«Curar heridas profundas hasta donde sea posible»

Monseñor Iceta pide a los políticos un «diálogo paciente» sobre «cuestiones fundamentales»

La paz no se conseguirá plenamente «sin recorrer el camino del perdón y de la reconciliación»

Redacción, 14 de junio de 2011 a las 09:31
 

Mario Iceta reclama a los partidos políticos que propicien «un diálogo paciente y decidido» para alcanzar «amplios acuerdos en cuestiones fundamentales». Por medio de una homilía que leyó el domingo en la catedral de Bilbao, el obispo vizcaíno abogó por propiciar «concordia y entendimiento humano» con un anhelo de «esperanza de paz». Consciente de que la sociedad vasca vive «un momento delicado en el panorama político y social» tras el mapa surgido de las elecciones, el documento solicita asimismo a los representantes surgidos de las urnas «una responsabilidad entendida, ante todo, como servicio al bien común y a todas y cada una de las personas». Lo cuenta El Correo.

Iceta subraya además la necesidad de «curar heridas profundas hasta donde sea posible». En este sentido, se acuerda de quienes «han sufrido el terrorismo y cualquier violencia injusta», al tiempo que recuerda que «la desaparición definitiva de ETA constituye un clamor firme de la sociedad y una exigencia ética que debe hacerse realidad». Es preciso también realizar «un reconocimiento del daño causado y la petición de perdón».

Y subrayó esta idea al asegurar que «una paz verdadera requiere la búsqueda de la verdad y de la justicia» y no se conseguirá plenamente «sin recorrer el camino del perdón y de la reconciliación», una vía que hay que completar «juntos, promoviendo una cultura de la paz». Para ello resulta imprescindible «educar a los jóvenes en la construcción de una sociedad reconciliada».

La Iglesia católica se ofrece como «compañera infatigable para dicha labor», según la homilía. Para ello apuesta por «una unidad» que recomponga «una humanidad dividida, como Babel» y que propicie que «a pesar de los diferentes lenguajes, todos podamos entendernos, aceptarnos y querernos fraternalmente».

Iceta pide que se produzca un «nuevo Pentecostés» por la concordia y el entendimiento humano «en el que todos los muros sean derribados» y el que se componga «desde la diversidad, una sinfonía basada en la dignidad inalienable del ser humano, y en la promoción de todos los derechos» superando intereses particulares.