen y menos el del aborto que es matar a una persona indefensa”.

Reconoció que la extendida idea de que “para ser “progresista” se ha de ser abortista” muestra que “ya no sólo hay corrupción moral, con las leyes que van contra la cultura de la vida, sino también malversación intelectual”.

Se refirió al Magisterio de la Iglesia sobre esta cuestión, recordando que tanto el Concilio Vaticano II como el Catecismo de la Iglesia Católica afirman que la vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción.

Y añadió que “el Catecismo nos recuerda que la cooperación formal (de todos los que colaboran) a un aborto constituye una falta grave”.

“La Iglesia sanciona con pena canónica de excomunión este delito contra la vida humana”, recordó.

Y destacó que con ello, la Iglesia manifiesta “la gravedad del crimen cometido, el daño irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad”.

Finalmente, indicó que la Iglesia ofrece apoyo y compañía de profesionales que pueden ayudar a las gestantes en situación de riesgo a seguir adelante con su embarazo y apoyarles en todo lo que necesiten.

En concreto, recordó que en Pamplona existe el Centro COSPLAN, y concluyó que el ser humano es “mero administrador” de la vida, “pero no poseedor”.

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Llamamiento del obispo de Rumbek por los refugiados sudaneses
Cientos de miles de personas huyen del régimen islámico de Jartúm
ROMA, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- “Alrededor de 300.000 prófugos están en fuga desde Sudán, donde existe un gobierno islámico. Están llegando al nuevo Estado del Sur de Sudán y se necesita alimento, medicamentos, pero también plástico para que se puedan cubrir en el inicio de la estación de las lluvias”.

Éste ha sido el llamamiento de monseñor Cesare Mazzolari, obispo de Rumbek en Sudán del Sur, en la conferencia de prensa celebrada en Radio Vaticano, con la presencia del portavoz vaticano Federico Lombardi.

El obispo recordó que Juan Pablo II le dijo: “Cesare, te mando a una tierra donde existe una guerra injusta, y por tanto tienes que intentar cuidar de esta gente”. Por tanto pidió con decisión: “En obediencia a Juan Pablo II pido a la comunidad internacional que envíe ayuda”.

Mientras en Libia, Costa de Marfil y otros lugares suenan las armas, Sudán del Sur, gracias a un tratado de paz firmado en 2005, convocó un referéndum en el que participó masivamente la población y eligió la independencia, que será proclamada el 9 de julio en Juba, su nueva capital, con la presencia de representantes de más de 80 países.

El Sur de Sudán, el 54º estado africano, oficializará por tanto la separación del régimen islámico del Norte, que ahora amenaza con implantar la sharia como fuente constitucional mientras amenaza y provoca al nuevo Estado, llegando en estos días pasados hasta la ocupación militar de la ciudad de Abyei, área petrolífera disputada entre Sudán y Sudán del Sur.

La guerra civil duró 23 años y costó 2 millones de vidas humanas, y ahora este referéndum, en el que han participado 3,8 millones de votantes con más del 98% a favor de la independencia, significa una nueva experiencia para África.

“Ahora hay que trabajar por la unidad y la integración, ayudar a los desplazados, pero también preocuparse por la Iglesia del Sudán, donde se teme que el Gobierno de Jartúm no renueve los visados a los misioneros, retire los fondos para las ayudas, expropie las escuelas y los centros cristianos”, recordó el obispo.

La nunciatura apostólica permanecerá en Jartúm con una sola Conferencia episcopal, mientras en cambio se desea que Italia abra una embajada en Juba, que facilite la llegada de otras personas y empresarios. “La Universidad del Sacro Cuore –explicó el obispo – ayudará a la Universidad de Juba con cursos de 3 a 5 meses para promover las administraciones”.

El prelado consideró que serán necesarios “de 5 a 10 años para salir de la pobreza”, debido también a que “el nivel de la clase dirigente es igual a cero”.

Por otra parte, monseñor Mazzolari recordó que la Conferencia Episcopal Italiana ha enviado 5,2 millones de euros para escuelas, diócesis y escuelas magistrales para profesores que a su vez educarán a otros maestros destinados a 50.000 jóvenes.

Pero en el nuevo Estado hay cosas que mejorar: “existe malestar entre los jóvenes y diversas tribus porque la Constitución de 2005 se hizo a puerta cerrada. También nosotros como iglesia hemos quedado fuera”.

El prelado recordó que la Iglesia local “en la última carta al presidente indicó que la falta de comunicación está creando malhumor. Quisiéramos más participación, también de la gente y de la Iglesia”.

Y subrayó que Italia estuvo en primera línea para el tratado de paz de 2005. “Italia no debe ceder”, dijo, y recordó que la población local comenta: “Sudán era colonia británica y nos abandonaron. Italia nos ha traído la paz, que ahora no nos abandone”.

Monseñor Mazzolari afirmó que “el Sur de Sudán quiere constituirse en un sentido democrático, aunque aún le falta apertura al pueblo. Preveo que estamos al inicio de una época nueva de consolidación del cristianismo” y recordó que “hay muchos estudiantes cercanos al presidente que llevan los valores cristianos”.

Y concluyó recordando que esta independencia “es símbolo de la libertad obtenida de manera pacífica y constructiva, esta es la verdadera libertad a la africana, mientras que la deuda mundial es una forma de esclavismo. Siria, Libia, todos quieren una libertad genuina, esto el Sudán del Sur lo ha conseguido. Pero el camino que hacer es muy largo”.

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Argentina: a estudio la beatificación de tres asesinados por los militares
Se trata de dos sacerdotes y un laico de la provincia de La Rioja, muertos en 1976
CHAMICAL, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org – El Observador).  El día de ayer dio inició el proceso formal de investigación diocesana para definir la eventual beatificación de dos sacerdotes y un laico argentinos, asesinados en 1976, durante la llamada “guerra sucia” emprendida por el Estado argentino, liderado por militares, en contra de quienes consideraban fuerzas guerrilleras.

Los dos sacerdotes católicos muertos por las fuerzas militares y de seguridad de aquel entonces, se llamaron Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville, y el laico, Wenceslao Pedernera. Eran parte del equipo de pastoral del también asesinado obispo Enrique Angelelli. 

El proceso de investigación diocesana –es decir, el proceso según el canon de la Iglesia católica – se abrió ayer oficialmente en Chamical, de cuya parroquia eran sacerdotes Murias y Longueville cuando el 18 de julio de 1976, después de ser secuestrados y torturados, fueron encontrados asesinados en un paraje cercano a esa ciudad, sobre la ruta nacional 38, a 150 kilómetros al sudeste de la capital provincial, según han informado fuentes locales de prensa.

En tanto, Pedernera fue fusilado en Sañogasta, distrito de Chilecito, a unos 200 kilómetros al oeste de la capital riojana, apenas una semana después, de acuerdo con los informes recabados por las diversas comisiones que han investigado estos años terribles en Argentina.

Por su parte, la Iglesia católica de la Provincia de La Rioja, formó dos equipos de investigación que se encargarán de recoger datos históricos y testimonios para aportar pruebas que permitan a la Comisión de las Causas de los Santos declarar siervos de Dios a los dos sacerdotes y al laico, en tanto se comprueba su martirio por odio a la fe.

La ceremonia estuvo presidida por el obispo de La Rioja, monseñor Roberto Rodríguez, y tuvo lugar en la parroquia de Chamical. 

Durante la ceremonia, monseñor Rodríguez destacó la acción de los tres hombres porque "llevaron el Evangelio y no los comprendieron, realizaron un proyecto pastoral y no fueron entendidos. Los que los mataron pensaron que le estaban haciendo un bien a Dios y a la Patria". 

El obispo convocó a la comunidad a acercarse porque "muchos de los testigos de esta obra de evangelización pueden hablar y expresar cuál fue el impacto de la prédica de estos hombres en los fieles". 

"Necesitamos que el pueblo de Dios se exprese con su devoción ante los encargados de reunir todos los datos de la vida de estos tres hombres de Dios", sostuvo monseñor Roberto Rodríguez.

En la ceremonia se encontraban presentes varios sacerdotes que conocieron a Murias, Longueville y Pedernera y el postulador de la causa, fray Angelo Paleri, quien se encargará de supervisar la investigación y de entregar el documento final al Tribunal Eclesiástico competente en la provincia de La Rioja que ya fue constituido. 

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El Islam en Europa, entre la convivencia y la intolerancia
Encuentro de los delegados para las relaciones con los musulmanes en Europa
ROMA, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- “Son 11 millones los musulmanes en Europa: su presencia es un hecho en la vida de los países y de las parroquias, así como muchas experiencias de diálogo que se comparten para encontrar una línea común de guía”. De este modo ha explicado monseñor Duarte da Cunha, secretario del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa, los motivos del segundo encuentro de los delegados de las conferencias episcopales para las relaciones con los musulmanes en Europa, que se ha realizado en Turín el 31 de mayo.

“El CCEE -añadió monseñor Da Cunha en la conferencia de prensa que precedió el inició de las ponencias- ha elegido afrontar dos temas, el de las relaciones entre la Iglesia, el Estado y el Islam en Europa y el de la islamofobia, es decir el peligro de la difusión entre los europeos de una sensación de miedo y de intolerancia hacia el Islam”.

El encuentro, precisó el secretario del CCEE, “tiene un carácter puramente pastoral, en cuanto a que el diálogo teológico ha sido llevado por el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, y con el objetivo de una reflexión intraeclesial, diferenciándose de muchos otros encuentros organizados en el pasado junto a representante de otras confesiones cristianas y comunidades musulmanas”.

“Es necesario acoger este proceso en desarrollo -afirmó el secretario de la Comisión para el ecumenismo y el diálogo interreligioso de la Conferencia Espicopal del Piamonte-Valle de Aosta, don Andrea Pacini, que intervino en la conferencia de prensa- que es el de la inserción de manera madura de las comunidades musulmanas en el contexto europeo”.

Europa representa “una gran ocasión para que el Islam se enriquezca y vuelva a expresar su identidad puramente religiosa, más allá de la política, jurídica y social”. Las comunidades musulmanas, de hecho, “se encuentran viviendo en un contexto en el que no tiene que expresar, como sucede en los países de mayoría islámica, una dimensión política pero se enfrentan, en el interior de espacios institucionalmente definidos, al poderse expresar como religión”.

Esto “constituye un reto para el Islam pero interesa mucho también los distintos componentes de las sociedad civil europea y las iglesias, porque, dentro de los estado europeos en los que la libertad religiosa está asegurada y se busca construir sociedades tendencialmente pluralistas, es importante tejer relaciones entre comunidades religiosas para poder contribuir lo más posible a una convivencia pacífica y armoniosa dentro de todas las sociedades”.

Hay, además, también “consecuencias muy prácticas como el compartir las capellanías de los hospitales, militares, penitenciarias y universitarias, que ofrecen ocasiones de diálogo concreto y no ocasional para desarrollar”. A esto se añade que “la inserción que revaloriza el proprium religioso implica un reanálisis de la identidad y de la necesidad, como se ha afirmado, que el Islam desarrolla una 'teología de la inculturación' dialogando con los puntos más destacados de reflexión ofrecidos por el contexto europeo”.

“El Islam -afirmó el arzobispo de Túnez, monseñor Maroun Lahham, llamado para intervenir en las relaciones entre cristianos y musulmanes de Oriente Medio y de África del Norte -no es un bloque monolítico y las diferencias son muchas según los contextos”. “Es más fácil que yo me entienda con el muftí de Hebrón que con el obispo de Estocolmo -prosiguió.- ya que a los palestinos y cristianos árabes el compartir 15 siglos de historia con los musulmanes de Oriente Medio nos hace conscientes de pertenecer a la misma cultura y mentalidad y este es un factor fuerte de coexistencia”. “Para un cristiano árabe, por ejemplo -destacó Lahham- el hecho de que Europa se niegue a la acogida es algo contrario a su cultura”.

La consecuencia negativa de esta convivencia secular es “el malentendido que equipara el cristiano con occidente y sus elecciones políticas y económicas”. En este ámbito “la familia, la mezquita y la escuela -las tres principales instituciones del mundo islámico- no hacen mucho para definir a los cristianos. Ni siquiera se habla de cristianos sino de 'no musulmanes'”.

A propósito de los prejuicios, se destaca “Oriente Medio no es un foco de terrorismo y los movimientos no han sido creados contra los cristianos sino a causa de la situación política”. Se ha acogido de manera muy positiva, según Lahham, “la reencontrada unidad del pueblo palestino porque así el interlocutor del proceso de paz será uno solo” pero “es necesario que por parte de Israel haya una voluntad política en este sentido”, y “que no tenga miedo de la paz”.

También el obispo de Túnez ha expresado su confianza con respecto a los movimientos revolucionarios del norte de África “protagonizados por jóvenes cultos, hábiles en el uso de Internet y que no soportaban más los regímenes que les dominaban”. “Es necesario siempre mirar con optimismo a estos movimientos pro-democracia -concluyó Lahham- y confiar en estas situaciones que se aplicará también a los cristianos, seguramente en Túnez pero también en Egipto. Estoy convencido de que no se debe tener miedo”.

Por Chiara Santomiero. Traducción del italiano por Carmen Álvarez

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Que el Papa lleve un poco de alegría a Croacia, espera el cardenal Puljic
Una mirada previa a la visita papal de este fin de semana
SARAJEVO, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El arzobispo de Sarajevo, el cardenal Vinko Puljic, espera que Benedicto XVI lleve un poco de alegría a Croacia y a sus países vecinos este fin de semana.

El viaje papal de dos días “será un mensaje significativo para la nación croata, ya sea en Croacia o en Bosnia y Herzegovina”, declaró a la Radio Católica Croata y Radio MIR Medjugorje.

El Pontífice llegará a Croacia el sábado, y el domingo celebrará el Día Nacional de Familias Croatas Católicas, informó la agencia católica de noticias Ika.

“Estoy contento de que Benedicto XVI vaya a venir a Croacia por primera vez como Papa”, continuó el cardenal Puljic.

“Especialmente estoy contento por el tema de la celebración del Día de la Familia, que él va a venir a celebrar. Pienso que ésta es una realidad positiva que me temo que la población de Croacia no aprecia suficientemente”.

También destacó que numerosos peregrinos de las vecinas Bosnia y Herzegovina ya se han inscrito para la vigilia de oración juvenil del sábado en la plaza Ban Josip Jelacic de Zagreg, y para la celebración de la misa el domingo en el hipódromo de Zagreb, y que muchas parroquias están organizando viajes en autobús.

El cardenal Puljic instó a los medios de comunicación a, “en su cobertura electrónica o en la prensa, hacer presente este potente acontecimiento en todas las familias para que repercuta lo más profundamente posible como renovación espiritual y la renovación de la fe, y de alguna manera cure a la opinión pública, que está bastante cansada de negatividad”.

El arzobispo de Sarajevo expresó la esperanza de que los medios de comunicación “traigan realmente algo positivo en un clima que cansa bastante; necesitamos algo que nos traiga alegría”.

En la catedral de Zagreb, dedicada a la Asunción de la Bienaventurada Virgen María y a San Esteban, Benedicto XVI rezará en la tumba del Beato Aloysius Viktor Stepinac.

Este cardenal, arzobispo de Zagreb entre 1937 y 1960, fue perseguido por el régimen comunista de Tito y murió mártir.

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Actualidad


Sur de Sudán: sombras de una nueva guerra
Jartum ocupa Abyei y hay una nueva emergencia humanitaria
ROMA, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Cuando faltan menos de dos meses para su nacimiento como estado independiente -programado para el 9 de julio- la sombra de un nuevo conflicto armado se extiende por el sur de Sudán. El gobierno del norte ha mandado, de hecho, el pasado 21 de mayo, sus tanques a Abyei y ha asumido el control de la capital de la disputada provincia que se encuentra a caballo entre el norte y el sur. El movimiento de Jartum ha provocado la protesta por parte de Juba y de la comunidad internacional, que teme un retorno a la guerra en una escala más amplia.

La tensión en la región de Abyei, que disfruta de un estatuto especial, aumentó hasta su grado máximo después de un asalto realizado el pasado 20 de mayo contra un convoy militar de soldados de Jartum escoltado por los cascos azules de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán (UNMIS). El norte ha acusado al sur del ataque, tesis que no ha sido desmentida por fuentes diplomáticas occidentales. Según el New York Times (22 de mayo), en mayo fuerzas del sur han realizado, al menos, dos emboscadas a militares del norte, provocando decenas de víctimas.

Según el periódico, la respuesta del norte al último ataque parece haber sido “bien planeada”. Aviones de Jartum, que partieron de la base infame de El Obied, que ya jugó un papel clave en la larga guerra civil entre el Norte y el Sur, bombardearon, el viernes, puntos estratégicos en la ciudad y en los alrededores, preparando el camino para la llegada de tropas de tierra, que invadieron Abyei, la noche del día siguiente con decenas de tanques y miles de soldados.

Un segundo gesto de desafío lanzado por el gobierno del presidente sudanés Omar Hassan al-Bashir es un decreto que pone fin a la administración mixta que gestionaba Abyei, fruto del “Comprenhensive Peace Agreement” (CPA o Acuerdo General de Paz), firmado el pasado 9 de enero de 2005, en Nairobi, capital de Kenia, por el presidente sudanés y los rebeldes sudaneses del sur del Movimiento/Ejército Popular para la Liberación del Sudán (SPLA/M).

Mientras la situación sobre el terreno ha sido definida como “inestable y tensa” (The New York Times, 29 de mayo), por un portavoz de la ONU en Abyei, Kouider Zerrouk, lo sucedido confirma los que ya se sabía. Abyei es -como escribió Irene Panozzo, estudiosa de la Universidad de Durham- el “nervio descubierto” en la relación entre el norte y el sur, “una herida que nunca ha cicatrizado del todo” (La Repubblica.it, 28 de mayo).

En la región de Abyei, rica en petroleo pero también en agua, surgió, de hecho, un referéndum especial sobre la secesión del norte que tendría que haberse dado el pasado 9 de enero, paralelamente a la consulta popular organizada en el sur, que concluyó con la aplastante victoria (más del el 98'83% de los participantes) del “sí” a la creación de un Sur de Sudán independiente. Fueron los continuos desacuerdos entre Juba y Jartum sobre quien podía participar en la consulta local (¿sólo la tribu de los Dinka Ngok, étnicamente ligada al sur, o también los pastores “árabes” Misseriya, que llevan a pastar a sus ganados a los pastos del distrito?), los que provocaron la revocación del referéndum en Abyei,

La decisión del gobierno sudanés de tomar el control de Abyei suscita sospechas sobre las verdaderas intenciones del presidente al-Bashir, sobre el que todavía cuelga una orden de arresto emitida por el Tribunal Penal Internacional (ICC en acrónimo inglés) de La Haya, Holanda. Después de la invasión de Abyei, el hombre fuerte del norte, que había asegurado sólo hace pocos meses, a la comunidad internacional que respetaría el resultado del referéndum del pasado enero y aceptado la secesión del sur, declaró, de hecho, que -al menos por ahora- Jartum no tiene ninguna intención de retirarse. “Abyei es territorio del norte de Sudán”, afirmó al-Bashir (The Washington Post, 27 de mayo). Dado que los principales pozos petrolíferos sudaneses (casi el 80%) se concentran en el futuro Sur de Sudán, Jartum no quiere perder también los recursos naturales de Abyei, aunque la producción de crudo ha pasado su pico.

Mientras tanto, también ha sido claro, los pasados días, un exponente del gobierno del Sur de Sudán. “Sin Abyei, no hay diálogo sobre otras cuestiones: no perderemos el tiempo discutiendo la deuda externa, derechos de ciudadanía o propiedad del petróleo”, afirmó el ministro para la Cooperación regional, Deng Alor (Agencia MISNA, 27 de mayo). Más moderado ha sido el presidente del Sur, Salva Kiir Mayardit. Aunque ha dicho que la ocupación de Abyei por parte del Norte no es un incidente aislado y que forma parte de un escenario cuyo objetivo es crear la confusión, ha declarado sin embargo, que después de décadas de guerra civil, el Sur no quiere un nuevo conflicto. “No volveremos a la guerra, no sucederá”, dijo Kiir (The Vancouver Sun, 28 de mayo).

Como se temía, la nueva ola de violencia ha creado la enésima emergencia humanitaria en la zona. Según la Oficina de Coordinación para los Asuntos Humanitarios (OCHA en acrónimo inglés) de las Naciones Unidas, la ofensiva de Jartum ha hecho huir al menos a 40.000 personas. De las imágenes recogidas por el Satellite Sentinel Project (SSP), un proyecto de vigilancia vía satélite apoyado por algunas estrellas de Hollywood, entre los que está George Clooney – se deduce que un tercio de las estructuras civiles de la ciudad de Abyei han sido reducidas a cenizas. También un puente estratégico del sur d ella ciudad ha sido destruido. La ONG habla por lo demás de una verdadera y propia “limpieza étnica patrocinada por el Estado” (Agence France-Presse, 29 de mayo).

Según el administrador apostólico de Malakal (en el sur de Sudán), monseñor Roko Taban Mousa, la situación humanitaria d ellos desplazados es “cada vez más dramática”. “Estas personas estas privadas de asistencia, carecen alimentos y medicinas, también porque las tropas del norte de Sudán que han ocupado Abyei se han apropiado de las reservas alimentarias conservadas en la ciudad”, ha revelado el prelado a la agencia Fides (27 de mayo). “Además continúan las lluvias que castigan y favorecen, también por la presencia de mosquitos, los focos de enfermedades como la malaria y la diarrea”, añadió.

El reto que espera la nuevo país -el 54º del continente africano y el 193º del mundo- es ya enorme. Crucial para el Sur de Sudán,y definido por La Croix (1 de abril) como “una inmensa cantera”, será la contribución de la Iglesia católica y las distintas organizaciones no gubernamentales comprometidas con el territorio. Lo admitió el gobernador del estado de Equatoria Oriental, Louis Lobong Lojore. “Hoy, no se pude despreciar el apoyo de la Iglesia y de la comunidad internacional”, declaró al periódico francés. La diócesis de Torit (capital de dicho estado) espera poder dedicar 9 millones de dólares al desarrollo, este año. Más de 400 ONG están activas en el Sur de Sudán, una tierra – como recuerda La Croix – donde más de un niño sobre diez muere antes de los cinco años y una mujer sobre diez muere durante el parto o complicaciones relacionadas con él.

Por Paul De Maeyer. Traducción del italiano por Carmen Álvarez

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Audiencia del miércoles


Benedicto XVI: “el perdón es renovación y transformación”
Hoy en la Audiencia General
CIUDAD DEL VATICANO; miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- A continuación ofrecemos el discurso que el Santo Padre Benedicto XVI ha dirigido a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro, durante la Audiencia General, continuando con el ciclo de catequesis sobre la oración.

* * * * *

Queridos hermanos y hermanas,

leyendo el Antiguo Testamento, una figura destaca entre otras: la de Moisés, como hombre de oración. Moisés, el gran profeta y guía en el tiempo del Éxodo, ejerció su función de mediador entre Dios e Israel, haciéndose portador, hacia el pueblo, de las palabras y mandatos divinos, conduciéndolo hacia la libertad de la Tierra Prometida, enseñando a los israelitas a vivir en la obediencia y en la confianza hacia Dios, durante la larga estancia en el desierto, pero también, sobre todo, rezando. Reza por el Faraón cuando Dios, con las plagas, intentaba convertir el corazón de los egipcios (cfr Ex 8–10); pide al Señor la curación de la hermana María, enferma de lepra (cfr Nm 12,9-13), intercede por el pueblo que se había rebelado, aterrorizado por el informe de los exploradores (cfr Nm 14,1-19), reza cuando el fuego estaba devorando el campamento (cfr Nm 11,1-2) y cuando serpientes venenosas estaban haciendo una masacre (cfr Nm 21,4-9); se dirige al Señor y reacciona protestando cuando el peso de su misión se hizo demasiado pesado (cfr Nm 11,10-15); ve a Dios y habla con Él “cara a cara, como uno habla con su amigo” (cfr Ex 24,9-17; 33,7-23; 34,1-10.28-35).

También cuando el pueblo, en el Sinaí, pide a Aarón hacer un novillo de oro, Moisés reza, explicando de modo emblemático su propia función de intercesor. El episodio está narrado en el capítulo 32 del Libro del Éxodo y tiene un relato paralelo en el Deuteronomio en el capítulo 9. Es en este episodio donde quisiera detenerme en la catequesis de hoy, en particular en la oración de Moisés que encontramos en la narración del Éxodo. El pueblo se encontraba a los pies del Monte Sinaí, mientras Moisés, en la cima del monte, esperaba el don de las Tablas de la Ley, ayunando durante cuarenta días y cuarenta noches (cfr Ex 24,18; Dt 9,9). El número cuarenta tiene un valor simbólico y significa la totalidad de la experiencia, mientras que con el ayuno se indica que la vida viene de Dios, es Él el que la sostiene. El hecho de comer, de hecho, implica la asunción del alimento que nos sostiene; por esto ayunar, renunciando a la comida, adquiere, en este caso, un significado religioso: es un modo de indicar que no sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca del Señor (cfr Dt 8,3). Ayunando, Moisés, indica que espera el don de la Ley divina como fuente de vida: esta desvela la voluntad de Dios y nutre el corazón del hombre, haciéndole entrar en una Alianza con el Altísimo, que es fuente de vida, es la vida misma.

Pero, mientras el Señor, sobre el monte, da a Moisés la Ley, a los pies del mismo el pueblo la desobedece. Incapaces de resistir en la espera y la ausencia del mediador, los israelitas piden a Aarón: Fabrícanos un Dios que vaya al frente de nosotros, porque no sabemos qué le ha pasado a Moisés, ese hombre que nos hizo salir de Egipto” (Ex 32,1). Cansado de un camino con un Dios invisible, ahora que Moisés, el mediador, ha desaparecido, el pueblo pide una presencia tangible, palpable, del Señor, y encuentra en el becerro de metal fundido hecho por Aarón, un dios que se hace accesible, manipulable, al alcance del hombre. Esta es una tentación constante en el camino de la fe: eludir el misterio divino construyendo un dios comprensible, que corresponda a los propios esquemas, a los propios proyectos. Todo lo que sucede en el Sinaí muestra toda la necedad y vanidad ilusoria de esta pretensión porque, como afirma irónicamente el Salmo 106, “así cambiaron su Gloria por la imagen de un toro que come pasto” (Sal 106,20).

Por esto el Señor reacciona y ordena a Moisés que descienda del monte, revelándole lo que el pueblo está haciendo y terminando con estas palabras: “Por eso, déjame obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación” (Ex 32,10). Como con Abraham con respecto a Sodoma y Gomorra, también ahora Dios desvela a Moisés lo que pretende hacer, como si no quisiese actuar sin su consentimiento (cfr Am 3,7). Dice: “mi ira arderá contra ellos”. En realidad, este “mi ira arderá contra ellos” lo dice para que Moisés intervenga y le pida que no lo haga, revelando así que el deseo de Dios es siempre de salvación. Como para las dos ciudades en tiempos de Abraham, el castigo y la destrucción, con los que se expresa la ira de Dios como rechazo del mal, indican la gravedad del pecado cometido; al mismo tiempo, la petición del intercesor pretende manifestar la voluntad de perdón del Señor. Esta es la salvación de Dios, que implica misericordia, pero que siempre denuncia la verdad del pecado, del mal que existe, así el pecador, reconociendo y rechazando el propio mal, pueda dejarse perdonar y transformar por Dios. La oración de intercesión hace operativa de esta manera, dentro de la realidad corrupta del hombre pecador, la misericordia divina, que encuentra su voz en la súplica del que reza y se hace presente a través de él donde hay necesidad de salvación.

La súplica de Moisés se centra en la fidelidad y la gracia del Señor. Este se refiere primero a la historia de redención que Dios ha comenzado con la salida de Israel, para después recordar la antigua promesa hecha a los Padres. El Señor ha logrado la salvación liberando a su pueblo de la esclavitud egipcia; ¿por qué entonces -pregunta Moisés-“tendrán que decir los Egipcios: 'El los sacó con la perversa intención de hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra?'” (Ex 32,12). La obra de salvación que se ha comenzado debe ser completada; si Dios hiciese perecer a su pueblo, esto podría ser interpretado como el signo de una incapacidad divina de llevar a cumplimiento el proyecto de salvación. Dios no puede permitir esto: Él es el Señor bueno que salva, el garante de la vida, es el Dios de misericordia y de perdón, de liberación del pecado que mata. Y así Moisés apela a Dios, a la vida interior de Dios contra la sentencia exterior. Pero entonces, argumenta Moisés con el Señor, si sus elegidos perecen, aunque si son culpables. Él podría parecer como incapaz de vencer al pecado. Y esto no se puede aceptar. Moisés ha tenido una experiencia concreta del Dios de salvación, y ha sido enviado como mediador de la liberación divina y reza con su oración, se hace intérprete de una doble inquietud, preocupado por la suerte de su pueblo, pero además está también preocupado por el honor que se debe al Señor, por la verdad de su nombre. El intercesor quiere, de hecho, que el pueblo de Israel se salve, porque es el rebaño que se le ha confiado, pero también para que en esa salvación se manifieste la verdadera realidad de Dios. Amor por los hermanos pero también por Dios que se complementan en la oración de intercesión, son inseparables. Moisés, el intercesor, es el hombre dividido entre dos amores, que en la oración se unen en un único deseo de bien.

Después, Moisés apela a la fidelidad de Dios, haciéndole recordar sus promesas: “Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo diciendo: 'Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como herencia'” (Ex 32,13). Moisés hace memoria de la historia fundadora de los orígenes, de los Padres del pueblo y de su elección, totalmente gratuita, en la que sólo Dios había tenido la iniciativa. No por sus méritos, ellos recibieron la promesa, sino por la libre elección de Dios y de su amor” (cfr Dt 10,15). Y ahora, Moisés pide que el Señor continúe fiel a su historia de elección y de salvación perdonando a su pueblo. La intercesión no excusa el pecado de su gente, no enumera presuntos méritos ni del pueblo ni suyos, pero si apela a la gratuidad de Dios: un Dios libre, totalmente amor, que no cesa de buscar al que se aleja, que permanece siempre fiel a sí mismo y que ofrece al pecador la posibilidad de volver a Él y convertirse, con el perdón, en justo y capaz de ser fiel. Moisés pide a Dios que se muestre más fuerte que el pecado y que la muerte, y con su oración provoca esta revelación divina. Mediador de vida, el intercesor se solidariza con el pueblo; deseoso sólo de la salvación que Dios mismo desea, el renuncia a la perspectiva de convertirse en un nuevo pueblo agradecido al Señor. La frase que Dios le había dirigido, “de ti, en cambio, suscitaré una gran nación”, no es, ni siquiera, tomada en consideración por el “amigo” de Dios, que sin embargo está preparado para asumir, no sólo, la culpa de su gente, también todas sus consecuencias. Cuando, después de la destrucción del becerro de oro, vuelva al monte de nuevo, a pedirle la salvación de Israel, dirá al Señor: “¡Si tú quisieras perdonarlo, a pesar de esto...! Y si no, bórrame por favor del Libro que tú has escrito” (v.32). Con la oración, deseando el deseo de Dios, el intercesor entra cada vez más profundamente en el conocimiento del Señor y de su misericordia y se hace capaz de un amor que llega hasta el don total de sí mismo. En Moisés, que está en la cima del monte cara a cara con Dios y que se hace intercesor por su pueblo, se ofrece a sí mismo - “bórrame” -, los Padres de la Iglesia han visto una prefiguración de Cristo, que en la alta cima de la cruz realmente esta delante de Dios, no sólo como amigo sino como Hijo. Y no sólo se ofrece - “bórrame” -, sino que con su corazón traspasado se hace “borrar”, se convierte, como dice el mismo san Pablo, en pecado, lleva consigo nuestros pecados para salvarnos a nosotros: su intercesión no es sólo solidaridad, sino que se identifica con nosotros: nos lleva a todos en su cuerpo. Y así toda la existencia de hombre y de Hijo es el grito al corazón de Dios, es perdón, pero un perdón que transforma y renueva.

Creo que debemos meditar esta realidad. Cristo está delante del rostro de Dios y reza por mí. Su oración en la Cruz es contemporánea a todos los hombres, contemporánea a mí: Él reza por mí, ha sufrido y sufre por mí, se ha identificado conmigo tomando nuestro cuerpo y el alma humana. Y nos invita a entrar en su identidad, haciéndonos un cuerpo, un espíritu con Él, porque desde la alta cima de la Cruz, Él no ha traído nuevas leyes, tablas de piedra, sino que se ha traído a sí mismo, su cuerpo y su sangre, como nueva alianza. Así nos hace consanguíneos a Él, un cuerpo con Él, identificado con Él. Nos invita a entrar en esta identificación, a estar unidos a Él en nuestro deseo de ser un cuerpo, un espíritu con Él. Oremos al Señor para que esta identificación nos transforme, nos renueve, porque el perdón es renovación y transformación.

Querría terminar esta catequesis con las palabras del apóstol Pablo a los cristianos de Roma: “¿Quién podrá acusar a los elegidos de Dios? Dios es el que justifica.¿Quién se atreverá a condenarlos? ¿Será acaso Jesucristo, el que murió, más aún, el que resucitó, y está a la derecha de Dios e intercede por nosotros?¿Quién podrá entonces separarnos del amor de Cristo? [...]ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los principados [...] ni ninguna otra criatura podrá separarnos jamás del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Rm 8,33-35.38.39)

[En español dijo]

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los de la parroquia de San Juan Evangelista, de Madrid, así como a los demás grupos provenientes de España, Argentina, Ecuador, México y otros países latinoamericanos. Que el Señor nos ayude a comprender en la oración su designio gratuito de salvación, que ha llegado a su culminación en el don de su Hijo, Jesucristo, para que siguiendo su ejemplo demos la vida por los demás, sin esperar nada a cambio. Muchas gracias.

[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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Documentación


Meditación del Papa en la conclusión del mes de María
Ayer en los Jardines Vaticanos
CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 1 de junio de 2011 (ZENIT.org).- A continuación ofrecemos la alocución que el Papa Benedicto XVI realizó como conclusión del mes mariano, durante una celebración ayer por la tarde en los Jardines Vaticanos.

* * * * *

Queridos hermanos y hermanas,

estoy contento de unirme a vosotros en la oración, a los pies de la Virgen Santa, a la que hoy contemplamos en la Fiesta de la Visitación. Saludo y le doy las gracias al señor cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica de San Pedro, a los cardenales y obispos presentes, y a todos los que os habéis reunido aquí esta noche.

Como conclusión del mes de Mayo, queremos unir nuestras voces a la de María, en su mismo cántico de alabanza, con Ella queremos alabar al Señor por las maravillas que continúa haciendo en la vida de la Iglesia y de cada uno de nosotros. En particular, ha sido y continúa siendo para todos nosotros, motivo de gran alegría y agradecimiento, haber comenzado este mes mariano con la memorable Beatificación de Juan Pablo II. ¡Qué gran don de gracia ha sido, para toda la Iglesia, la vida de este gran Papa! Su testimonio continúa iluminando nuestras existencias y nos empuja a ser verdaderos discípulos del Señor, a seguirlo con la valentía de la fe, a amarlo con el mismo entusiasmo con el que le dio a Él su propia vida.

Meditando hoy la Visitación de María, nos vemos impelidos a reflexionar sobre esta valentía de la fe. Aquella a la que Isabel acoge en su casa es la Virgen que “ha creído” en el anuncio del Ángel y ha respondido con fe, aceptando con valentía el proyecto de Dios para su vida y acogiendo así, en sí misma, la Palabra eterna del Altísimo. Como destacaba mi beato Predecesor, en la Encíclica Redemptoris Mater, y mediante la fe que María ha pronunciado su “fiat”, “se ha abandonado a Dios sin reservas y 'se ha consagrado totalmente a sí misma, como esclava del Señor, en la persona y en la obra de su Hijo'” (n. 13; cfr CONC. ECUM. VAT. II, Cost. dogm. Lumen gentium, 56). Por esto Isabel, en su saludo, exclama: “Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor” (Lc 1,45). María ha creído de verdad que “nada es imposible para Dios” (v.37) y, firme en esta confianza, se ha dejado guiar por el Espíritu Santo en la obediencia cotidiana a sus planes. ¿Cómo no desear, para nuestra vida, el mismo abandono confiado? ¿Cómo nos podremos oponer a esta felicidad que nace de una profunda e íntima familiaridad con Jesús? Por esto dirigiéndonos hoy a la “llena de gracia”, le pedimos obtener para nosotros también, de la Providencia Divina, el poder pronunciar cada día nuestro “sí” a los planes de Dios con la misma fe humilde y sincera con la que Ella pronunció el suyo. Ella que, acogiendo en sí la Palabra de Dios, se abandonó a Él sin reservas, nos conduzca a una respuesta más generosa e incondicional a sus proyectos, también cuando en ellos se nos llama a abrazar la cruz.

En este tiempo pascual, mientras invocamos del Resucitado, el don del Espíritu Santo, encomendamos a la maternal intercesión de la Virgen, la Iglesia y el mundo entero. María Santísima que en el Cenáculo invocó con los Apóstoles al Consolador, obtenga para todos los bautizados, la gracia de una vida iluminada por el misterio del Dios crucificado y resucitado, el don de saber acoger cada vez más en la propia existencia, la señoría de Aquel que con su Resurrección ha derrotado a la muerte. Queridos amigos, sobre cada uno de vosotros, y de vuestros seres queridos, en particular, a todos los que sufren, os imparto de corazón la Bendición Apostólica.

[Traducción del original italiano por Carmen Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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