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Santa Sede

Benedicto XVI a los jóvenes: “No cedáis a lógicas egoistas”

El Papa nombra a un español subsecretario del Consejo para los Laicos

Monseñor Vegliò: los refugiados, desafío para la Iglesia y la sociedad

“Rezábamos por el Papa, pero era él el que rezaba por nosotros”

Jornadas Mundiales de la Juventud

Benedicto XVI consagrará a los jóvenes al corazón de Jesús

Mundo

España: Premiado el Servicio Jesuita para los Refugiados

Brasil: Una nueva evangelización para responder a los tiempos de crisis

"Verdad y belleza, las certezas que hacen grande la humanidad"

Rusia: Autorizada una procesión del Corpus en San Petersburgo

Un obispo advierte de la situación crítica en las fronteras de Sudán

Actualidad

Sexualidad humana y sida, por monseñor Tony Anatrella

Entrevistas

"África está llena de tumbas de misioneros, no de miembros de la ONU"

Documentación

Discurso del Papa a los jóvenes de San Marino-Montefeltro


Santa Sede


Benedicto XVI a los jóvenes: “No cedáis a lógicas egoistas”
Encuentro del Papa en Pennabilli durante su visita a San Marino
PENNABILLI, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI invitó a los jóvenes de la diócesis de San Marino-Montefeltro a construir un mundo “más justo y solidario” dejándose iluminar por el misterio de Cristo, y a no ceder a lógicas “individualistas y egoístas”.

Después de una jornada de visitas, celebraciones y encuentros en distintas localidades de San Marino, el Papa llegó este domingo por la tarde a la pequeña localidad de Pennabilli donde mantuvo un encuentro con jóvenes en la plaza de la catedral.

“No temáis afrontar las situaciones difíciles, los momentos de crisis, las pruebas de la vida, porque el Señor os acompaña, está con vosotros”, afirmó el Pontífice.

Alentó a los jóvenes a crecer en la amistad con Cristo “a través de la lectura frecuente del Evangelio y de toda la Sagrada Escritura, la participación fiel en la Eucaristía como encuentro personal con Cristo, el compromiso dentro de la comunidad eclesial, el camino con un director espiritual válido”.

“¡Dejad que el misterio de Cristo ilumine toda vuestra persona! -les invitó-. Entonces podréis llevar a los diversos ambientes esa novedad que puede cambiar las relaciones, las instituciones, las estructuras para construir un mundo más justo y solidario, animado por la búsqueda del bien común”.

“¡No cedáis a lógicas individualistas y egoístas!”, insistió, y recomendó el testimonio de jóvenes santos como santa Teresa del Niño Jesús, santo Domingo Savio, santa Maria Goretti, el beato Pier Giorgio Frassati y el beato Alberto Marvelli, originario de la región.

Búsqueda de la verdad

Ante los miles de jóvenes presentes, Bewnedicto XVI también se refirió al sentido de la vida, recordando la pregunta del joven rico del Evangelio: “Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?” (Mc 10,17).

“El hombre no puede vivir sin esta búsqueda de la verdad sobre sí mismo –qué soy, para qué debo vivir–, verdad que empuje a abrir el horizonte y a ir más allá de lo material”, explicó el Papa.

Con fuerza, Benedicto XVI alentó a los jóvenes a no tener miedo a plantearse “las preguntas fundamentales sobre el sentido y el valor de la vida”.

“No os quedéis en las respuestas parciales, inmediatas, ciertamente más fáciles en el momento y más cómodas, que pueden dar algún momento de felicidad, de exaltación, de ebriedad, pero que no dan la verdadera alegría de vivir”, afirmó.

Y les animó a aprender “a reflexionar, a leer de modo no superficial, sino en profundidad vuestra experiencia humana”.

“¡Descubriréis, con sorpresa y con alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito! -aseguró-. Ésta es la grandeza del hombre y también su dificultad”.

El Papa también alertó contra la ilusión de creer que “el progreso técnico-científico” puede proporcionar “de manera absoluta” “respuestas y soluciones a todos los problemas de la humanidad”.

“En realidad,aunque eso hubiese sido posible, nada ni nadie habría podido borrar las preguntas más profundas sobre el significado de la vida y de la muerte, sobre el significado del sufrimiento, de todo, porque estas preguntas están inscritas en el alma humana, en nuestro corazón, y sobrepasan la esfera de las necesidades”, señaló.

“El hombre, también en la era del progreso científico y tecnológico –que nos ha dado tanto–, sigue siendo un ser que desea más, más que la comodidad y el bienestar, sigue siendo un ser abierto a la verdad entera de la existencia, que no puede detenerse en las cosas materiales, sino que se abre a un horizonte mucho más amplio”.

“El riesgo es siempre el de permanecer prisioneros en el mundo de las cosas, de lo inmediato, de lo relativo, de lo útil, perdiendo la sensibilidad para lo que se refiere a nuestra dimensión espiritual”, destacó.

Sin “despreciar el uso de la razón” o “rechazar el progreso científico”, concluyó Benedicto XVI, se trata de “comprender que cada uno de nosotros no está hecho sólo de una dimensión "horizontal", sino que comprende también la "vertical"”.

Y añadió: “Los datos científicos y los instrumentos tecnológicos no pueden sustituir al mundo de la vida, a los horizontes del significado y de la libertad, a la riqueza de las relaciones de amistad y de amor”.

Tras su encuentro con los jóvenes, el Papa volvió a Roma en helicóptero, después de un día de visita pastoral a la República de San Marino.

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El Papa nombra a un español subsecretario del Consejo para los Laicos
Monseñor Miguel Delgado Galindo
CIUDAD DEL VATICANO, lunes 20 de enero de 2011 (ZENIT.org).- Benedicto XVI nombró subsecretario del Consejo Pontificio para los Laicos a monseñor Miguel Delgado Galindo, hasta ahora Jefe de Oficina del mismo dicasterio, comunicó la Oficina de Información de la Santa Sede este sábado.

Este nombramiento tiene lugar poco más de un mes después de que el hasta entonces subsecretario, Guzmán Carriquiry, dejara el dicasterio al ser nombrado secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, informa la web del Consejo Pontificio para los Laicos.

Con el nombramiento de Monseñor Delgado se completa de nuevo la plana de superiores del dicasterio.

Monseñor Delgado Galindo nació en Barcelona, en los alrededores de la basílica de la Sagrada Familia, el 22 de mayo de 1963. Desde 1985 pertenece a la Prelatura del Opus Dei.

Es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Barcelona. Después de haber ejercido la profesión de abogado y de haber trabajado en varias Consejerías de la Generalitat de Cataluña, en 1991 se trasladó a Roma para proseguir los estudios eclesiásticos de Teología y de Derecho canónico en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz.

En 1996 obtuvo el grado de doctor en Derecho canónico. El mismo año recibió la ordenación sacerdotal en la basílica romana de San Eugenio y regresó a España.

En 1999 fue llamado para prestar su colaboración en el Consejo Pontificio para los Laicos, donde ha sido Ayudante de Estudio y Jefe de Oficina, siendo el responsable de la Sección Asociaciones-Movimientos.

Monseñor Delgado Galindo es autor de algunas monografías y de artículos publicados en revistas de derecho canónico sobre diversos temas, por ejemplo el domicilio canónico.

Juan Pablo II lo nombró Capellán de Su Santidad en 2004 y fue elegido también responsable del servicio jurídico del dicasterio para los laicos.

Los miembros del Consejo Pontificio para los Laicos recibieron la noticia con gran alegría, felicitaron al nuevo subsecretario y le ofrecieron sus oraciones.

“Estamos seguros de que monseñor Delgado aportará en su nuevo cargo toda la experiencia acumulada en estos años de servicio en el Consejo Pontificio para los Laicos; experiencia que es fruto de numerosos intercambios, diálogos y encuentros con las muchas asociaciones, movimientos y nuevas comunidades que ha personalmente conocido y acompañado”, señala un comunicado.

Benedicto XVI también nombró nuncio apostólico ante la Asociación de las Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) a monseñor Leopoldo Girelli, representante pontificio no residente para Vietnam, nuncio apostólico en Singapur y en Timor Oriental ydelegado apostólico en Malasia y en Brunei.

Finalmente, este sábado, el Papa nombró también obispo de la diócesis alemana de Görlitz al sacerdote Wolfgang Ipolt, hasta ahora canónigo del cabildo catedralicio y rector del seminario mayor regional de la diócesis de Erfurt.

Nacido el 17 de marzo de 1954 en Gotha, en la diócesis alemana de Erfurt, el obispo electo fue ordenado sacerdote en 1979 y ha ejercido su ministerio en parroquias de Worbis, Berlín, Erfurt y Nordhausen.

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Monseñor Vegliò: los refugiados, desafío para la Iglesia y la sociedad
“Cerrar las fronteras no es la respuesta”
ROMA, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- La figura del refugiado, de los cuales hoy lunes se celebra la Jornada Mundial, interpela la Iglesia y a toda la sociedad, pues requiere la búsqueda y la implementación de soluciones justas y de larga duración.

Lo recordó monseñor Antonio Maria Vegliò, presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de Migrantes e Itinerantes, en una entrevista concedida a Radio Vaticano, en la que alabó la actuación del Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), del que este año se celebra el 60° aniversario de su fundación.

“La propia existencia de esta organización internacional indica que la situación de los refugiados sigue sin resolverse”, observó el prelado. “En el origen, ACNUR había sido creado con mandato trienal. En cambio, se fue renovando, y desde hace algunos años se ha convertido en una organización permanente”.

Los problemas que afronta, explicó, “están en continua evolución, y los desafíos de su mandato se hacen cada vez más amplios”. Nacido para afrontar los 19 millones de desplazados europeos antes de 1951, ACNUR vio posteriormente extenderse su mandato a los refugiados húngaros durante la revolución de 1956, y después a los refugiados de todo el mundo.

Por ello, “la Asamblea General de las Naciones Unidas agrandó su radio de acción a categorías de personas no protegidas, como los apátridas y las personas desplazadas por conflictos militares o por violaciones de los derechos humanos”.

“Por desgracia, hay nuevos retos a las puertas”, subrayó el prelado, citando por ejemplo “a las personas que deben dejar su propio país por motivos climáticos” o los llamados “refugiados urbanos”, pues un número cada vez mayor de refugiados, actualmente casi la mitad, se desplazan a las ciudades, “donde se convierten en invisibles y se mimetizan entre la gente, especialmente en los barrios pobres”.

Acción eclesial

Monseñor Vegliò recordó que la Iglesia “está presente entre los refugiados y los desplazados de muchas formas”: “hay sacerdotes y monjas que están en contacto directo con las personas en los campos de refugiados y a veces el obispo atiende el campo como una verdadera parroquia”, “diversas congregaciones religiosas se prodigan directamente, mientras que otras colaboran con el Servicio de los Jesuitas para los Refugiados (Jesuit Refugee Service)”, y también son muy activas las Cáritas, “tanto a nivel diocesano como nacional”, y la Comisión Católica Internacional para las Migraciones (ICMC - International Catholic Migration Commission), “especializada en la reinstalación de los refugiados en terceros países”, y que lleva adelante también “diversos proyectos socio-económicos, como el microcrédito”.

Entre las principales preocupaciones del dicasterio que preside, monseñor Vegliò subrayó la situación de los niños que viven en los campos de refugiados, “muchos de los cuales no conocen otra realidad porque han nacido y crecido en ellos”.

Al respecto, citó como ejemplo Tailandia, donde 150.000 personas viven como refugiadas desde hace veinte años, la parte este de la República Democrática del Congo, “donde se cuentan más de un millón setecientos mil desplazados a causa della guerra”, y Sudán.

“En Darfur, centenares de miles de personas viven aún en los campos de refugiados y no resulta claro el destino de muchos del Norte que ahora se encuentran en el Sur y viceversa. ¿Adoptarán quizás la nacionalidad de la nueva nación? ¿Tendrán aún el derecho de ser ciudadanos de Sudán? Además, Sudán del Sur deberá afrontar la vuelta de un altisimo número de personas desde el norte del país. El proceso de su integración representará un gran reto”.

Acogida

“Un reto notable – prosiguió – se presenta en el norte de África, especialmente en Túnez, en Egipto y Libia”.

“Es una tragedia que estas personas tengan que escapar embarcadas en carretas marinas que a menudo se hunden y les hacen perder la vida”, declaró. “Hoy, con la disponibilidad de medios electrónicos sofisticados”, la Unión Europea “debería ser capaz de vigilar estas embarcaciones y alcanzarlas para prestarles asistencia, antes de que se encuentren en dificultad rozando la tragedia del naufragio”.

“Cerrar las fronteras no es la respuesta”, añadió.

Por su parte, el Alto Comisario Antonio Guterres recordó que al analizar la situación de los refugiados, casi 44 millones en el mundo, “dos son los factores clave a tener presentes”.

“Ante todo, que en 2010 tuvimos el número más alto de refugiados y de desplazados nunca habidos en los últimos 15 años, y esto a causa tanto de las numerosas crisis nuevas que han surgido como de las viejas guerras que no encuentran final – explicó –. El segundo factor muy importante es que existe la impresión errónea de que es el mundo industrializado el que acoge a la gran mayoría de estos refugiados, cuando en cambio cuatro quintas partes de este número se encuentran en los países en vías de desarrollo”.

“La única política que puede realizarse es la de mantener las fronteras abiertas”, comentó.

Donde llegan embarcaciones con inmigrantes y refugiados, añadió, el procedimiento debe ser “la garantía del acceso a todos”. “Quien tiene derecho de asilo debe ser acogido, mientras que los demás pueden ser devueltos en el respeto del derecho internacional”.

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“Rezábamos por el Papa, pero era él el que rezaba por nosotros”
Vigilia por el 60° aniversario de sacerdocio del Pontífice
ROMA, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Una vigilia de oración en vísperas del 60º aniversario de la ordenación sacerdotal de Benedicto XVI se celebró el pasado sábado en la plaza de San Pedro, organizada por el Movimiento del amor familiar.

Unos miles de personas se reunieron en este importante lugar para rezar por el Santo Padre, aunque, como dijo el cardenal Angelo Comastri a ZENIT, “el Papa reza por nosotros, es el objetivo de su vida”. De cualquier modo, “es necesario sostenernos mutuamente en la Iglesia, porque estamos en comunión; caminamos uno al lado del otro”.

De hecho, las oraciones del Papa por los fieles son constantes. Aunque durante la vigilia en la plaza de San Pedro las ventanas del estudio papal estaban abiertas y las luces encendidas, mientras que las de sus habitaciones estaban apagadas y las persianas cerradas, y parecía que, más allá de cualquier noticia oficial, el Papa siguió la vigilia.

“Esta iniciativa nació hacia siete años -explicó a ZENIT el presidente del Movimiento del amor familiar, Tommaso Benincasa- para seguir lo que nos pidió el Papa. Ya Juan Pablo II pedía que rezásemos por él para sostenerlo en su pontificado. En ese momento la idea nació entre sus dirigentes, ahora nos organizamos para rezar por él. ¿Dónde? En la plaza de San Pedro. Primero éramos pocos, pero después la iniciativa comenzó a crecer”.

El presidente del Movimiento del amor familiar recordó también que a mitad de junio todos los años nos reunimos aquí y el cardenal Comastri abre la vigilia. Esperamos que todos entiendan -como dijo Su Eminencia en la homilía- que rezando por el Santo Padre rezamos por la Iglesia entera”.

“Nosotros -prosiguió Benincasa-, como movimiento integrado por familias con niños, vemos que hoy la familia en algunos casos es maltratada y no falta quien desea destruirla. Por tanto pedimos la ayuda al Santo Padre, él reza por nosotros, y nosotros rezamos porque él nos sostenga”.

Concluyó por tanto, recordando que, “la otra vigilia importante que celebramos es la de la noche de Nochevieja, siempre aquí, por la paz sobre todo en las familias, pero también en el mundo entero. Y después celebramos otra vigilia en la que las familias rezan por los sacerdotes, además de nuestras reuniones varias, como las de la preparación para el matrimonio”.

En su homilía, el cardenal Comastri, recordando un discurso del Papa Pablo VI sobre el privilegio de formar parte de la Iglesia de Cristo, precisó: “Jesús ha querido que su Iglesia tuviese un centro de unidad, y es aquí, un centro en torno al que se construye la comunión, es este. Que tuviese una roca que garantizase la solidez de la fe de todos a las enseñanzas de Jesús, y esta piedra es Pedro, y después de él está el obispo de Roma y sucesor de Pedro, que hoy es Benedicto XVI”.

De los Hechos de los Apóstoles, “que es el relato de los primeros pasos de la Iglesia, esa Iglesia que hoy somos nosotros”, el cardenal quiso recordar que después de la ascensión de Jesús al cielo, Pedro toma la decisión de darle el sitio que ocupó Judas a otro discípulo, y “este acto de Pedro revela su conciencia de haber recibido de Jesús la dirección del colegio apostólico, y los apóstoles sin dudarlo, reconocen este papel confiado a Pedro por Jesús”.

Aún más, prosiguió. “Pedro, el día de Pentecostés, fuera del cenáculo junto a los demás- cuenta Lucas- gritó 'Sabed con toda certeza, casa de Israel, que Dios ha constituido como Señor y Cristo a aquel a quien vosotros crucificasteis'”. “Estas palabras de Pedro son el primer grito misionero de la Iglesia, que continúa con la palabra de Benedicto XVI, que nos anima a ser misioneros hoy, en este mundo difícil, sí, pero no imposible, porque el mundo siempre tiene necesidad del Evangelio”.

Y cuando comenzaron las primeras persecuciones, cuando Pedro dijo delante del Sanedrín: “El es la piedra que vosotros, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque no existe bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos alcanzar la salvación”. Y quiso recordar el purpurado, “la Iglesia repite la misma enseñanza, el mismo mensaje”.

“En un pasaje muy bello de los Hechos -prosiguió- es también Pedro el que, iluminado por una visión cuando entra en la casa de un pagano, de Cornelio, toma la decisión de bautizar al primer gentil. Fue una paso adelante, un paso misionero, y Pedro dijo 'Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas, y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia es agradable a él'. Y él aceptó”.

“Lo maravilloso para nosotros -comentó con emoción- en este momento, es poder concluir diciendo que la Iglesia católica actual sigue en perfecta continuidad con la Iglesia apostólica”. El cardenal recordó la conversión en Inglaterra del beato Henry Newman, que era anglicano, al entender la necesidad de la continuidad apostólica de la Iglesia de Cristo.

“Como es bello para nosotros saber y exclamar en este momento 'Nosotros somos la Iglesia de los orígenes, somo la Iglesia apostólica que ha atravesado los siglos, y esta garantía viene del hecho de que nosotros estamos con Pedro, con el que Jesús quiso como eje, centro y roca de la unidad de la Iglesia'. Yo ya estoy en la voluntad de Cristo, estoy en su rebaño porque soy católico, porque estoy con Pedro, y hoy podemos decir que estamos con Benedicto XVI”.

“Por esto estamos aquí esta noche -concluyó-, para rezar por el Papa, para rodearlo de afecto, para decirle 'Te acompañamos con nuestras oraciones, tú continúa siendo la roca sobre la que Jesús construye también hoy, en este preciso momento, su Iglesia”.

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Jornadas Mundiales de la Juventud


Benedicto XVI consagrará a los jóvenes al corazón de Jesús
Monjas en Brooklyn bordan para la Jornada Mundial de la Juventud
MADRID, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- A dos meses de la Jornada Mundial de la Juventud, los preparativos avanzan in crescendo, los músicos afinan sus instrumentos, las imágenes del via crucis se disponen a viajar a la capital, la cruz y el icono siguen su peregrinación por la geografía eclesial hispana, y se anuncia que Benedicto XVI, dentro de dos meses exactamente, consagrará a los jóvenes al corazón de Jesús, durante la vigilia de Cuatro Vientos.

Este jueves 23 de junio, la música de Mozart, Bach y Haendel sonará en el cuarto y último concierto que despide el ciclo solidario JMJ-Fundación Excelentia. Esta iniciativa comenzó en septiembre, para preparar y difundir la Jornada Mundial de la Juventud y colaborar en la financiación del Fondo de Solidaridad. El fondo permite que jóvenes de los países menos favorecidos vean realizado su sueño de estar en la JMJ.

En el concierto, que se celebrará a las 19,30 en la sala sinfónica del Auditorio Nacional, se ofrecerá un repertorio de música sacra con grandes obras de los compositores clásicos citados, interpretadas por la orquesta de cámara European Royal Ensemble.

El experto en música barroca Stephen Layton, actual director de la City of London Sinfonia, dirigirá el concierto, que contará con la participación de la ExcelentiaChoralAcademy --un coro estable de 50 voces formado por la Fundación Excelentia-, y del coro de la JORCAM (Joven Orquesta y  Coro de la Comunidad de Madrid).

Javier Martí, presidente de la Fundación Excelentia, anima a todos los amantes de la música a asistir a este recital: “El público debe asistir a este último concierto, no sólo para disfrutar de la gran música de Bach, Haendel y Mozart, sino para que, a falta de pocas semanas para la celebración de la JMJ en Madrid, nos unamos a ella y sirva como preludio de esta gran fiesta”.

Martí valora muy positivamente el desarrollo de este proyecto solidario: “La experiencia del ciclo ha sido extraordinaria. La Fundación Excelentia ha dado a conocer la JMJ a través de la música clásica, que es considerada el lenguaje universal. Hemos ofrecido conciertos de un altísimo nivel, lo cual ha significado conseguir este doble objetivo”.

Las entradas para asistir a este último concierto solidario del ciclo JMJ-Fundación Excelentia pueden adquirirse en la taquilla del Auditorio Nacional de Madrid (C/Príncipe de Vergara 146) o en www.servicaixa.com.

Tradicionalmente, el mes de junio está dedicado al Sagrado Corazón. Por ello, los organizadores de la JMJ han adelantado una noticia. Durante la vigilia en Cuatro Vientos el día 20 de agosto, Benedicto XVI consagrará a todos los jóvenes al Sagrado Corazón de Jesús. “Así que, empezad ya a pedirle a Jesús que haga nuestro corazón y el de todos los jóvenes que vendrán con nosotros a la JMJ como el suyo en estos dos meses que quedan”, afirman los organizadores.

Desde Brooklyn con amor

Esta JMJ se está bordando con muchas puntadas. En un monasterio de Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, una comunidad monástica se afana en preparar parte de los ornamentos para las ceremonias con el Papa.

La comunidad monástica Edith Stein quiso participar aportando su granito de arena a la JMJ. Llegó a sus oídos la iniciativa “Coser y Cantar”, que está dado a muchas personas la oportunidad de  ayudar a la JMJ confeccionando los lienzos para las ceremonias con el Papa, y no dudaron en colaborar.

Las servidoras del Señor y la Virgen de Matará, fundación argentina, confeccionaron 25 estolas moradas: “Sabemos que serán usadas no sólo durante los días de la Jornada, sino que luego se entregarán a las misiones más necesitadas”, comentaron. De manera que con más razón ven que cada una de sus puntadas vale doble.

Al lanzarse a pagar los gastos, confiaron en la providencia sin saber cómo iban a asumir el costo de todo el material (tela, hilo, etc.). Su confianza obtuvo respuesta y hasta el envío desde Estados Unidos ha sido posible gracias a donativos.

De toda esta iniciativa, la comunidad destaca el haber experimentado de un modo muy práctico lo que significa pertenecer a la gran familia de la Iglesia: “Ciertamente podemos decir que estamos participando en las Jornadas no sólo con aquello que es propio nuestro, con la oración, sino también con nuestro trabajo manual, la confección de ornamentos para el culto a Dios”.

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Mundo


España: Premiado el Servicio Jesuita para los Refugiados
Esta ONG católica atiende a medio millón de refugiados en el mundo
MADRID, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Dentro de la agenda de celebraciones del Día Mundial del Refugiado de este año en España, está el X Premio de la Fundación por la Justicia-Banca, que recibió el pasado día 15, el Servicio Jesuita a Refugiados y que será entregado en una ceremonia el próximo 6 de julio en la capilla de la Beneficencia de Valencia.

El Premio de la Fundación por la Justicia y la Fundación Bancaja renoce la trayectoria y dedicación constante de aquellas personas u organizaciones que destacan por su aporte a la promoción y defensa de los derechos humanos.

Dotado con 18.000 euros, lo han recibido entidades como la Asociación de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Pro-Búsqueda de Niños y Niñas Desaparecidos de El Salvador, las Hermanas de la Caridad, o Muhammad Yunus. En esta edición, el SJR ha sido elegido de entre 15 candidaturas.

El entonces padre general de la Compañía de Jesús, Pedro Arrupe, impresionado y conmovido por el clamor de miles de boat people vietnamitas, fundó el Servicio Jesuita a Refugiados (www.jrs.net ), el 14 de noviembre de 1980.

“El clamor de los 43 millones de refugiados o desplazados forzosos está más de actualidad que nunca”, afirma en una nota la Compañía de Jesús.

Aunque el SJR sigue su labor en los remotos campamentos de refugiados, la tendencia de los refugiados a buscar asilo en áreas urbanas le ha llevado a trabajar más intensamente en los últimos años en las ciudades.

Como explica su director, el jesuita Peter Balleis: “Durante estos 30 años, el SJR no se ha guiado por la restrictiva definición legal de refugiado, sino, de acuerdo con las enseñanzas sociales católicas, por una noción más generosa del término, que abarca a todos los desplazados forzosos. Así, está dispuesto a responder en campamentos, a desplazados, solicitantes de asilo e indocumentados, a los inmigrantes vulnerables en los centros de detención y, ahora más que nunca en las ciudades. La compasión motiva su acompañamiento”.

Los inicios geográficos del SJR fueron en Asia-Pacífico, pero en los 90, con la crisis de la región de los Grandes Lagos, puso la mirada en África. Más recientemente empezó a trabajar en Oriente Medio y Afganistán. Como organización cristiana, trata de llegar a gente de diferentes confesiones, para acompañarles y servirles. Lo hace “en el lenguaje del amor traducido en servicio tangible”.

Hasta ahora la educación ha sido el “plato fuerte” de los servicios del SJR desde sus inicios. Ahora está preparando un proyecto de educación superior  en colaboración con universidades jesuitas.

En palabras de su director : “Las fuerzas más profundas de la triple misión del SJR son la compasión transformada en acompañamiento, el amor en forma de servicio concreto, y la esperanza promovida a través de la educación y de la advocacy a favor de soluciones duraderas, de justicia y de paz”.

El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) es una organización no gubernamental católica, cuya misión es servir, acompañar y defender los derechos de los refugiados y de otras personas desplazadas por la fuerza.

Trabaja en 57 países. Emplea a más de 1.400 personas entre laicos, jesuitas y otros religiosos para responder, entre otras, a las necesidades educativas, sanitarias y sociales de más de 500.000 refugiados y desplazados forzosos. Sus servicios se ofrecen a refugiados y desplazados independientemente de su raza, origen étnico o confesión religiosa.

Ofrece educación primaria y secundaria a unos 170.000 niños, y lleva a cabo actividades de advocacy (incidencia pública, defensa de derechos) para asegurarse de que todos los niños desplazados tengan una educación de calidad.


 

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Brasil: Una nueva evangelización para responder a los tiempos de crisis
El cardenal Scherer recorre las crisis que han jalonado la vida de la Iglesia
SÃO PAULO, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).– “En 2000 años de historia, la Iglesia ha conocido otros momentos en los que, por diferentes razones, la vida cristiana ha atravesado crisis, y ha tenido que hacer algo parecido a lo que la Iglesia se propone llevar a cabo hoy” con la nueva evangelización.

Lo destaca el arzobispo de Sao Paulo, el cardenal Odilo Scherer en un artículo de su revista O São Paulo.

El purpurado acaba de regresar a Brasil desde Roma, tras participar en la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, del que es miembro.

En su artículo, recuerda que, en los siglos VII y VIII, “el papa hizo un llamamiento a misioneros de Irlanda y de Inglaterra, algunos de ellos monjes, para evangelizar de nuevo la Europa continental”.

A partir del siglo XIII, en la Edad Media, “pasó más o menos lo mismo con los intentos de “reforma” de la Iglesia y el nacimiento de las órdenes mendicantes -dominicos y franciscanos-, que dieron vida a un fecundo movimiento de misiones populares”, explica.

Y pasó lo mismo en el siglo XVI, continúa el cardenal. Después del Concilio de Trento, la Iglesia experimentó un nuevo impulso dinámico, con el nacimiento de nuevas órdenes e institutos misioneros, la reforma de los seminarios y de la formación del clero, de los religiosos y de los laicos.

Y más tarde, en el siglo XIX, hay otra “ola misionera”, especialmente “después de la grave crisis provocada por el siglo de las Luces y el modernismo, pero también por los cambios sociales y políticos de la época”

En la actualidad, afirma el cardenal Scherer, “vivimos en el periodo postconciliar del Vaticano II, de cuya convocatoria pronto se celebrarán los 150 años”.

Un concilio que, en sí mismo, se decidió en un “espíritu de renovación” para que la Iglesia pudiera ejercer su misión de manera “más adaptada a las circunstancias actuales”.

Aunque siempre se ha dicho que era un concilio “pastoral”, quizás “podemos hoy releer sus intenciones y documentos desde otro ángulo”, un ángulo misionero para “proponer el bien de la fe” para construir un mundo nuevo, animando a hablar “más y mejor al mundo y con el mundo de la Buena Nueva”.

“Muchas cosas llevan a creer que hemos tomado esta dirección”, explica. “Hoy estamos en condiciones de percibir todavía mejor dónde y cómo debe tener lugar esta renovación de la vida cristiana y eclesial y cómo hacer fructificar estas grandes intuiciones del Concilio”.

“¡Que Dios nos ayude!”, concluyó el cardenal Scherer, “¡que los santos evangelizadores nos inspiren!”.

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"Verdad y belleza, las certezas que hacen grande la humanidad"
Presentada en Roma la XXXII edición del Meeting por la amistad entre los pueblos
ROMA, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El pasado miércoles en Roma, en el marco del Palacio Borromeo, se ha realizado la presentación de la XXXII edición del Meeting por la amistad entre los pueblos, que se desarrollará en Rímini del 21 al 27 de agosto.

Para debatir sobre el tema del Encuentro, “Y la existencia se convierte en una inmensa certeza”, intervinieron el cardenal Jean-Louis Tauran, Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Franco Frattini, ministro de Asuntos Exteriores, Emilia Guarnieri, Presidente de la Fundación Meeting por la amistad entre los pueblos, y Giorgio Vittadini, Presidente de la Fundación por la Subsidiariedad.

Presentado por Francesco Maria Greco, embajador de Italia en la Santa Sede, el cardenal Jean-Louis Tauran explicó que “como criaturas, hechas a imagen de Dios y llamadas a participar en su vida, tenemos algo más” es decir “la confianza que pongo en Dios (…) viene de una convicción de que la verdad última de mi vida no proviene de mí, sino de Otro que ilumina mi vida y le da sentido”.

Pero “la fe es certeza, pero no seguridad” porque “permanece ligada a mí y a mi debilidad”.

“La gran certeza que tenemos -explicó el purpurado- no es una opción filosófica o una experiencia mística, o la conclusión de un estudio sobre la dimensión religiosa del hombre. No, nuestra certeza es una persona que se llama Jesús de Nazaret”.

Hablando del Encuentro, el cardenal reveló que “para mí y para las personas a las que he hecho descubrir esta realidad, es la de poder tocar con la mano el hecho de que podemos ir hacia Dios a través de las realidades terrestres y las realizaciones de la inteligencia humana, la cultura, la técnica y la ciencia”.

“Y lo específico de los laicos -añadió- es la de articular sus deberes, dar un sentido religioso a sus actividades profanas (…) se podría decir que el deber del cristiano frente a los compromisos terrestres es el de consagrarlos”.

“La gran novedad de estos últimos años -concluyó el cardenal Tauran- es que la Iglesia afirma que podemos ir a Dios a través de nuestras actividades cotidianas”.

Por su lado, el ministro de Exteriores, Frattini destacó que “Italia tiene que desarrollar en el Mediterráneo, un papel político pero sobre todo un papel moral”.

“En el pasado -explicó- pensábamos que en Oriente Medio, nuestro interés estratégico era privilegiar la estabilidad de los gobiernos respecto a los pilares de nuestra historia, es decir democracia, igualdad y derecho. Pero todo esto cayó porque la estabilidad de los regímenes autoritarios era fragilísima. Gobiernos que parecían muy estables cayeron en una semana. Sucedió en Túnez y en Egipto y está sucediendo en Siria. No ha sucedido todavía en Libia por la naturaleza sanguinaria del régimen de Gheddafi y la enorme cantidad de dinero que dispone”.

El ministro afirmó que “trabajaremos con estos países en fase de transición hacia la democracia, pero estaremos atentos para evitar que el viento positivo de la democracia pueda ser aspirado por extremistas preparados para imponer un nuevo totalitarismo”.

En el ámbito de una reflexión más general, el ministro Frattini definió como “necesario, indispensable, reflexionar sobre el principio de intervención humanitaria” consagrado por las Naciones Unidas. Un principio, que “debe ser reconsiderado poniendo mayor énfasis en la prevención de las crisis, más que en una acción que termina siendo sólo militar”.

Emilia Guarnieri comenzó diciendo que “la certeza es una palabra paradójica en estos tiempos de incertidumbre; tiempos caracterizados, en todos los ámbitos, en la política, en la economía, en la vida social y en la condición de los hombres, de un estado de verdadera incertidumbre”.

Y la más grande de estas incertidumbres es “la incertidumbre que tiene que ver con la percepción de sí mismo, una incertidumbre de tipo antropológico”.

“Y la incertidumbre -evidenció- sobre la posibilidad de que la verdad exista y, todavía más trágico, la incertidumbre sobre el hecho de que el hombre pueda alcanzar la verdad, es decir que pueda existir un camino, un recorrido a través del cual el hombre pueda alcanzar la verdad”.

Esta condición de incertidumbre se refleja sobre todo en los jóvenes: de hecho, según el último informe del CENSIS “son 2 millones y 242.000 los jóvenes entre 15 y 34 años que no estudian, no trabajan y no buscan un trabajo”.

“Pero -reveló Guarnieri-, es verdad que hay otra cosa de la que tenemos noticia, hay otra cosa que sabemos”, por ejemplo, los médicos en Haití que trabajan en medio del cólera arriesgado su propio contagio.

Están los empresarios que en estos años de crisis no han cerrado sus empresas y han comenzado a vivir de las rentas que todavía podían tener, sino que se han arremangado los brazos y han aceptado el reto de la realidad, han defendido el puesto de trabajo de sus propios empleados.

Es decir que existen personas “que tienen un ideal al que sacrificarse y saben que es la verdad”.

“He aquí -concluyó la presidente de la Fundación Meeting -, esta es la inevitable certeza, es decir este impulso de deseo, este latido del corazón, el parpadeo de la verdad, de intensidad de la vida, que siempre está en el despertar del relativismo, de la niebla, esta es la inevitable certeza de la que yo considero que el Encuentro de este año pretende partir”.

Giorgio Vittadini, concluyó ilustrando la muestra “150 años de subsidiariedad” en la que se cuenta de que modo el pueblo ha cambiado la historia de Italia, “ha reaccionado a la crisis con valentía y creatividad”, enseñando que “cada uno de los humanos vales más que todo el universo”.

Por Antonio Gaspari. Traducción del italiano por Carmen Álvarez

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Rusia: Autorizada una procesión del Corpus en San Petersburgo
Casi cien años después de la anterior, en la avenida principal
SAN PETERSBURGO, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- El Ayuntamiento de San Petersburgo (Rusia) ha concedido la autorización para que se celebre la Procesión del Corpus Christi en la avenida Nevski, la más importante de la ciudad.

Así lo confirmó hoy Radio Vaticano, al ser confirmada la noticia por el decanato de la región noroccidental de la archidiócesis de la Madre de Dios de Moscú.

La avenida Nevski, llamada así porque discurre junto al río Neva, es la arteria principal de San Petersburgo, y es llamada a menudo “avenida de la tolerancia confesional”, porque en ella se encuentran las iglesias de las principales confesiones: ortodoxa, católica, luterana y armenia.

Se trata, según afirma la archidiócesis de la Madre de Dios de Moscú, de un “hito importante”, pues la procesión del Corpus Christi sólo ha pasado en dos ocasiones por esta avenida: en 1917 y en 1918.

En la procesión de este año, 93 años después, participarán los cónsules de los diversos países de Europa. La presidirá monseñor Paolo Pezzi, arzobispo de la Madre de Dios de Moscú.

Más información (en ruso): www.cathmos.ru

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Un obispo advierte de la situación crítica en las fronteras de Sudán
Jartúm y el SPLA luchan por las regiones limítrofes
KOENIGSTEIN, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Un obispo sudanés advierte de un nuevo genocidio en Sudán, mientras que la población de la frontera del sur de Kordofan huye en busca de la seguridad.

A pocas semanas de la separación de Sur de Sudán de su vecino del norte, la región que está entre los dos es un foco de conflictos.

El obispo Macram Max Gassis de El Obeid habló el pasado miércoles a la asociación caritativa internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), afirmando que miles de personas están huyendo del estado fronterizo del sur, donde la situación “es extremadamente crítica, sobre todo en la capital, Kadugli”.

Entre las poblaciones más afectadas están los Nuba, musulmanes y cristianos, explicó el obispo Gassis. La región del Sur de Kordofan forma parte de la diócesis del obispo de El Obeid, que se extiende sobre todo por la mitad septentrional de Sudán.

El conflicto en el sur de Kordofan se remonta al inicio de este mes, cuando Kadugli fue atacada por el ejército del Norte; un pastor protestante fue asesinado.

El pasado jueves, el ejército del Norte de Sudán y el Sudanese People's Liberation Army (SPLA), comenzaron las negociaciones.

El sur de Kordofan , junto al Abyei y al Blue Nile es una de las tres regiones entre el Norte y el Sur, cuyo estatus está todavía por establecer. En el referéndum de enero, el Sur de Sudán votó con una aplastante mayoría por la independencia del Norte, y se convertirá oficialmente en una nación independiente el 9 de julio.

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Actualidad


Sexualidad humana y sida, por monseñor Tony Anatrella
Destaca la importancia de la educación en valores en la prevención del VIH
ROMA, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).– “La sexualidad humana necesita ser comprendida por sí misma, si bien corre el riesgo de ser definida en términos de protección sanitaria, de identidad de género y de orientaciones sexuales”.

Lo afirmó el consultor del Consejo Pontificio para la Familia y del Consejo pontificio para la salud monseñor Tony Anatrella al intervenir el pasado 28 de mayo en el coloquio internacional organizado en Roma por el Consejo pontificio para la salud sobre el tema La persona en el centro de la prevención, atención y tratamiento de la transmisión del VIH y la enfermedad del sida.

Su conferencia se titulaba La educación en valores en la prevención del VIH/sida o la educación sexual en tiempos de sida, de la teoría de género y de las orientaciones sexuales.

“La prevención de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y en particular la transmisión del VIH que puede desarrollar el sida ha dado prioridad sobre todo, hasta el momento presente, a los aspectos sanitarios y profilácticos a través de técnicas de protección como el uso del preservativo”, constató monseñor Anatrella.

“Esta perspectiva propuesta a los jóvenes se muestra muy insuficiente -afirmó-. Porque proponiendo únicamente una visión pragmática y sanitaria de la sexualidad humana, se da a entender que basta con protegerse para hacer después lo que uno quiera sin tener que plantearse otras preguntas”.

“Conduce a la banalización de los gestos sexuales en el comportamiento de numerosos jóvenes”, añadió.

“Al querer limitarse a una representación pragmática y utilitarista, ideológica y sanitaria de la sexualidad, no nos pronunciamos sobre numerosos temas”, lamentó.

Entre esos temas, señaló la interiorización y el proceso psíquico de hacer subjetiva la sexualidad en la adolescencia, y de su acceso a la simbolización, la responsabilidad moral de los actos y el cambio necesario de comportamientos frente al uso irracional de prácticas sexuales; el cambio, para ser auténtico, tiene que ser interior”, consideró.

Monseñor Anatrella habló del sentido de la sexualidad humana que asocia afectividad a la genitalidad y del sentido de la educación sexual que despierta el sentido del amor y tiene en cuenta las edades psicológicas evitando los discursos que exhiben la sexualidad de los adultos.

También abordó el sentido de los valores a partir de principios racionales reconocidos por la inteligencia cristiana que hay que transmitir: el sentido del amor en el centro de la elección libre de los esposos, de la castidad, de la abstinencia sexual y de la fidelidad.

Todos estos valores, añadió, contribuyen a humanizar la sexualidad y a favorecer la madurez afectiva y la calidad moral de los vínculos sociales.

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Entrevistas


"África está llena de tumbas de misioneros, no de miembros de la ONU"
Entrevista al presidente del Comité científico de la asociación Harambee
ROMA, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Para conocer la importancia de la religión en África es suficiente ir a los cementerios, allí encontramos tumbas de misioneros y sacerdotes, no en cambio las de los funcionarios de la OMS o de la ONU.

De otro lado hoy los intereses económicos e inversiones en África son muchos. Es necesario, por ello, entender que el primer capital es el humano, contrariamente terminará en un asalto o en la especulación.

Estas fueron algunas de las ideas que surgieron en la mesa redonda organizada por la asociación Harambee en Roma, cuyo presidente del Comité Cientifico y Cultural, Giovanni Mottini, explico a ZENIT algunas de las problemáticas existentes.  

- ¿Vuestra Asociación apoya proyectos de instituciones religiosas o laicas?

Giovanni Mottini: Harambee apoya la educación tanto religiosa como laica. La única condición es que los proyectos sean realidades locales. Aunque sean útiles o eficaces no nos interesa apoyar a Ongs europeas que trabajan en África.

Nos interesa en cambio que sean ellos mismos los protagonistas directamente involucrados, porque cuando sostenemos un proyecto hacemos además un trabajo de capacitación que vuelve beneficiario también al protagonista local, que además crece a través del proyecto que le hemos dado.

Le enseñamos también a escribir el proyecto en modo tal que esta primera experiencia con nosotros –que de todos modos puede repetirse- sea también un aumento de conocimiento que permita proponerse a otros financiadores públicos o privados.

- ¿Cuál es el porcentaje de proyectos que Harambee ha apoyado entre las instituciones religiosas y las civiles?

Giovanni Mottini: Aproximadamente la mitad. Las religiones son una realidad muy significativa en los países en vía de desarrollo y las que dan el testimonio más fuerte. 

Digo siempre que para entender qué hacen los misioneros en África, la mejor cosa es ir ver un cementerio local, porque allí no se encuentran tumbas de los funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, ni de la Organización de las Naciones Unidas, sino la de los misioneros. Porque ellos están con la gente hasta el final, sufriendo con ellos, corriendo los mismos riesgos y compartiendo la propia experiencia, porque es una experiencia que nace de una vocación, por lo tanto vivida plenamente.

- ¿De que se trató en este último encuentro de Roma?

Dr. Motín. En la mesa redonda de hoy queremos discutir sobre un mundo que está siempre más presente en la realidad del continente africano.

Porque África en este momento sigue siendo ‘terra incognita’ por muchos lados, una nueva América a la cual todos están yendo.

No se debe demonizar ni criminalizar un interés económico o comercial del mercado hacia África. Pero queremos dar una contribución que refuerce sobretodo la dimensión de humanización que es necesaria en el mercado. Y por lo tanto hacer entender que el primer capital es el humano.

Y el mismo éxito que se quiere para una  empresa en África pasa a través de una atención profunda y auténtica al interlocutor local y al que será el propio patner o colaborador. 

De lo contrario, incluso esa experiencia de mercado corre el riesgo de estar destinada al fracaso o terminará en una economía de asalto o de especulación.

- ¿Ha habido algún proyecto con la empresa italiana Cremonini? 

Giovanni Mottini: Está presente en dos países africanos, en Angola y Kinshasa. Nos interesa iniciar con ellos un diálogo pues estamos convencidos de poder aportar patrimonio intangible como el de la valorización de los recursos humanos. Esto para ellos es también una garantía para poder hacer buenos negocios.

- ¿Saldrá por lo tanto un proyecto?

Giovanni Mottini: Aún estamos en una fase anterior. La idea es que cuando las grandes multinacionales hablan de responsabilidad social, lo hagan en términos auténticos, humanos y humanizadores. Que no sea simplemente una estrategia más tipo centro de atención al cliente.

- ¿Cómo nació Harambee, el proyecto, hace unos años?

Giovanni Mottini: Harambee nace como una iniciativa espontánea cuando fue la canonización de san Josemaría Escrivá, con la idea de dejar un señal, a través de una iniciativa que fuera un agradecimiento a san Josemaría por su enseñanza sobre la formación cristiana y la santidad, además de un compromiso concreto de los cristianos en la realidad social. En concreto en una realidad paradigmática como lo es África.

Por lo tanto se propone intervenir para sostener proyectos de educación. Su campo específico es la educación entendida como ‘educere’ del latín, vale a decir sacar afuera especialmente de los jóvenes y niños africanos, el máximo potencial como premisa para construir el futuro del continente. 

- ¿Cuáles son las iniciativas más interesantes realizadas?

Giovanni Mottini: Hemos sostenido proyectos en el campo educativo en una veintena de países africanos, muy diversos entre ellos, como las escuelas de los campos prófugos en Sudán llevado adelante por las monjas canosianas. O por ejemplo la de formar docentes en Kenia, sabiendo que en África es necesario mejorar la calidad de la formación escolar. Los niños van al colegio pero la calidad de la enseñanza es escasa.

- ¿Por qué en el sector de la educación?

Giovanni Mottini: Nuestro lema no es ‘construir escuelas’ sino ‘hacer escuela’. Y crear un sistema eficaz de calidad de la enseñanza. Hemos realizado también formación profesional, pero nos dirigimos especialmente a los niños entre 8 y 10 años, cuando ellos tienen la máxima receptividad y cuando pueden construir los instrumentos intelectuales que después dan autonomía, capacidad de elegir, iniciativa y capacidad de emprender. 

Sabemos que estamos haciendo una elección que requiere coraje, en un sector poco espectacular a diferencia por ejemplo del de la salud. Salvar un niño es más espectacular evidentemente, pero la pregunta es, ¿una vez salvado este niño, qué adulto necesito formar?

Un niño instruido no se distingue de uno no instruido, si bien su futuro es muy diverso. Esto pide coraje y una gran perspectiva por nuestra parte y por parte de los donantes. Por ello hacemos también un fuerte trabajo en Europa en favor de la educación y formación. Es una verdadera solidaridad que no es solamente una solidaridad en el dar pero en el ser, que empeña en primer persona y que rinde a nuestro donador participante de un proyecto innovador. Pedimos a nuestro donante de invertir en algo que no ve y no podrá ver, pero que es mucho más intelectual y profundo.

Más información: www.harambee-africa.org

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Documentación


Discurso del Papa a los jóvenes de San Marino-Montefeltro
Durante su visita pastoral ayer domingo
PENNABILLI, lunes 20 de junio de 2011 (ZENIT.org).- Ofrecemos a continuación el discurso que el Papa Benedicto XVI dirigió a los jóvenes de San Marino-Montefeltro, a quienes encontró en la plaza de la catedral de Pennabilli (Rímini) en la tarde de ayer domingo.

* * * * *

¡Queridos jóvenes!

Estoy muy contento de estar hoy entre vosotros y con vosotros. Siendo toda vuestra alegría y el entusiasmo que caracterizan vuestra edad. Saludo y doy las gracias a vuestro obispo, monseñor Luigi Negri, por las cordiales palabras de acogida, y a vuestro amigo que se ha hecho intérprete de los pensamientos y los sentimientos de todos, y que ha formulado algunas preguntas muy serias e importantes. Espero que en el transcurso de esta exposición mía se hallen también los elementos para encontrar las respuestas a estas preguntas. Saludo con afecto a los sacerdotes, a las religiosas, a los animadores que comparten con vosotros el camino de la fe y de la amistad; y naturalmente también a vuestros padres, que gozan al veros crecer fuertes en el bien.

Nuestro encuentro aquí en Pennabilli, ante esta catedral, corazón de la diócesis, y en esta Plaza, nos remite con el pensamiento a los numerosos y diversos encuentros de Jesús que nos narran los evangelios. Hoy quisiera recordar el célebre episodio en el que el Señor estaba en camino y uno – un joven – corrió a su encuentro y, arrodillándose, le planteó esta pregunta: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?" (Mc 10,17). Nosotros hoy quizás no lo diríamos así, pero el sentido de la pregunta es precisamente: qué tengo que hacer, cómo debo vivir para vivir realmente, para encontrar la vida. Por tanto, dentro de este interrogante podemos ver contenida la amplia y variada experiencia humana que se abre en busca del significado, del sentido profundo de la vida: cómo vivir, para qué vivir. La “vida eterna”, de hecho, a la que hace referencia ese joven del Evangelio no indica solamente la vida después de la muerte, no quiere sólo saber cómo llegar al cielo. Quiere saber: cómo debo vivir ahora para tener ya la vida que después podrá ser eterna. Por tanto en esta pregunta este joven manifiesta la exigencia de que la existencia cotidiana encuentre sentido, encuentre plenitud, encuentre verdad. El hombre no puede vivir sin esta búsqueda de la verdad sobre sí mismo – qué soy, para qué debo vivir – verdad que empuje a abrir el horizonte y a ir más allá de lo material, no para huir de la realidad, sino para vivirla de modo aún más verdadero, más rico de sentido y de esperanza, y no sólo en la superficialidad. Y creo que ésta – y lo he visto y oído en las palabras de vuestro amigo – es también vuestra experiencia. Los grandes interrogantes que llevamos dentro de nosotros permanecen siempre, renacen siempre: ¿quienes somos?, ¿de dónde venimos? ¿para qué vivimos? Y estas preguntas son el signo más alto de la trascendencia del ser humano y de la capacidad que tenemos de no quedarnos en la superficie de las cosas. Y es precisamente mirándonos a nosotros mismos con verdad, con sinceridad y con valor como intuimos la belleza, pero también la precariedad de la vida, y sentimos una insatisfacción, una inquietud que nada concreto consigue llenar. Al final, todas las promesas se muestran a menudo insuficientes.

Queridos amigos, os invito a tomas conciencia de esta sana y positiva inquietud, a no tener miedo de plantearos las preguntas fundamentales sobre el sentido y el valor de la vida. No os quedéis en las respuestas parciales, inmediatas, ciertamente más fáciles en el momento y más cómodas, que pueden dar algún momento de felicidad, de exaltación, de ebriedad, pero que no dan la verdadera alegría de vivir, la que nace de quien construye – como dice Jesús – no sobre la arena sino sobre la sólida roca. Aprended entonces a reflexionar, a leer de modo no superficial, sino en profundidad vuestra experiencia humana: ¡descubriréis, con sorpresa y con alegría, que vuestro corazón es una ventana abierta al infinito! Esta es la grandeza del hombre y también su dificultad. Una de las ilusiones producidas en el curso de la historia es la de pensar que el progreso técnico-científico, de modo absoluto, habría podido dar respuestas y soluciones a todos los problemas de la humanidad. Y vemos que no es así. En realidad, aunque eso hubiese sido posible, nada ni nadie habría podido borrar las preguntas más profundas sobre el significado de la vida y de la muerte, sobre el significado del sufrimiento, de todo, porque estas preguntas están inscritas en el alma humana, en nuestro corazón, y sobrepasan la esfera de las necesidades. El hombre, también en la era del progreso científico y tecnológico – que nos ha dado tanto – sigue siendo un ser que desea más, más que la comodidad y el bienestar, sigue siendo un ser abierto a la verdad entera de la existencia, que no puede detenerse en las cosas materiales, sino que se abre a un horizonte mucho más amplio. Todo esto vosotros lo experimentáis continuamente cada vez que os preguntáis: ¿pero por qué? Cuando contempláis un ocaso, o una música mueve en vosotros el corazón y la mente; cuando experimentáis qué significa amar de verdad; cuando sentís fuertemente el sentido de la justicia y de la verdad, y cuando sentís también la falta de justicia, de verdad y de felicidad.

Queridos jóvenes, la experiencia humana es una realidad que nos une a todos, pero a ésta se pueden dar diversos niveles de significado. Y es aquí donde se decide de qué forma orientar la propia vida y se elige a quién confiarla, a quién confiarse. El riesgo es siempre el de permanecer prisioneros en el mundo de las cosas, de lo inmediato, de lo relativo, de lo útil, perdiendo la sensibilidad por lo que se refiere a nuestra dimensión espiritual. No se trata en absoluto de despreciar el uso de la razón o de rechazar el progreso científico, al contrario; se trata más bien de comprender que cada uno de nosotros no está hecho sólo de una dimensión "horizontal", sino que comprende también la "vertical". Los datos científicos y los instrumentos tecnológicos no pueden sustituir al mundo de la vida, a los horizontes del significado y de la libertad, a la riqueza de las relaciones de amistad y de amor.

Queridos jóvenes, es precisamente en la apertura a la verdad entera de nosotros, de nosotros mismos y del mundo donde advertimos la iniciativa de Dios hacia nosotros. Él sale al encuentro de cada hombre y le hace conocer el misterio de su amor. En el Señor Jesús, que murió por nosotros y nos ha dado el Espíritu Santo, hemos sido hechos incluso partícipes de la vida misma de Dios, pertenecemos a la familia de Dios. En Él, en Cristo, podéis encontrar las respuestas a las preguntas que acompañan vuestro camino, no de modo superficial, fácil, sino caminando con Jesús, viviendo con Jesús. El encuentro con Cristo no se resuelve en la adhesión a una doctrina, a una filosofía, sino que lo que Él os propone es compartir su misma vida, y así aprender a vivir, aprender qué es el hombre, qué soy yo. A ese joven, que le había preguntado qué hacer para entrar en la vida eterna, es decir, para vivir de verdad, Jesús le responde, invitándolo a separarse de sus bienes y añade: "¡Ven! ¡Sígueme!" (Mc 10,21). La palabra de Cristo muestra que vuestra vida encuentra significado en el misterio de Dios, que es Amor: un Amor exigente, profundo, que va más allá de la superficialidad. ¿Qué sería de vuestra vida sin ese amor? Dios cuida del hombre desde la creación hasta el final de los tiempos, cuando llevará a cumplimiento su proyecto de salvación. En el Señor Resucitado tenemos la certeza de nuestra esperanza. Cristo mismo, que descendió a las profundidades de la muerte y está resucitado, es la esperanza en persona, es la Palabra definitiva pronunciada sobre nuestra historia, es una palabra positiva.

No temáis afrontar las situaciones difíciles, los momentos de crisis, las pruebas de la vida, porque el Señor os acompaña, está con vosotros. Os animo a crecer en la amistad con Él a través de la lectura frecuente del Evangelio y de toda la Sagrada Escritura, la participación fiel en la Eucaristía como encuentro personal con Cristo, el compromiso dentro de la comunidad eclesial, el camino con un guía espiritual válido. Transformados por el Espíritu Santo podréis experimentar la auténtica libertad, que es tal cuando está orientada al bien. De este modo vuestra vida, animada por una continua búsqueda del rostro del Señor y por la voluntad sincera de donaros a vosotros mismos, será para muchos coetáneos vuestros un signo, una llamada elocuente a hacer que el deseo de plenitud que está en todos nosotros se realice finalmente en el encuentro con el Señor Jesús. ¡Dejad que el misterio de Cristo ilumine toda vuestra persona! Entonces podréis llevar en los diversos ambientes esa novedad que puede cambiar las relaciones, las instituciones, las estructuras para construir un mundo más justo y solidario, animado por la búsqueda del bien común. ¡No cedáis a lógicas individualistas y egoístas! Que os conforte el testimonio de tantos jóvenes que han llegado a la meta de la santidad: pensad en santa Teresa del Niño Jesús, santo Domingo Savio, santa Maria Goretti, el beato Pier Giorgio Frassati, el beato Alberto Marvelli – que es de esta tierra – y tantos otros, desconocidos para nosotros, pero que vivieron su tiempo en la luz y en la fuerza del Evangelio y que encontraron la respuesta: cómo vivir, qué tengo que hacer para vivir.

Como conclusión de este encuentro, quiero confiar a cada uno de vosotros a la Virgen María, Madre de la Iglesia. Que como ella, podáis pronunciar y renovar vuestro “sí” y proclamar siempre la grandeza del Señor con vuestra vida, porque Él os da palabras de vida eterna. Ánimo entonces, queridos y queridas, en vuestro camino de fe y de vida cristiana también yo estoy siempre cerca de vosotros y os acompaño con mi Bendición. ¡Gracias por vuestra atención!

[Traducción del original italiano por Inma Álvarez

©Libreria Editrice Vaticana]

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