Multitudinaria misa del Papa en Zagreb

Benedicto XVI pide a los Estados "medidas legislativas" de ayuda para las familias

"En Europa, se difunde una secularización que lleva a la marginación de Dios"

Redacción, 05 de junio de 2011 a las 11:49

 

Benedicto XVI ha subrayado la urgente necesidad que tiene la sociedad moderna de familias cristianas ejemplares, aunque por desgracia "especialmente en Europa, se difunde una secularización que lleva a la marginación de Dios de la vida y a una creciente disgregación de la familia". Durante la Santa Misa en Zagreb con ocasión de la Jornada Nacional de las familias católicas croatas, el Papa ha hecho un llamamiento a contrastar esta mentalidad que "absolutiza una libertad sin compromiso por la verdad, y se cultiva como ideal el bienestar individual a través del consumo de bienes materiales y experiencias efímeras, descuidando la calidad de las relaciones con las personas y los valores humanos más profundos".

"Se reduce el amor a una emoción sentimental y a la satisfacción de impulsos instintivos, sin esforzarse por construir vínculos duraderos de pertenencia recíproca y sin apertura a la vida".

El Santo Padre ha resaltado la importancia del testimonio concreto y el compromiso de las familias cristianas, "especialmente para afirmar la intangibilidad de la vida humana desde la concepción hasta su término natural, el valor único e insustituible de la familia fundada en el matrimonio y la necesidad de medidas legislativas que apoyen a las familias en la tarea de engendrar y educar a los hijos".

"Queridas familias, ¡sed valientes! No cedáis a esa mentalidad secularizada que propone la convivencia como preparatoria, o incluso sustitutiva del matrimonio. Enseñad con vuestro testimonio de vida que es posible amar, como Cristo, sin reservas; que no hay que tener miedo a comprometerse con otra persona. Queridas familias, alegraos por la paternidad y la maternidad. La apertura a la vida es signo de apertura al futuro, de confianza en el porvenir, del mismo modo que el respeto de la moral natural libera a la persona en vez de desolarla. El bien de la familia es también el bien de la Iglesia".

El Pontífice ha expresado su aprecio "por la atención y el compromiso por la familia", no sólo porque esta realidad humana fundamental debe afrontar hoy, en Croacia como en otros lugares, dificultades y amenazas, y por tanto necesita ser evangelizada y apoyada de manera especial, sino también porque las familias cristianas son un medio decisivo para la educación en la fe, para la edificación de la Iglesia como comunión y para su presencia misionera en las más diversas situaciones de la vida.

Benedicto XVI, quien inició este sábado una visita a Zagreb, instó a los croatas a entrar con "alegría" en la Unión Europea (UE) y a ayudar a los europeos a valorar "su riqueza espiritual", menoscabada por el "individualismo" y los "espacios privados".

"Creo que la mayoría de los croatas piensan con gran alegría" en el ingreso a la UE, dijo el Papa a los periodistas en el avión que lo conducía a Zagreb. La entrada de Croacia a la UE es "lógica, justa y necesaria", declaró.

Croacia espera concluir de aquí a fines de mes las negociaciones de adhesión a la UE para entrar en el bloque a mediados de 2013. "Desde sus orígenes, vuestra nación pertenece a Europa", dijo, en el aeropuerto de Zagreb ante el presidente croata Ivo Josipovic, elogiando los "trece siglos de fuertes y especiales vínculos" con la Santa Sede. "Ojalá esta querida nación ayude a la Unión Europea a valorar plenamente su riqueza cultural y espiritual", añadió.

Durante los dos días que pasará exclusivamente en Zagreb, el Papa se encontrará en un país con una población de 4,4 millones de habitantes, el 90% católica, donde los sentimientos nacionalistas y católicos se conjugan.

Una parte de la opinión pública y de la Iglesia croata, muy nacionalista, critica aún a Europa por su prudencia durante la lucha por la independencia del país, en el conflicto armado que enfrentó a croatas y serbios entre 1991 y 1995.

"Veinte años después de haberse proclamado la independencia y poco antes de la plena integración de Croacia en la UE, la historia pasada y reciente de vuestro país puede constituir un motivo de reflexión para todos los demás pueblos del continente y ayudarlos a conservar y reavivar el inestimable patrimonio común de valores humanos y cristianos", dijo el Papa en el aeropuerto de Zagreb.

Según él, la cultura contemporánea se caracteriza por "un individualismo que favorece la visión de una vida sin obligaciones y la búsqueda permanente de espacios privados".

El Papa también elogió al cardenal Alojzije Stepinac, beatificado por Juan Pablo II en 1998, pese a la controversia por su papel, calificado por algunos historiadores de timorato y cómplice, desempeñado durante el régimen croata pro-nazi de los Ustasha.

Según el Papa, Stepinac "defendió a los judíos, los serbios y los gitanos" que fueron perseguidos por dicho régimen.

Por su parte, el presidente croata saludó "la autoridad moral y política de la Santa Sede y de la Iglesia Católica", que ayudó a "frenar la agresión contra Croacia", refiriéndose al reconocimiento del nuevo Estado croata en enero de 1992 por parte del Vaticano. Dos días después, los países de la UE también lo reconocieron.

Josipovic recalcó "los valores europeos" de su país, el cual "promueve la tolerancia", el "perdón" y la "reconciliación" con sus vecinos con los que estuvo en guerra.

Benedicto XVI, de 84 años, no había viajado al extranjero desde su estancia en España el pasado mes de noviembre. La visita a Croacia es su decimonoveno viaje al exterior.

(Rd/Agencias)