Ediciones Paulinas descubre a una autora genial: Paz Matud publica ‘La gota’, un libro con 300 consideraciones espirituales
Católicos
Domingo, 19 de Junio de 2011 01:00

Paz Matud Juristo, profesora de un colegio de Burjasot (Valencia), ha publicado ‘La gota’, un pequeño libro que incluye 312 consideraciones espirituales sencillas, profundas y muy sugerentes. La obra, a la venta por cuatro euros y publicada por Ediciones Paulinas, está teniendo una magnífica acogida entre católicos y no creyentes.


“Si no adoras a Dios, si Dios no es lo primero en tu vida, descuida, que te fabricarás otros dioses para adorarlos: el dios de tu trabajo, el dios del fútbol, el dios de tu cuerpo, el dios del orden y la limpieza, el dios de la gente, el dios del dinero…”, se lee en el punto 190 del libro.

Entre los temas que aborda ‘La gota’ están el ateísmo y la fe, el Amor de Dios, el anonadamiento, la confianza, vivir el presente, los demás, la paz y la alegría, el sufrimiento, la oración, la Virgen, la Iglesia, los sacramentos y la vida eterna.

Algunos pensamientos van dirigidos a personas no creyentes: “Es normal que digas que eres ateo. Que no crees en Dios. En ese Dios que tú te imaginas que es Dios, yo tampoco creo”.

“Tú eres lo más para Dios”, dice el punto 203. “¿Cómo empezar a enamorarse de Dios? No empieces nunca por querer a Dios. Empieza por descubrir cuánto te quiere Él, hasta qué punto está enamorado de ti, aunque se oculte. Cuando ya estés convencido de cuánto te quiere, puedes empezar a amarlo tú. Quizá te lleve toda la vida”, se lee a continuación.

La autora sugiere leer el libro despacio y exprimir “cada pensamiento como un limón”. Y si algún texto “te escuece o te da vértigo, tanto mejor. Estás explorando caminos desconocidos que, hasta ahora, nunca te habías atrevido a recorrer”.

“Como nos quedamos en lo secundario, en el cura, en la homilía, en las flores, juzgamos la Misa como una obra de teatro: ha sido bonita, ha sido fea. No nos enteramos de nada”, afirma en el punto 158. Y casi al final del libro se lee: “Vive a tope. Sobre todo, interiormente”.